Reinos Ogros vs. Skaven
Escenario: Batalla de Sitges
Lugar: Club Alpha Ares, Barcelona
Dia de la partida: domingo, 10 de noviembre de 2019
¡Saludos Estrategos!
Os traigo un nuevo Informe de Batalla, esta vez un escenario muy interesante enmarcado en la Cawa (campaña de warhammer) que estoy jugando actualmente. Esta vez, la ciudad de Sitges en manos de mis amados Skavens recibe el ataque de un enorme ejército Ogro al mando de Jordan. Jugamos el escenario 7 del manual de sexta edición (página 210) llamado «La batalla final de Eldreth», modificado con algunas pinceladas de la propia Cawa, como los ya conocidos Portales Espectrales.
Pero vayamos por partes… Primero de todo, el escenario. Se trata de una partida desigual, en la que el atacante tiene el doble de puntos que el defensor, y que terminará en el momento en el que muera o huya del tablero la última unidad defensora. El atacante llega por ambos lados cortos del tablero (mínimo 1/3 de sus unidades en uno de los lados) mientras que el defensor despliega en el centro, protegido por 3 casas impasables y 3 barricadas (obstáculos lineales) y es inmune al pánico. Si, en el momento de finalizar la partida (cuando el defensor sea finalmente aniquilado) se han conseguido puntos de victoria equivalentes a la mitad o más del ejército atacante, el defensor se alzará con la victoria (es un decir, por que habrá palmado igual…). Los puntos de victoria solamente se consiguen eliminando (o haciendo que huyan) unidades atacantes o dejándolas por debajo de la mitad de sus efectivos iniciales.
-¿Otra vez me toca estar en inferioridad de puntos?… Vaaaaaleeeee… ¿Contra qué juego? ¿Ogrossss?¡Aaaaarrgggggghhhhh!!!!-Desmayo, desmayo….abanico, viento…jadeo, jadeo….
Esta partida iba a enfrentar nada menos que 2500 puntazos de enormes y letales Ogros contra 1250 míseros puntos de lamentables y huidizos Skavens. Y a Espectros, claro. Porque, al igual que el resto de partidas de la Cawa de este año, el tablero iba a estar plagado de Portales Espectrales por los que van a ir apareciendo Espectros Errantes que atacarán ambos bandos con sus guadañas y su Terror… menos mal que se pueden repetir los chequeos fallados de miedo y terror…
Como podéis ver, coloqué muy astutamente mis edificios y mis barricadas preparados para los inevitables ataques por los flancos, mientras que el resto de escenografía serían una granja, un bosque, una colina y un marjal.
El escenario requería que primero yo colocara todas mis tropas en la zona de despliegue del centro, todas encaradas hacia el mismo lado. Y luego mi rival colocaría las suyas tocando los bordes pequeños del tablero, dispuesto a aprovechar su evidente ventaja numérica.
Reinos Ogros
General: Jordan
- G Déspota.General. Armadura pesada. Maza Ablandacarnes. Protegetripas de las Fauces. 286 puntos
- M Matarife.Pergamino de dispersión. Machete de Matarife.180 puntos
- m Matarife.Corazón Averno.180 puntos
- OTo 7 Ogros Toro.Armadura ligera. Puño de hierro. Músico. Portaestandarte.331 puntos
- TrD 4 Tripasduras.Grupo de mando completo. Estandarte de Guerra. Gnoblar avisador.272 puntos
- Gno 23 Gnoblars.46 puntos
- SuF 5 Sueltafuegos.275 puntos
- EsH Escupehierros.175 puntos
- DdM 3 Dientes de MartirioArmas a dos manos. Músico. Portaestandarte.210 puntos
- CdS 5 Colmillos de Sable.100 puntos
- CoH 3 Comehombres.2 x Espadas Catayanas. Arma a dos manos. Armadura pesada.270 puntos
- GS Gigante Sometido. 175 puntos
- Total: 2500 points
Skavens
General: Mathy
- G Ingeniero Brujo.General. Espíritu de las Tormentas. Armas de Piedra Bruja. Acumulador. Condensador.110 puntos
- i Ingeniero Brujo.Armas de Piedra Bruja.55 puntos
- A Asesino.Espada Supurante.150 puntos
- GCP 23 Guerreros de Clan.Grupo de mando completo.140 puntos
- P Picadora de la Condenación.40 puntos
- GCA 20 Guerreros de Clan. Portaestandarte. músico. 120 puntos
- R Amerratadora.65 puntos
- RG 21 Ratas Gigantes.3 packs.90 puntos
- Z 5 Jezzails.100 puntos
- a 5 Acechantes Nocturnos.Armas de mano y Estrellas envenenadas.80 puntos
- RO 4 Ratas Ogro.200 puntos
- CD Cañón de Disformidad.100 puntos
- Total: 1250 points
Espectros y Portales
- P1 Portal de Espectros (1).
- P2 Portal de Espectros (2).
- P3 Portal de Espectros (3).
- P4 Portal de Espectros (4).
- P5 Portal de Espectros (5).
- P6 Portal de Espectros (6).
- e1 Espectro Errante (1).
- e2 Espectro Errante (2).
- e3 Espectro Errante (3).
- e4 Espectro Errante (4).
- e5 Espectro Errante (5).
- e6 Espectro Errante (6).
- e7 Espectro Errante (7).
- e8 Espectro Errante (8).
- e9 Espectro Errante (9).
- e10 Espectro Errante (10).
Despliegue
Tal y como especifica el escenario, primero de todo desplegué yo mis tristes 1250 puntos en ratas. Intenté montar un frente de batalla coherente, con mis unidades de combate tras las barricadas mientras situaba los refuerzos como las Ratas Gigantes o los Jezzails en la zona intermedia. Lamentablemente, mis Acechantes Nocturnos no pudieron desplegar como exploradores en este escenario, cosa que no había leído bien. Quizá cometí un error al desplegar la Amerratadora y el Cañón de Disformidad en el mismo lado, pero la verdad es que el espacio era realmente justo y no podía permitirme no ponerlos en primera línea.
