Saludos, Señores de la Guerra.
En el crowdfunding de Reaper Bones V hubo la opción de pillar un mamut escala wargameril. Es algo más pequeño que el de Forge World (y menos detallado), pero claro, hablamos de algo de 14$ en vez de 300€ (mi mujer tiene el de Forge, yo tengo el de Reaper…). Aunque aún no está a la venta, yo ya sabía que lo usaría para mi ejército del Caos.
En MdN (como en Sexta Edición) el mamut podía ir suelto, o bien con una howdah o castillo, sobre la cual habría un Paladín y unos cuantos bárbaros. Tenía el mamut pero quería llevarlo «como el de Forge». Pues bien, me faltaba el castillo de encima… y tocaba hacer manualidades.
El objetivo, pues, era crear una Howdah para el mamut de Reaper, usando sobre todo madera y restos, de forma que pudiera poner algunas miniaturas encima.
El mamut de Reaper, como comentaba, es algo más pequeño que el de Forge World. Aunque oficialmente no lleva peana, para agilizar el juego busqué algo acorde a su tamaño. Tenía impresa una bandeja de movimiento que quedaba fetén, así que lo pegué encima (Tocará decorarla, por supuesto). Por cierto, tuve que usar muchísimo superglue y No Más Clavos para juntar las piezas; Bones es casi como metal en cuanto a unir piezas (de lo poco que aguantan digo).
Para hacer la howdah, estuve recortando una página de papel de forma que encajase la joroba del Mamut y que «quedase bien». Podría haberla hecho completamente cuadrada, pero no me gusta que esté todo por encima, me gusta más esta forma de ponerla con una hendidura. Queda como más natural (y sí, más chulo).
La base de la howda la iba a hacer con depresores (los palitos de madera esos que ponen los médicos en la boca para bajar la lengua, «diga aaaaaah»). En su día, hace muchos años, me compré una caja de 100 depresores en una farmacia por bastante poco (no sé si fueron 3€), y los he estado usando para pintar minis (pego varias minis de plástico al depresor, imprimo, y las puedo pintar desde ahí). Aunque empecé a cortar con tenacillas, luego me percaté que lo más cómodo era poner los depresores, poner la plantilla encima y recortar el hueco de la chepa. Fijaos que los lados de los depresores son irregulares; está hecho aposta, no quería un cuadrado perfecto, sino dar sensación de que fueran bloques de madera. Algo natural, vamos.
Y ahí con la tenacilla (la de cortar minis, eh?) chaca chaca chaca, recortando los depresores. Que queden más o menos bien (y sí, lo que queda del segundo depresor también lo corté). Tenía ya la base, pero había que «hacerlo más realista», con tablones de madera…
…y, para ello, nada mejor que los palillos planos. Ahí luego está el coger cada palillo y romper «las puntas». No deberían tener el mismo tamaño; la realidad es irregular, así que sin miedo. Chas, chas, chas. (NOTA: también podéis coger tres palillos planos y cortarles las puntas a la vez… os ahorraréis un poco).
El siguiente paso fue (con papel de diario debajo) pringar de cola blanca los depresores y empezar a poner palillos. Hice dos capas; en mi caso los depresores estaban en horizontal, así que puse una buena capa de palillos como si fueran listones, perpendiculares a ellos. Luego, cuando estuve seco, cola blanca en mano, fui colocando una nueva capa, esta vez en horizontal. Al terminar, importante, capa de cola blanca y, cuando se seque, de superglue, por si acaso. Espero que resista.
Vale, ya tenía la plataforma. Pero una simple plataforma no es una howdah de esas que da salvación por armadura, sino más bien un sitio desde donde lanzarse al enemigo en plan loco. Que no es mal plan, pero no es mi plan. El castillo necesitaba barandillas. Para eso usé varillas de madera (creo que son para hacer pinchos morunos, o de fondue… no son muy caros y los podéis encontrar en grandes superficies), aunque unos palillos redondos habrían hecho el mismo servicio. Los corté a trocitos de aproximadamente 20cm (un dedo). Igual me he quedado corto y debería haber sido 25, qué se yo.
