En esta entrega del trasfondo de Conquest vamos a seguir centrados en los Cien Reinos. Pero esta vez iremos viendo uno por uno los cuatro distintos groupos que componen esta facción, empezando por la Nobleza, los gobernantes de facto de los Cien Reinos.
En los primeros días después de la Caída, cuando cada Reino no era más que un asentamiento a las orillas del Mar Amargo, la Nobleza era definida por la habilidad de cada uno en hacerse respetar. La llegada de las Órdenes simplificó las cosas, ya que ningún tirano o insolente rey podía oponerse a una fuerza tan formidable. El resultado fue una consolidación del poder de los nobles que solicitaban los favores de las Órdenes. Cuando acabó el Largo Invierno y la población humana creció exponencialmente, este paradigma llegó a su fin por la limitada cantidad de personal de las Órdenes.
Liberados de las cadenas impuestas por las Órdenes, la influencia de la Iglesia Teísta aumentó hasta crear una coalición con la Nobleza. Los nobles protegían y financiaban la Iglesia mientras esta explica al populacho analfabeto el supuesto derecho divino de las pretensiones nobiliarias. La legitimidad de la Nobleza ya no era otorgado según la voluntad de las Órdenes, sino que era regulada por la Iglesia Teísta. Las Órdenes buscaron nuevas formas de controlar a los nobles, pero tras los desastrosos Años Rojos, por fin encontraron los medios necesarios en el naciente Imperio Telliano.
El ascenso del Imperio Telliano, así como la difusión del Credo Deísta, puso fin a la libertad recién adquirida de la Nobleza. Los nobles se arrodillaban ante el nuevo Emperador o eran reemplazados. Apoyado por las Órdenes y la doctrina Deísta de la Iglesia, el Emperador era inexpugnable. Aunque muchos resienten su figura, pocos pueden decir que el gobierno de Armatellum no supuso una estabilidad muy necesaria.
Con la desaparición del Emperador y de nuevo con las Órdenes y la Iglesia enzarzándose entre ellos, es hoy en día un hecho que la Nobleza gobierna casi sin impedimentos a lo largo y ancho de los Cien Reinos. Se pueden distinguir en dos bandos: los Imperialistas, que buscan elegir un nuevo Emperador, y los Soberanistas, que no quieren oír ni hablar de un nuevo Imperio. Irónicamente, ambos bandos consideran que el futuro está en el Cónclave Imperial, que reagrupa a todos los potentados de los Cien Reinos y que se reúnen cada cuatro años para emitir decretos con autoridad Imperial.
Dejando a un lado sus diferencias, tanto los Imperialistas como los Soberanistas han utilizado el Cónclave para amordazar las Órdenes, prohibiéndoles interferir en asuntos políticos, apuntalar el poder del Chambelán e instituciones Imperiales, y limitar la influencia de la Iglesia.
Liberados de una autoridad superior, los nobles han vuelto a sus agendas personales con vehemencia. El mismísimo término Cien Reinos es una consecuencia de la Nobleza. Sus juegos políticos en el Cónclave resultan en una recomposición casi diaria de los límites territoriales del antiguo Imperio Telliano, sabiendo que herencias, traiciones y casamientos se han convertido en la herramienta preferida de este grupo, reservando la conquista armada para ser el último argumento de los reyes.
Muy interesante! Mola eso de que la facción humana no sean los buenos y nobles en su cruzada contra la oscuridad y que guarden en su interior mucha de esa oscura intriga y despotismo.
Una facción muy atractiva y llena de claroscuros para los amantes de lo medieval y renacentista.
Estoy deseando empaparme de más trasfondo de este mundo, sobretodo de mi facción favorita: The Spire.
Gran trabajo! A seguir así!
@RacsoArual:
¡Gracias!
Los Spire también son mis favoritos 😉 Me faltan otros tres artículos de los 100Reinos, y luego ya empiezo con ellos.
Esa mezcla de claroscuros, presente en todo Conquest, quizás sea lo mejor del trasfondo. Junto a la importancia que se le da a aspectos como la política, religión o economía hacen que todo sea bastante creíble y lógico (algo que, desgraciadamente, se echa mucho en falta en el trasfondo de otros juegos).
Muchas gracias por estas entradas!!
Cada vez más enganchado a este Conquest!! Sigo con mi lectura del manual y estoy preparando unas bases para ir viendo las mecánicas…
Ahora a esperar con anda tu siguiente entrada 😉
Yo creo que todas estas intrigas son las que daban tanta personalidad a Warhammer Fantasy, y ver que otros juegos optan por trabajarlas me parece positivo.
Una ambientación, por ahora, espectacular. Si mantienen un nivel comedido de fantasía, podría ser de lo más refrescante que he conocido en los últimos años.
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