
Saludos, Señores de la Guerra.
Tras hablar de las bajas previstas, del coste de la resolución de combate y de la potencia defensiva, toca hablar de un tema que esta octava edición ha cambiado mucho: la Carga.
En anteriores ediciones de Warhammer, las unidades que cargaban tenían la posibiildad de hacer las bajas antes y disminuir los ataques que el enemigo podía devolver. Significaba que las bonificaciones estáticas al combate eran lo único que podía hacer la infantería, ya que la caballería (con sus lanzas de caballería aumentando su potencia ofensiva en carga) aportaba muchos más bonificadores de combate por bajas; el juego pasaba a ser en muchos casos «cargo, y si te hago cinco bajas te toca huir». Como los Personajes de Quinta Edición se «caparon» bastante, una de las tácticas más usadas pasó a ser la de sólo caballería. Esto provocó que se llamara al juego «Cabhammer», y es que aunque en casos como Bretonia esté plenamente justificado hacer un ejército de caballería, cuando veías sólo miniaturas montadas en todos los ejércitos, incluidos Caos, Condes Vampiro (con tres de 10 esqueletos para ocupar cuadrantes), Imperio (combinado con máquinas de guerra) y Altos Elfos (yelmos como única básica). Era señal de que algo iba mal.
En esta octava edición, como ya sabéis, ha habido dos cambios importantes en las reglas: una, que las unidades que cargan ya NO atacan primero; otra, las miniaturas siempre combaten en dos filas y las bajas se retiran de detrás. Esto implica que una unidad, cuando carga, ya no es susceptible de recibir bajas y, por lo tanto, de perder el combate. Ahora la infantería no destaca sólo por sus bonificadores estáticos de combate (filas, estandarte, suele ser tozuda vs caballería, etc.) sino, si es buena combatiendo, aportará además bajas a la RC.
¿Ha dejado de ser importante la carga? No, y para eso escribo este artículo. Sí es cierto que con la Octava la carga ha perdido peso (en favor de otros factores como el número de miniaturas que componen la unidad o lo buenas que son), pero sigue siendo importante. Suele ser preferible cargar nosotros a que nos carguen. Vamos a analizar el concepto de Carga basándonos en tres factores: la distancia de carga, la potencia ofensiva y defensiva de las unidades trabadas, y la posición final prevista (o el «objetivo de la carga»).
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