[Juego] Informe de Batalla: Campaña por Karak-Ocho-Picos, la batalla final.

¡Saludos Estrategos!

Vuelvo de nuevo a la carga con un enorme informe de batalla para vuestro deleite. Se trata de la Batalla Final de la campaña de Karak-Ocho-Picos de la que ya he hecho algunos informes anteriormente, como podéis ver AQUÍ y AQUÍ.

Para que os hagáis una idea del funcionamiento de la campaña, su creador me ha dado permiso para compartiros un enlace a la web dónde la gestionamos. AQUÍ podréis ver tanto las reglas especiales como el funcionamiento de este evento que hemos tardado un año entero en finalizar. La web incluye fotos de las batallas, relatos de los participantes y demás material que hemos ido recopilando. Os recomiendo que le echéis un vistazo, especialmente aquellos que tengáis ganas de jugar una campaña, puesto que el funcionamiento es sencillo y os puede servir de inspiración.

El ancestral Trono de Karak-Ocho-Picos yace abandonado, perdido para todos excepto para algunas alimañas de las cavernas…

Para aquellos que tengáis prisa, os resumiré lo importante. Esta partida se trata de un enfrentamiento a 3 bandas entre Skavens, Enanos y Orcos y Goblins. Cada facción está controlada por 3 jugadores, y cada uno de ellos controla 1500 puntos que incluirán un personaje especial de dicha facción. En total, 4500 puntos por bando con las restricciones habituales de creación de ejército para esos puntos (personajes, básicas, etc). Adicionalmente, las victorias en enfrentamientos anteriores permitían reclutar más tropas o lanzar tiradas aleatorias en una tabla especial de eventos antes de la batalla.

Este enfrentamiento seguirá las reglas de combate a tres bandas, tal y como explica la web de la Campaña. Al final del sexto turno ganará aquel bando que haya destruido más unidades enemigas, con un bono adicional de 200 puntos para el que tenga más unidades de potencia de unidad 10 o más cerca del Trono del centro del tablero.

Este encuentro tiene lugar bajo el suelo, por lo que se aplican algunas reglas especiales más, la más importante de las cuales es que no se pueden realizar disparos a más de 60cm por la escasa iluminación.

El campo de batalla consta de varios cráteres (terreno difícil), algunos edificios en ruinas en los bordes, un par de bosques de setas y demás escenografía variopinta relacionada con cada una de las facciones en conflicto.

Uno de los participantes fabricó estos coloridos bosques de setas para la batalla
Otro manufacturó esta inquietante matrona skaven al más puro estilo «Aliens».

Al inicio de cada uno de los 6 turnos de juego, cada facción lanzará un dado y aquella con el resultado más alto elegirá si juega en primer, segundo o tercer lugar ese turno. La única restricción a esa regla es que el último de un turno no puede ser el primero del siguiente, para evitar turnos consecutivos de la misma facción.

Por parte de los Enanos jugaban Belegar, Duregar y Ungrim Puñohierro. Cada uno de esos personajes tenía un «agravio personal» que gestionar con un personaje enemigo, por lo que en caso de derrotarlo en combate ganarían puntos adicionales y en caso de no hacerlo los perderían.

Por parte de los Pielesverdes jugarían Skarsnik y Gobba, Gorfang Rotgut y Grumlok. Estos tres líderes debían ir decidiendo cada turno quien era el general último de los ejércitos en función de sus peleas en partida, y dichos cambios de liderazgo podían mejorar o empeorar la animosidad de sus tropas.

Por parte de los Skavens jugábamos Queek, Thanquol montado en Destripahuesos y Throt. Cada uno de nosotros podía usar unas maniobras especiales al inicio de nuestros turnos para robar el control de unidades de nuestros aliados, robarles dados de magia y, en general, putearnos entre nosotros.

Alianza Enana (4700 puntos)

  • D Duregar 295 points
  • B Belegar 370 points
  • U Ungrim 465 points
  • P Señor del Clan. Portaestandarte de Batalla. Runa Magistral de Valaya. Runa de la Lentitud.240 points
  • S Señor del Clan. Escudo. Runa del Poder. Runa Magistral de Spangelhelm. Runa de la Furia.142 points
  • H Herrero Rúnico. Runa magistral del Equilibrio. Runa Rompehechizos. Arma a dos manos.149 points
  • M Maestro Ingeniero. Arma a dos manos. Runa de la Piedra.79 points
  • GE 10 Guerreros Enanos. Escudo.90 points
  • BbG 10 Barbaslargas. Escudos. Portaestandarte. Runa Magistral de Grungni. 180 points
  • BbL 22 Barbaslargas. Escudos. Arma a dos manos. Grupo de mando completo. Runa de la Lentitud.383 points
  • BbC 19 Barbaslargas. Escudos. Grupo de mando completo. Runa del Coraje.283 points
  • BbE 19 Barbaslargas. Escudos. Grupo de mando completo.253 points
  • Mat 17 Matatrolls. 4 Matagigantes. 247 points
  • LzA Lanzaagravios. Runa de la Penetración.105 points
  • LvF Lanzavirotes. Ingeniero. Runa de la Penetración. Runa del Fuego.90 points
  • LvP Lanzavirotes. Ingeniero. Runa de la Penetración (x2).115 points
  • CEf Cañón Enano. Ingeniero. Runa de la Forja. Runa del Fuego.145 points
  • Mar 23 Martilladores. Escudos. Grupo de mando completo.329 points
  • Gi1 Girocóptero (1). 140 points
  • Gi2 Girocóptero (2). 140 points
  • CLl Cañón Lanzallamas. 140 points
  • Dra Dragón de Esquirlas. 320 points

Concilio Skaven (4600 puntos)

  • Q Queek, el Coleccionista de Cabezas. 300 points
  • TmD Thanquol montado en Destripahuesos. Lanzallamas de Disformidad.830 points
  • T Throt el Inmundo. 285 points
  • I Ingeniero Brujo, Verminious Borne. Armas de piedra Bruja. Condensador. Alimentador. Pergamino de Dispersión (x2).110 points
  • p Nesqueek. Portaestandarte de Batalla. Armadura Pesada. Estandarte de la Tempestad.149 points
  • GCl 25 Guerreros de Clan. Estandarte. Músico.140 points
  • l Lanzallamas de Disformidad. 75 points
  • GCm 24 Guerreros de Clan. Estandarte. Músico.135 points
  • m Mortero de Viento Envenenado. 60 points
  • GCa 24 Guerreros de Clan. Grupo de mando completo.145 points
  • a Amerratadora. 60 points
  • Ali 19 Guerreros Alimaña. Grupo de mando completo. Estandarte Negro.231 points
  • A Amerratadora. 60 points
  • EsI 20 Esclavos. 40 points
  • EsP 24 Esclavos. Campeón. Músico. Escudos.84 points
  • RG1 7 Manada de Ratas Gigantes (1). 30 points
  • RG2 7 Manada de Ratas Gigantes (2). 30 points
  • c 6 Corredores de Sombras. 30 points
  • v 5 Lanzadores de Viento Envenenado. 50 points
  • h 3 Horda de Ratas de Plaga. 195 points
  • MPl 20 Monjes de Plaga. Grupo de mando completo. Estandarte del Odio. Arma de mano adicional. 210 points
  • j 5 Mosquetes Jezzail. 100 points
  • X 6 Acechantes Nocturnos. Excavadores. Ataques envenenados. Estrellas arrojadizas. Skaven negro.138 points
  • x 6 Acechantes Nocturnos. Excavadores. Ataques envenenados. Estrellas arrojadizas. Skaven negro.138 points
  • RO 3 Ratas Ogro y Señores de las Bestias. 150 points
  • GdP Garrapulta de Plaga. 75 points
  • AdT Abominación de Thanquol. 300 points
  • AcM Abominación de Throt. 300 points
  • RdM Rueda de la Muerte. 150 points
  • CdD Cañón de Disformidad. 100 points

Whaaagh Pielverde (4500 puntos)

