¡Hola a todos!
Hace ya algún tiempo que tengo una pequeña cajita de miniaturas de Infinity. Mi mujer me regaló un starter pack de Aleph, que trae un total de seis miniaturas, un buen punto de partida para iniciarse. Hasta ahora no había tenido ocasión de probar el juego, a veces por falta de tiempo, otras por culpa de la intromisión del Mundo Real… El caso es que el fin de semana pasado por fin llegó el día en el que me planté en casa de mi amigacho Dedi, con la firme intención de tener mi primer encuentro con ese sistema.
La experiencia estuvo muy bien: me pareció un juego interesante, con muchos atractivos, y me fui con ganas de volver a jugar. Al final de la partidilla, se me ocurrió que sería una buena idea escribir un artículo sobre el asunto de las partidas de iniciación. La idea parece que también entusiasmó a mi amigo, y enseguida cuajó en el artículo que podéis encontrar tras el salto.
Hoy en día existen multitud de juegos frikis.Casi cada semana aparecen juegos de mesa nuevos que se llevan algún premio y que parecen la hostia de divertidos. O nuevos juegos de escaramuzas, ya sean futuristas, históricos o de fantasía, con minis chulísimas.
El caso es que a veces estás leyendo reseñas y comentarios de los juegos en páginas webs y blogs, y decides comprarte alguno de ellos sin comentárselo a tus colegas frikis. En ese momento, sabes que, para jugar, vas a tener que convencer a tus colegas para que lo prueben. La experiencia al probarlo deberá ser casi perfecta… algo nada fácil, pues pueden ocurrir muchos percances que harán que tu nuevo juego se quede por el resto de los días cogiendo polvo en una estantería. Además, en la mayoría de los casos, tus amigos ya tienen demasiados entretenimientos y no están predispuestos a que les enseñes un nuevo juego con sus reglas, miniaturas y trasfondo.
El caso es que, hoy en día, todos tenemos poco tiempo. Quizás una tarde o una mañana a la semana y, si queremos enganchar a nuestros amigos a nuestro nuevo juego preferido, habrá que preparar la situación de forma concienzuda.
En primer lugar, creo que es importante comentar las situaciones que hay que evitar a toda costa y que están abocadas al fracaso, si te encuentras en una de estas situaciones evita sacar tu nuevo juego a toda costa.
SITUACIÓN 1: La Noche de Cubatas
Estás en tu casa con tus colegas y, después de la cena, os echáis unos cubatillas y llega ese momento de exaltación de la amistad en el que te pones a comentar lo chulo que está el nuevo juego que te has pillado, en ese mismo momento puede pasar esto:
- ¡Coño, pues sácalo y nos enseñas a jugar! – dice uno.
- ¡Si, yo voy a por patatillas! – dice otro.
- ¡Venga y yo voy rellenando los cubatas!.
Lo más normal es que a los diez minutos de empezar a explicar las reglas, uno se esté durmiendo. De hecho, lo mejor es que empiece a roncar: así se dará por acabada la noche, y podrás volver a intentarlo otro día, antes de que el fracaso llegue a consumarse.
Otro personaje habitual es «el nervioso», que no parará de decirte cosas como: «¡Coño,vamos a empezar ya!», «¿Y ahora te pones a leerte el reglamento?», «¡Pon ya los muñecos y vamos a jugar como sea, que me aburrooooo!».
Y también estará «el pejiguera», también llamado «el tocapelotas», que no para de preguntarte por cada una de las reglas que vas explicando para que se la vuelvas a explicar, o para decirte lo absurda que le parece y que «no tiene ningún sentido» y que «para jugar a eso mejor me voy a mi casa».
A partir de ese día el juego estará maldito y habrás fracasado en tu intento de enganchar a tus amigos
SITUACIÓN 2: Las mamás con los nenes.
En nuestro grupo todos tenemos pareja y niños, aunque lo mismo se puede aplicar a novi@s, y toda clase de amigos «no frikis».
NUNCA se debe explicar un juego nuevo cuando se está acompañado por niños, parejas y amigos no frikis. Lo normal es que un chiquillo coja tu miniatura preferida y la destroce en un milisegundo (nunca he comprendido cómo pueden destrozar las cosas tan rápido, con el tiempo que cuesta montarlas). Las mujeres te empezaran a echar miradas de odio infinito y pensamientos de «hoy te quedas a dos velas». Los amigos no frikis son los menos problemáticos, pero también estarán toda la sesión con cara de perro apaleado.