Jordan situó la mayoría de su ejército en el lado oeste del campo de batalla, dejando solamente el Escupehierros, los Colmillos de Sable y los Gnoblars en el opuesto.
Tras el despliegue colocamos los Portales Espectrales, y entonces me di cuenta de un error garrafal… Mis Jezzails estaban justo al lado de una de esas ventanas dimensionales. Justamente mi tropa de Ld5 se las iba a tener que ver con unidades que causaban terror… Uff… Esto iba a ser duro…
Turno 1 – Espectros
La partida empezó con los famosos Portales escupiendo Espectros Errantes. Dos Portales desaparecieron, entre ellos el de cerca de mis Ratas Gigantes, cosa que me alegró. Lamentablemente también desapareció el más cercano al Escupehierros…¡Con la de esperanzas que tenía depositadas en él!. En total aparecieron 6 Espectros Errantes, 3 de ellos en el oeste, 2 más en el este en terreno de nadie y el último que salió al lado de los Jezzails y que por fortuna los ignoró pasando terroríficamente cerca.
Turno 1 – Skavens
En mi primer turno tenía pocas cosas que hacer. Mi rival estaba a más de 60 cm, por lo que poca magia iba a desatar. Me ocupé de encarar correctamente mis unidades y destruí el Espectro Errante más cercano con los Jezzails. La pena era que ese Espectro no iba a contar nada en términos de puntos de victoria.
A estas alturas mi plan era simple… RESISTIR. Esa consigna iba pasando de boca peluda en boca peluda, de un skaven a otro. Había que resistir la embestida de esos malnacidos enormes y hacerles pagar cara la osadía de intentar conquistar mi querida Sitges.
¿Resistencia desesperada ante un enemigo ampliamente superior? ¿Lucha sin cuartel? ¿Heroicidades? Le estábamos dando más patadas al trasfondo Skaven que Messi a un balón un día bueno. A ver, que a mi me encantan los escenarios y eso, pero necesitaba con urgencia una razón para que mis chicos murieran hasta la última rata (la partida no termina hasta ese momento) defendiendo un poblacho humano… Ni siquiera hoy soy capaz de inventar nada con sentido…
Turno 1 – Reinos Ogros
Si el primer turno Ogro dejó claro algo, fue que durante esta partida la Panzamagia iba a ser imparable. Yo no tenía el día con los dados de dispersión, y eso se notaría a lo largo de la partida.
Primero de todo, Jordan pasó dos chequeos de miedo y declaró dos cargas sobre dos Espectros Errantes que estaban impidiendo los movimientos de marcha de todo su ejército. Por el norte, los Comehombres con el Déspota se encararon un poco hacia el centro del tablero esperando arrasar, pero ese movimiento alejó las armas mágicas del General Ogro del combate, y tras herir a un Comehombres el resultado final dejó un empate en el marcador.
Los Tripasduras, en cambio, no sufrieron herida alguna y el Espectro se desintegró ante la potencia y el Estandarte Ogro, lo que les permitió efectuar un movimiento de arrasamiento. El resto de unidades del flanco oeste movieron lo que pudieron hacia mis posiciones.
Por el este, los Gnoblars se tomaron las cosas con calma, al igual que el Escupehierros. Solamente los Colmillos de Sable efectuaron un movimiento de importancia, rodeando una granja próxima.
En la fase de magia, Jordan confiaba mucho en el hechizo Engullecerebros, que provoca chequeos de pánico y que suele ser letal contra Skavens, pero le informé con cara de pena (pero con una enorme alegría interna) de que en este escenario los defensores somos inmunes a pánico. Decepcionado, Jordan decidió primero acabar con el Espectro Errante del medio con un Masticahuesos (2d6 impactos de F2 que anulan armaduras) y el resultado de su tirada fue tan alto que no intenté dispersarlo. Tras matar al Espectro, el segundo Matarife lanzó un Partemuelas a su propia unidad de Ogros Toro (sin herirse a si mismo en el proceso), a la que volvió Tozuda y aumentó su atributo de Resistencia en 1 punto. Finalmente, lanzó Mondongo de Troll sobre los Sueltafuegos, dándoles Resistencia a la Magia (2) y Regeneración.
Por si no conocéis la Panzamagia, estos dos últimos hechizos son del tipo «Permanece en Juego». Cada unidad de Ogros puede tener activo solamente uno a la vez y el enemigo puede intentar dispersarlos en su propia fase de magia contra dificultad siete.
En la fase de proyectiles, el Escupehierros apuntó a mi Cañón de Disformidad y disparó un tiro perfecto, que cayó en medio de mi unidad de Guerreros de Clan y que por pura mala suerte terminó su movimiento allí.
Parece que el flanco este iba a presenciar un duelo de cañones épico.
Turno 2 – Espectros
Tenía grandes esperanzas para los Espectros este turno, especialmente en el Portal sobre el que estaban los Tripasduras, pero la alegría me vino del lado de los Gnoblars, que huyeron aterrorizados ante la carga de dos Espectros Errantes. Otro Espectro salió del Portal que rodeaban los Acechantes, que lograron sobreponerse al pavor sobrenatural que provocaba. Consiguieron acabar con él gracias a sus armas especiales del Clan Eshin, aunque uno de ellos cayó en el proceso. Del Portal del noroeste salieron dos Espectros más, que tomaron rumbos distintos, mientras que el Espectro en combate con los Comehombres no logró ninguna herida y sufrió una a cambio por la potencia de unidad. Finalmente, el Portal bajo los Tripasduras simplemente desapareció para aparecer de nuevo a sus espaldas.