  • G Grumlok y Gazbag. 375 points
  • ON 29 Orcos Negros, Amoz del Acero. Grupo de mando completo. Arma a dos manos. Estandarte del Beztia de Nogg. 406 points
  • Ara Aracnarok, La Bisha. Lanzas, Arcos, pinturas de guerra, lanzarredes.420 points
  • Gol Gigante, Goliaz. 205 points
  • Gil Gigante, Gilgamez. 205 points
  • IdG Ídolo de Gorko, El Piedro. 290 points
  • g Gorfang Rotgut. 195 points
  • E Gran Chamán Goblin Nocturno, Emiluk. Nivel 4. Baztón Rugozo de Buzgob. Pergamino de dispersión (x2). 295 points
  • GO 30 Guerreros Orcos, Cortaorejaz Furibundoz. Grupo de mando completo. Arma a dos manos. 208 points
  • GOG 29 Guerreros Orcos Grandotez, Colmilludoz Chafajetoz. Grupo de mando completo. Arma de mano adicional. 250 points
  • Sno 6 Snotlings, Kanijoz Pinchaempeinez. 150 points
  • GNz 20 Goblins Nocturnos, Zacaojoz Traizioneroz. 1 fanático. Arcos Cortos. Portaestandarte. 1 red. 95 points
  • D1 Garrapato Despachurrador (1), Macromazticacozaz. 75 points
  • D2 Garrapato Despachurrador (2), Peonza Deztructora. 75 points
  • S 2 Skarsnik, Señor de los Ocho Picos y Gobba. 205 points
  • P 10 Portaestandarte de Batalla Goblin Nocturno, Gislark. Estandarte de la Luna Malvada 115 points
  • n Chamán Goblin Nocturno, Nyik Nyak. Nivel 2. Pergamino de Dispersión.120 points
  • GNS 37 Goblins Nocturnos, Loz Chicoz del Jefe. Grupo de mando. Garrotes. 3 Redes. 3 Fanáticos.175 points
  • GNg 29 Goblins Nocturnos, Pinchonez Malevoloz. Grupo de mando completo. Garrotes. 3 Redes. 3 Fanáticos.159 points
  • j 10 Jinetes de garrapato Saltarín, Zaltonez Mordedorez. 180 points
  • PdG 20 Zarponez Alocaoz. 12 garrapatos, 3 saltarines y 5 pastores.232 points
  • LP Lanzapiedroz, El Gran Aplaztador. 70 points

Despliegue

Tal y como especifican las reglas del escenario, sorteamos qué facción elegía el lado del despliegue y ganamos los Skavens. Tras pocas discusiones acordamos elegir el borde corto, supongo que con la esperanza de arrasar ambos bandos por el flanco. Los Pielesverdes eligieron situarse en el borde sur y los enanos debieron conformarse con el norte.

A partir de este momento, las tres facciones nos alternamos desplegando unidades, una por cada uno de los tres jugadores de cada facción a la vez. Debo reconocer que esta fase la jugamos de forma bastante caótica, al menos los Skavens. Y es que cuando debes vigilar que tu «aliado» no te putee con el despliegue, es complicado fijarse en lo que despliegan tus enemigos. Al final, vimos que tanto Thanquol como Queek se habían situado en el centro de la vanguardia mientras que Throt había desplegado en lo que él denominaba «una posición de honor» en un flanco en retaguardia. Tras algunos abucheos, la sangre no llegó al río.

La fabulosa Horda Skaven en todo su espeluznante esplendor

Luego procedimos a sortear los eventos que desencadenaríamos los Skavens y los Enanos gracias a nuestras victorias acumuladas durante la campaña. Los tapones usaron las armas de sus enemigos en su contra y lograron desbandar media unidad de Pastores de Garrapatos con alguna sucia artimaña. Los Skavens, por su parte, lanzamos enjambres de pequeñas alimañas contra los Jinetes de Garrapato y acabaron con 2 de ellos.

Finalmente sorteamos el orden del primer turno y ganaron los Enanos, que decidieron jugar en último lugar para tener enemigo al alcance de sus mortíferas máquinas de guerra. Los Pielesverdes jugarían segundos, por lo que fuimos los Skavens los que empezamos el baile…

Por parte de los Enanos, parecía claro que Belegar y su unidad de Martilladores saldrían a toda máquina hacia el centro del tablero, mientras que los Barbaslargas se enfrentarían a los Pielesverdes. La posición del Cañón y del Lanzallamas nos preocupaban, así que designé como puntos de salida de mis cuadrillas de Excavadores posiciones cercanas a ambos.

Los Enanos se presentaron con la conocida formación-ladrillo impenetrable.

El despliegue Pielverde daba mucho miedo. Grumlok colocó nada menos que 3 monstruos enormes en nuestra dirección, mientras que Skarsnik atacaría a sus odiados Enanos, cubriendo su flanco con dos poderosos Garrapatos Despachurradores.

El Terror tiene un color… ¡el verde!

Tras completar el despliegue, la mesa lucía de esta guisa:

En un tablero de 300x180cm, desplegamos bastante avanzados en consideración a las cortas patas de los hijos de Grungni

Turno 1 – Concilio Skaven

Yo me encararé hacia la izquierda, que quiero matar enanos- dijo Thanquol a Queek, justo antes de salir por patas hacia el Trono…

Los movimientos Skavens fueron más o menos los evidentes, puesto que no había entre sus jugadores especiales ganas de acercarse demasiado a sus enemigos. Sin cargas, esperando la aparición de los excavadores, la masa de hombres rata se acercó al Trono de Karak-Ocho-Picos para reclamarlo de una vez por todas.

En la fase de magia Thanquol lanzó Locura Asesina sobre Queek y sus Alimañas, con lo que lo preparó de alguna manera para enfrentarse a los terroríficos monstruos que los Pielesverdes habían puesto en su dirección.

Mientras, Throt avanzaba cautelosamente, colocado en cuarta fila, la denominada «posición de honor» entre los Skavens

La visibilidad limitada de la caverna impedía disparar a la mayoría de cochambrosas armas Skaven, pero el Cañón de Disformidad no necesita línea de visión, por lo que un potentísimo rayo de F10 alcanzó al Cañón Lanzallamas Enano provocándole ligeros desperfectos y vaporizando a uno de los operarios.

Y tras esta mala tirada de heridas múltiples, el turno ratonil finalizó de la siguiente manera:

Turno 1 – Whaaagh Pielverde

«Os recuerdo que he perdido todas y cada una de las partidas que he jugado en esta campaña»- Grumlock, tras ser nombrado Alto General del Whaaaaaaghhh Pielverde.

El primer turno Pielverde empezó bastante bien, y ninguna de sus unidades sufrió animosidad.

Las unidades Pielverdes avanzaron sin miedo mejorando sus posiciones, avances entre los que destacan el del Aracnarok, que se internó en un bosque de setas y el de los Gigantes y el Ídolo por el sur hacia los Skavens.

La carga de la brigada pesada….

En la fase de magia, los hechizos del Gran Chamán no surtieron efecto, pero la desgracia llegó cuando el Chamán que lo acompañaba se vió superado por las energías desencadenadas por la gran concentración de Orcos y Goblins en la enorme caverna. El pobre Chamán empezó a vomitar mientras entonaba un extraño cántico y súbitamente cayó al suelo, muriendo entre dolorosos estertores.

Lástima de los puntos, recuerdo que pensé. Y es que, en caso de morir sin que sea culpa directa de un enemigo, la unidad no proporciona puntos de victoria para nadie.

