-Ogros, señor, una gran cantidad de de ellos – gritó el explorador de vanguardia cuando pudo recuperar el resuello. Artorius miró preocupado por encima de su hombro. El avance de los infames saqueadores había sido más rápido de lo esperado. Aún no había conseguido finalizar la evacuación de la pequeña ciudad, y ahora tenía que defenderla con apenas un puñado de hombres y mujeres.
-¡Desplegad a los ballesteros sobre el túmulo. Asegurad el paso y preparaos para el combate, damas y caballeros. Hoy defendemos esta ciudad para dar la oportunidad a otros de luchar mañana!
Los guerreros y guerreras de Basilea saludaron a su capitán, y volvieron a las barricadas. La defensa de Forlorén comenzaría en breve.
Jugamos el escenario narrativo «The last stand / La última defensa», que aparece en el libro de campaña Destiny of Kings / Destino de Reyes. En este escenario una fuerza superior en número de atacantes debe tomar un poblado y acabar con la mayoría de defensores. Éstos, a su vez, consiguen ganar si hacen una cantidad suficiente de daño al atacante, o empatar si los atacantes no consiguen acabar con la mayoría de ellos.
Como es un escenario narrativo, el defensor tiene una cantidad de «puntos» para «gastar» en escenografía, que usa para dificultar el avance del atacante o para fortificar su posición.
La horda de ogros (2000 puntos) está comandada por el gran señor de la guerra Grokamagok. Se hace acompañar de El Muro que Camina, una legión de guerreros ogros. A ellos se han unido los Recios de Razak, una horda de Rompeasedios. Dos hordas de Cañoneros cierran los flancos. Siempre se unen Goblins a estas partidas de saqueo, así que Grokamagok cuenta con dos Carrillos Explosivos y dos tropas de Jinetes de Sacopulga. Frigia, giganta de los hielos acompaña a la hueste. Agitatrapoz lleva el estandarte de batalla.
Por parte de las fuerzas defensoras (apenas 1200 puntos) tenemos dos tropas de ballesteros, una horda de lanceros hombres de armas, dos regimientos de paladines a pie, un regimiento de hombres de armas, una tropa de hermanas de batalla en pantera, un sacerdote de batalla, un portaestandarte de ejército y a su capitán, Artorius. Las escasas tropas que el veterano capitán pudo reunir en las escasas horas desde las primeras noticias del contingente invasor.
El defensor despliega en un cuadrado de 24×24 pulgadas, centrado. El atacante despliega en contacto con el borde de la mesa, por cualquiera de los tres bordes restantes. Nos pareció que lo lógico era hacerlo lo más alejado posible, así que entra por el borde contrario. El atacante empieza la partida. Así que despliego los ogros para evitar en la medida de lo posible el terreno difícil, y en mi primer turno avanzo todo lo posible para acortar distancias.
Como siempre, los jinetes de araña goblin se adelantan, para explorar el terreno y cumplir su labor de molestar y amenazar.
Los carrillos explosivos son tan peligrosos para mi como para mi rival, así que los dejo en la esquina derecha, y protejo su avance adelantando los jinetes de araña.
La defensa del pueblo corre a cargo de unos pocos valientes, y mal preparados. Los ballesteros de la colina y los que están pegados al obstáculo intentan frenar el avance ogro.
Las hermanas en pantera se adelantan para ir amenzando a mis unidades (en concreto a los carrillos). Así que uso los jinetes de araña para bloquear su movimiento. De esta forma o se lanzan a por los goblin, o reculan, perdiendo terreno y la iniciativa. Opta por cargar contra los jinetes de araña, que por sorpresa aguantan la carga y se quedan ahí. molestando su avance. Los otros jinetes de araña, que van por el centro, consiguen resistir la andanada de virotes, y quedan aturdidos. Por suerte no obstaculizan el avance de los ogros, que los atraviesan y siguen su camino hacia las defensas rivales.
Los ballesteros reparten algunos disparos a los cañoneros, intentando frenarlos, en vano.
En un turno intermedio los jinetes de araña del centro cargan contra los paladines, rebotando (obviamente). Adoro a esos bichejos de movimiento 10 y ágil.
En un turno que sólo se puede definir como brutal, por la terrible suerte con los dados, la legión de ogros se avalanza sobre la horda de lanceros basileos, y los fosfatinizan. Incluso con un -2 a impactar por la empalizada, obtengo una cantidad increible de impactos, seguido de unas tiradas de coraje de 11, que debo repetir por la inspiración del estandarte, y pasa a ser 12 (para un total de ventimucho). La defensa se desvanece.
Los cañoneros disparan sobre los hombres de armas, con idéntica racha de suerte, haciendo que huyan despavoridos. Y los rompeasedios se encargan de las hermanas en pantera, recolocándose para su siguiente objetivo.