Turn 2 – Skavens
Mi fase de movimiento se redujo a mover los Acechantes para que Jordan no pudiera cargar a la vez a ellos y a los Jezzails y avanzar un poco con las Ratas Gigantes. La presencia de tantas unidades poderosas acercándose a mis Ratas Ogro me preocupaba mucho, pero no tenía manera de evitarlo sin poner a mis tropas en peligro, así que hice ese movimiento y recé para que Jordan no encontrara la manera de evitar la protección que me ofrecía la barricada. Finalmente, mi Ingeniero Brujo del oeste abandonó su unidad y salió a pecho descubierto a intentar freir a los Colmillos de Sable que amenazaban mi flanco. Era una maniobra arriesgada, sobre todo con un Cañón delante, pero al fin y al cabo, el Escupehierros podía hacer solamente un disparo, y mi Cañón de Disformidad era una presa más suculenta.
Al inicio de mi fase de magia, Jordan me informó que uno de sus Matarifes activaba el Corazónaverno. Este objeto mágico de un solo uso provoca una Disfunción Mágica en un lanzamiento de hechizos en el que se consiga un resultado de dobles en dos dados, aunque no sean unos como es habitual. Ah, y dicha Disfunción se lanza en la tabla de disfunciones de la Panzamagia, que es muchísimo más letal que la tabla normal.
Pero yo necesitaba desesperadamente todos mis recursos, así que decidí arriesgarme a tope. Primero mi Ingeniero temerario lanzó un Rayo de Disformidad a los Colmillos de Sable y saqué un resultado de 11 con 2 dados. ¡Toma ya! Muy molesto, Jordan tuvo que gastar su Pergamino de Dispersión para evitar la muerte de su unidad. El segundo Ingeniero lanzó otro Rayo de Disformidad con 2 dados más y consiguió sacar un tremendo 10, que hizo que mi rival gastara todos sus dados de dispersión para evitarlo. Así, con el Espíritu de las Tormentas (que no se agotó) logré lanzar por fin un primer Rayo de Disformidad sobre el Gigante, que le causó 3 heridas.
En la fase de disparo, mi Cañón de Disformidad apuntó al Escupehierros y lo alcanzó, pero me salió un estúpido rayo de F2 que no causó daño alguno. Molesto, disparé con los Jezzails a los Colmillos de Sable puesto que sabía que tienen un Liderazgo muy bajo, y esperaba poder causar suficientes bajas como para que chequearan pánico. Logré infligirles dos bonitas heridas, pero mi ilusión se fué a pique cuando vi que Jordan tan solo retiraba una miniatura. ¡No recordaba que esas bestias tenían 2 heridas cada una! Una baja entre 5 miniaturas no les iba a hacer chequear pánico.
Había tomado muchísimos riesgos y no había conseguido mi objetivo. Maldiciendo por lo bajo, le pasé el turno a mi rival.
Turn 2 – Reinos Ogros
Jordan empezó su segundo turno declarando una carga de los Colmillos de Sable a los Acechantes Nocturnos, que les recibieron con una lluvia de estrellas envenenadas, aunque no consiguieron abatir a ninguno
Luego los Gnoblars, a los que ya daba por perdidos, se reagruparon tras el Escuphierros. No es que fueran muchos puntos, pensé, pero si no conseguía ni siquiera que huyeran los Gnoblars es que estaba con el agua al cuello.
El frente occidental avanzó como un solo Ogro hacia mis posiciones defendidas. Por suerte, los Sueltafuegos y el Gigante todavía seguían sin poder marchar, por lo que esos Ogros armados con Cañones aun iban a tardar otro turno en poder descargarlos contra mis filas.
En la fase de Panzamagia, recuerdo que el Matarife del norte se hizo una herida lanzándole un Masticahuesos a mi Picadora, que no le hizo daño alguno, y el resto de hechizos fueron dispersados.
En la fase de proyectiles, el Escupehierros esta vez apuntó un tiro perfecto, que cayó justo sobre el mio, lo hirió y fallé mi salvación especial. Resultado… un Cañón de Disformidad aplastado. ¡Maldición!
En combate, al haber ganado la ronda anterior, finalmente el Déspota pudo enfrentarse con el Espíritu Errante etéreo y devolverlo al inframundo con su maza mágica.
Los Colmillos de sable, por su parte, sin haber sufrido ninguna herida envenenada, destriparon a mis Acechantes y arrasaron.
Un turno más, Jordan había logrado ganarme en el cómputo de bajas. ¿Pensar que los Skavens podríamos igualar el marcador luchando contra Ogros cuerpo a cuerpo era muy optimista? Ya veremos…
Turno 3 – Espectros
Pocos Espectros aparecieron este turno. El Portal cerca de mis Jezzails desapareció, cosa que me quitó un considerable peso de encima. A su izquierda, un solo Espectro Errante salió al lado del Matarife herido y lo hizo sangrar de nuevo. En el Portal del suroeste apareció otro Espectro, pero abandonó la batalla inmediatamente (salió por el borde del tablero con su movimiento aleatorio). Finalmente el Portal del sureste simplemente se movió, como hicieron los 3 Espectros que había por la zona.
Turno 3 – Skavens
Al inicio de mi cuarto turno, veía las cosas muy negras. Por un lado, 3 unidades potentes se acercaban a mis Ratas Ogro, lo que permitiría a los Dientes Martirio cargar por el flanco y evitar así la barricada que defendían. Por el otro lado, esos malditos Colmillos de Sable ya estaban encima mío y mis proyectiles no conseguían hacer mella.
Ante este dilema, decidí arriesgar el todo por el todo y cargar a ambas unidades. Las Ratas Gigantes declararon una carga a la caballería monstruosa Ogra mientras que la Picadora de la Condenación hacía lo mismo con los Colmillos de Sable. Milagrosamente, ambas unidades superaron sus chequeos de miedo (la picadora iba a cincos) y las Ratas Gigantes lograron llegar a los Dientes de Martirio por los pelos. ¡Hurra!