Y con este trágico final, acabó el primer turno y lanzamos los dados para sortear el orden del turno 2. El avance Pielverde iba de la siguiente manera:

La destrucción de los Jinetes de Garrapato proporcionó los primeros puntos de victoria de la partida a los Skavens, dejando el marcador provisional de la siguiente manera:

PIELESVERDES: 0 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 1 – Alianza Enana

Al inicio de su turno, el jugador Enano que controlaba a Belegar realizó un chequeo de «celebración anticipada», por una regla especial del escenario, y resultó que el pobre comandante seguía ebrio de la fiesta prebatalla de la noche anterior, por lo que ni él ni el resto de sus tropas pudieron realizar movimientos de marcha ese turno. La casualidad resultó aquí muy extraña, puesto que dicho jugador controlaba también el Dragón de Esquirlas, y el resto de jugadores nos pasamos un buen rato intentando inventar una historia coherente para el inusual hecho de ver un dragón borracho. Al final ganó quien propuso que seguramente, en medio de la fiesta Enana, algún Matadragones pensó que sería buena idea hacerse un selfi brindando con el bicharraco…

Y así fue como sus subordinados pasaron a llamarle familiarmente «Belegar I, el copichuelas». Extracto del libro CRÓNICAS ENANAS.

Lentos y con pocas tropas (eso sí, cargaditas de runas, evidentemente), los tapones no quisieron dispersar mucho su ejército a dos velocidades y movieron relativamente poco.

En su fase de disparo, el Cañón Lanzallamas acertó a matar un Lanzador de Viento Envenenado sembrando el pánico en la unidad, que huyó entre el bosque de setas. El Lanzaagravios, por su parte, apuntó a la Garrapulta, pero su disparo se desvió y cayó sobre los Esclavos de atrás, matando a cuatro de ellos. Un Lanzavirotes no tenía objetivos a la vista por culpa de la oscuridad de la caverna, pero el otro disparó a los Despachurradores, fallando el tiro.

Albert, el General Enano que controlaba a Duregar, al final del turno

Y con esto llegamos al final del primer turno. Sorteamos el orden en el que jugaríamos el siguiente y seguimos con la batalla. El marcador seguía reflejando la misma ventaja Skaven que el turno anterior:

PIELESVERDES: 0 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 2 – Whaaagh Pielverde

Los Orcos y Goblins pasaron a jugar su turno en primer lugar, y lo hicieron a lo grande, declarando nada menos que dos cargas. El Ídolo de Gorko cargó a las Ratas Gigantes mientras que los Jinetes de Garrapato cargaron a la Amerratadora de los Alimañas, perdiendo un integrante en el proceso (un Garrapato decidió que era un sitio muy bonito para vivir, se comió a su Jinete y abandonó la batalla).

Las Ratas Gigantes superaron el chequeo de terror y se mantuvieron firmes, mientras que la Amerratadora, consciente de que no sobreviviría si el enemigo llegaba al cuerpo a cuerpo, forzó el mecanismo de su artilugio más allá de lo prudente y consiguió nada menos que 9 impactos, que destruyeron completamente a los 7 Jinetes que quedaban.

El resto de movimientos consistieron en acercarse lo máximo posible a sus enemigos, con especial malevolencia en el caso de los Gigantes, que se decantaron por mover poco provocando a las unidades Skaven a un ataque precipitado. El Aracnarok también avanzó muy poco debido a la proximidad del Girocóptero, pero fue suficiente para ver a sus enemigos al otro lado del bosque.

En el momento decisivo de su fase de magia, los hechiceros Pielverdes intentaron lanzar el hechizo ¡Whaaaagh!, que hubiera permitido un movimiento adicional a varias de sus unidades, pero los Enanos, que veían como sus enemigos se acercaban demasiado rápido para su gusto, usaron una de sus Runas Rompehechizos para evitarlo.

En la fase de disparo la tripulación del Aracnarok logró herir al Girocóptero con sus arcos cortos, pero el Lanzapiedroz no pudo disparar al haberse movido.

El desigual combate entre el Ídolo de Gorko y las Ratas Gigantes acabó sin sorpresas y, tras perder a tres integrantes de su pequeño destacamento, los Skavens huyeron aterrados. El avatar del dios verde siguió con su avance y se trabó con las Hordas de Ratas que habíamos situado allí el turno anterior por seguridad.

Los Pielesverdes acabaron su turno, y en ese momento el marcador reflejaba el siguiente resultado (recordad que solamente puntúan unidades completamente destruídas, no huyendo):

PIELESVERDES: 0 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 2 – Concilio Skaven

Ambos equipos de Excavadores salieron a la superficie en este turno. Bueno, es un decir. Uno de ellos sufrió algún problema y no aparecería en toda la partida. En cuanto al segundo, sus integrantes se desviaron un poco de su objetivo y salieron justo en el flanco de la pequeña unidad de Barbaslargas que los generales Enanos habían colocado para interceptarlos. ¡Así se hace, clan Eshin!

La siguiente alegría vino por cuenta de los 4 Lanzadores de viento Envenenado que estaban huyendo. La dotación del Cañón de Disformidad se hizo la picha un lio y pensó que eso significaba que la batalla estaba perdida, por lo que recogieron sus bártulos y pusieron también pies en polvorosa. Finalmente las Ratas Gigangtes supervivientes lograron reagruparse.

En nuestro turno no declaramos ninguna carga, aunque confiábamos en que las unidades con movimiento obligatorio pudieran llegar a nuestros enemigos. La Abominación de Thanquol, viendo que el Ingeniero de la Rueda de la Muerte quitaba los seguros a sus lanzarrayos, decidió moverse hacia pastos más verdes, mientras que la de Throt no llegó a contactar con el Dragón de Esquirlas por poco.

En el centro, Thanquol lideraba la incursión a la sala del Trono, olvidada ya su animadversión hacia los Enanos. A su derecha, Queek se preparaba para enfrentarse a los Orcos Negros, preso de la furia asesina mágica. Tras ellos un enorme embotellamiento impedía la correcta colocación de Monjes de Plaga, Ratas Ogro y los Esclavos.

A pesar de las afirmaciones de Thanquol de que deseaba enfrentarse a los Enanos, parece que el Trono dorado ejercía una extraña atracción sobre él

En la fase de magia, Thanquol no estuvo afortunado y no logró colar ni un solo hechizo. No es que se los dispersaran, simplemente sus tiradas fueron realmente malas.

Por suerte su montura Destripahuesos lo redimió un poquito achicharrando con sus lanzallamas las unidades de Goblins Nocturnos y de Guerreros Orcos, incinerando a 9 y a 4 respectivamente. Lástima que el Liderazgo de Grumlock, aumentado hasta límites legendarios gracias a su innegable supervivencia a lo largo de las numerosas derrotas que sufrió durante la campaña, consiguió mantener en formación ambas unidades. Luego los Jezzail dispararon al Ídolo de Gorko, matando en el proceso muchas ratas de los enjambres pero sin causar daños al monstruo. Finalmente la Rueda de la Muerte soltó un potentísimo rayo de F10 que le causó 1 herida a uno de los Gigantes.

En la fase de combate, el Ídolo causó 6 heridas más a los enjambres, que no lograron rascar más que la superficie del dios encarnado. Suerte que eran inmunes a la desmoralización.

Como veis, el embotellamiento tras las Hordas de Ratas era digno de la Ronda Litoral la tarde antes de Sant Joan

Y así llegamos al final del turno, con la siguiente puntuación:

PIELESVERDES: 0 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 2 – Alianza Enana

Al inicio del segundo turno Enano Queek mandó una señal a Nesqueek para que activara el Estandarte de la Tempestad, creando una incomprensible galerna en la enorme caverna subterránea. La súbita aparición de este clima hostil limito gravemente las opciones de los Enanos este turno, como veréis.

En el apartado de cargas, una vez superada la cogorza, el Dragón de Esquirlas se abalanzó contra la Abominación de Thanquol. Luego los Enanos movieron el resto de sus unidades. La parte más oriental formó una sólida línea alrededor de los Lanzavirotes amenazados por los Goblins de Skarsnik. Los Matadores se acercaron todo lo que pudieron a los Skavens y los Martilladores con Duregar marcharon impasibles hacia el Trono.

Los Girocópteros no podían volar debido a la tormenta, y a uno de los jugadores Orcos le pareció recordar que, en caso de no poder mover, se estrellaban. Pasamos unos minutos consultando manuales entre risas… excepto los generales Enanos que solamente sudaban. Al final no encontramos nada al respecto, por lo que, aunque no movieron, siguieron en el tablero.