En este momento de la partida dijimos «jo que mal». Gusta cuando la partida es reñida, pero es que esto fue una burrada. Aún así seguimos jugando, que para eso quedamos, para jugar U_U¡
Y llega uno de los dos momentos geniales de la partida. El regimiento de paladines del flanco derecho se desliza, lejos de los peligrosos rompeasedios, y decide jugarse el todo por el todo en una carga suicida de incierto resultado: cargan sobre el carrillo explosivo. El propósito, hacerlo explotar, a ver si con suerte alcanzaba a los ogros rompeasedios. Destruye el primer carrillo, que estalla en una voraz bola de fuego, pero de escaso alcance (3 pulgadas, no lo suficiente para llegar a los ogros que están a 6″). El impacto chamusca a los paladines, y destruye el segundo carrillo explosivo. Éste, envuelto en una violenta deflagración, alcanza a los ogros, que están a 5″, y desata una tormenta de fuego y esquirlas metálicas que daña de forma brutal a los rompeasedios, procurando una gran cantidad de heridas, con lo que…
… los paladines se acaban de cepillar tres unidades de una torta. Estuvimos un buen rato riéndonos. Esa unidad merece convertirse es una unidad de renombre: La Esperanza de Forlorén.
La partida ya no tenía ninguna complicación pero aún había de proporcionarnos otro gran momento.
La legión de ogros se zampa sin complicación al portaestandarte que tiene delante. Los cañoneros acaban con lo ballesteros. El pueblo casi ha sucumbido. La unidad de paladines del flanco derecho ha quedado aturdida por el relámpago que arroja uno de los portadores del estandarte de guerra. Habían sufrido demasiado castigo con las explosiones.
Grokamagok, gran señor de la guerra, se lanza confiado sobre el capitán basileo. A pesar de que recibe un gran castigo, su coraje es grande (doble 1 en el chequeo). Así que en su turno decide intentar ganar cada segundo posible para su pueblo, a la huída. Se lanza sobre el comandante ogro, y consigue arañar un par de heridas.
La unidad de ballesteros consigue aguantar el tipo frente a la carga de la giganta de los hielos, demostrando que Basilea es una nación esforzada.
Grokamagok, impresionado por el coraje del capitán basileo, la audacia de los paladines y el empeño de sus ballesteros, decide cesar el asalto, permite a los supervivientes reunirse con los suyos, y organiza el saqueo de los víveres y bienes de la pequeña ciudad.
Artorius camina cabizbajo, acompañado de los escasos supervivientes de la última defensa. Su gesto adusto se dulcifica cuando ve en la lejanía la caravana de refugiados que se ha reunido con las avanzadas basileas, avisadas por los mensajeros. La defensa de la provincia se está organizando. Habrá ocasión de luchar mañana…
Este informe de batalla no aporta mucho desde el punto de vista táctico, pero es una buena prueba de que «malas partidas» pueden dar ratos muy buenos.
Saludos y KoW.
Muy buena partida, siempre son entretenidas cuando hay cierta desventaja en uno de los bandos
Mira que esos manteles son cojonudos para los escenarios pero me sacan totalmente de la partida ya no soy un general en el fragor de la batalla soy un adolescente mayor jugando a muñequitos(no puedo evitar pensar eso y mira que he jigado partidas en esos tapetes pero no puedo es superior a mi rompe la 4 pared)
Muy chula la batalla, pero concuerdo con el comentario de arriba lo de los manteles marcados no me convence, y una pregunta, ¿cuanto tiempo la partida?; mas o menos las partidas jugadas a 2000 calculo 2horas preparacion y ya recogido todo por lo menos las mias.
@Oscar de la Calle: Hola. Jur no se qué le veis de malo a mi mantelito… U_U
Jeje, las marcas son para agilizar el despliegue o para facilitar el juego, ya que tengo marcado el centro, las áreas de despliegue y centro del campo o el círculo central para las misiones de Dominio. Estas marcas están pintadas en el hule transparente. Se puede retirar para usar el tapete sin marcas, si se precisa.
La partida que jugamos fue… muy rápida. Vamos que se rompió rápido, porque pude avanzar cómodamente hasta su zona y la defensa no tuvo mucha posibilidad de responder. Pero 2000 puntos por bando, jugando normal… si, por las dos horas va la cosa. Que es uno de los puntos fuertes de KoW, partidas rápidas. La abstracción permite agilidad ^_^
Juer raro me parece que os «quejeis» (es un decir) del tapete, y no de las minis sin pintar jajajajaja, que eso si que es más de vergüencilla ^_^
Este escenario lo volveremos a jugar. Es la tercera vez que lo jugamos. En la primera, los elfos defendían la aldea, no llegó ni un ogro vivo a la empalizada. Esta segunda… los ogros lo han tenido fácil. Hay que buscar un punto medio jeje.
ha estado bien la partida… pero esas minis sin pintar… no tienen perdón 😉 jijiji