En la fase de resto de movimientos, solamente moví a mi Ingeniero Brujo rodeando la casa. No me pregunteis por qué no lo devolví a la seguridad de su unidad. Creo que la avalancha de carne del flanco oeste me atemorizaba tanto que intenté llegar allí para apoyar la defensa, pero ahora veo que fue un movimiento estúpido.
En mi fase de magia, el Ingeniero que trataba de esconderse logró lanzar un potente Rayo de Disformidad que los Matarifes no lograron dispersar sobre el Escupehierros y le hizo 2 heridas. El segundo Ingeniero abatió al gigante con un segundo Rayo de Disformidad, mientras que el Espíritu de las tormentas cayó sobre los Ogros Toro sin efecto alguno. Tras chequear la caída del Gigante y los pánicos, pasamos al disparo, cuando mis Jezzails apuntaron al Escupehierros y le hicieron una tercera herida.
La fase de combate fue una de cal y otra de arena. La Picadora sacó un resultado de ¡Problemas! y murió a manos de los Colmillos de Sable que arrasaron, mientras que los Dientes de Martirio solamente fueron capaces de abatir a 2 Ratas Gigantes lo que les hizo perder el combate por mis filas y mi potencia de unidad, fallaron el chequeo de desmoralización y huyeron del tablero perseguidos por mis pequeñas alimañas viciosas.
Un gran turno para los skavens, sí señor. Con la unidad del General Ogro empantanada con los Espectros y con 2 unidades menos de las que preocuparme, empezaba a ver la luz al final del túnel. Ahora todo dependía de Jordan… ¿Se atrevería a cargar con sus Ogros Toro sobre una posición defendida?
Turn 3 – Reinos Ogros
¡Pues claro que se atrevería! Los Ogros nacieron para cargar, y es su manera favorita de resolver sus disputas…
Los Ogros Toro liderados por el Matarife cayeron sobre la barricada que defendían mis Ratas Ogro, apoyados por los Tripasduras, que hicieron otro tanto. Al norte de allí, el General Ogro abandonó su unidad de Comehombres y cargó al Espectro que tenía al segundo Matarife contra las cuerdas.
Aun en el oeste, los Sueltafuegos apuntaron con sus cañones a los Guerreros de Clan mientras que en el lado opuesto del campo de batalla, los Gnoblars avanzaban y el Escupehierros apuntaba con su terrible cañón al Ingeniero.
En la fase de magia, el Matarife de la unidad de Ogros Toro lanzó un Partemuelas sobre la unidad de Tripasduras con éxito. Luego ambos Matarifes lograron curarse una herida cada uno lanzando el hechizo Comesangres.
En la fase de disparo, el Escupehierros alcanzó de pleno a mi brujo con su cañonazo y lo desintegró. Luego, los Sueltafuegos dispararon una aberrante cantidad de metralla sobre los Guerreros de Clan que, a pesar de encontrarse a cubierto tras su barricada, sufrieron nada menos que 5 bajas. ¡Menudos cañonazos estos Sueltafuegos!
En la fase de combate, el General Ogro aplastó al Espectro que tenía en jaque al Matarife, y luego pasamos al combate estrella del turno.
Atacar un obstáculo defendido es complicado. El atacante deberá sacar seises para impactar hasta que gane una ronda de combate, a no ser que sea etéreo o vuele. Como ese no era el caso de los Ogros, yo confiaba que mis Ratas Ogro aguantaran. Pero claro… los Ogros tienen otra arma: su Arremetida. Los impactos por carga que les garantiza esta regla impactan automáticamente, por lo que eran la gran baza de Jordan para equilibrar el choque. Tres de los seis impactos se convirtieron en Heridas y una de mis ratas mutadas cayó al fango agonizando. Sus compañeras, espoleadas sin piedad por los Señores de las Bestias y sus látigos, protegieron como pudieron la barricada, destruyendo entre las tres a un Ogro Toro e hiriendo a otro. Como preveía, la protección de la barricada fue suficiente para que ningún otro ataque de los Ogros lograra hacer mella en mis tropas, pero el daño ya estaba hecho. Yo le hice una herida más, pero Jordan tenía más potencia de unidad y el Estandarte de Guerra. Así que mis Ratas Gigantes perdieron por 2 puntos… con Liderazgo 5. Decepcionado, cogí mis dados y los lancé… y saqué un tres. ¡Un tres! Eso quería decir que mis pequeñas se iban a quedar a luchar un turno más. Hay que tener en cuenta que los Ogros ya habían superado la barricada y yo daba por seguro que iba a acabar siendo masacrado a no ser que lo hiciera excepcionalmente bien, pero al menos había ganado algo de tiempo…
Jordan envolvió filas con sus Tripasduras para meter un par de ellos más en combate y me pasó el turno aun sin poderse creer mi tirada…
Turno 4 – Espectros
Del Portal del noroeste, apareció un nuevo Espectro que se unió al que quedaba por la zona para atacar al Matarife. Estaba claro que el uso de la Panzamagia atraía a esos seres como la miel a las moscas. Por desgracia para mí, ambos fallaron sus ataques sobre el hechicero herido.
Otro Espectro cargó a mis Guerreros de Clan, que superaron el chequeo de terror y una idea muy fea empezó a formarse en mi mente. El Espectro fue derrotado fácilmente por resolución de combate, y declaré que mis Guerreros de Clan abandonaban su privilegiada posición defendida y arrasaban hacia delante. Ese movimiento los acercó lo justo a los Sueltafuegos para poder cargarlos en mi siguiente turno y yo, consciente de que era la hora de jugarse el todo por el todo, estaba dispuesto a ello.
Del Portal del suroeste volvió a salir un Espectro que abandonó la batalla y lo mismo pasó con el que saló por el sureste, donde los Espectros restantes se limitaban a moverse por los alrededores buscando la sangre de los vivos.