En una de las partidas de campaña para las que hice un informe, me inventé un piloto de Girocóptero llamado Frekky. A mi rival le gustó tanto el informe que me hizo el honor de poner el nombre en su miniatura. Sirvan estas últimas líneas como agradecimiento a ese bonito gesto. Frekky aterrizó el Girocóptero con dificultad, con la tormenta balanceando el milagroso aparato. Incapaz de volver a despegar debido al viento y apuntó con su cañón de vapor a unos hombres rata que corrían por allí cerca, derribando a dos de ellos.
«Bueno, al menos he logrado matar algo» pensó preocupado por el silencio que recorría las filas Enanas. Y es que, si una cosa odian los Enanos, es luchar sin la banda sonora de su artillería.

La fase de disparo resultó nefasta. De toda la artillería Enana, solamente uno de los Girocópteros logró activar con éxito su Cañón de Vapor, con el que mató a 2 Excavadores. El resto, falló por culpa de la tormenta, incluyendo los virotes que intentaron alcanzar a los Despachurradores a la desesperada.

El combate entre el Dragón de Esquirlas y la Abominación acabó en empate, con una herida para cada monstruo. Luego continuamos el combate entre el Ídolo de Gorko y las Hordas de Ratas, puesto que las unidades en combate luchan incluso en los turnos de los enemigos. El Ídolo de Gorko causó 2 heridas en mis pequeñas sin recibir ninguna a cambio.

El épico combate entre ambos monstruos empezó con ambos recibiendo heridas superficiales

Y con esos combates acabamos el turno. La puntuaciones seguían de la siguiente manera:

PIELESVERDES: 0 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 3 – Whaaagh Pielverde

«Tenemos que empezar a beber ya. Esto sobrio es aburridísimo». General Orco sin identificar.

Este turno se presentaba calentito, y no defraudó en absoluto. Al inicio realizamos los correspondientes chequeos de Terror (todos los Enanos lo pasaron) y Animosidad (falló la unidad de Goblins Nocturnos más oriental). La Tormenta siguió afectando el campo de batalla.

Luego ambos Gigantes declararon una carga contra la Rueda de la Muerte que es inmune a psicología, por lo que no pudo huir como era su deber sagrado. Era la primera vez que la usaba, y en silencio me despedí de ella. El Aracnarok cargó al Girocóptero, que no podía volar ni huir, cosa nada conveniente cuando un monstruo del tamaño del Nakatomi Plaza sale del bosque con hambre.

En la fase de movimientos obligatorios, ambos Despachurradores cayeron sobre la unidad de Barbaslargas que escoltaba al Herrero Rúnico y uno de ellos llegó incluso a atravesar en su loco bamboleo a uno de los Lanzavirotes. Nueve valientes Enanos murieron en ese choque de titanes aunque, por suerte, el Lanzavirotes solamente sufrió daños leves.

Llegados ya a los movimientos normales, dos unidades de Goblins Nocturnos movieron lo suficiente como para poder lanzar sus Fanáticos. Un grupo se lanzó en pos de los Barbaslargas con Escudos, pero se quedaron cortos. Otros tres Fanáticos salieron volando hacia las Alimañas de una unidad que se les aproximó. Dos de ellos se quedaron cortos, pero el último mató a varios Guerreros, la Amerratadora y algunos Monjes dejando a su espalda un surco de sangre y vísceras.

NdA: Perdonad que en el gráfico no se vea correctamente, pero es muy difícil calcular la posición de las unidades por las fotos, sobretodo en una mesa tan grande.

En su fase de magia, los rivales nos concentramos en dispersar los hechizos de movimiento de los Chamanes, por lo que consiguieron colarnos el Morko Zalvanoz que les permitiría repetir hasta 3 tiradas de dado ese turno.

En la fase de disparo, el Lanzapiedroz apuntó a Thanquol, pero su disparo se desvió del hechicero ratonil.

En la fase de combate, el Ídolo de Gorko siguió matando ratas a puñados y causó dos nuevas heridas al ya menguado enjambre. El Dragón de Esquirlas causó 4 nuevas heridas a la Abominación de saldo que se había traído Thanquol a la batalla sin recibir ninguna a cambio y el Aracnarok destruyó al Girocóptero y arrasó hasta el segundo Lanzavirotes Enano.

En el combate «estrella» de la ronda, yo rezaba para que el primer Gigante sacara un resultado de «Gritar y Vocear» contra mi Rueda de la Muerte, terminando inmediatamente el combate…y así sucedió. Pero mi alegría duró solamente un instante, hasta que mis malévolos rivales usaron una repetición de tirada para elegir un nuevo ataque que causó nada menos que 10 heridas a mi máquina convirtiéndola en pasta de papel.

Foto de los 3 maléficos Generales Pielverdes orquestando sus sucias maniobras

Y así llegamos al final de este turno, en el que los Pielesverdes empezaban a cosechar sus primeros puntos:

PIELESVERDES: 350 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 0 puntos

Turno 3 – Alianza Enana

-¡Cargamos al Aracnarok por el flanco!- Generales Enanos al unísono.
– Hay tres fanáticos en el camino…
– ¡Hemos dicho que cargamos!

El tercer turno Enano empezó con los Skavens chequeando si el Estandarte de la Tempestad seguía activo, y efectivamente, el maldito trasto seguiría entorpeciendo los disparos de la mejor artillería del juego.

En su fase de declaración de cargas, los Matatrolls de Ungrim cargaron a los Corredores de Sombras, que reaccionaron huyendo. La unidad de Barbaslargas con el Portaestandarte de Batalla cargó al lateral del Aracnarok, a pesar de que para lograrlo, la unidad tuvo que atravesar nada menos que 3 Fanáticos Goblins Nocturnos. Nueve veteranos Enanos cayeron en esa valiente hazaña.

Para terminar el turno, los Martilladores siguieron acercándose al Trono y un par de unidades auxiliares avanzaron sus posiciones.

La fase de disparo empezó de forma extrañamente exitosa, puesto que absolutamente todas las máquinas de guerra pudieron disparar pese a la tormenta mágica. Pero entonces empezaron los verdaderos problemas. El Cañón Enano apuntó y una enorme bola cayó sobre el Mortero de Viento Envenenado, pero no consiguieron herirlo. El Lanzaagravios sufrió un fallo catastrófico y resultó destruido. Y el Cañón Lanzallamas también se averió y no dispararía ni este turno ni el siguiente. Solamente el Cañón de Vapor (que consiguió aniquilar a la unidad de Excavadores) y el Lanzavirotes (que falló) pudieron disparar con relativa normalidad.

En la fase de combate, el Aracnarok consiguió destruir por completo la dotación del Lanzavirotes. A pesar de ello perdió el combate por dos puntos, pero su natural tozudez lo mantuvo en liza. El Dragón de Esquirlas consiguió imponer su dominio sobre la Abominación y le dio muerte, mientras que el Ídolo de Gorko acabó finalmente con la última Horda de Ratas.

Al final del tercer turno Enano, el marcador era el siguiente:

PIELESVERDES: 635 puntos

SKAVENS: 180 puntos

ENANOS: 438 puntos

Turno 3 – Concilio Skaven

Al inicio de este turno, el poder del Estandarte de la Tempestad se agotó, justo a tiempo para permitir a nuestras unidades disparar con normalidad. Y es que a veces, las cosas sencillamente salen justo como querías.

El tercer turno Skaven siguió con los chequeos de reagrupamiento. Los Lanzadores de Viento Envenenado siguieron corriendo alejándose del combate, pero el Cañón de Disformidad logró recuperar la serenidad.

En la fase de movimientos obligatorios, primero de todo movimos la Abominación, que logró alcanzar a uno de los Gigantes con una tirada excelente. Seguidamente, tanto Queek y su unidad de Alimañas como los Monjes de Plaga, ambos con furia asesina, cargaron contra el Ídolo de Gorko. Esto resultó un mal trago, puesto que había nada menos que 2 Fanáticos en el camino de Queek y su unidad, que perdió 9 integrantes en el proceso.

