Reseña personal del Diablo 3 (3/4)

Tercera parte del artículo, donde se comenta lo que NO me gustó del juego. Puedes consultar las distintas partes en los siguientes enlaces:

1. Introducción: ¿qué es y qué no es Diablo 3?
2. Lo que me gusta del juego

3. Lo que no me gusta del juego

Como dije, todo se basa en mi propia experiencia y en mi opinión personal, por lo que no desearía recibir un aluvión de críticas, insultos y demás por parte de los fans de la saga por criticar aspectos del juego.

– De entrada, el juego sólo permite elegir a 5 clases distintas de personajes (Mago, Monje, Bárbaro, Cazador de Demonios y Médico Brujo, que es una especie de Shamán). Puede que sean suficientes y sean lo bastante distintos entre sí, pero se hubiera agradecido 1, 2 o incluso 3 personajes adicionales. Posiblemente se los deben reservar para futuras expansiones del juego, que estoy segurísimo que las habrá.

¿Quiénes faltarían o podrían estar también? Pues el Paladín, el Nigromante o… también tenemos al Druida, el Asesino, la Amazonas…

– El juego ofrece una nula personalización de cada uno de tus personajes. Esto tampoco es un mmropg ni un SIMS, claro está (no hace falta cambiar el color y tamaño de

las cejas ni la estatura o la complexión), pero no estaría de más si uno pudiera “editar” a su personaje: color y forma del cabello, la piel, algún tatuaje o marca característica, etc. Al final, tienes la sensación que todos los personajes son como unos clones de ellos mismos. Esto se nota mucho cuando juegas en multijugador y ves otros personajes como el tuyo. Suerte que según qué equipo se lleve (armadura, espada, hombreras, etc.) hacen variar el aspecto del personaje.

– No puedes cambiar la vista ni la cámara del juego (solamente puedes acceder a una cámara “de cerca” al presionar la tecla Z, pero es bastante limitado). Cambiar el ángulo, acercar/alejar la cámara, etc. hubieran sido opciones interesantes.

– Pese a que el juego tiene buenos gráficos en general, sorprendentemente encuentro que los gráficos que definen a tu personaje son muy flojillos. Están muy pixelados y polignados. No soy un experto en el tema ni muy exigente en estos asuntos, pero los gráficos del personaje parecen más bien los propios de un juego de finales de los años 90 (a lo mejor es que bajé los efectos de vídeo para que rulara en el ordenador, pero no creo que sea esto). Aunque puede que sea debido a que el personaje puede variar tanto según qué objetos lleve, que han tenido que recurrir a un sistema de gráficos flexible y adaptable (digo yo), y eso ha mermado la calidad en este aspecto.

Sin embargo, todos estos aspectos son detalles menores en comparación con los que explicaré a continuación:

– Personalmente, creo que el handicap de este juego es que es muy, muy lineal. Extremadamente lineal. Todos los mapas tienen casi siempre una entrada y una única salida, y están muy delimitados por zonas. Como el Diablo 2, de hecho.

De vez en cuando uno puede encontrar alguna entrada a unas cuevas o dungeon adicional que se puede optar o no por explorar, lo cual es lo que uno acaba agradeciendo más en este desierto de linealidad. A lo mejor en el Acto 2 los mapas son más abiertos, pero de momento esta es la impresión tras jugar en el Acto 1.

– Lo de los Actos es otro aspecto: el juego se divide en distintos Actos, que encima, son casi los mismos (los mismísimos) del Diablo 2, y en el mismo orden: Tristán (bosques y llanuras tenebrosas), Caldeum (el desierto), Kurash (la jungla) el cráter de arreat (montañas nevadas) (me había equivocado), y el reino de los Infiernos (que esta vez es, sin embargo, el reino de los Cielos).

Uno debe superar todas las quests o búsquedas de un Acto (las cuales son extremadamente lineales también, hay que seguirlas y superarlas en el estricto orden que te marcan), antes de pasar al siguiente.

– Este es el aspecto que más me ha decepcionado (y de hecho es culpa mía porque no me informé bien): yo me esperaba un juego con un mundo más abierto, del estilo como los juegos de Sacred o Sacred 2, que aunque hubiera cierta linealidad al hacer las búsquedas y misiones, todo se encuadraba dentro de un mundo muy grande que podías ir por el norte, por el sur, este, oeste… y te daba una sensación enorme de libertad de movimientos. Uno tenía que seguir un hilo argumental, como es obvio, pero aunque tuvieras que ir al templo del Norte a matar a no-sé-quién, uno podía ir a explorar y a hacer el “capullo” por los desiertos del sur, para ver qué ocurría (los bichos eran tan fuertes allí que te mataban enseguida, por ejemplo, o había una barrera o cualquier excusa que te impedía proseguir por esos territorios, pero al menos tenías la opción de ir a explorarlo y a comprobarlo por ti mismo).