Turno 4 – Skavens
Había preparado la carga a conciencia, así que crucé los dedos para no fallar el chequeo de miedo. Lo superé a la segunda y los Guerreros de Clan cayeron sobre los Sueltafuegos como un puño vengativo, liderados por el Ingeniero Brujo. Ufff….
Luego moví los Jezzails fuera de la linea de visión de los Colmillos de Sable, encaré las Ratas Gigantes hacia el flanco de los Tripasduras y, en una decisión complicada, los Guerreros de Clan saltaron la barricada que defendían por si las Ratas Ogro caían finalmente.
En la fase de magia, con un solo Ingeniero en combate, usé los dados de magia para dispersar el Mondongo de Troll que todavía afectaba a los Sueltafuegos. Eso es lo que me parece el talón de aquiles de la Panzamagia… Que si te carga el contrario, en su fase de magia tiene la opción de dispersarte los bufos. No hubo disparos.
Al inicio de la fase de combate, un Guerrero de Clan apareció entre las primeras filas y se quitó la armadura, dejándo al descubierto sus oscuros ropajes. Desenvainó una supurante espada de su vaina y se dispuso a reducir las filas de los Sueltafuegos por la via rápida. Lo había hecho todo bien. Por pura suerte, los Sueltafuegos se habían acercado al combate sin los Comehombres, entretenidos por constantes Espectros. Había elegido el momento perfecto, aprovechando el impulso de un arrasamiento para cruzar el obstáculo. Pero todo ello no sirvió de nada. El Asesino lanzó tres rápidos mandoblazos, de los que solamente 2 acertaron, y solamente uno de ellos hirió. Mal. Pero lo peor, es que con Heridas Múltiples 1D3 hice 1 sola herida. ¡Muy mal! Los Sueltafuegos, en cambio, no tuvieron piedad. Agarraron sus cañones como si de mazas gigantes se trataran y uno tras otro apalizaron sin piedad a mis tropas hasta dejar las dos primeras filas convertidas en pulpa sanguinolenta. Los restos de mi unidad intentaron huir de la masacre, pero fueron perseguidos y alcanzados justo antes de saltar al otro lado de la barricada que, ironías del destino, nunca deberían haber abandonado.
Desanimado, pasé al combate de las Ratas Ogro. Mis aberraciones no lo hicieron mal y acabaron con un Ogro Toro. Pero sin la protección de la barricada, esta vez los Ogros se cebaron en ellas y acabaron con la vida de dos y un Señor de las Bestias. Ante esta avalancha mis pobres tropas se giraron y huyeron, perseguidas de cerca por ambas unidades enemigas.
Estaba perdido. Mis frentes de batalla caían a mi alrededor. Mis tropas huían o eran masacradas. Había tenido mi oportunidad contra los Sueltafuegos, pero mi Asesino había resultado ser un incompetente. Ahora solamente me quedaba rezar…
Turn 4 – Reinos Ogros
En su siguiente turno, Jordan pasó al «modo cazador», y empezó a pensar como acabar con el resto de unidades Skavens.
Declaró tres cargas. La primera, de nuevo con su General a uno de los Espectros Errantes. La segunda con sus Tripasduras, en persecución contra los restos de mi unidad de Ratas Ogro, que fueron alcanzadas y aniquiladas. Finalmente su Escupehierros cargó a mis Guerreros de Clan al fallar su chequeo de Mal Genio.
El resto de sus movimientos consistieron en acercar los Gnoblars al flanco de mi unidad de Guerreros de Clan, alejar a los Colmillos de Sable de mis Jezzails y dar la vuelta a los Ogros Toro para enfrentarse a mis Ratas Gigantes. Los Sueltafuegos aprovecharon esta fase para recargar sus temibles cañones.
En su fase de magia, Jordan solamente lanzó un hechizo. Las unidades de Ogros cercanas al Matarife de los toros ya tenían hechizos activos, por lo que solamente lanzó un Masticahuesos sobre mis Ratas Gigantes que logré dispersar. El otro Matarife no consiguió lanzar ningún hechizo.
Pasamos al combate y, como de costumbre, el Déspota machacó a uno de los Espectros, pero los vientos de magia de la Muerte eran fuertes este turno, y el Espectro superviviente consiguió herir nada menos que dos veces al Matarife, al que dejó al borde de la muerte. Y lo peor para Jordan era que el Espectro iba a seguir dándole la murga otro turno más.
Por su parte, el Escupehierros y su temible Rinobuey mataron a un puñado de Guerreros de Clan, que a pesar de la derrota mantuvieron la posición de puro milagro.
Esto iba a ser agónico.
Turno 5 – Espectros
En esta fase, dos de los Portales Espectrales desaparecieron para no volver. El Espectro Errante en combate con el Matarife cayó a manos del Déspota y del Portal del suroeste volvió a salir otro Espectro que salió del campo de batalla inmediatamente. El resto de Espectros sobre el tablero se movieron más o menos como se indica en el diagrama.
Turno 5 – Skavens
Mi quinto turno se desarrolló con la pausada desesperación de aquel que ve como se le escapa el premio buscado de entre sus manos.
Declaré una carga con las Ratas Gigantes contra los Ogros Toro, con mis esperanzas puestas en un milagro. El resto de mis escasas tropas mantuvo la posición.
En mi fase de magia, con mis 2 dados logré dispersar el hechizo que permanecía en juego sobre los Tripasduras, que eran el mejor objetivo para mis Jezzails.
En mi fase de disparo, la Amerratadora tenía todos sus objetivos a cubierto o en combate, y no me apetecía matar a mis últimos luchadores, así que renuncié a usarla. Los Jezzails apuntaron a los Tripasduras y les hirieron una vez.
En combate, mis Ratas Gigantes no lograron hacer la última herida al quinto Ogro de la unidad (con lo que me hubieran dado, tanto el bono por potencia a la resolución de combate, como la mitad de los puntos), mientras que los Ogros mataron a 3 ratas. Me ganaron el combate y causaban miedo, así que mis ratas dieron media vuelta y huyeron fuera del tablero. Los Ogros Toro iniciaron la persecución pero se pararon cuando vieron que habían logrado desbandar completamente mi unidad.