El resto de movimientos consistieron en reorganizar un poco el centro y preparar al flanco izquierdo para recibir la carga del temible Dragón de Esquirlas que esa estúpida Abominación había dejado indemne. Las Ratas Gigantes se colocaron para redirigir a los Matadores y Throt se encaró hacia el monstruo draconiano.

En la fase de magia, Thanquol logró colarles a los Enanos tanto un Rayo de Disformidad como el hechizo Plaga, ambos dirigidos a los Martilladores. El primer hechizo acabó con 5 de ellos y el segundo con 7. Los muy tozudos siguieron avanzando a pesar de las numerosas bajas.

Thanquol diezma a los Martilladores de Belegar invocando la terrible magia Skaven

Thanquol, en la fase de disparo, atacó con los Lanzallamas de Destripahuesos a los Orcos Negros liderados por Grumlock. Dos de sus guardia de élite cayeron y la moral de la unidad falló. Grumlock corrió en dirección contraria junto con su guardia personal.

Llegamos al cuerpo a cuerpo y decidimos empezar por la Abominación, que causó 4 heridas al Gigante. En vez de atacarla, el monstruo decidió por alguna inexplicable razón ponerse a gritar a pleno pulmón. Por suerte para nosotros, parece que cuando ensamblaron la Abominación, ls del Clan Moulder olvidaron coserle unas orejas , y no resultó afectada.

Muy cerca de allí, entre Queek y los Monjes de Plaga lograron desmoralizar al Ídolo de Gorko, al que persiguieron y atraparon. Parecía que el ataque Skaven era imparable.

Finalmente, en el combate entre los Enanos y el Aracnarock, la poderosa araña destrozó al Portaestandarte de batalla y a varios enanos sin recibir herida alguna. Los tapones siguieron ganando el combate por filas, flanco, estandarte (sí, los barbudos llevaban Estarte de Batalla y Estandarte normal en la misma unidad, no me preguntéis por qué), así que el Aracnarock volvió a chequear desmoralización y volvió a superar esa prueba con éxito. Ese monstruo estaba demostrando que valía cada uno de los puntos que los generales pielesverdes habían invertido en él.

Esta asombrosa hazaña marcó el final del turno 3 Skaven, con lo que llegamos al ecuador de la batalla con el siguiente marcador provisional:

PIELESVERDES: 875 puntos

SKAVENS: 470 puntos

ENANOS: 438 puntos

Turno 4 – Alianza Enana

Los Enanos volvieron a ganar en la tirada para decidir el orden de los turnos y, dado que el efecto del Estandarte de la Tempestad había pasado, decidieron que era el momento de ir a por todas.

Los Matatrolls cargaron contra las Ratas Gigantes, mientras que los Barbaslargas del lado opuesto del tablero cayeron como un martillo sobre el desprotegido flanco del Aracnarock. Cerca de allí, los Guerreros Enanos cargaron a los Snotlings.

Mientras, el Dragón de Esquirlas avanzó todo lo que pudo hacia Throt, flanqueado por el Girocóptero, que aterrizó al lado de la unidad de Ungrim, protegiendo su flanco. Frekky revisó la presión de su Cañón de Vapor y lo apuntó hacia el Lanzallamas de Disformidad. La unidad de Barbaslargas que había hecho huir a los Excavadores avanzó para apoyar la ofensiva.

Duregar y sus Barbaslargas por su parte, avanzaron hacia Skarsnik con determinación, con sus miradas de acero puestas en su ancestral enemigo. Había llegado el momento de que las armas hablaran, y… ¡por Grungni que las suyas lo harían con elocuencia!

Finalmente, en el centro, la unidad de Belegar había logrado alcanzar su objetivo y se desplegaba ahora protegiendo el antiguo Trono de Karak-Ocho-Picos. El legítimo heredero de la fortaleza volvía a pisar el ornamentado suelo en el que sus ancestros habían reinado con honor. «Ha valido la pena», pensó Belegar, mientras sus camaradas enanos luchaban y morían a su alrededor.

La fase de disparo siguió representando a la perfección la frustración Enana, puesto que sus proyectiles solamente lograron abatir a 4 Guerreros de Clan de la unidad de Throt de un cañonazo.

La tensión entre los Generales Enanos era tremenda en estos compases de la partida

El combate resultó breve y sangriento, pero mayoritariamente para los Enanos. Los Matatrolls eliminaron sin problemas a las Ratas Gigantes y mantuvieron la posición, mientras que los Guerreros Enanos empataron el combate contra los Snotlings, a los que hicieron pocas bajas. El desastre ocurrió una vez mas en el combate contra el Aracnarock. Esa odiosa monstruosidad acabó con la vida del Herrero Rúnico y del campeón de la unidad de Barbaslargas, y aunque perdió el combate, su tozudez volvió a evitar que se desmoralizara, manteniendo a las unidades de Enanos muy cerca de esos despiadados Dezpachurradorez descontrolados.

En su Gotzillana lucha particular, la Abominación esquivó el ataque del Gigante y logró hacerle una nueva herida, dejándolo a las puertas de la muerte.

La ofensiva Enana pendía de un hilo. La toma del Trono por parte de Belegar, actuando solo y sin apoyo podía decantar la batalla a su favor o precipitar un funesto desenlace.

Y llegó el momento de actalizar el marcador provisional:

PIELESVERDES: 1024 puntos

SKAVENS: 470 puntos

ENANOS: 668 puntos

Turno 4 – Whaaagh Pielverde

«Es que…¡Vamos ganando y se nos olvida que somos Orcos, coño!»
Grumlock, tras la resistencia heróica de Queek, el Coleccionista de Cabezas.

Finalmente la animosidad Pielverde hizo acto de presencia y afectó a 2 unidades de Goblins Nocturnos, los del centro y los del flanco derecho.

La unidad de Skarsnick declaró una carga a los Barbaslargas, pero un poderoso estandarte rúnico empezó a relucir y sus movimientos se vieron mágicamente frenados, por lo que la carga falló. En la otra punta del campo de batalla, el Gigante libre cargó contra la Abominación que estaba a punto de merendarse a su congénere.

Grumlock y sus Orcos Negros se reagruparon, encarándose hacia el flanco de la unidad de Queek.

Y entonces llegó la fase de movimientos aleatorios y se desató la locura. En el gráfico no aparecen la multitud de Fanáticos que recorrían el campo de batalla a estas alturas, pero varios de ellos resultaron letales. Aunque antes movieron los Dezpachurradores desclontrolados. Uno de ellos se alejó del combate, pero el otro atravesó las unidades en lucha con el Aracnarock matando escandalosas cantidades de Enanos a su paso. Luego, los supervivientes tuvieron que enfrentarse a la destrucción provocada por un Fanático, que tomó el mismo camino que el Dezpachurrador y acabó chocando con él, en una fabulosa explosión de vísceras y cadenas. Resultado: El Lanzavirotes Enano destruido, así como la unidad pequeña de Barbaslargas. La unidad grande quedó muy mermada y el Aracnarok sufrió también alguna herida.

Para finalizar su fase de movimiento, la unidad de Guerreros Orcos se colocó al lado de los Orcos Negros, amenazando el flanco de los Monjes de Plaga, y los Orcos Grandores marcharon en dirección al Trono. Los Pastores de Garrapatos salieron del bosque de setas y colocaron a sus bestias al lado de la unidad de Skarsnik, listos para caer sobre quien atacara al señor Goblin Nocturno.

En la fase de magia se produjo el siguiente hecho notable de este turno tan interesante. Y es que, tras usar un pergamino para evitar la Mano de Gorko sobre la unidad de Grumlock, el Gran Chamán Goblin Nocturno logró lanzar el hechizo ¡Whaaaagh! gracias al consumo de una seta y varias unidades Pielverdes pudieron completar cargas con éxito. Por un lado, Skarsnik logró finalmente su ansiada carga contra Duregar, mientras que Grumlock cayó sobre el flanco de Queek apoyado por la unidad de Guerreros Orcos que atacaron el flanco de los Monjes de Plaga.

