¡Más trasfondo Conquest! Al igual que con la serie de los Cien Reinos, ahora tocan los Spires. Empezamos con una visión general de la raza antes de sumergirnos en los distintos grupos que la forman. Para este primer artículo introductorio, hay que mencionar la inestimable colaboración del compañero Khan88, que ha contribuido notablemente. Aunque traduzco todos los términos para evitar el desagradable spanglish, decidí hacer una excepción con “Spires” y dejarlo tal cual. Utilizar Agujas, Torres, Colmenas o algo parecido sonaba un poco raro (o eso creo). Pero sin entretenerme más, veamos quiénes son estos enigmáticos seres.
Nota: Al final de la página encontraréis enlaces a los demás artículos Spires.
Diseminadas por todo el mundo, las estructuras conocidas como Spires dominan cual gigantescas torres las tierras a su alrededor. Con cientos de metros de altura, son fuente de innumerables cuentos, supersticiones y leyendas. Pero los sabios saben la verdad, saben que estas Spires albergan poblaciones enteras… Los restos de una civilización que una vez se atrevió a cruzar las estrellas.
Esta civilización, los Exiliados, llegaron a Eä hace muchos milenios como simples exploradores. Sus habilidades y conocimientos les permitían cubrir las inmensas distancias entre soles y estrellas, por lo que esta vibrante civilización buscaba nuevos mundos que colonizar. Las primeras Spires albergaban pequeñas comunidades de científicos y exploradores, que permanecieron siglos aislados estudiando el planeta mientras preparaban el terreno para la oleada de colonizadores que, en el futuro, domarían la tierra que habían descubierto.
Pero nunca llegaron. En su lugar, llegó un incesante flujo de refugiados que huía de una calamidad tan grande que los Exiliados se niegan a mencionar hasta el día de hoy.
Los últimos de los refugiados en llegar fueron los nobles de la Casa Soberana, que sellaron las vías de acceso tras ellos. Este despiadado acto, concienzudamente perpetrado para eliminar toda la nobleza que no fuese de su Casa y Linaje, condenó a incontables millones que abandonaron a su muerte. La magnitud de tal traición sacudió profundamente la sociedad de los Exiliados. Mientras la oposición política enfureció y castas enteras se enfrentaron a sus líderes, tres facciones nacieron de lo que una vez fue una gran civilización, ahora dividida: los Spires, los Tejedores y los Silenciosos. Solamente a través de los Spires se mantiene viva la llama de la antigua civilización, y a costa de un gran sacrificio.
Tras perder la totalidad de su población, los Soberanos se vieron obligados a hacer uso de artes oscuras para recrear una pálida sombra de lo que una vez fue la sociedad que habían destruido. Sin el estricto control religioso o supervisión de cuestiones éticas por parte de su pueblo, los científicos volcaron sus recursos e ingenio en un único Directorio, transformando el sagrado don de la Unión-Vital en el arte desalmado de la biomancia. Los clones fueron solo los primeros oscuros milagros que produjeron para remplazar su destrozado pueblo y así empezar a reestablecer su economía.
En cuestión de décadas, la sociedad Spire fue reconstruida desde cero, pero a medida que la economía empezó a depender cada vez de los depósitos de crecimiento y pozos de desove, la Casa Soberana temió la creciente influencia de un Directorio que se mostraba cada vez más confiado en sus habilidades. Multitud de tropas clonadas, engendradas de la carne de la nobleza y diseñadas específicamente para serles leales, fueron mandadas para poner bajo custodia al Directorio y así finalizar la amenaza que suponían antes incluso de que se manifestase. Frío, calculador y metódico, el Directorio había aprendido su lección sobre traiciones tiempo atrás, junto a los Tejedores y Silenciosos. Se rindieron y cedieron pacíficamente ante los Soberanos… Pero tal acto hizo que la economía y la sociedad se derrumbase.
Sin la pericia y contribución del Directorio, el equilibrio del delicado ecosistema interno de las estructuras Spires no podía sostenerse y se vino abajo. La Casa Soberana se vio obligada a acercar posturas con el Directorio, que planteó una división de poderes similar a la que milenios atrás existía entre los científicos pioneros de Eä y los nobles que les financiaban las expediciones: la riqueza de las tierras pertenecían a la nobleza, pero el control operativo residiría en el Directorio. Además, el Directorio destinaría el uso de todos sus recursos biománticos hacia la reconquista de su mundo natal. A cambio, una vez recuperada la patria extraterrestre, los Soberanos cederían todas las tierras y posesiones conquistadas en Eä al Directorio, en reconocimiento a su indispensable asistencia.
Como resultado, lo que normalmente hubiese sido una relación antagonista se convirtió en una tensa colaboración: los distintos Linajes de la Casa Soberana buscan influenciar el Directorio, financiando sus proyectos predilectos e investigaciones, esperando a cambio políticas y regulaciones que les favorezcan a expensas de otros nobles.
Este delicado equilibrio se ha visto desbaratado recientemente por el auge de los Príncipes Mercaderes. Miembros de las dinastías más jóvenes, estos inconformistas se han dedicado a acumular recursos comerciando directamente con el mundo exterior, eludiendo el principal mecanismo de control e influencia de la Casa Soberana (ie. monopolio de los recursos). En un principio, el Directorio veía con buenos ojos que hubiese competencia, pero se arrepintió del apoyo que brindaron a los recién llegados, ya que el frágil equilibrio que unía los Spires durante milenios se deshizo por completo.
El comercio y contacto con el exterior ha introducido un nuevo y volátil elemento a las maquinaciones de los distintos grupos, con consecuencias para todas las tierras cercanas a las Spires. Con la incertidumbre y codicia reinando sin control, es solo cuestión de tiempo hasta que cualquier hecho aislado acabe provocando un conflicto con las razas menores, producto del creciente contacto externo.
En tiempos de guerra, los Spires son una de las grandes potencias de Eä. Aunque el territorio que controlan está limitado a sus gigantescas colmenas, el poder que pueden desplegar es enorme. Sus ejércitos, compuestos de incontables clones, son engendrados directamente de la acumulación de biomasa y recursos minerales que llevan controlando desde hace milenios. La pérdida de su mundo natal fue una dura lección que les enseñó a centrarse en la eficiencia a la hora de organizar sus ejércitos, una ideología que sigue prevaleciendo incluso en las esferas más altas de la doctrina militar Spire. Sin preocupaciones éticas que restrinjan sus decisiones (las tropas son, al fin y al cabo, clones y bestias producto de la biomancia), los comandantes Spires toman a menudo decisiones crueles, siendo perfectamente capaces de sacrificar ejércitos enteros para conseguir sus objetivos.
Índice con los demás artículos de los Spires:
Coñe. Estos transfodos que cuentas estan muy interesantes. A ver cuando la siguiente parte
@Hector Lopez:
¡Gracias! Con esto de la cuarentena creo que las siguientes partes saldrán más rápido…
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Esta parte me gusta mas. Original es, desde luego.
Xenonautas clonadores!
Me encanta el trasfondo de esta facción! Con eso de que «supuestamente» son una especie de elfos extraños y el hecho de que vengan de otro mundo me recuerda mucho al Relator sobre los Tuatha De Danann de la mitología Irlandesa que se cuenta en el «Lebor Gábala Erenn» o «Libro de las Invasiones de Irlanda».
También me gusta esa faceta tan alienígena y científica de forma retorcida que practican en su cultura, como si fueran una especie de nobles Cenobitas parecidos a los del Hellraiser de Clive Barker.
Cada vez más interesado en este juego y su trasfondo ??
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