Saludos, Señores de la Guerra.
Lo reconozco: desde muy pequeño me han encantado los juegos de construcción (yo era de Tente de crío, pero desde hace unos 15 años soy de Lego), sin llegar a nivel AFOL. Tengo un cajón entero de Legos que dejo al pequeño Joel, y además tengo un montón de sets en cajas «separados» (desde la Estrella de la Muerte a sets de Atlantis pasando por el Ecto-1 o Indiana Jones). Por lo que, sí, me gustan los Legos. La Lego Película fue una de las películas que más disfruté de los últimos años (hablo de mi, no de mi hijo… al que aún le da un poco de miedo el mega-malo), al menos hasta el momento «real». Así que cuando vi que había una Lego-película dedicada en exclusiva a Batman, la expectación estuvo por las nubes. ¿Sabéis qué pasa cuando tienes muchísima expectación por algo? ¿Que cuando luego lo tienes resulta que era demasiado alta?
Pues Batman: La Lego Película no es de esos casos.