En la fase de disparo, el Lanzapiedroz apuntó con cuidado a Thanquol y Destripahuesos, y aunque la distancia fue perfecta, el tiro se desvió lo suficiente como para caer sobre la unidad de Martilladores de Belegar, matando algunos. Y es que no hay mal que por bien no venga…

La batalla estaba desatada y había combates por todas partes. Los Guerreros Enanos del este empezaron finalmente a matar Snotlings, aunque había demasiados. El Aracnarock consiguió derrotar a la ya muy castigada unidad de Barbaslargas, que huyeron automáticamente al perder el combate contra una unidad que les causaba terror y les superaba en potencia. El monstruo los persiguió y los aniquiló sin piedad. Skarsnik y sus Goblins Nocturnos sufrieron una paliza a manos de los Barbaslargas, cuyo campeón se sacrificó para defender a Duregar. Ambos Gigantes intentaron acabar con la Abominación a base de garrotazos, pero la muy pilla superó ambos chequeos de iniciativa y los esquivó. Lo malo fue que con tanta finta se le olvidó atacar, pero gracias a esas maniobras logró desconcertar a uno de los Gigantes, que perdió pié y acabó aporreando a su compañero, en una escena por cuyos derechos los Monty Phyton nos hubieran pagado una fortuna.

Dos Gigantes y una Abominación, próximamente en los peores cines….

Finalmente, en los combates entre Skavens y Orcos, la situación era desesperada para Queek, que decidió retar a sus enemigos y morir luchando. Lo aceptó el campeón de la unidad de Orcos Negros y Queek logró la hazaña de causarle nada menos que 6 Heridas. A pesar del acobardamiento, los Orcos de Grumlok ganaron el combate por 2 puntos, pero Queek estaba en racha, y logró superar el chequeo de pánico y mantener firme a los pocos Guerreros Alimaña que quedaban. Eso sí, perdió la Furia Asesina, por supuesto. Los Monjes de Plaga, por el contrario, no resistieron y huyeron de los Orcos, que decidieron no perseguirlos.

Y así llegamos al final del turno, momento de hacer recuento:

PIELESVERDES: 1665 puntos.

SKAVENS: 470 puntos.

ENANOS: 668 puntos.

Turno 4 – Concilio Skaven

Al inicio de este turno, las Ratas Ogro de Throt chequearon pánico al estar demasiado cerca de los Monjes de Plaga que huían, y Enric, el General que encarnaba al Señor del Pozo Infernal, no quería que eso pasara así que usó una de sus «órdenes especiales» para intentar controlar la situación. No lo consiguió y las mutaciones del Clan Moulder huyeron.

Llegó la fase de declarar cargas y… se hizo el silencio. Las tropas de Throt podían cargar al Dragón de Esquirlas y a los Matadores, pero no se movieron. Thanquol y Destripahuesos tenían delante el Trono custodiado por un puñado de Enanos, pero tampoco declararon la carga. Lo curioso es que, desde el inicio de la partida, el General que encarnaba a Thanquol nos aseguraba que su objetivo eran los Enanos, pero justo en el momento en el que podía luchar de verdad contra ellos, el viejo Vidente Gris dió un paso al lado y buscó con la mirada alguna justificación para escaquearse de un combate difícil. Y entonces vió a Queek, rodeado de Orcos por todas partes, y se le ocurrió un plan desesperado.

– Ahora mismo vuelvo-vuelvo- Dijo a sus Guerreros de Clan- Voy a salvar-salvar a un importante jefe, vosotros id matándome a esas pocas cosas-barbudas de allí- Y ordenó a Destripahuesos a alejarse en dirección a los Orcos, con sus lanzallamas preparados.

En la fase de reagrupamiento, los Lanzadores de Viento Envenenado abandonaron el campo de batalla definitivamente, mientras que los Monjes de Plaga lograron recuperar el valor.

En cuanto al resto de movimientos, lo más destacable fueron los de los Corredores de Sombras y la pequeña de Ratas Gigantes, que se colocaron estratégicamente para redirigir a los enemigos.

En la fase de magia, viendo que Queek estaba en un apuro, Thanquol decidió desatar el inmenso poder que lograba a base de consumir ingentes cantidades de Piedra Bruja. El Ingeniero lanzó un Rayo de Disformidad a la lucha entre Duregar y Skarsnik, matándo tanto a Enanos como a Goblins. Luego el Vidente Gris intentó lanzar varios hechizos, consiguiendo lanzar con éxito el Aliento Pestilente sobre los Goblins Nocturnos que sufrían animosidad justo delante de él, diezmando la unidad.

Pero no acabó aquí el protagonismo del General Skaven. Luego ordenó a Destripahuesos achicharrar a los Pielesverdes cercanos con sus Lanzallamas acoplados, y tanto los Guerreros Orcos como los Orcos Negros sufrieron bajas por ello y deberían chequear pánico al final de la fase. Seguidamente mi Garrapulta de Plaga quiso unirse a la fiesta y alcanzó de lleno a los Guerreros Orcos, eliminando a muchos más. Luego le tocó el turno al Mortero de Viento Envenenado, que tuvo un problema y explotó. Los Jezzails apuntaron a la lucha entre los Gigantes y la Abominación, y eliminaron a uno de ellos que cayó hacia atrás sin mayores consecuencias. La Amerratadora disparó a Frekky y su Girocóptero, y le causó las 2 heridas de costumbre que lo dejaban al borde de la muerte. El Lanzallamas falló tu disparo pero no explotó, y finalmente el Cañón de Disformidad apuntó con cuidado al Dragón de Esquirlas y lo evaporó con un disparo de F6 que le causó las 5 heridas que le quedaban.

Con la tensión creciendo por todo el campo de batalla, los Orcos chequearon el pánico y ambas unidades fallaron, abandonando el combate que tenían ganado contra Queek, que no pudo perseguirlos. Aunque la verdad es que no me importó. ¡Queek vivía!

Advertencia: esta imagen contiene spoilers, puesto que es del turno siguiente, pero no me he podido resistir a ponerla aquí, puesto que ilustra perfectamente la huida de Grumlock y sus Orcos Negros hasta casi salir del campo de batalla

En la fase de combate cuerpo a cuerpo, la lucha entre Skarsnik y Duregar prosiguió, esta vez en forma de reto individual. Skarsnik resultó vencedor del lance y los Goblins Nocturnos lograron desmoralizar a los Enanos que abandonaron sus armas y huyeron para salvar sus vidas. Todo el mundo sabe que la raza de tapones no salió precisamente ganadora en el reparto de piernas por lo que, como de costumbre, fueron alcanzados y aniquilados por unos exultantes Goblins. Mientras, cerca de allí, los Guerreros Enanos seguían masacrando Snotlings, como si eso significara algo a estas alturas.

Y así finalizó el turno 4. Los Pielesverdes seguían ampliando su ventaja inexorablemente.

PIELESVERDES: 2343 puntos.

SKAVENS: 995 puntos.

ENANOS: 668 puntos.

Turno 5 – Alianza Enana

Los Enanos empezaron su turno muy desanimados, pero determinados a jugar sus últimas bazas en la partida. Ungrim, harto de que lo bailaran junto a su unidad de Matatrolls, decidió declarar una carga en solitario a los Corredores de Sombras, que reaccionaron huyendo. En el centro, la unidad de Belegar estaba demasiado alejada de Thanquol como para cargarlo, aunque lo veía. Así que los Generales Enanos decidieron que el Señor del Clan cargara en solitario contra el Vidente Gris y su monstruosidad. Sonreían demasiado, por lo que dedujimos que ese personaje estaba equipado para matar. Aun así, Thanquol mantuvo la posición, confiando en su fiel Destripahuesos para acabar con el molesto Señor Enano.

