¡Buen verano!

Esto son sólo unas pequeñas reseñas personales, unas reflexiones hechas casi a puerta cerrada, pero que finalmente decidí compartir no sólo con el equipo de Cargad, sino con todos los lectores.

Últimamente, con todo lo que está cayendo con la crisis y demás, sobre todo por estas latitudes mediterráneas, andamos todos faltos de “cash” (unos más que otros, claro, pero en definitiva, absolutamente todos estamos tocados); no solamente “escurados” de dinero, lo cual nos fastidia, ya que desearíamos emplearlo en nuestros hobbies favoritos, como los wargames de cualquier tipo (no sólo de Games Workshop vive el aficionado), sino que también andamos cabreados y de mala leche por la que está cayendo, lo cual no es para menos.

Al final, este cabreo explota y vomitamos esa mala leche de muchas maneras, y entre ellas, despotricando, por ejemplo, contra Games Workshop y de su abusiva política de precios. Lo cual los aficionados tienen toda la razón del mundo en quejarse e indignarse (y yo el primero).

Sin embargo, olvidamos con facilidad (y más en un hobby tan bonito y social como el de los wargames, los juegos de tablero, los de cartas y todo este mundillo friki relacionado) que lo más importante es disfrutar, y pasarlo bien con los amigos y compañeros; hablar, jugar al juego que sea, tomarse unas fantas o unas cañas, reír, discutir tal o cual movimiento o jugada (o la película que uno vio el otro día) y, en definitiva, disfrutar de una tarde (o una mañana) con unos buenos amigos, ya sea en la casa de alguno o en cualquier club con mesas de juego.

De hecho, esa es la esencia de todo juego.

Y al final, ¿eso cuesta dinero? No. Lo que cuesta, en definitva, y es lo que más escasea (y lo que más debería valorarse) es el tiempo. Tiempo para poder quedar, para poder jugar, y para poder compartir todo esto con algunos de tus mejores amigos.

Con mucha facilidad todos nosotros caemos, como en tantas otras industrias (de la moda, del cine, y del entretenimiento en general), en gastar y gastar dinero, en acumular lo que sea para tener las estanterías abarrotadas de lo que haga falta: ropa, películas, juegos de tablero, o en el caso de los wargames, un montón de miniaturas.

Creo que a veces nos olvidamos o descuidamos la parte social y lúdica de disfrutar de una buena partida, y nos empeñamos en el acumular y acumular, para tener un montón de miniaturas que lo único que acaban acumulando es polvo en las estanterías, la mayoría de ellas sin ser pintadas (o peor aún, en cajas guardadas en los armarios o cajones).

Que todas estas grandes empresas relacionadas con todo este mundillo, su prioridad principal sea vender cuanto más mejor, ya lo sabemos todos de sobra. Pero no caigamos en la trampa consumista de querer comprar todo lo que salga en el mercado inmediatamente. Crea un afán y una avidez de acumular que sólo trae consigo el estrés.

Es de sobras conocido que todas estas empresas, sean de miniaturas o del mundillo relacionado, son en realidad unos sacacuartos de campeonato (y GW, una de las más representativas de los wargames, no es la primera ni la última de ellas). La lista sería interminable: los libros de nuevas ediciones de Dungeons and Dragons; nuevas expansiones de Magic (y otros juegos de cartas) que a los pocos meses ya no sirven; nuevas tecnologías de ipods, ipads, iphones y ichorras que a los dos días ya están obsoletos; reediciones y reexpansiones de juegos de tablero; y un largo etcétera.

Sin embargo, que los empresarios y los responsables de marketing de estas empresas entren en un frenesí consumista y de competencia feroz no significa que nosotros como clientes debamos entrar en esta vorágine.

Suena muy típico y tópico, pero pensando qué juego comprarme para este verano, por ejemplo, me he dado cuenta de que ya tengo un montón de juegos que tienen una gruesa capa de polvo en sus cubiertas, y que hace lustros que no pruebo. Así que, ni corto ni perezoso, decidí en este caso pasarlo en grande rejugando a uno de estos juegos durante una tarde espléndida con los amigos. Las risas y los buenos momentos estuvieron asegurados.

Y en cuanto a juegos de miniaturas como el Warhammer y similares, por ejemplo, la verdad es que jugando con amigos, nadie obliga a uno jugar con tal o cual edición, con tales o cuales miniaturas oficiales, descatalogadas o “alternativas” (o conversiones).

Y volviendo al Warhammer por ejemplo, en los próximos meses irán saliendo un montón de novedades (entre otras cosas, ya sale a la venta la nueva edición del Warhammer 40,000, con nuevo reglamento y miniaturas incluidas). En el blog de Cargad se irán comentando y analizando todas las novedades con el debido tiempo, porque en el fondo siempre nos gustan las novedades y estar enterado de todo lo que se cuece en el mundillo.

Pero eso no debería hacernos olvidar que lo más importante, de hecho, es tener tiempo para poder quedar con los colegas y disfrutar de una buena partida de lo que sea ; )

¡Así pues, espero que todo el mundo disfrute de un buen verano sacando muchos seises!