En cualquier caso, el aprendiz del juego estará totalmente coaccionado por las miradas, ocupado en mantener al niño alejado de las miniaturas, y no se enterará de nada, por lo tanto: fracaso absoluto… de nuevo.
SITUACIÓN 3: El moscardón interino de la tienda friki.
Muchas veces pensamos que el mejor sitio para enseñar a jugar a alguien a tu juego nuevo es la tienda friki de al lado de tu casa. Normalmente, el tendero estará muy contento por llevarle un posible nuevo cliente, y habrá mesas con escenografía y un ambiente miniaturil perfecto. Pero también suele estar el moscardón de turno, esa persona que (al menos tu crees) vive en la tienda y que se acercará, con toda su buena intención, a observar y charlar con vosotros:
«¿Y este juego cual es?», «¿Y esto cómo va?», «¡Anda, que mini más chula! ¿Me la dejas?», «¿¡Y esto lo has pintado tuuu!?», «¡Mira Pepe, un juego nuevo!». Y así seguramente hasta que cierre la tienda. Por eso es importante, si vas a una tienda, estar seguro de que no te vas a encontrar con este moscardón, que puede arruinar tu explicación en un santiamén.
Que no se me entienda mal: la buena gente que se acerca y de verdad se interesa en tu juego favorito siempre es bienvenida, y viene muy bien esta oportunidad hacer amigos y posiblemente reclutar más gente para la causa. Pero esos no son «moscardones», ya sabéis a lo que me refiero…
Ya hemos revisado las peores situaciones en las que te deberías encontrar para explicar un nuevo juego a tus colegas y que debes intentar evitar a toda costa. Ahora es el momento de pasar a cosas que sí conviene hacer:
- Muchas veces, tus colegas no quieren ni oír hablar del juego, bien sea porque ya tenemos muchos otros a los que le dedicamos el tiempo, o porque no le gusta la estética o miniaturas. En ese caso, siempre hay que intentar «comer el coco» poco a poco, de manera que el interesado por probar el juego sea él y no tú. Si forzamos la situación con frases como «Tio, y por qué no te pillas este ejército y empezamos a jugar ya», «¡Si sale muy barato!», o «Esta tarde tenemos que probar tal juego sí o sí». Lo más normal es que consigas el efecto contrario al que buscas. Una vez es él el que se interesa por el juego, ya tenemos mucho ganado.
- El lugar es muy importante.Yo siempre prefiero una casa. En una casa tienes el ambiente que tu quieres. Preparas la mesa con tiempo, con tu escenografía, si es posible, con tus cervecillas, jamoncillo y queso, tu aire acondicionado… Y si puede ser, solo dos personas, sobre todo cuando el juego es especialmente complicado.
- Si el juego tiene muchas reglas complicadas, tipo Warhammer o Infinity, yo prefiero empezar con un ejército mediano en el que se puedan explicar las reglas básicas y algunas reglas especiales (para que no sea sólo muevo, ataco, te salvas, te mueres), que deje algunas reglas para que el otro se interese por el reglamento posteriormente.
- No hay que aniquilar al compadre. Esto está claro: si, después de explicar todas las reglas básicas, destruyes su ejército en el primer turno, ya sea porque ha desplegado mal, no le has explicado los combos mortales de tu ejército, o por lo que sea, es probable que no quiera volver a saber nada más del juego. Incluso si te dejas perder deliberadamente, con jugadas suicidas que den lugar situaciones cómicas, no estaría mal.
- La partida no debe durar mucho: calcula que, si dos jugadores expertos pueden tardar una hora, seguramente vas a tardar el doble de tiempo. Más de dos horas o dos horas y media me parece excesivo para aprender el primer día.
- Hay que saberse las reglas: si vas a enseñar a alguien lo ideal es que tú te sepas las reglas del juego al dedillo. Si no es así y hay alguna duda en alguna regla, yo prefiero inventarme la solución a esa regla antes que buscar en el reglamento (sobre todo si no sabes exactamente en qué página está la regla) ya que contínuos parones en el juego no ayudan.
