Los chicos de Bad Roll Games quedaron muy contentos con el buen recibimiento que disteis a la entrada que les servía de presentación, y es por ello que nos han mandado gran cantidad de trasfondo y algunos relatos del universo de Punkapocalyptic. Además, se han ofrecido para responder todas las preguntas (que yo les haré llegar) que podáis tener sobre el trasfondo, el sistema o cualquier cosa relacionada con Punkapocalyptic (podéis dejar las preguntas en los comentarios).
El texto que nos han enviado es bastante largo y completo. Es por ello que os lo iremos ofreciendo poco a poco junto a algunas ilustraciones pertenecientes al cómic de Marco Paraja (creador también de los concept art), que la revista Zander Comics publica. Sin más, os dejo con el primer pedacito de trasfondo, que espero os guste.
Historia Punkapocalíptica
A principios del siglo XXI las crisis económicas, causadas por la escasez de agua y combustibles fósiles y por la despiadada especulación de los grandes poderes económicos, empezaron a sucederse una tras otra. Aunque en un principio la población confió en que las cosas volverían a mejorar, y atenazada por el miedo a quedarse sin nada, agachó la cabeza y aceptó medida tras medida que les iba quitando todos los derechos que habían conseguido con los años, llegó un momento en que el descontento general fue tal que estalló la chispa de la rebelión.
Primero eran una minoría, pero en poco tiempo millones de ciudadanos en todo el mundo salieron a las calles ya sin nada que perder, y tomaron como objetivo todos los poderes políticos y económicos, que se habían mantenido en lo alto de la pirámide como una oligarquía intocable. Hubo guerra, matanzas, anarquía… países enteros fueron casi arrasados. El mundo se estaba haciendo trizas.
Las grandes corporaciones, los gobiernos y la clase alta comprobaron por primera vez que el rebaño manso que habían pastoreado durante siglos se había vuelto salvaje, y que las cosas no volverían a ser iguales. Viendo que no podían permitirse años para llegar a acuerdos, crearon un consejo que los encabezara y tuviera la facultad de tomar decisiones inmediatas, al que llamaron la Brújula. Éste decidió que el problema no era el Sistema, sino que había demasiada gente en el Sistema. De esta manera pasaron a hacer algo totalmente nuevo para que su statu quo siguiera manteniéndose: el Proyecto Babylon.
Así se planeó la creación de las Megalópolis, siete enormes ciudades amuralladas autosuficientes (dos en América del Norte, una en Oceanía, dos en Europa, una en Asia y una en América del Sur), donde sólo tendría cabida la gente adecuada. Había que reconstruir la realidad, pero dando un paso más allá, haciéndola a su imagen y semejanza. Un 5% de la población, la suficiente para mantener las perfectas sociedades de economía y consumo, llenas de lujo, derroche, agua pura y comida. En el exterior, había que dejar al resto de la población, un lastre, fuente de problemas y conflictos.
Sin embargo, esas enormes urbes debían ser construidas, y era algo que no podía hacerse en secreto, así que el Proyecto Babylon se presentó como un nuevo amanecer para el mundo, un lugar donde se partiría de cero en una sociedad más equilibrada y plural, donde cada persona contaría. Y el plan funcionó, la gente estaba en el fondo tan deseosa de creer en algo, de permitirse tener esperanza, que se consiguió que se alcanzara una paz global, y que millones de personas aceptaran trabajar en el alzamiento de estas ciudades, a cambio de futuras viviendas y puestos de trabajo dignos en su interior, cuando estuvieran finalizadas. El mensaje era que estas siete Megalópolis serían las primeras de muchas que poblarían la Tierra. Se creó un sentimiento de estar creando un nuevo futuro juntos, desechando los errores del pasado. Y entonces, cuando las siete urbes fueron finalizadas, la auténtica realidad se mostró. No habría más ciudades, éste sería el Edén de unos pocos.
