Chesshammer: Ejército del Imperio

Aunque la Real Life (TM) me ha tenido un poco ocupado estos días, ya he empezado a planificar las piezas para el Chesshammer. No sólo eso, sino que ya empecé a pintar los peones, que finalmente serán alabarderos del Imperio.

Ya tengo más o menos una idea general de cómo será el ejército del Imperio, pero me gustaría compartir con los lectores las posibles miniaturas más adecuadas para elegir.

Tengo que decir que será un Chesshammer ambientado en la Tormenta del Caos: el Rey de las figuras blancas será Valten (a caballo, el cual ya lo he adquirido por ebay), y el Rey de las figuras negras será, cómo no, el propio Archaón (que por suerte, ya lo tenía desde hacía tiempo).

Pero empezaremos por analizar las propias piezas blancas…

Peones

Para los peones, obviamente tenían que ser soldados de infantería. Como que el ajedrez es un juego de «meleé» (donde no encajan mucho las miniaturas con arcos o armadas con proyectiles), las opciones lógicas eran lanceros, espadachines o alabarderos.

Escogí los alabarderos (con cabezas barbudas), ya que creo que son las tropas más emblemáticas para el Imperio. Además, como que puede que la peana donde vayan les quede un poco grande, al ser la alabarda grande y larga, no quedarán tan «compungidos» y pequeños en esta peana.

Torres

En un principio, había pensado poner Sacerdotes Guerreros para utilizar como Torres. Ya sé que suelen ser los Alfiles las unidades religiosas del ejército, pero por estética yo veía más a un Sacerdote Guerrero yendo todo recto a pegar ostias con su pedazo de martillo; así son las Torres del ajedrez, ¿no?. Duras resistentes, pero inflexibles. Así es como veía a los Sacerdotes Guerreros.

Pero como que no quiero experimentar nuevos conceptos, he optado por poner Grandes Espaderos. Sin embargo, para que destaquen por encima de las demás miniaturas (sobre todo los peones), los pondré en un pequeño diorama que consistirá en las almenas de una pequeña torre redonda en la base escénica de la peana. Cuando empiece la miniatura, ya iré comentando cómo lo hago.

Caballos

Para la caballería, obviamente opté por los caballeros; y si eran tochos, con armaduras de placas pesadas y con yelmos cubiertos que ni siquiera se les veía el rostro, mucho mejor (como los de la Reiksguard). Descarté los herreruelos (quería caballeros arquetípicos, del estilo bretoniano). También había pensado en poner Caballeros del Lobo Blanco, o Templarios, para hacer un ejército temático con ambientación religiosa. Pero la presencia de un caballero con una larga lanza impacta profundamente.

Alfiles

Aquí es donde he tenido más dudas. Algunas posibles opciones a considerar era poner Ingenieros (pero no quedarían bien), un nuevo héroe arquero con estilo kislevita (pero no pegan las unidades de proyectiles).

Incluso había considerado una opción (y quizás la haga algún día y la  efectúe cuando pinte «miniaturas alternativas» para este ajedrez): usar Cazadores de Brujas. Son unidades que atacan tanto en cuerpo a cuerpo como a distancia con proyectiles, que se «cuelan» en los resquicios del ejército enemigo (como hacen los Alfiles al mover en diagonal). Para mí es la opción más atractiva.

Había pensado en poner, precisamente, a los Cazadores de Brujas como Alfiles, y a los Sacerdotes Guerreros como Torres. Así sería un ejército un poco más temático con motivos «religiosos» y Sigmaritas y que, al enfrentarse al Caos (Guerreros y sobre todo Demonios) encajarían muy bien.

Sin embargo, de momento optaré por poner a los Sacerdotes Guerreros, ya que son las figuras religiosas más típicas y tópicas del ejército Sigmarita. Las colocaré en un pequeño pedestal que parece un altar sagrado. Lo que no me gusta, pero, es que los Sacerdotes Guerreros muevan en diagonal… pero bueno, es sólo un pequeño detalle sin importancia.

Rey

Como dije, el Rey será Valten montado a caballo, esgrimiendo el símbolo del cometa de dos colas con una mano (aunque parece que haga otro tipo de gesto xD). Así se establecerá el enfrentamiento casi simbólico con su némesis: Archaón.

Además, Valten, con esas barbas y esas pintas, tiene un aspecto muy típico al de un Rey de la Edad Media (de hecho se parece a Theoden, del Señor de los Anillos).

Reina

Aquí viene el meollo del asunto, el mayor problema con el que tengo que decidirme.

Lo ideal sería que la Reina fuera una figura femenina. Sin embargo, en el Imperio no es que abunden las féminas en el campo de batalla (existe un personaje especial que es una ingeniera que monta un caballo de vapor, pero no la veo como Reina; no por el mero hecho de ser mujer tiene derecho a ser Reina, por así decirlo).

La Reina, dada su naturaleza, me la imagino más bien como un personaje del tipo hechicero (y no como guerrero o pícaro), por lo que con esto en mente, he llegado a diversas opciones, y me gustaría que los lectores me ayudaran a elegir:

– Conversionar una hechicero del Imperio para que sea mujer. Trasfondísticamente hablando, el Imperio veta a las mujeres en los colegios de la magia. Pero en fin, esto es un Chesshammer y hay que salir del paso, y se puede obviar un poco el trasfondo (¿o quizás no?).

– Utilizar la figura de una hechicera o damisela bretoniana como Reina. Sería como la opción anterior, pero quizás mejor, ya que las hechiceras bretonianas tienen un estilo y unos ropajes mucho más medievales. ¿Desentonaría con el estilo del Imperio? (esto ya parece una revista de moda xDD).

– (la que más me gusta): Utilizar una maga de los Altos Elfos. Al ser la guerra de la Tormenta del Caos, del Imperio contra las Hordas de Archaón, no es extraño que los Altos Elfos hayan mandado a una de sus grandes magas para que ayuden al propio imperio humano (ya que, aunque los Altos Elfos lo admiten a regañadientes, la victoria o derrota del Imperio también afectará no sólo a su reino en Ulthuan, sino a todo el devenir del mundo). Podría considerarse, pues, una discípula del propio Teclis que ha sido enviada para ayudar a Valten y a sus tropas (si es que encima escribiremos una historia para ambientar este Chesshammer xDD).

– Otra opción es utilizar a un personaje como Teclis como a Reina (ahorraros los chistes sobre la masculinidad de los Elfos).

– Una última opción, que creo que es la que haré, es utilizar directamente a un hechicero del Imperio. Sí, masculino, barbudo y todo un «pecho-lobo». Lo más lógico sería utilizar un hechicero del Saber de la Luz, pero simbólica y estéticamente, los hechiceros más emblemáticos del Imperio son los del Saber del Fuego (los más barbudos y con cara de loco precisamente).

Pero no uno cualquiera. Mi primera intención era utilizar este hechicero, con una conversión para que simulara que está volando en unos rayos de energía de puro fuego (como algunos magos Altos Elfos). Sin embargo, no tengo este hechicero entre mi colección, y por ebay se vende por unos 36 €. Obviamente, no me gastaré tanto dinero por una sola miniatura.

Mi segunda opción quizás sea utilizar este hechicero que no sabía que existía ni lo tenía catalogado (¿alguien podría decirme si es de Warhammer realmente? En realidad poco importa, ya que parece realmente uno del colegio brillante).

De momento, hasta aquí la confección del Imperio. El próximo día pondré las posibles miniaturas para el ejército del Caos.