- Y lo más importante, hay que intentar que disfrute con la partida, que sea divertida, y no enfurruñarse con la mala suerte de los dados. Siempre hay partidas en las que tu súper monstruo gigantesco sale rebotado contra una caballería ligera, y al huir lo pillan y se te queda cara de tonto. Hay que reírse de estas situaciones siempre, pero más aún en este tipo de partidas introductorias..
Si sigues estos consejos es probable que tu colega se interese por el típico warma-hordes, infinity, krosmaster de turno y tengas un nuevo contrincante perpetuo que enseña a su vez a otros amigos y en tu ciudad podáis disfrutar de vuestro juego favorito por mucho tiempo.
En fin, hasta aquí llegan las reflexiones sobre el tema. Mil gracias a Dedi por su colaboración en el artículo de hoy. Mi nómina de esbirros va en aumento, voy a tener que comprar nuevos látigos para poder azotarlos a todos convenientemente…
El método que mejor me ha funcionado es de los «ejércitos a pares» (explicado aquí en versión extendida http://frikidiario.blogspot.com.es/2011/11/ejercitos-pares.html).
Resumiéndolo un poco: si me gusta un juego me gustará lo suficiente como para sentirme atraído por más de un ejército/facción. Así que lo monto, lo pinto, e invito a una sesión de introducción y juego a alguna víctima propicia (Bairrin, por ejemplo).
Si el juego le seduce aparecerá en poco tiempo con sus propias miniaturas. Si no le gusta lo suficiente siempre podremos volver a jugar sin inversión por su parte porque tengo todo lo necesario para hacerlo.
Me ha echo gracia lo de los «juegos malditos», en mi caso y muy a mi pesar «SPACE HULK» ya lo tienen ventados todos mis colegas.
Añadiría una cosa, y tiene relación con lo que expliqué hace años sobre las fases de aprendizaje.
Básicamente, en la primera fase hay que enseñar únicamente las reglas. Así se mueve, así se pega, así se hiere… y poco más. Con pocas, poquísimas miniaturas. En una segunda fase (segunda partida quizá) se enseña a pensar en términos tácticos: no, mira, es mejor disparar con esta y cargar con esta otra porque tienen mejores armas. Pero sobre todo NO PENSAR EN SEGUNDA FASE si estamos enseñando la primera.
Cuando me intentaron enseñar Infinity, el «profe» iba con un ejército con de todo (tags, médicos, paracas, pegamento, hackers) e intentando jugar como si fuera un torneo, en plan duro. Yo aún aprendiendo como iba eso del precio justo con los dados, y él intentando explicarme que era mejor ORAr con nosequé tropa y disponer la junta de la trócola encima del condensador de fluzo.
Así que el único consejo es: MUY pocas minis / unidades, y pensar sólo en números y tirar dados. Se pueden obviar la mayoría de reglas especiales si eso agiliza el aprendizaje del mecanismo del juego.
@Endakil:
Esto de los ejércitos a pares, es una realidad que no hace mucho que he empezado a plantearme. Antes (y alguna vez durante) de irme a la universidad, y desde que comencé allá por el 97 era un jugador muy activo en el hobby, y no había semanas sin partidas, esto hacía que tuviera un grupo muy definido de gente con la que jugar. Lo malo es que con la universidad y diversos motivos varios tuve que dejar mi afición en segundo plano, lo
@jose trillo:
@Endakil:
Perdón un intro a destiempo.
Como iba contando… que debido a esto cuanto al fin me he podido reenganchar el hobby, mucho (o casi todos) de mis antiguos compañeros de batallas están a otras cosas. Lo que ha hecho difícil volver a la faceta del hobby como jugador (la faceta de pintor y coleccionista es la que uno no suele perder nunca).
Esto ya no es un problema en juegos como WHFB o 40K donde tengo miniaturas para aburrir y es fácil montar una partida con algún conocido, pero si para poder arrancar en sistemas nuevos, o menos populares por mi zona. Por lo que cada vez es más difícil plantear partidas, fuera de eventos y tiendas.
Es por esto que la idea de montar dos ejércitos/bandas para mi se ha convertido en una buena opción, a pesar de que no sea la opción más optima a nivel económico, ni de variedad.
Yo también utilizo el sistema de dos bandos, de ese modo invito a cualquiera a jugar sin que ese alguien deba traer nada. Después si le gusta el juego, de seguro se comprara sus propias minis tarde o temprano.