[No Solo Minis] Games Workshop y la música: el curioso caso de Bolt Thrower

Hace unas semanas, un artículo de Warhammer Community informaba del desarrollo de un proyecto relacionado con la música (entre otras cosas) dentro el mundillo Games Workshop. Esto va en la línea de la aparente diversificación por la que está apostando la empresa con otros novedosos proyectos.

Estos temas recientes no los trataré aquí, pero la noticia me recordó que no era la primera incursión de los de Nottingham en este terreno. Hubo un tiempo en el que el universo de Warhammer 40k y la música iban de la mano… Hoy en día es algo anecdótico, pero siempre me ha parecido curioso.

En el despiadado universo del lejano futuro solo hay… Death Metal

Allá por el año 1986, en Coventry, empezó la andadura de uno de los grupos más importantes de Death Metal: Bolt Thrower. La mítica banda es responsable de auténticas obras maestras del género como lo son Those Once Loyal o el legendario The IVth Crusade. Pero, ¿que tiene esto que ver con el adictivo crack de plástico? Pues los inicios de sus tres décadas de historia fueron marcados por… ¡Warhammer 40k!

Entre los miembros del grupo había algún que otro friki que le gustaba esto de los soldaditos de plomo. Esta afición se reflejaba en canciones con títulos como Plague Bearer o Through the Eye of Terror.

Al parecer, un miembro prominente de Games Workshop (Brian Ansell) era un adepto de las guitarras distorsionadas y voces guturales, por lo que quiso incorporar al entonces joven grupo dentro de la maquinaria de Games Workshop. Esto le llevó a proponer una colaboración a tres bandas entre la propia GW, Bolt Thrower y Earache Records (el sello discográfico) para lanzar el segundo disco del grupo en 1989, Realms Of Chaos: Slaves to Darkness. A más de uno le sonará este título y su portada, sacada del clásico Rogue Trader (la primera edición de Warhammer 40k).

Cuando GW vendía vinilos

Esta colaboración no se limitó a publicar el disco, sino que se vendía directamente en tiendas Games Workshop. Unos meses más tarde, durante la gira Grindcrusher Tour (junto a otros ilustres nombres como Carcass, Morbid Angel o Napalm Death), la empresa tenía unos stands en los propios conciertos vendiendo sus miniaturas, libros y camisetas. ¡Un puntazo!

Luego, todo pareció precipitarse hacia su fin. Con la salida del directivo de Games Workshop, la corporación cambió su postura. El grupo tenía preparado su siguiente trabajo, Warmaster (1991), que también destilaba un claro aroma del lejano futuro. Sin embargo, para poder utilizar material oficial, les pidieron una suma de dinero que parecía ser demasiado alta. Esto puso fin a cualquier colaboración futura, incluyendo algún que otro problema legal para la reedición de Realms of Chaos allá por 2002. Aun así, un artista de Games Workshop (Ian Cooke, creo) se encargó de la portada del disco Warmaster, que sigue reteniendo un toque muy Oldhammer. Después, Bolt Thrower se alejó definitivamente de cualquier referencia a Warhammer 40k.

WARMASTER

¿Volveremos a ver Games Workshop vendiendo discos?

5 comentarios en «[No Solo Minis] Games Workshop y la música: el curioso caso de Bolt Thrower»

  1. Que fuerte xD
    Y que portada la del Realms of Chaos tan cutre y abominable, también. Casi que lo mejor es el nombre de la discográfica, Earache jajaja.

    Durante un tiempo me dió bastante por el Black y el Death, antes de amoñardarme al heavy melódico, pero no había escuchado en mi vida a Bolt Thrower (Morbid y Napalm por ejemplo sí que los he escuchado, o Abominant). De todo se aprende.

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