El Escupehierros, en cambio, solamente logró acabar con un Guerrero de Clan, lo que le hizo perder el combate gracias a mis bonos estáticos y esa derrota quebró su voluntad y lo hizo huir, perseguido de lejos por mis ratas. La visión del enorme carruaje huyendo impresionó negativamente a los Gnoblars, que decidieron poner pies en polvorosa.
Era una pena. A estas alturas, yo ya había logrado cosechar bastantes puntos Ogros. menos de los necesarios para ganar, pero aun así, bastantes. Pero me estaba quedando sin unidades capaces de combatir a Jordan a una velocidad alarmante, y iba a ser todo un desafío lograrlo.
Turno 5 – Reinos Ogros
Llegados a este punto, Jordan era consciente de que debía aniquilar la última resistencia Skaven sufriendo el mínimo número de bajas en el proceso.
Para ello, decidió mover a sus Colmillos de Sable y sus Tripasduras hacia la Amerratadora y encarar a los Sueltafuegos hacia los Jezzails. Por detrás, tanto el Déspota como los Comehombres intentaban recuperar el terreno perdido mientras los Ogros Toro se encaraban de nuevo hacia el poblado.
Ni el Escupehierros ni los Gnoblars lograron reagruparse este turno. Si no lo hacían al siguiente, mi victoria estaría más cerca.
Los Matarifes estaban muy lejos de la acción, por lo que Jordan decidió no lanzar ningún hechizo este turno.
En la fase de proyectiles, los Sueltafuegos volvieron a brillar. Consiguieron lanzar la asombrosa cantidad de 38 disparos a mis Jezzails, que se evaporaron a pesar de sus paveses especializados en evitar ataques a distancia. ¡Qué brutos!
Y llegó la hora de mi Amerratadora…
Turno 6 – Espectros, Skavens y Ogros
En la fase de Espectros, ambos Portales decidieron moverse y lo mismo hicieron los 3 Espectros Errantes del sureste.
En el turno de los Skavens, la Amerratadora apuntó con cuidado a los Tripasduras y logró abatir a uno de ellos, causando el pánico en el resto de la unidad. Los Guerreros de Clan, por su parte, se acercaron todo lo que pudieron al Escupehierros por si se reagrupaba. En este momento había tantas unidades Ogras corriendo que nos encontrábamos virtualmente empatados.
En el turno Ogro, los Colmillos de Sable declararon una carga sobre la Amerratadora, que respondió aguantando y soltando una lluvia de plomo que abatió a una de las bestias de guerra y provocó el pánico en el resto de integrantes de la unidad.
Harto del destrozo que estaba haciendo mi grupo de apoyo, el Déspota decidió tomar cartas en el asunto en persona y se acercó a una posición en la que poder cargar a mi Amerratadora el siguiente turno.
Los Sueltafuegos se acercaron a mis Guerreros de Clan mientras que los Tripasduras y los Gnoblars se reagrupaban. El Escupehierros, en cambio, abandonó el tablero.
En este momento ya había conseguido destruir unos 1000 puntos de unidades de Jordan, por lo que si conseguía llegar a 1250 habría ganado la partida. todo se iba a decidir en un último y agónico final.
Turno 7 y Final
Los Espectros que quedaban en el tablero ya no podían influir en la batalla, por lo que nos decidimos por obviar esa fase en adelante.
Solamente quedaban 2 unidades Skavens en el tablero, y voy a relataros su final. Al fin y al cabo, es de lo que trataba este escenario…
Por un lado, la Amerratadora sufrió de mal funcionamiento intentando acabar con la unidad de Ogros Toro. Solamente hacía falta que les hiciera una herida para llevarme la mitad de los puntos, pero quería asegurarme y forcé la máquina a lo grande. Por suerte no explotó, si no que se limitó a dar vueltas sobre sí misma hasta que descargó sus mortíferos proyectiles nada menos que contra el Déspota, al que hizo 2 heridas. Luego el mismísimo General Ogro cargó contra mi máquina y la aniquiló, pero le fue de muy poco. Una herida más y gano la partida gracias a la mitad de sus puntos.
Por su parte, los Guerreros de Clan lograron darse la vuelta muy alejados de los Sueltafuegos, que tuvieron que gastar su turno en acercarse. Eso les dejó a mis chicos la oportunidad de una carga final, que podía darme la partida. Pero lamentablemente en ese momento crucial sus nervios les fallaron y no superaron el chequeo de miedo a pesar de poder repetirlo. Así que Jordan pudo cargar a mi unidad en su siguiente turno y apalizarla de tal modo que los supervivientes huyeron del tablero para poder pasar el resto de sus días teniendo pesadillas con Ogros a la carga.
Y aquí se teminó la partida.
Contamos los puntos que yo había conseguido y nos salieron 750. Mucho, pero insuficiente. Así que le di la mano a mi rival y le felicité por la VICTORIA OGRA. Una gran partida, sí señor.
CONCLUSIONES:
Esta partida resultó super entretenida. El escenario era muy chulo, y disfruté como un niño jugándolo. Por lo abultado de la diferencia de puntos, puede parecer una victoria sencilla para los Ogros, pero no fue así en absoluto. La mayoría de sus unidades al final de la partida estaban «tocadas» y en muchas de ellas me quedé realmente cerca de puntuar.
La lista de Jordan era muy interesante y la jugó a la perfección. Yo quizá hubiera cambiado un Matarife por un Panzafuegofuego, porque seguramente unas Bolas de Fuego hubieran podido hacer más mella en mis unidades parapetadas, pero el resto resultó tal y como había planificado. Suerte tuve de los Espectros, que mantuvieron a raya a su Déspota y la unidad de Comehombres descoordinando su ataque, o me hubiera pasado literalmente por encima.
