Ayer os hablé muy brevemente de 1920 – Wall Street, que está en Verkami al fantabuloso precio de 16 leuros, gastos de envío incluidos a España. He llegado a conocer esta campaña no por el juego en si (como dije ayer, los juegos «euro» no me van mucho, y la temática finanzas tampoco…) sino por este magnífico artículo (cortito, se lee en un momento) que escribe en el propio blog de Verkami el gestor de la campaña. En el artículo nos habla con claridad de cómo se esfuma el dinero recogido en la campaña de financiación en gastos diversos, invisibles para el usuario, a menudo crítico con los precios, e ignorante del hecho de que por mucho que se pueda recaudar en una campaña, a veces salen las cuentas justas. Enlace al artículo aquí.
La próxima vez que tires dinero contra la pantalla en un KS de figuritas y le pongas el morro torcido a un juego porque «dan pocas cosas», relee este artículo con tranquilidad. No es oro todo lo que reluce… Y como muestra, un botón.