Obviamente, la gente se rebeló y se levantó en armas inmediatamente. Las luchas por las Megalópolis fueron feroces, no era fácil construir el paraíso y decir a la mayoría de la gente que debían quedarse en el infierno. Pero al contrario que la gran masa de gente, que de repente descubrió que todo era una mentira, la Brújula hacía tiempo que estaba lista para este momento. Lo había planeado a la perfección, y se había preparado táctica y armamentísticamente. Actuó sin ninguna compasión, aquél que no aceptara vivir en el exterior, moriría. No dudaron en usar todas las armas que habían estado preparando, ya fueran nucleares, químicas o electromagnéticas. El mundo exterior fuera de las Megalópolis pasó a ser un lugar inhóspito, un enorme campo de batalla, mientras que las Megalópolis quedaron selladas.
Por si toda la guerra no hubiera sido suficiente castigo, los siguientes años sufrieron de un terrible invierno nuclear, seguido de un calentamiento global acelerado por todo lo sucedido. Todo excepto las Megalópolis, que estaban perfectamente preparadas para estos “inconvenientes”, se convirtió en un yermo, con las antiguas ciudades totalmente destruidas, los bosques y praderas desaparecidos, los ríos convertidos en eriales… La población que allí vivía quedó diezmada hasta llegar a menos de un 1% de la que había poblado la Tierra.
Para asegurar aún más las grandes ciudades, minas, torretas automatizadas, y todo lo que la tecnología permitía, mantenían alejado a cualquiera que tuviera el valor a acercarse a menos de cien kilómetros.
El mundo exterior, ahora hogar de los despojos de la sociedad ideal, se convirtió en el Páramo.
.
El Páramo
En la actualidad, varias generaciones después, el mundo exterior es un lugar peligroso y letal. Un enorme y casi desértico yermo infinito salpicado por los restos de la vieja civilización. Allí las enfermedades y la contaminación aún están muy presentes, y las luchas por los escasos recursos han convertido a sus habitantes en gente dura, que no duda en utilizar la fuerza para conseguir lo que necesita.
El antiguo mundo como ahora lo conocemos, e incluso la existencia de las Megalópolis, son ahora poco más que leyendas y cuentos de viejas entre la mayoría de la población.
Ante la falta de fuentes de energía y de gente que sepa crear y arreglar aparatos complejos, la tecnología se ha visto reducida a los instrumentos más básicos, reciclando todos los restos que pueden encontrar de tiempos mejores o lo que las élites tras los muros desechan.
Pero conseguir esos restos no es sencillo. Las ruinas de las antiguas ciudades abandonadas son el reducto de monstruosidades mutantes, muertos andantes y cosas aún peores, por lo que sólo los locos se atreven a adentrarse en ellas.
A pesar de todo, a lo largo del Páramo se pueden encontrar pequeños asentamientos, normalmente fortificados de las maneras más dispares, que intentan salir adelante. Algunos funcionan como centros de comercio, otros son la manera de que varias personas unidas no demasiado fuertes individualmente puedan sobrevivir, otros mantienen pequeños invernaderos que proveen de comida, otros son como fuertes blindados de alguna facción… En estos lugares la moneda de comercio más utilizada son las balas, un recurso valioso como ninguno en este duro lugar.
Además, el Páramo contiene innumerables bandas de pandilleros que lo recorren buscando recursos o haciéndose con ellos por la fuerza, engendros mutados que habitan zonas donde nadie cuerdo querría estar, extravagantes individuos especializados en reciclar restos de tecnología, o cultos a dioses de lo más variopinto. Son algunas de estas luchas entre facciones las que se representan en el juego.
Y ya que estamos con los origenes del mundo, aquí os dejamos una particular versión de sus habitantes en forma de relato:
El fuego crepitaba pausado, sabedor de que su tiempo llegaría, como intentando saborear cada momento. El cielo lucía despejado, incluso se podía ver la Vía Láctea cruzándolo como una gran cicatriz. Cuatro individuos de avanzada edad se encontraban sentados alrededor de la hoguera, disfrutando del calor que proporcionaba en esta noche fresca. Era la noche de las historias, y ellos eran los encargados de hacer que estas fueran escuchadas.