Esto es Diablo (y no Sacred) y así debe ser y así ha sido diseñado deliberadamente de esta manera, muchos dirán y argumentarán, sobretodo los fans de la saga. Respeto este modo de ver las cosas. Pero me ha decepcionado porque justamente cuando jugué al Sacred, por ejemplo (y ya hace bastantes años), precisamente pensé “¡cuando salga el Diablo 3, con un sistema de búsquedas, misiones y en un mapa abierto, es que será un juego grandioso!”. Y claro, luego vi el mapa del mundo de Diablo, y me emocioné al pensar qué tal sería explorarlo hasta el último rincón del mapa… De hecho, pensaba que sería como el “WOW” en este aspecto, que hubiera zonas del mapa delimitadas según el nivel de los monstruos de la zona, con sus respectivas mazmorras, etc.

– Las búsquedas (o “quests”) son muy lineales. Debes completar una para proseguir con la siguiente. Esto es así, obviamente, para seguir el hilo argumental de la historia que se va desarrollando, que sigue una secuencia lógica. Pero hubiera sido de agradecer si existieran, por ejemplo, misiones secundarias u opcionales, o distintas búsquedas a la vez y que pudieras elegir el orden en que las quieres realizar, etc. Tienes la sensación de que te van cogiendo de la mano y guiando a lo largo y ancho del juego (a lo mejor esto cambia en otros Actos).

– Existen 4 dificultades en el juego: Normal, Pesadilla, Infierno y Averno. Debes empezar en dificultad normal, y hasta que no completes el juego en toda una dificultad, no puedes acceder a la siguiente. Obviamente aún no sé cómo son las demás dificultades, pero el juego en Normal es realmente fácil. De hecho, aún no me han matado ni una sola vez (sólo he llegado a tener poca vida un par de veces, ¡oh qué susto!). En cualquier caso, la dificultad Normal, más que normal, debería llamarse Very Easy.

Sería bueno que pudieras elegir al principio del juego en qué dificultad jugar (si la versión fácil o una más difícil), y luego desbloquear las 2 dificultades más avanzadas, por ejemplo.

– Se ha acabado buscar/comprar y acumular Portales de la Ciudad (Town Portals) para regresar a la ciudad en cualquier momento: dispones de infinitos Portales de la Ciudad, lo cual facilita muchísimo las cosas. Creo que tenía cierta gracia que tuvieras que conseguir los Portales y usarlos comedidamente y con sabiduría al ser limitados, y tuvieras que pensarlo 2 veces antes de gastar alguno. Le daba un toque de dificultad y de sensación de supervivencia que me recordaba al Resident Evil (por el hecho de tener el número de salvados limitados) –pero ya sabemos que uno acababa teniendo tropecientos de Portales de la Ciudad y le sobraban, aunque ese es otro tema.

– Entre los Portales de la Ciudad ilimitados, los teletransportes continuos que te encuentras en casi cada zona, y si juegas en multijugador, el poder desplazarte instantaneamente al lugar donde está tu compañero si clicas en su bandera sobre el escenario, hace que puedas viajar de un lado a otro del mapa constantemente en  cuestión de segundos. Se pierde la sensación de exploración y de emprender un viaje largo hasta la dungeon perdida del final, por ejemplo. Es más práctico y te facilita las cosas, y no pierdes tanto tiempo, es cierto, pero… se pierde la sensación de estar en un mundo grande.

– Tampoco existen y han quitado los pergaminos de identificación para examinar objetos raros. Sólo es necesario examinar los objetos más raros (los objetos épicos, aquellos que te encuentras una vez cada 6 meses), y con tan solo hacer click derecho ya quedan identificados. Al menos, no sé, que tuvieras que ir a la ciudad para que un hechicero los identificara hubiera sido un detalle interesante.

– Me da la sensación que el juego no es muy largo. Un viciado ya se lo ha pasado en menos de 13 horas (mirar este enlace). Vale, es una proeza muy difícil de imitar, pero si sin viciarme en demasía (2 horas cada día, el primer día 4 horas por ser la novedad) en menos de 4 días  ya casi me he pasado el Acto 1, creo que en poco más de 15 días (a medianos de Junio a lo sumo) ya me lo habré terminado, jugando 2 horitas por la noche cada día (y descansando un par de días a la semana). Luego deberé volver a jugar y repetirlo en una dificultad superior (y así hasta 3 dificultades más).  Por lo que me parece que el juego consistirá más en jugar sobre los mismos escenarios una y otra vez, sobre todo en cuanto al multijugador se refiere (como pasaba con el Diablo 2, de hecho), que no en descubrir nuevas mazmorras y nuevos territorios.

