¿Qué tal compañeros de Cargad? Con el Trono del Aquelarre de los condes vampiros vienen 3 vampiresas bien monas, que si montamos la versión con el nigromante nos sobrarán, lo que es una pena. En esta entrada voy a mostraros que he hecho yo para aprovecharlas.
Así que nada, a coger un poco de masilla, unas cuantas piezas sobrantes y a modelar un poco. Espero que este tutorial/muestra ayude a alguien a inspirarse.
Hace tiempo monté el magnífico Mortis Engine y me sobraron 3 increíbles vampiresas. Tenía unas ganas tremendas de reaprovecharlas en algo, pero no sabía cómo, ya que al estar sentadas era difícil montarlas fuera de su trono. Se me pasó por la cabeza montarlas en un caballo o algo así, al estilo Neferata que va montada sentada de lado. También se me ocurrió usarlas en algún elemento de escenografía, sentadas por ahí y hacer un elemento/diorama.
Lo cierto es que se me pasaron muchas ideas por la cabeza, pero ninguna me convenció definitivamente. Fue entonces cuando, por casualidad, encontré esta foto por internet; (fuente aquí).
Y pam, se me abrió la bombilla, hacer que volaran, en plan, vampiresas elevándose por el aire. Como he mencionado estas vampiresas tienen una postura rara, están diseñadas para ir sentadas en el Trono del Aquelarre un poco a su puñetera bola. Hay una tumbada, otra recostado otra un poco más alargada, etc. Por eso lo primero que hice fue montarlas tal cual, para poder tener una visión global de la mini antes de darle a la masilla y otras operaciones “quirúrgicas” de cortado y cambio de piezas.
Vampiresa Uno, “La del Moño”.
Esta vampira fue la más sencillita de todas. En la parte trasera tenía un pequeño agujero, pensado para que encajara con las escaleras del Trono del Aquelarre, y poco más. Su postura medio alargada es perfecta, y bien colocada, sin muchos apaños, da la sensación de estar volando, con el brazo alargado, como si se impulsara, y la daga preparada para atacar.
Este agujero era el mayor problema que arreglar.
Así que poca cosa, le rellené ese hueco con masilla, cogí una lápida para que hiciera de punto de apoyo (y para que me ayudara a dar la sensación de que la vampiresa estaba flotando) y listo.
Vampiresa Dos, “La Coletas”.
Esta fue un poco más difícil que la anterior. Por suerte, su postura alargada hizo una gran parte del trabajo. Tenía el mismo problema que la anterior, un enorme agujero en el trasero que había que tapar.
Pero tenía otro problema algo más complicado de arreglar, la postura de las manos era rara, ya que en el trono del aquelarre esta muchacha está tumbada, con una mano apoyada sobre la roca y la otra acariciando el cáliz lleno de sangre del trono. Cuando sacas la mini de allí, queda muy raro, sobre todo si la intención es que vaya por ahí volando.
Así que me puse a buscar por ahí algo que ponerle, hasta que encontré los restos de mi carro de cadáveres. Entre sus piezas había un pequeño látigo que resultó ser la pieza ideal.
Con unas tenazas, un par de cortes y algo de masilla para reforzar y suavizar la unión acabé cambiándole su mano normal por la del nigromante. El resultado me gusta mucho, y hace que la otra mano “la que en teoría está apoyada en la escalera del Trono del Aquelarre” ya no quede rara, sino super natural, como si la vampiresa acompañara el golpe del látigo con un suave movimiento de cadera.
Vampiresa Tres, “La del Super Moño”.
Esta fue la más difícil de todas, ya que en el trono está ligeramente sentada. No es como las otras que están medio estiradas, y con un poco de juego puedes hacer que parezca que vuelan. No, en este caso el cuerpo de la vampiresa hace una “L” total. La solución; usar “Cortinas”.
Sí, habéis leído bien, cortinas, de esas que se ponen en la ducha del baño. Cuando monté el Mortis Engine me sobraron algunas piezas más del Trono del Aquelarre aparte de las vampiresas, entre ellas una especie de cortinas que van en lo alto de trono, supongo que para hacer sombra a las vampiresas y protegerlas del sol, o algo por el estilo.
Las corté por la mitad y las uní entre ellas. Si se juntan tal cual, el ancho del extremo que vendría a ser el “trasero” de la vampiresa es demasiado grande para el pequeño cuerpecito que tiene. Por tanto, tuve que recortarlas ligeramente para quitar un poco de material. Además, una la bajé un poco. De este modo, la parte que tenía que unir con la cintura de la vampiresa era la mitad de lo que habría sido si las dos cortinas estuviera alineadas perfectamente. Evidentemente era necesario completarlo con masilla, ingentes cantidades de masilla, para hacer una cintura más o menos creíble.
Pero aquí solo empezaba la primera parte de la aventura. Una vez unidas, si bien la parte delantera mas o menos daba el pego, en la trasera quedaba un agujero enorme. Si la idea hubiera sido hacer pasar las vampiresas por espíritus o algo así, habría sido perfecto. Pero no, yo quería vampiresas, y las vampiresas debajo de la cintura tienen piernas.