Sinceramente, creo que mi lista tampoco estaba mal. Quizá la desplegué incorrectamente. Seguramente me hubiera ido mejor desplegando en lados opuestos el Cañón y la Amerratadora, para ponerle las cosas más difíciles a mi rival. Pero a parte de eso, no me parece que haya cometido ningún error grave, más allá de haber confiado en las capacidades de mi Asesino o de haber puesto en peligro a mi Ingeniero Brujo de forma innecesaria.
Sin duda hay cosas que haría de otra manera. Mi selección de objetivos no resultó ser la mejor, pero en mi defensa debo decir que hay pocas cosas que despisten tanto como ver un ejército como el de Ogros que te dobla en número corriendo hacia ti. ¡Era espectacular!. Y evidentemente llevar exploradores a un escenario donde no pueden usar su habilidad tampoco me va a dar ningún premio Nobel. Pero en general me pareció la mejor manera de defenderme, tanto a la hora de colocar la escenografía del centro como la situación de mis unidades.
Así que nada… Los Ogros han conquistado Sitges… Los Skavens nos iremos en busca de prados más verdes… Esperemos que para la próxima «defensa heroica» los dioses de la Cawa se busquen a unos Imperiales, o unos Enanos, que esas cosas las suelen hacer mejor.
Saludos a todos y hasta la próxima.
Mathy
A ver que te te parece este Leitmotiv:
Los skaven llevan meses secuestrando inocentes y desatando plagas de ratas para dar una bienvenida propicia a la Gran Rata cornuda. Solo esas bestias saben (o quizá ni siquiera ellas) el motivo de haber elegido ese pequeño pueblo sin interés aparente para iniciar los ritos. El alcaide ha presenciado impotente durante todo este tiempo como su amada Sitges quedaba despoblada. Ya sea por las ratas, las misteriosas desapariciones y sobretodo, la emigración de sus habitantes a otros lugares mas propicios. Pese a todo, los mensajes solicitando ayuda a la capital imperial o nunca llegaron, o más probablemente fueron ignorados. La situación se volvió totalmente desesperada cuando los skaven atacaron hace tres noches el pueblo de forma abierta y directa. Eran pocas, pero los habitantes de Sitges eran menos. Tuvieron que huir y refugiarse donde pudieron. Sitges estaba condenada. El alcaide pasó los días siguientes derrochando el dinero que pudo recoger de las arcas del pueblo de taberna en taberna. Todo por lo que había luchado durante generaciones su familia se había perdido. Borracho hasta casi la inconsciencia, tuvo lo que él consideró la mejor forma de redención posible. Mercenarios. Con el dinero que aún le quedaba, partió al día siguiente después de la resaca en un carromato cochambroso que compró a un vendedor de heno. Si Sitges ha de tener un fin, sería él quien decidiría cual. Y desaparecería por la puerta grande.
Mis asesinos siempre son unos inútiles, te entiendo… llega su momento de gloria, y cagada.
Me ha sorprendido la unidad de 4 ratas ogro siempre he pensado que son demasiado blandas y caras como para meter una unidad grande. Yo hubiera puesto otros guerreros de clan con otra amerratadora más.
También, en un escenario de aguantar, no hubiera salido de casa sin enjambres.
Pero esto es lo bonito, ver cosas distintas a las que uno mismo hace!
@Sup LA: El problema es que no hay ningún motivo que haga que un skaven luche hasta la muerte, no-no. A no ser que la misma rata cornuda enviase el mensaje.
Vaya, que si hubiera un señor de las alimañas me lo podría creer.
@Milu el Barbaro: Bueno, igual estaba por llegar par finalizar el ritual. Siempre se puede buscar una excusa. O igual estaba ocupada en el sótano de alguna casa del pueblo haciéndolo. Siempre se puede buscar alguna excusa. A mi es de lo que más me gusta hacer en todos los juegos. Buscar la narrativa que se crea entorno a las partidas, ya sea wh o cualquier otro juego. En cualquier caso era un ejemplo por si te servía de inspiración. Lo puedes ampliar o modificar a tu gusto!
De hecho, leí la partida despues y estuve pensando en que los espectros podían ser las víctimas vengativas del pueblo o incluso los antepasados del alcaide. Cuanto más difícil parezca crear una historia alrededor, mas cosas chulas pueden salir entorno a ella muchas veces.
@Sup LA: Ya, la cosa es que para un skaven, ni ritual ni leches, lo que importa es él. La única causa mayor que su vida, es el mandato directo de la rata cornuda. Y muy directo tiene que ser.
A mi lo que se me ocurre es que los skaven pensasen que realmente tenían posibilidades de sobrevivir porque creían que había refuerzos al llegar y no había huida posible.
Muy interesante Mathy, aunque te he visto menos fino en esta partida que en otras. Sospecho que por lo descolocante de jugar una partida tan desequilibrada (aunque las condiciones de victoria se adapten, hacer tantos puntos de victoria como vale tu ejército sigue siendo MUY duro).
Yo tampoco he visto nunca a un asesino (ni skaven ni druchii) hacer nada reseñable, son una fuente inagotable de decepciones los mamones. Y no me convence lo de la Espada Supurante, aunque entiendo que justo contra Ogros era el enemigo ideal, podía sorprender y darle la vuelta a un combate sin duda.
También curiosos los sueltafuegos en 5×1, tengo un concepto pésimo de ellos, pero claro, es tanta potencia con 5 de ellos que lo que pillen lo vuelvan, y luego si consigues trabar tantos son muchos ataques aunque sean de «ogro toro». Interesante elección.
Cordo
@Sup LA: Sí, la verdad es que me tendría que haber currado un trasfondo de este tipo, pero no lo pensé con antelación. Si vulevo a defender una ciudad no se me pasará.