—Trons, os voy a contar lo que me contó mi padre, y a él su propio padre, y así hasta donde nuestra familia puede recordar —el que hablaba era un hombre curtido, con múltiples cicatrices, y la mirada de aquél que ha visto muchas cosas, y ya no le tiene miedo a nada—. El mundo no siempre ha sido así. Sólo hay que ver los restos de las antiguas ciudades para cerebrarse de ello —todos los hombres asintieron—. Antes todo era verde, el agua recorría el suelo como venas en nuestros brazos. La manduca no era problema, y los niños podían jugar tranquilos sin miedo a ser desollados por algún chorbo algo pasado. Vigilándolo todo estaban los grandes mascas, los Plóticos. Ellos hacían que el mundo funcionara, que a nadie le faltara de nada. Pero un grupo de hombres no estaba de acuerdo con cómo estaban las cosas, querían más para ellos, eran los Blankeros. Éstos consiguieron envenenar la mente de los Plóticos, poco a poco, gota a gota de ponzoña. Y luego empezaron a desear más y más, y a fangárselo a la gente para quedárselo. Y entonces empezaron las guerras, la gente que no tenía quería lo que tenían los demás, y la que sí, quería más. Pero no tenían armas como las nuestras, eran poderosos, capaces de zascandarse ciudades con setas gigantes, y así fueron destruyéndose los unos a los otros. Hasta que los Plóticos y los Blankeros decidieron que ellos estaban por encima del resto, y construyeron unas ciudades en el cielo. Allí viven desde entonces, vigilándonos, como dioses de las montañas.
Otro de los hombres levantó la mano y sacudió la cabeza.
—Chorradas —dijo—, eso es un cuento. Os voy a contar la verdad.
Su mirada desprendía seguridad, aunque con cierto fanatismo. Parecía el tipo de hombre por el que algunos morirían.
—En los tiempos pasados, los hombres vivíamos junto con los autómatas. Éstos eran la creación del Gran Espíritu Máquina, para ayudarnos, para guiarnos por el mundo. Nos daban energía, nos ayudaban en los trabajos más pesados e incluso podían transportarnos por el aire. Pero para algunos eso no era suficiente, querían construir sus propios autómatas, y empezaron a robar la sangre negra de la Tierra para hacerlos funcionar. Sin embargo, ay, el Gran Espíritu Máquina es todopoderoso, y se enfadó con el hombre. Desató su ira sobre las ciudades y nos desterró al Páramo. Aquí debemos expiar nuestros errores, abandonar toda tecnología. Y entonces, cuando considere que hemos pagado por nuestros pecados, volverán los autómatas y nos ayudaran a reconstruir las ciudades, donde podremos volver a vivir como siempre debimos haber hecho.
Un tercer hombre, o algo que se le asemejaba, pues tenía tres brazos, y su piel estaba cubierta por una especie de escamas, empezó a hablar. Su lengua era puntiaguda y su voz resultaba extraña.
—No, esa no es la verdad, no, no, no. En los tiempos antiguos el hombre dominaba todo el gran reino, sí todo, pero llegó un momento en que no fue capaz de avanzar —echó una bocanada de una pipa que sujetaba y continuó su historia—. Y entonces comenzamos a aparecer. Éramos diferentes, el siguiente paso en la evolución, sí, sí, sí, el siguiente paso. Nos mostramos poco a poco. Algunos intentamos ayudar al mundo con nuestros poderes, otros nos aprovechamos de ellos. Pero siempre fuimos distintos. Y nos envidiaron, y nos temieron, y nos atacaron. Distintos, distintos, distintos. Hubo grandes guerras. Ellos eran más, tenían armas más poderosas, pero nosotros somos los elegidos, teníamos los dones. Sabían que no podían vencernos, no, no, no, así que se encerraron bajo tierra, temerosos de nuestros poderes. Y nos dejaron el mundo, un nuevo mundo para una nueva raza. Pero algunos de sus hijos aún pueblan la superficie, y como sus padres, nos temen y odian. De esta manera aún tenemos que luchar por lo que es nuestro, oh, sí, nuestro.
El último hombre sonreía mirando a los otros tres. Llevaba un sombrero de copa, unos extraños anteojos y una ropa estrafalaria.
—Caballeros, están ciegos ante la realidad —hablaba con una acento recargado y pomposo—. Hay aún ciudades en el mundo donde vive la gente que nos dejó en el Páramo. Allí tienen aparatos que sobrepasan cualquier cosa que puedan ustedes imaginar. Están bien defendidos, y nadie puede acercarse. Pero en algunos lugares arrojan las cosas que no quieren, y he llegado a ver con mis propios ojos a guerreros de hierro vigilantes. Saben que estamos aquí, pero para ellos no somos más que viles insectos. El motivo no importa, lo único relevante es que éste es el mundo que nos ha tocado vivir.