Primero intenté pegar con cola blanca los palos al suelo, pero no hubo manera. Luego probé superglue, pero tampoco. Así que opté por la solución radical: masilla verde. Boloncho de masilla, palo, y a esperar que se seque.
El siguiente paso, lógico, es poner las barandillas. Sí, lo habéis adivinado, son más palillos planos (esta vez pegados con superglue por si las moscas). Va quedando tosco, pero hablamos de algo hecho por unos nórdicos salvajes, no por ingenieros de la Escuela de Nuln, ¿vale?
Una vez seco, tocaba decorar las barandillas. Como quería ofrecer una imagen de «ahí hay armadura», empecé a pegar escudos variados. La mayoría son altos (elfos, guerreros del caos, algún sigmarine) pero en algunos huecos he puesto cadenas o escudos más pequeños. De nuevo, refleja que los norses de arriba se han dedicado a coleccionar escudos de los vencidos. Y eso mola.
La prueba: ¿quedaba bien la howdah encima del mamut? Pues la verdad es que sí, es exactamente lo que buscaba. Quizá un poco demasiado ancho, pero está bien.
Ahora tocaba el gran problema: el mamut, si recordáis la primera foto, de la cabeza al culo «va en bajada», lo que significa que la howdah si la ponía tal cual estaría inclinada hacia abajo. Y no quería eso. En su lugar, aprovecharía y usaría dos varillas para aguantar la plataforma. Así que hice agujeros en la piel del mamut (eh, aguanta eso y más, que tiene armadura de 4+) para poner las varillas, comprobando que el ángulo fuera el correcto como podéis ver.
Tras hacer los agujeros, puse superglue y clavé las dos varillas como si fueran banderillas.
Lo siguiente que hice fue ir poniendo la howdah para ver cómo quedaba, e ir recortando las varillas con las tenacillas, para que quedasen a la altura deseada.
Et voilà, que dicen en Bretonia. Las varillas mantienen la howdah equilibrada y plana.
Pero ese no era el último paso. El interior de la howdah, con tantos pegotes de masilla, me parecía feo. Así que tomé un montón de calaveras y fui tapando algunos montones de masilla. En el centro además puse un tambor orco (encima de calaveras), para poner ahí un músico que vaya marcando el paso al mamut.
Y, bueno, aquí lo tenéis, preparado para recibir un buen baño de Contrast por todos lados 😛 Por si os lo preguntáis, no, la howdah no está pegada, al menos no de momento. Probaré a ver qué tal, si se aguanta suficiente o no. Mi intención es hacerlo desmontable para que algunas veces vaya con howdah y otras sin. ¿Y las varillas? Pues pongo un par de banderitas de quita y pon y quedará la mar de chulo.
Aunque han sido unas cuantas horas, la verdad es que el precio de los componentes ha sido bastante bajo (y el del Mamut también), por lo que es una alternativa mucho más barata que el mamut de Forge. Y mola también.
En cuanto lo pinte, os lo explico (o lo veréis en la Escalada…).
Eres un ARTISTA!!
Te ha quedado muy chulo, hay que reconocerlo! Yo creo que como opción para mamut además de las que tú has mencionado también seriviría el Numakil u Olifante de Harad del juego de ESDLA.
Magnifica conversion. Muy en el espiritu del hobby de crear, trasformar y convertir usando tu propio don artistico para conseguir algo unico y propio.
Gran aporte. Tenía mis dudas sobre el tamaño pero con esto quedan resueltas. En cuanto lo vea a la venta en tienda local me lanzo a por él. Me gustan los que he pintado de Canción de Hielo y Fuego pero este sin duda dará menos problemas a la hora de jugar fuera de casa.
Guardado en marcadores para cuando lo tenga hacer lo mismo. Deseando verlo pintado 😀