@Milu el Barbaro: La verdad es que confiaba mucho en mis Ratas Ogro. Cuatro de ellas pueden hacer un montón de ataques de alta Fuerza, y protegidas por una barricada pensaba que aguantarían. El miedo también era un factor a tener en cuenta, puesto que con una mala tirada (incluso repitiendo por el escenario) puede dejar a tu unidad de Guerreros de Clan incapaces de actuar.
Respecto al Asesino, yo he usado algunos con buenos resultados, y me decepcionó enormemente el desempeño de este sujeto en particular.
No puse Hordas de Ratas porque mis condiciones de victoria eran las de «matar suficientes enemigos». Si hubiera habido un límite de tiempo simplemente, las hubiera reclutado. Pero no creía que pudieran matar los puntos que valen contra un ejército de Infantería Monstruosa que les iba a hacer un montón de ataques cada turno.
@Milu el Barbaro: Curiosamente, me falta esa miniatura. Espero adquirir uno con eltiempo, a ser posible de los viejos de metal, que me encantan.
@Milu el Barbaro: El tema de los refuerzos habría sido un añadido inteligente, ciertamente.
@Leyendasenminiatura Blog: Gracias Cordo. Fue una partida muy entretenida. Debo decir en mi defensa que para Corredores me compré dados nuevos y creo que todavía no están por la lavor. Sacan algunas tiradas increíbles, como ese tres en la desmoralización de las Ratas Ogro, pero en general no acabamos de acostumbrarnos los unos a los otros. Les estoy dando tiempo…
Ah, y personalmente a mi los Sueltafuegos me parecen una unidad imprescindible de Ogros. Pueden mover y disparar sin penalización, aguantar y disparar si les cargan y hacen un montón de disparos que no penalizan por larga distancia. Esos 5 sacaron 30 disparos en su primera salva y 38 en la segunda, todos de F4 y poder de penetración. Y aunque es verdad que no son impactos automáticos como la Amerratadora o las Salamandras, se trata de una unidad especial en un ejército que tampoco es que tenga tantas.
Mathy
@Xavier Macias:
No sé Mathy, para recargar tardan un turno, pero además deben quedarse quietos y sin combatir (que quedarse parado a verlas venir es un lujo en un ejército con tan pocas miniaturas). Es decir, máximo 3 disparos por partida. Probablemente 2 dado su alcance de 30 cm (45 por mover digamos). Y no dejan de ser ogros de L7 y armadura 6+, suerte si llegan al segundo disparo sin dejarte tirado 😛
Yo no lo veo…
Buenos días.
Llevo dándole vueltas desde que leí el informe y, por fin, me atrevo a compartir mis reflexiones.
Para empezar, hace más de 20 años que no juego una partida a nada que no sea el parchís, me dedico a pintar «muñequitos» cuando tengo un rato.
Bien, me quedé un poco sorprendido con la aplicación de los impactos por carga que se llevan las Ratas-Ogro parapetadas detrás del muro cuando les cargan los Ogros.
Digo esto porque, tal como yo lo entiendo, se trata de una gran ocasión para mejorar la oratoria, sacar unas cervezas en mitad de la partida y, finalmente, tirar un dado para ver quién tiene razón.
Mi reflexión es la siguiente, los ogros necesitan +6 para impactarles por estar parapetadas tras un muro mientras no ganen una ronda de combate y salten ese muro. Entonces, los ogros no pueden arrasar por encima del muro en el turno en que cargan y, por lo tanto, aplicar los impactos por carga, ya que en el momento inicial siguen del otro lado del muro.
Para mí, o se llevan el muro por delante según cargan, en cuyo caso se aplicarían los impactos por carga e impactarían normalmente en combate sin aplicar la cobertura, o no debería haber impactos por carga, porque las ratas están parapetadas, y necesitan un +6 para impactar en combate.
Por otro lado, entiendo que los impactos por carga de los ogros son herederos de los impactos por carga de los carruajes (en el warhammer al que yo jugaba sólo había estos) y, creo recordar, que los carros no podían cargar a una unidad situada al otro lado de un obstáculo.
Siguiendo el hilo de mi desvarío, si los impactos por carga representan algo que, al entrar en contacto con la unidad contra la que carga, se abre paso a través de ella como una apisonadora, y el resto del combate son los mandobles que pega según va apisonando, habría que pensar contra qué unidades se deberían aplicar y contra que otras no. Quiero decir, un ogro apisonando cualquier cosa con una peana más pequeña, parece lógico, pero no veo a un ogro apisonando una unidad de su tamaño o mayor.
Bueno, si no las ratas-ogro no hubieran sido masacradas aquí, esta partida hubiera sido más divertida, si cabe.
Gracias por la atención y espero vuestros comentarios.
Un saludo
@pelayo infiesta de la roza: Buenos dias Pelayo.
No te voy a negar que la paradoja que comentas me la he estado preguntando yo mismo desde que repasé el manual de sexta y leí tal y como comentas que los carros no pueden cargar a través de un obstáculo.
Y tampoco te voy a negar que dichas reglas se redactaron antes de la aparición del concepto de que los Impactos por Carga podían producirlos otras unidades a parte de los mencionados carros.
Pero la verdad es que parece que los diseñadores de GW se olvidaron de esto cuando crearon el Libro de Ejército de Reinos Ogros, y no lo especificaron en la regla que explica su Arremetida.
He consultado las FAQs de Direwolf y las de Burjassot a ver si alguna explicaba algo relativo a este tema, pero no he encontrado nada.
Lo único que aparece al respecto en el manual es el Sobrenombre Ogro de Rompeasedios, que se le puede dar a un pj ogro para que haga un impacto por carga adicional y no sufra los efectos de los obstáculos (lo que da a entender que aquí sí que los tuvieron en cuenta).
Así que, a pesar de que creo que tienes más razón que un santo, las reglas están claras en el sentido que la Arremetida no se ve afectada por los obstáculos, al contrario que pasa con los impactos por carga de los carros.
Mathy
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