Un héroe Enano solitario cae sobre la rataguardia de Thanquol y Destripahuesos

El resto de movimientos consistieron en avanzar con los Barbaslargas tras los Matadores y un vuelo rasante de Frekky y su Girocóptero con intención de freir algunos Guerreros de Clan.

En la fase de disparo, finalmente los Enanos demostraron su efectividad matando al Aracnarok de un cañonazo, achicharrando unos 15 Goblins Nocturnos de Skarsnik con su Lanzallamas y vaporizando un puñado de Skavens con el Girocóptero. Lástima que esa demostración de poder llegó muy tarde. Skarsnik falló su chequeo de pánico y él y su unidad huyeron por patas alejándose del artefacto enano.

Los Guerreros Enanos del este siguieron matando Snotlings, aunque bajaron un poco el ritmo. En el combate estrella, el Señor del Clan, en un desenlace fráncamente decepcionante (al menos para Queek y Throt), falló 3 de sus 4 ataques impactando a 2+ y solamente causó 1 triste herida a Destripahuesos, que no le hizo nada en respuesta y el combate acabó en empate.

En su combate particular, la Abominación finalmente logró acabar con el segundo Gigante, abriendo un maravilloso futuro de dolor para el flanco Orco si se reagrupaba.

La partida seguía muy decantada a favor de los Pielesverdes, como indicaba marcador actualizado:

PIELESVERDES: 2343 puntos.

SKAVENS: 1200 puntos.

ENANOS: 1088 puntos.

Turno 5 – Whaaagh Pielverde

El turno empezó bastante mal para los Pielesverdes. La unidad de Goblins Nocturnos del centro sucumbió a su animosidad natural de nuevo y el Gran Chamán entró en pánico al ver huir a las unidades de Orcos que lo acompañaban. Por tanto, la única carga que pudieron realizar fue la de los Goblins Nocturnos de más al este, que cayeron sobre el flanco de los Guerreros Enanos que seguían entretenidos con los Snotlings.

Los Orcos Negros se reagruparon junto a Grumlok, justo delante de la muy desmejorada unidad de Queek y bastante lejos de la Abominación, mientras que sus compañeros Orcos seguían corriendo a su lado. Skarsnik y sus pocos Goblins Nocturnos tampoco lograron reagruparse y siguieron huyendo este turno. El resto de movimientos consistieron en acercar al centro el resto de unidades, con la evidente intención de reclamar el Trono de Karak-Ocho-Picos para su bando.

La fase de magia fue inexistente, puesto que un Chamán estaba huyendo y el otro en combate, pero la fase de disparo compensó con creces esa eventualidad. Apuntando con cuidado, Víctor, el General Goblin que encarnaba a Skarsnik, logró un impacto directo de Lanzapiedroz sobre Thanquol. Aquí vino una fase un poco «tensa», puesto que todos nos jugábamos mucho, y la interacción de un arma de plantilla con un combate en marcha y con uno de los contendientes montado en monstruo resultó que tenía miga, pero al final conseguimos resolverlo. Y el resultado fue que el pedrusco cayó sobre Thanquol, que falló su salvación especial y desapareció en un cráter de polvo y esquirlas cuando prácticamente podía tocar el dorado Trono Enano.

En la fase de combate, los Goblins Nocturnos y los Snotlings lograron derrotar a los Guerreros Enanos que huyeron y, para variar, fueron alcanzados. En el centro, Destripahuesos solamente logró herir al Señor del Clan, pero el héroe enano volvió a pifiarla a lo grande y solamente pudo hacer una herida al monstruo, por lo que perdió el combate y huyó automáticamente, siendo perseguido y alcanzado por el monstruo.

Y así acabó el quinto turno Pielverde, ampliando distancias:

PIELESVERDES: 3008 puntos.

SKAVENS: 1342 puntos.

ENANOS: 1088 puntos.

Turn 5 – Concilio Skaven

Para cargar a los Matatrolls, Throt tenía que maniobrar ligeramente para esquivar una columna. Enric, el General Skaven, se agarró a esa dificultad con uñas y dientes y declaró «Uff, muy difícil. Lo siento. No puedo cargar».

Al inicio de turno, los Jezzails vieron correr a las Ratas Ogro demasiado de cerca y decidieron salir por patas. Lo habitual en un ejército Skaven, vamos. Luego Destripahuesos chequeó en la tabla de Reacción de Monstruos al haber perdido a su jinete y haber fallado el chequeo de liderazgo. Sacó un 3, por lo que debería cargar a una unidad visible (enemiga preferentemente), o atacarla con sus armas a distancia. Nos convenía muchísimo que el monstruo usara sus armas a distancia, por lo que inmediatamente nos pusimos a trazar un plan maléfico.

Antes de empezar la fase de movimiento, Queek usó su regla especial «contraórdenes» para hacerse el control provisional de la Abominación de Throt que pululaba cerca de él, y lo logró por pura justicia narrativa. Ordenó a la monstruosidad cargar a su lado, y cayó como una exhalación sobre Grumlok y su unidad de Orcos Negros que se acababan de reagrupar. Era una maniobra muy arriesgada, puesto que Queek estaba herido y solamente contaba con un puñado de Alimañas a su lado, pero estábamos perdiendo de mucho la batalla y era el momento de poner toda la carne en el asador.

Declaramos carga también con las Ratas Gigantes a la unidad de Grandotez, para impedir que Destripahuesos pudiera hacerlo, con la esperanza de que sus lanzallamas nos ayudaran luego. Finalmente, el Portaestandarte y su escolta de Esclavos cargaron contra unos Goblins Nocturnos cercanos, los que se habían pasado dos turnos seguidos discutiendo, y parece que la estrategia finalizó la reyerta puesto que todos se giraron y huyeron al unísono.

Ni las Ratas Ogro ni los Corredores de Sombras se reagruparon este turno. En la fase de movimientos normales, el flanco de Throt reculó para alejarse de nuevo de los Matadores, en una clara indicación de que ya le parecía bien perder el Trono de Karak-Ocho-Picos con tal de que Thanquol y Queek perecieran en el proceso. Marc y yo abucheamos a Enric todo lo que pudimos, pero se mostró inflexible en su cobarde (aunque trasfondística) decisión.

La fase de magia se ejecutó sin pena ni gloria debido a la ausencia de Thanquol, así que pasamos al disparo. El Cañón de Disformidad evaporó del campo de batalla al gran Chamán Goblin Nocturno que huía, mientras que la Amerratadora finalmente abatió al Girocóptero de Frekky. La desgracia del turno llegó cuando Destripahuesos intentó usar sus lanzallamas sin la supervisión de Thanquol, con el previsible resultado de enorme explosión y monstruo incinerado.

En la fase de combate, las Ratas Gigantes huyeron de los Grandotes, como era de esperar. En el combate estrella, Queek retó a Grumlok a un combate singular que el Orco aceptó renuente (no tenía más opción). Queek estaba seguro de poder eliminar a su contrincante, pero durante las batallas previas Grumlok había mejorado mucho su técnica de combate (Xavi había tenido mucha potra y con cada derrota su General volvía de la muerte mejorando algún atributo) y su equipo (también le había robado la armadura a Duregar en una partida de la campaña), por lo que Queek solamente pudo herirlo. Grumlok a su vez logró abatir a Queek y, aunque ganamos el combate por un punto, los Orcos se mantuvieron firmes y toda posibilidad de remontada quedó prácticamente cercenada.

Ya solamente quedaba un turno, y el resultado de la batalla era el siguiente:

PIELESVERDES: 3308 puntos.

SKAVENS: 1777 puntos.

ENANOS: 1088 puntos.

Turno 6 – Whaaagh Pielverde

La animosidad fue clemente y no afectó a ninguna unidad. Al inicio del turno, Gorfang y sus chicoz, decididos a mantener la épica hasta el final, cargaron contra Belegar y los pocos defensores del Trono que quedaban en pie. La unidad grande de Guerreros Orcos se reagrupó y los Goblins Nocturnos huyeron por pánico. Skarsnik siguió huyendo y ya no se reagruparía en lo que quedaba de partida.