Uno de los mutantes del dibujo (imagen 4), ¿ es un barbipelotudo ? si, que le cuelgan los grillos de la barbilla. Como en MIB2.
Esa es mi pregunta.
Que trasfondo más incoherente.
A mi me da la impresión de que falta explicar un poco las facciones principales.
Hola.
El trasfondo me gusta. No es original, pero no estoy hablando de eso. Hablo de que me gusta.
Y en cuanto a lo que se ha publicado, me gusta esa forma de narrar «de qué va esto» desde el punto de vista cuatro miembros de diferentes facciones.
Como dije en un comentario anterior, aunque no me gustara el sistema de juego, la idea de trasfondo y sobre todo el diseño de miniaturas me gusta. Me encanta Fallout y la gocé mucho don Mad Max II, así que seguiré leyendo más de vuestro proyecto.
Saludos y suerte.
@Dados y Vapor: Las facciones pa otro día. Esto es simplemente un trozo de todo el trasfondo que nos enviaron. Si lo publico todo de golpe nos e lo lee ni el tato, aún faltan otro post de geografía y otro de gentuza del páramo.
La idea no es mala, un cruce entre Juez Dred, Fallout y Mad Max, pero creo que es un género sobreexplotado, no es original, no aporta algo distinto. No deja de ser el necromunda/gorkamorka de los tiempos modernos. De hecho el juego de Juez Dred de mongoose no debe ser muy distinto.
Claro que si los tópicos funcionan (fantasía, medieval, manga, horror gótico, sci-fi…) ¿porque no habría de funcionarle a ellos?
(off topic) Hace años que no sale ninguna ambientación cuyo argumento me sorprenda, la verdad es que podría hacerse un post sobre los arquetipos en los juegos de rol y de miniaturas. Claro que para que algo venda tiene que gustar a mucha gente y al final siempre acabamos cayendo en los mismo.
Por citar un ejemplo de algo curioso y original, creo que wird games (malifaux) sacó un juego de peleas entre marionetas voodoo; puppet wars. ¿Creeis que pueden funcionar estos juegos?
Como dicen no es un argumento original, pero no hace falta que lo sea para crear un buen producto. Además, esta basado en un cómic y eso para mi es un plus.
Hablan de que las reglas serán, obviamente, de luchas entre facciones. Mi pregunta es: ¿Es posible algún tipo de arreglo en las reglas para otro tipo de luchas? Lo pregunto porque se me ha venido a la cabeza incursiones en las ciudades derruidas por pequeños grupos de supervivientes con reglas del tipo survival.
A mi me parece que tiene una pinta estupenda. Ya seguía el cómic en Zander y estoy encantado con que saquen juego de miniaturas
@Víctor: Pues si eres seguidor seguro que tienes alguna duda sobre planes de lanzamiento o algo, no te cortes pregunta que para eso se han ofrecido a responderos.
Ahí va mi pregunta:
¿El juego será de combates en los que las miniaturas no «evolucionan», como tengo entendido que es Infinity (perdón si me equivoco),o será un juego en el que habrá un modo campaña y tu banda irá adquiriendo nuevas habilidades, armas, etc?
A mí me han molado mucho las miniaturas, la estética y el trasfondo, me gustaría ver unas reglas beta o una partida de demostración cuanto antes ;).
-Juego:
Será un mata-mata o habrá misiones/objetivos?
Miniaturas:
-Metal, resina o plástico?
-Saldrá alguna banda de las megaciudades? (ricachones haciendo caza humana o cuerpos de seguridad xa dar una lección a alguna banda)
Me ha gustado mucho el rollo de fanaticos religioso q le vais a dar a esa banda.
(off-topic = no se la traducción en español )
La revista Zander Comic se puede adquirir en PDF?
@ElGoblinVolador: La traducción de off topic vendría a ser «y cambiando de tema» XD, mas literalmente «fuera del tema» o «en otro orden de cosas»
http://mundomachango.blogspot.com.es/2013/08/campana-necromunda.html
@Bleps: Si explicas lo que quieres decir con ese enlace probablemente se te entienda mejor.
