Hace unos días estuve algo enfermo (¡malditos sean los cambios de tiempo y los virus que los acompañan!) y me tuve que quedar en cama más tiempo del deseado. Para matar el tiempo, decidí echarle un vistazo al catálogo de Yomvi, y encontré una peli que enseguida llamó mi atención: Zero Charisma, una modesta producción americana que se financió mediante crowdfunding y se divulgó sólo por Internet, pero que ha tenido suficiente éxito como para llegar a plataformas de consumo cinematografico más conocidas (como Yomvi), aunque de momento aún no ha sido traducida, y sólo se encuentra disponible en V.O.S. (inglés).
La lectura de la sinopsis es lo que me empujó a verla:
«Cuenta la historia de Scott (Sam Eidson), un gamemaster de treinta y tantos que cuida de su abuela enferma y que ha hecho del rol su manera de vivir, si bien su mundo se pondrá del revés cuando conozca a Miles (Garrett Graham), con quien se enfrentará en la vida y sobre el tablero».
En el momento de escribir estas líneas, la peli tiene una puntuación de 5,8 en Filmaffinity (puedes consultarlo aquí), lo cual tampoco está tan mal. Voy a intentar hablar lo más precisamente que pueda de la película sin hacer spoilers. Por favor, tened cuidado de no hacer spoilers tampoco en los comentarios. 😉
Creo que la nota que tiene es bastante justa, pues se trata de una película que no pasará a la historia del cine, e incluso a alguno de vosotros quizá le resulte aburrida. El ritmo no es rápido, pues no es una peli de acción, aunque desde luego no se hace nada larga, en gran parte porque dura unos muy razonables 87 minutos, y se agradece (ya cansa bastante que casi todas las películas de hoy día tengan que durar 2 o 3 horas).
El caso es que es una peli especialmente impactante para cualquier aficionado al rol y a todo ese mundillo (como supongo que seréis casi todos los que estéis leyendo esto ahora mismo). ¿Me interesó? Bastante. ¿Me arrepiento de haberla visto? Claro que no. ¿Me gustó? De eso ni siquiera estoy del todo seguro, ya que tiene elementos positivos… y algunos otros que te dejan con el culo torcido…
El tono general de la película es de comedia. No es de ese tipo de comedias que te arrancan la risa fácil, sino algo un poco más sutil y psicológico. Desde luego, es una peli en la que los personajes están bastante exagerados, y no creo que se tome demasiado en serio a sí misma. La peli es fácil de ver, y amena. Los personajes representan bastante bien a la fauna que suele verse por los ambientes frikis, e incluso se parecen físicamente a la gente que te puedes encontrar en la típica tienda friki estándar.
Y ahí me vino la principal incomodidad que sentí al verla. Los personajes de la peli son, fundamentalmente, unos perfectos pringaos. Vale que están exagerados -el cine así lo exige- pero no pude evitar sentirme un poco identificado en algunos aspectos… y me dió repelús.
La principal característica del protagonista es su total desconexión del mundo real. En realidad, más que desconectado, es que huye de él. Se sumerge en su juego de rol, un entorno en el que se siente alguien importante, más que nada porque se rodea de gente que él considera aún más pringada que él mismo. Porque, esa es otra, el tipo es perfectamente conocedor de lo patético que es, sólo que no reune el valor para decírselo claramente a sí mismo, y mucho menos para intentar tomar las riendas de su vida y ponerle solución. Como resultado, toda la parte de su vida que se desarrolla fuera de su mundo rolero imaginario es un completo desastre: sin trabajo, sin haber tenido nunca una novia, sin relaciones sociales normales, etc.
Un personaje que me llamó especialmente la atención es la madre del protagonista: una mujer que tenía exactamente el mismo grado de desconexión con la realidad, pero en vez de esconderse tras la pantalla de Máster de rol, lo hacía en un mundo de homeopatía y todo ese rollo de energías hippies, con lo cual su vida era también un desastre, si cabe, aún peor.
La duda que me surgió después de verla, y que aún me pica en el cerebro, es: ¿hasta qué punto es bueno o malo desconectar del mundo real y zambullirse en los mundos imaginarios del mundillo friki-rolero-wargamero que tanto nos gusta? Creo que todos hemos conocido casos de gente que, como el prota de la peli, se obsesiona tanto con el hobby que pierde el norte, y no es capaz de dedicar suficiente tiempo y esfuerzos a las cosas de la vida real, tales como el trabajo o los estudios.
Pero, por otro lado, ¿no es también cierto que un poco de evasión del día a día es necesario para conservar la cordura?. Siempre he pensado que dedicar un par de horas a una partida de Blood Bowl (por ejemplo) es uno de los mejores momentos de la semana, y creo que estoy muy lejos de lo que podría considerarse un problema. Pero, sin duda, si pudiera estaría mucho más tiempo dedicado a mis hobbies. ¿Cuándo empezaría a ser negativo?
En fin, no voy a contar nada más, ya que no me gustaría estropearos la experiencia de poder ver Zero Charisma vosotros mismos y… ¿disfrutar? ¿indignaros? Bueno, esa es precisamente la magia del cine. Vedla, y judgadlo por vosotros mismos.
Espero vuestras opiniones en los comentarios.
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