En todos los juegos de estrategia a los que he tenido la suerte de jugar se destaca la importancia que tiene el despliegue inicial. Sea un wargame de miniaturas, un juego de ordenador o un juego de tablero, la disposición inicial de las tropas es siempre de suma importancia.
Es más, en todos los artículos que he leído, ya sean iniciaciones para novatos o artículos en profundidad para jugadores más experimentados, siempre destacan la suma importancia del despliegue.
Esto es algo que sabemos todos. Es algo básico. El despliegue es extremadamente importante. Mucho. Tanto que un buen despliegue puede hacerte ganar una partida y un mal despliegue llevarte a la más ignominiosa de las derrotas… Lo que aún no he leído en ningún sitio es que expliquen exactamente por qué…
Todo jugador intuye que el despliegue es importante. Todo jugador medio entiende que debe colocar las fuerzas iniciales lo mejor posible antes de comenzar para que estas funcionen mejor… pero…. ¿por qué es tan importante? ¿Qué es lo que hace que un mal despliegue te haga perder directamente una partida?
Cada unidad tiene una función dentro de nuestro ejercito. Puede que su función sea dada por su propia naturaleza, o bien por algún otro motivo más sutil, pero normalmente tiene esa función. Pero para llevar a cabo esa función debe estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Y ahí es donde comienzan los problemas.
Cada partida tiene un marco de espacio y de tiempo determinado (usualmente un tablero o campo de juego y varios turnos) y las unidades tienen una limitación a su movilidad. No se pueden teleportar donde les de la gana en cualquier momento (bueno… algunas sí, es lo que tiene la magia y los superpoderes… sin embargo por norma general no es así). Pensando en un tablero de Warhammer una unidad común de infantería podrá mover como mucho 20cm por turno, así que tardaría como mínimo tres turnos en cubrir la separación de 60cm habitual entre dos zonas de despliegue. Y eso en línea recta y sin obstáculos, por supuesto.
Es costoso en tiempo maniobrar una unidad. Se tarda un tiempo precioso. Si te cuesta tres turnos como mínimo en llegar al enemigo y una partida tiene seis turnos, el 50% del tiempo esa unidad no va a hacer nada más que avanzar en línea recta. Y esto es un mínimo. Si hay un bosque, un lago, una colina o cualquier otro tipo de terreno que dificulte el avance esos tres turnos se pueden convertir en cuatro o incluso en cinco.
Lo realmente interesante surge cuando se plantea una partida sin límite de tiempo (sin límite de turnos). ¿El despliegue pierde su importancia? Ni mucho menos. El límite de tiempo lo marca el contrario: hay que prepararse antes que el contrario (atacar antes, defenderse antes) y negarle la iniciativa.
En resumen un buen despliegue debe optimizar al máximo la misión de la unidad desplegada, sea la que sea: atacar, dar cobertura, molestar… y la debe optimizar de forma que no se pierda un tiempo precioso ante el contrario con movimientos de más.
Ya se que todo esto es muy básico para muchos, pero no viene mal de vez en cuando recordar por que y para que estamos desplegando una unidad concreta. A veces estamos tan obcecados con nuestros planes complejos y flexibles que olvidamos ciertas bases. Y un mal despliegue es la base para una derrota… y ahora ya sabemos por qué.
Y vosotros… ¿que opináis?
Opino que casi todas las partidas que he perdido han venido precedidas por un mal despliegue, con eso lo digo todo xDD
Los mejores despliegues son aquellos en los que se prepara una lista donde cada unidad va a funcionar de manera predeterminada a expensas de lo que haga el contrario. Poder disponer las tropas de manera que el despliegue de tu adversario no te comprometa te garantiza media victoria de antemano.
Por supuesto que esta meta es más fácil de conseguir con listas superculoduras y almacenes de puntos, pero con listas equilibradas también se puede conseguir. Para ello es necesario preparar un plan de batalla que sigamos al dedillo, como por ejemplo una línea oblicua.
Muchas veces se preparan unidades individualmente, no en conjunto, destinadas a compararse (y digo compararse) una a una con las que nos puede desplegar el rival; es cuando se hacen ejércitos que pueden funcionar en sinergía cuando realmente llevaremos ventaja en la partida.
Muy buen post. Efectivamente el despliegue es vital, sobre todo de cara a optimizar nuestro plan de batalla (que deberíamos tener alguno…) y lograr imponerlo al enemigo para dejarlo a la defensiva. Mi experiencia es que si el enemigo te pone a la defensiva, reaccionas a sus movimientos, por lo que «bailas a su ritmo», donde el se sentirá más cómodo, y probablemente tendrá más opciones de victoria.
Un despliegue de Yunque-Martillo, Línea oblicua, Negación de flanco, etc… se basarán siempre en el despliegue inicial.
Respecto a juegos «navales», como Battlefleet Gothic el despliegue sigue siendo muy importante, a pesar de que la capacidad de maniobra sea mucho mayor.
«Lo que aún no he leído en ningún sitio es que expliquen exactamente por qué…
Todo jugador intuye que el despliegue es importante. Todo jugador medio entiende que debe colocar las fuerzas iniciales lo mejor posible antes de comenzar para que estas funcionen mejor… pero…. ¿por qué es tan importante? ¿Qué es lo que hace que un mal despliegue te haga perder directamente una partida?»
¿Por qué es importante el despliegue? En primer lugar, por lo ya comentado.
En segundo lugar, porque desde el primer turno puedes conseguir que las unidades de tu ejército tengan el mayor impacto posible o minimizar el impacto de las unidades rivales. Por ejemplo, jugar pantallas, permitir marchas con los vampiros, entrar todo dentro del radio general+trapo rojo,…
Pero además de eso, el despliegue determina dónde vas a jugar la partida. ¿Quieres un enfrentamiento frontal?, ¿prefieres amagar con desplegar por un lado y acabar rehusando el flanco?, ¿te vas a apoyar en ese bosque que está ahí para cubrirte el flanco, o prefieres interacción directa entre el flanco fuerte-móvil y el centro?
Por eso es tan importante, sobre todo en un juego rígido como WHF. En Warmachine es algo más sencillo arreglarlo, pero una pifia en el despliegue también es duro de solucionar, por el tema de bestia a las que no llegas a forzar, que las unidades de disparo se van a tener que mover para disparar, y especialmente la concentración de unidades y puntos (dado que los bonos por flancos y retaguardias, como en el 40k, no son tan evidentes ni tan sencillos de conseguir como en el fantasy)
Salud
Las batallas se ganan con la maniobra y la sinergia de unas unidades con otras. ¿Porque es tan importante el despliegue? Porque si la unidad que está encargada de proteger el flanco de otra ha sido mal desplegada y se queda retrasada, deja el flanco descubierto de la unidad amiga. Porque si tu estrategia es un yunke-martillo y al martillo lo situas lejos o con un mal ángulo de visión, no podrá atacar a tiempo. Si tu artillería no está situada en un punto predominante sobre el campo de batalla será tremendamente inefectiva. Etc…
Hay mil razones por las que un mal despliegue te hace perder una partida. Tantas como tácticas se nos puedan ocurrir. Básicamente un mal despliegue es aquel que entorpece el cometido de las unidades, en conjunto e individualmente.
De que sirve tener planeada una táctica brillante si a la hora de la verdad no la puedes llevar a cabo. Todo está relacionado: Despliegue, maniobra, tácticas… Si una de ellas falla, por lo general falla todo lo demás. Evidentemente el despliegue es el primero en entrar en juego, por eso es determinante. Empezar la partida mal ya condiciona tu forma de juego.