@Greibiel:
Te respondo, en principio el juego está pensado para ser como dices, tipo Infinity. Pero en un futuro nos gustaría ampliar las reglas para su uso en campañas.
Por ahora nos contentamos con testear bien la beta del reglamento y las dos (tercera ya en ciernes) bandas existentes, para que quede todo bien equilibrado y «redondo».
@ElGoblinVolador:
Por partes XD.
-Juego:
El reglamento saldrá con una serie de misiones que variarán desde el clásico duelo entre dos bandas a luchas por suministros, control de objetivos , de zonas, eventos aleatorios y peligrosos, etc. El matar al rival será mas un medio para lograr el éxito en las misiones que el fin de las mismas.
-Miniaturas:
1) Metal, todas en metal.
2) En un futuro alguna mega-urbe podría degradar y colapsar……… El Páramo es lo suficientemente vasto para acoger a nuevos vecinos.
3)Gracias XD
Off-Topic:
Por ahora no, ya que los libreros se mosquean bastante si les haces competencia con los PDFs desde tu propia web. Lo mejor es llevarse bien y en principio, se irán adaptando «Zanders» a formato digital según vayan desapareciendo los stocks en librerías. Aunque esto te lo responderían mejor los propios editores 😛
@javi:
No, tiene bocio extreme edition.
Bueno, ahí teneis a Marco, autor de los dibujos respondiendoos. Me ha ahorrado el próximo post con las respuestas XD.
Hola.
Como falta parte del trasfondo por «filtrar» es pronto para hacer preguntas o cuestionarlo, desde mi punto de vista. Esperaré a que haya más información y trasfondo.
En cualquier caso, si sueltas un tocho de un metro, habrá gente que se lo leerá (yo) y gente que no se lo leerá. Pero eso pasará con un o con dos párrafos. Por mi parte, pon el tocho de una vez. Leer y opinar «a trozos» no mola…
La facción de los redencionistas (que no se muy bien como la llaman pero yo la voy a llamar así) me parece mu interesante. Fanáticos religiosos postapocalipticos… ¿Adoran a una bomba nuclear (guiño guiño)? Y que conste que lo de la bomba no lo inventó Fallout, que viene de Mark Schultz y su «Xenozoic tales».
Saludos.
@David: Tomo nota, ya veré aver que se puede saber sobre los sectarios esos y a ver si la semana que viene junto al mapa os puedo traer algo más.
Por cierto me llegó ayer el mapa y mola muchísimo.
Un trasfondo muy macarra, eso mola. A la espera de ver miniaturas de otras facciones, porque los mutardos por ahora no me llaman.
@Dwalin20: A mi me enseñaron fotos de un work in progress muy temprano de una pandillera y varios trabajos de los escultores con los que trabajan cuando los entrevisté. Solo puedo decir al respecto, que la calidad de las miniaturas (totalmente fieles a los concept) no tiene nada que envidiar a Infinity ni a muchos otros juegos amplaimente reconocidos por su calidad.
@David: En realidad lo de adorar a una bomba atomica es un cliche, ha salido en mil sitios, el primero que yo recuerde en el planeta de los simiso 2 que es de 1970, muy anterior a Xenozoic.
Gracias por la aclaración, Guybrush. No conocía esa referencia anterior a la de xenozoic. SI ya digo yo que es difícil ser original hoy en día… ^_^
@Darnai: ¡Ups! La próxima vez consultaré con nuestro jefe de prensa antes de abrir la bocaza XDDDD
Bueno, no pasa nada, de momento ya les has saciado algo de la curiosidad a los muchachos. A ver si os entrevisto conc alma un día de estos para que ahora que ya van conociendo Punkapocalyptic sepan de donde salieron tan estrafalarias ideas.
@Darnai: Qué de donde salieron? Me imagino que tiene un mucho de tank girl con algo de Mad Max, sazona con fallout, etc. 🙂
@Konrad Kurtz: Señores, el comentario de este caballero merece un artículo entero. Tomen nota.
@javi: Probablemente, pero no es tan sencillo lanzarse a hacer un juego y la temática a mi me parece mucho menos explotada que oytas como los zombies o la fantasía clásica y los compatibles con warhammer.