– Al subir de nivel a tu personaje, esta vez no puedes elegir qué atributos subir (que se simplifican a Fuerza, Inteligencia, Destreza y Vitalidad). El juego te los sube automáticamente. Creo que la gran gracia del juego era personalizarte a tu propio personaje en estos (y otros muchos) aspectos.

Tanta simplificación de atributos me recuerda muchísimo al Warcraft 3 (donde los héroes cobraban cierta importancia, pero no era un juego basado únicamente en héroes: también tenían su importancia las unidades, la economía, la construcción de edificios, etc., por lo que era necesario simplificar los atributos) ¿Pero aquí también? ¿No era el Diablo un juego basado exclusivamente en los personajes y héroes?

– Otro aspecto que no me gusta es la adquisición de habilidades. Cada personaje tiene bastantes pocas habilidades que aprender en el transcurso de su progreso hasta alcanzar el máximo nivel (lo cual no es malo, ya que no tiene la complejidad de un mmropg), pero hubiera sido interesante añadir más habilidades, y sobretodo, algún sistema para poder elegir qué habilidades entrenarse, como un árbol de talentos para especializarse en algunas u otras habilidades (con 2 ramas o talentos específicos para cada personaje hubiera sido suficiente). Existe un sistema de runas, que van desbloqueándose a medida que el personaje sube de nivel, y es para “dopar” algunas de tus habilidades, pero a parte de que las runas son gratuitas (no cuestan ni dinero ni materiales adquirirlas), tienes tantas que al final puedes potenciar prácticamente todas o casi todas las habilidades que tienes. Seguramente a medida que el personaje progrese, uno deberá escoger más cuidadosamente qué habilidades potenciar.

– El personaje gana automáticamente las habilidades pertinentes en cada nivel (no hace falta ni ir a un entrenador de la ciudad para adquirirlas, ni mucho menos pagar oro por ellas), y el propio juego ya te indica qué habilidades poner en cada espacio: hay habilidades para poner en el botón izquierdo del ratón, otras para poner en el botón derecho, y otras para poner en los pads o números correspondientes: del 1 al 4 (las teclas de acceso rápido para activar dichas habilidades).

Lo malo y lo que no me gusta es que el propio juego ya te indica qué habilidades poner en cada lugar; como que hay distintas habilidades para cada botón/tecla, en cualquier momento puedes cambiarlas, pero no puedes activar ni usar 2 habilidades al mismo tiempo si pertenecen a la misma categoría. Además, al cambiar las habilidades, existe un “cooldown” o reuso de unos 5 o 6 segundos que tienes que esperarte antes de poder usar la habilidad que elegiste de poner en la tecla o botón, por lo que si estás en medio de una batalla, la cosa jode bastante.

Por ejemplo, usando el Cazador de Demonios, hay una habilidad que dispara una ráfaga de flechas rápidas (parece una ametralladora), ideal para acabar con un montón de enemigos débiles al mismo tiempo, mientras que hay otra habilidad (de la misma categoría, es decir, la del click derecho del ratón) que sirve para lanzar un único proyectil (“empalar”) que hace muchísimo daño a un único enemigo, ideal para monstruos grandes y resistentes. Nunca sabes a ciencia cierta con qué tipo de enemigos te encontrarás (si un montón de bichos pequeños o los más grandes), por lo que es arriesgado tanto elegir una habilidad como la otra. Con tal de no arriesgarse y viendo el coste/beneficio de cada habilidad, la más práctica es la de las ráfagas rápidas, pero si de repente aparece un bicho grande y mastodonte, es poco práctico cambiar de habilidad, ya que entre abrir el menú, elegir la habilidad y esperar el “cooldown”, se tarda como unos 8 segundos en poder usar dicha habilidad, y mientras el bicho grandote ya se te ha comido.

O por ejemplo, hay una habilidad para poner una trampa de hielo para ralentizar a los enemigos, y otra para hacerse invisible y esquivar al enemigo. Ambas son muy útiles, pero pertenecen a la misma categoría de “habilidades defensivas”, la que corresponde a la tecla 1 del teclado, por lo que uno deberá elegir si poner una habilidad u otra. Siendo así, resulta más práctico ponerse la habilidad del hielo, ya que uno le saca más provecho en general, pero es una lástima que por ello no utilice nunca la habilidad de la invisibilidad.

Creo que podrían haber hecho lo mismo (2 espacios de botón del ratón, y 4 o 5 espacios de teclado) y que cada uno pusiera las habilidades que quiere en cada ranura. Tan simple como eso.

Sé que exactamente no funcionaba así en el Diablo 2, pero en mi opinión aquella era otra época y ahora los nuevos tiempos exigen nuevas necesidades.

(El próximo día haré un resumen y expondré las conclusiones finales).

 Si alguien ha probado el juego, ¿qué es lo que menos os ha gustado? ¿Consideráis lo de la linealidad un problema, no os importa o ya os lo esperabais?