Hola a todos, levas de la Edad Oscura. Tras el artículo de David sobre Saga la Era de la Magia, y leerme el más que buen análisis de Jugando Saga (blog de referencia donde los haya) voy a seguir contando mis aventuras y desventuras con este prometedor juego.
Veo que se ha levantado un poco de polémica, y ya aviso que la serie de artículos sobre Saga que yo escribo (1, 2, 3, 4, 5) no pretende otra cosa que aportar la visión del novato para que otros en mi situación se hagan una idea de la experiencia. Para saber más del juego, a parte de Jugando Saga tenéis a Javier que es el experto local y ya os habló de la segunda edición. Si te interesan mis desvaríos, hay más tras el salto.
Teniendo ya alguna partida a mis espaldas, debo decir que Saga es un juego que me atrae sobremanera (menos mal, después de hacerme con dos ejércitos). El sistema es sencillo pero el formato de Battleboard (Hoja de Batalla) en donde cada ejército dispone de ciertas habilidades especiales hace que tenga profundidad y que cada ejército sea muy característico. Salvando las distancias, está un poco del lado de AoS o WH40K, en donde las sinergias propias a veces son más importantes que el propio reglamento.
En cualquier caso, ha llegado un momento clave para todos los jugadores viejunos de Warhammer que tenemos cientos de miniaturas criando polvo en las estanterías. Con La Edad de la Magia, Tomahawk oficializa un mod (variante amateur) que llevaba tiempo puluando por ahí. Poder jugar batallas de fantasía en el sistema Saga. Mis decenas de imperiales están ansiosos por pisar el campo de batalla de nuevo, y eso, yendo en mallas, se nota aún mas.
A mí personalmente, Warhammer me da bastante pereza. Y eso que creo que podría jugar a 6ª edición (la que más jugué y domino) sin demasiados problemas. Pero los bloques de infantería, las mesas de 120*180, el tiempo… Hicieron que buscara juegos a los que adaptar mis miniaturas. En este caso, me compré tanto el reglmaneto de Kings of War como de Age of Sigmar. Sin haber probado ninguno aún (shame on me).
Sin embargo, Saga tiene una gran ventaja por encima de otros reglamentos para los frikiyayos como yo. Y es su reglamento V2. Es un sistema de juego único, que una vez aprendes, puedes utilizar para jugar con vikingos, romanos, templarios… y sí, ahora, multitud de minis de fantasía.
La gran ventaja para mí es ésta. No solamente el sistema es ágil y táctico, y el formato manejable. Si no que el esfuerzo de aprender (y dominar) el sistema luego redunda en diferentes tipologías/estéticas de juego. Ahora, puedo intentar convencer a mis amigos que no son muy de histórico a jugar a la Era de la Magia, y luego aprovechar ese sistema para liarlos en una partida de la Edad de los Vikingos sin mayores problemas.
Y eso, para gente con poquito tiempo, baja dedicación al hobby y (como yo) el 90% de sus neuronas intentando recordar cómo se juega a Infinity, es un puntazo (no os equivoquéis, Infinity mola, pero es complicado de cojones).
A parte, ya he comprobado que, pese a tener facciones variadas y algunas más difíciles de dominar que otras, el formato de «mundos» asegura que el set de reglas tiene un equilibrio interno. es decir, te ahorras el Power Creep (la salida secuencial de ejércitos o facciones cada vez más poderosos). El suplemento está cerrado y lo usas como prefieras. Pero dicho mundo de Saga ya es un juego en sí mismo. De nuevo, para la gente que no tiene demasiado interés (como yo) en tener 40 tipos diferentes de tropas, es un buen compromiso entre flexibilidad, variedad y sencillez. Y no tienes que andar buscando FAQs ni estar al día del último ejército o combo de moda. En este sentido, recuerda un poco a los juegos de Osprey.
Añadimos al sistema tipos de tropa nuevos (monstruos, máquinas de guerra…) y sistema de magia. Era evidente que la fantasía requeriría de más complejidad que las escaramuzas en la Edad Oscura. Pero en mi opinión, por lo que se ha podido ver, no son más que variantes de la misma mecánica eminentemente sencilla.
En resumen, para aquellos jugadores como yo, con poco tiempo, muchas minis, y algo vagos para aprender nuevos reglamentos (o con demasiados reglamentos en mente) el sistema Saga, y el nuevo universo de la Edad de la Magia cumplen diferentes funciones a la perfección:
- Sistema sencillo pero táctico
- Reaprovechable en distintos formatos/estéticas
- Número de miniaturas y área de juego medio
- Universos cerrados, evitas la actualización constante
- Pese a estar cerrados, pueden jugarse entre ellos
Ahora, solamente me falta que saquen uno del Japón feudal y feliz como una perdiz. Espero que mi humilde opinión os sirva para algo, y cuidado con ése tipo que tose a vuestro lado, podría ser la Peste…
Muy buen artículo, te felicito.
Nada te impide hacerte una banda en Edad de la Magia con Japoneses Feudales y añadirle si quieres algún ser mitológico que esté de su parte. Creo que con minis de Kensei es muy sencillo.
En el reglamento básico se ven fotos de samurais. No es descabellado pensar que podría salir publicado ese Universo.
Gracias a vuestros artículos sobre SAGA, incluyendo el anterior con su polémica y demás, creo que vamos a preparar un par de bandas. Si fueran de la edad de la magia nos vendría genial para usar miniaturas que ya tenemos, así que empezaremos por ahí.
Un placer leeros.
@Salvador Prados Pérez: Si, pero prefiero esperar a que saquen el reglamento, el Japón Feudal es tan goloso que me extrañaría que no apareciera. De momento para la Edad de la Magia tengo decenas de Imperiales de Warhammer para usar.
@Élthämäré: Es justo el objetivo del artículo. Dar mi perspectiva de jugador viejuno y con poco tiempo sobre una alternativa a Warhammer (o Kings of War) que (a mi modo de ver) funciona y es divertida. Además de compatible, si algún día (como yo) quieres sacar las minis y darle a 6ª, nadie te lo impide.