Evidentemente no iba a hacer unas piernas con masilla, mis conocimientos de modelismo son limitados, muy limitados, ya me ha costado hacer la falda, como para hacerle unas bonitas piernas, con sus muslos, rodillas, gemelos y preciosos tacones. Por lo tanto, tocaba taparlas con una falda, algo más sencillo de modelar.
Para hacer la falda, y modelar sobre algo, le pegué dos trozos de tela que me sobraron de la caja del carro de cadáveres, nuevamente piezas del nigromante que va encima. Evidentemente pegar eso allí queda raro, pero ya me servía de punto de partida sobre el que poner ingentes cantidades de masilla y hacer algo.
Una vez arreglado el problema de la parte trasera era hora de afrontar las manos de la vampiresa. Como “la coletas”, en este caso, las manos estaban pensadas para estar en el trono, haciendo cosillas de vampiresa medio adormilada. Por lo que una vez montadas, pues quedaban raro. La solución, “barandillas”.
Sí, habéis oído bien, barandillas, de estas que se ponen en los balcones para no caerse cuando uno está borracho. En el Trono del Aquelarre hay una especie de barandillas que se colocan en los laterales que si montas la versión del nigromante sobran. Son bastante chulas, tienen un esqueleto, con una espada que vi perfecta para cortar y usar aquí.
Así que nada, tenazas en mano le corté la espada y con un poco de masilla convertí la mano huesuda del esqueleto en una mano carnosa.
Ha quedado genial, con la posición de la copa parece que la vampira está derramando un poco de sangre sobre la espada para usar algún conjuro vampírico e imbuirla de algún tipo de poder arcano. La posición del rostro, medio bajado, mirando la espada refuerza ese mensaje. Para potenciarlo aún más, con muy poca masilla hecho como si la copa se estuviera derramando. Para ello la he estirado, la he pegado sobre la copa, y luego con un palillo he ido retirando el sobrante.
Me ha llevado mucho trabajo esta última, pero el resultado me gusta.
Conclusión.
Finalmente, con tanta masilla es difícil ver el global de la miniatura. Por tanto, una vez que he estaba seguro de que ya estaban acabadas, y que no quería meterles nada más, las he imprimido para poder ver la miniatura en su conjunto, y comprobar que todo ha salido bien.
En cuanto al pintado, sí, el rojo les pega más, pero claro forma parte de un ejército, no solo tienen que molar individualmente, también en su conjunto. Para mí los colores de la muerte son colores fríos, ya sean Nighthaunts, zombis o lo que sea. Por lo que he acabado pintándolas de azul, como el resto de mis distintas unidades no muertas.
Como habéis podido notar esta entrada no es un “tutorial al uso”, no solo porque no soy muy bueno haciendo tutoriales, empiezo a mirar piezas, a pegar masilla y a recortar y ya en el fragor de la batalla se me olvida ir haciendo fotos del paso a paso, además con la masilla voy justito como para enseñar a otros. Pero espero que a alguno le sirva de inspiración, y se pueda animar a aprovechar estas vampiresas.
Para hacerlas tal cual las he hecho yo es necesario tener, además de las piezas sobrantes del Trono del Aquelarre, las lápidas de los “Spirits Hosts” (no se en español como se llaman). En el caso de no tenerlas se pueden usar las lápidas del jardín de Mórr, o similares, y en caso extremo, alguna piedra, matojo o algo que de apoyo a las vampiresas y les ayude a potenciar el efecto de estar flotando por el aire.
También he usado algunas piezas del carro de cadáveres, como el látigo, pero en este caso no las veo tan necesarias. Para que las vampiresas no queden raras hay que cambiar alguna mano, pero seguro que hay mil alternativas posibles.
Y finalmente, como no, masilla, masilla por un tubo.
Nada, espero que alguien le haya sido útil, y si no, que os haya entretenido un rato. Por cierto, os recomiendo pasaros a ver también la entrada del blog del principio, de donde ha salido la idea, la verdad es que el tío se ha montado un ejército bastante chulo y bastante conversionado, de esos que dan gusto ver. Saludos y a seguir pintando.
Se trata de una conversión genial. No muy complicada y que permite tener tres vampiresas (o doncellas) con un poco de masilla. ¡Gracias!
Muy buena entrada, sí señor! Gracias por compartirla, sin duda es una gran inspiración. Saludos!
Quería dar las gracias porque esta entrada me ha dado la idea para poder tener unas cuantas «capas extras» para mi proyecto de los Fantasmas de Gaunt.
He aprovechado los faldones del gabán de uno de los torsos de la antigua matriz de milicianos imperiales para formar una especie de capa corta (de hecho he aprovechado también tanto el propio torso como las piernas, ya que pretendía representar a uno de los soldados originarios de Verghast y por tanto que vistieran ropas más como de milicia).
@Fulcrum Thunderfast me alegro que te haya ayudado compañero, tienen buena pinta esos fantasmas si algún día te animas a enviar una foto al correo, siempre mola ver una conversión. un saludo.
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