El resto de movimientos consistieron en algunas recolocaciónes y rápidamente pasamos a la fase de disparo, en la que el pedrusco del Lanzapiedroz se desvió de su objetivo y cayó sobre los restos de la manada de Ratas Gigantes, que aniquiló.

En el combate cuerpo a cuerpo, Belegar brilló con luz propia y a los pies del que antaño era el Trono de su familia despedazó a orco tras orco. Los supervivientes de la unidad de Martilladores sucumbieron ante la avalancha de ataques, pero el Rey Enano se mantuvo firme en su intención de recuperar su antiguo cargo y no huyó.

El combate entre Orcos Negros y Abominación siguió con algunas bajas entre los Orcos pero con los Skavens aguantando el tipo.

Y los Pielesverdes siguieron ampliando su ventaja:

PIELESVERDES: 3667 puntos.

SKAVENS: 1777 puntos.

ENANOS: 1088 puntos.

Turno 6 – Concilio Skaven y Alianza Enana (final)

Las tropas de Thanquol se habían pasado toda la partida evitando entrar en combate contra Belegar, pero se les habían acabado las excusas. El Rey Enano combatía solo contra una ingente cantidad de Orcos Grandotez liderados por Gorfang al pie de su amado trono, completamente de espaldas. En estas circunstancias los Guerreros de Clan decidieron hacer su movimiento final y «arriesgarse» a cargar. Curiosamente, viendo que Throt era ya el único General Skaven en pie, Enric quiso labrarse un nombre con tropas ajenas e intentó adueñarse de su potencial victoria con unas «contraórdenes», pero fracasó miserablemente.

La imagen que resume toda la partida: Belegar solo, a los pies del Trono de Karak-Ocho-Picos, defendiéndolo a pesar de estar completamente rodeado de Orcos y Skavens.

A parte de reagrupar los Corredores de Sombras, no hubo ningún movimiento clave en este turno, y ni las fases de magia ni disparo trajeron alegrías destacables. Recuerdo que se lanzaron algunos proyectiles sobre la unidad de Matatrolls, y unos pocos cayeron derribados, pero eran indesmoralizables eso no iba a afectar el resultado de la contienda.

En la fase de combate, Grumlock finalmente logró abatir al último Guerrero Alimaña, aunque la Abominación siguió la lucha empecinada. Luego pasamos al combate principal. Nadie logró hacer mella en la armadura de Belegar, que a su vez mató a 3 nuevos Orcos Grandotez. Calculamos los resultados del combate y vimos que Belegar había perdido contra los Skavens de 7 puntos y contra los Orcos de 2. El pobre Gonzalo falló ambo chequeos de desmoralización y Orcos y Skavens nos dispusimos a perseguir. Acordamos que aquel que persiguiera más lejos se llevaba el Enano al agua, esto… se llevaba los puntos de Belegar. Lamentablemente, a los Skavens les entró un ataque de pereza (sin duda propiciado por las incomprensibles órdenes de Throt al inicio del turno) y fueron Borgrut y sus chicoz los que alcanzaron y eliminaron al Rey enano. Eso nos dejaba a nosotros el control del Trono al final de la partida, pero sumaba de nuevo más puntos de victoria al ya abultado marcador Pielverde.

Finalmente, viendo que ya poco podían hacer para ganar, los pocos Enanos supervivientes renunciaron a jugar su último turno (o se nos olvidó con las prisas, que todo puede ser) y pasamos a contar los puntos de victoria totales:

PIELESVERDES: 4268 puntos.

SKAVENS: 1977 puntos.

ENANOS: 888 puntos.

Así que, tras 6 laboriosos turnos la Batalla Final por Karak-Ocho-Picos terminó con una abuldada Victoria para los Orcos Y Goblins.

COMENTARIOS FINALES:

Personalmente acabé la partida tremendamente satisfecho. Por un lado, habíamos logrado acabar una Campaña que nos había llevado más de un año jugar, y además lo hicimos con un evento espectacular con nada menos que 9 jugadores. Es cierto que cada uno de nosotros manejaba pocos puntos individualmente, pero cada bando consistía en 4500 puntos o más, por lo que hablamos de un confilcto realmente grande.

La partida en si fue bastante interesante, y trasladó a la mesa momentos estelares, como la defensa desesperada de Belegar o la muerte de Thanquol (que seguro que no está muerto del todo y volverá, como siempre). Me alegro especialmente de la victoria Pielverde, puesto que en mi opinión fueron el «equipo» que más se lo curró. Actuaron coordinadamente, con un buen plan desde el inicio y, a pesar de disponer de cierta desventaja por ser la facción que menos victorias acumulaba de la fase anterior, se sobrepusieron y arrasaron nada menos que a 4 Generales enemigos.

Los Skavens, por nuestra parte, nos lo pasamos muy bien amenazándonos e insultándonos durante la fase previa, pero desde el principio se vió que no ibamos a jugar de forma coordinada. Thanquol se colocó en al frente del ataque de forma innecesaria, mientras el covarde de Throt insistía en reclamar una «posición de honor» en la retaguardia de uno de los flancos. En definitiva, los Skavens nos presentamos a un picnic mientras que los Orcos y Goblins vinieron preparados para todo.

Los Enanos, por su parte, se pasaron la partida sufriendo. Sufrieron contra el Aracnarock y los Despachurradorez, sufrieron por culpa del Estandarte de la Tormenta y, sobre todo, sufrieron rachas contínuas de pésimas tiradas que poco a poco minaron su resolución y acabaron con sus aspiraciones. Si los Skavens actuamos como una alianza descoordinada y los Pielesverdes fueron un ¡Whaaaaagh! unido, la opción que eligieron los Enanos consistió en una «Hermandad de Generales», con las tropas comunes a todos ellos. Pero pudiera ser que Warhammer no está preparado para este tipo de participación puesto que, en mi opinión, la búsqueda de consenso penalizó sus decisiones tácticas en momentos clave.

Foto final de los 9 Generales en el Club Alpha Ares, tras finalizar la partida

En general, recordaré siempre esta Campaña por la ilusión y las ganas que le pusieron tanto su creador Víctor como sus participantes. Ha sido un evento perfecto para conocer a nuevos aficionados, ver ideas interesantes sobre otros ejércitos (incluso el propio, puesto que había otros dos participantes Skavens de los que aprendí mucho) y olvidar por momentos las notícias tan complicadas que asolan la Vida Real TM, con su Pandemia Mundial a la cabeza. Ah, por cierto, por si alguien se lo pregunta, en el momento en el que se jugó la partida estaban permitidas reuniones de hasta 10 personas y éramos 9, procuramos llevar mascarilla el máximo tiempo posible y ventilar el club constantemente. Dicho esto… también confesaré que hoy no repetiría la experiencia, o lo haría pero de distinta forma. Pero jugamos a principios de septiembre, y todos hemos aprendido mucho desde entonces.

Un saludo a los lectores que hayan conseguido llegar hasta aquí. Espero volver pronto porque significaría que podré jugar de nuevo en breve. ¡Que todas vuestras tiradas sean críticos!

Mathy

Acerca de Mathy

He visto cosas que los humanos no creerían... Atacar naves en llamas más allá de la Estrella de la Muerte... He visto a Chtulhu brillando en la oscuridad más allá de las puertas de Arkham... Todos estos momentos se perderán en el tiempo, como... los 18 en Carisma.

10 comentarios en «[Juego] Informe de Batalla: Campaña por Karak-Ocho-Picos, la batalla final.»

  1. Genial informe!
    Me ha trasladado nuevamente a la partida… que risas, que tensión… con ganas de volver a coincidir con todos los implicados aunque antes toca otra batalla muy especial que estamos gestando los generales pielesverdes 😉

    Un saludo!

  2. Buen informe y mejor partida. Me parece que las partidas multibando son un recurso infraexplotado pero TREMENDAMENTE divertido, y me alegro de que pudiérais celebrarla.
    Mi especial enhorabuena a los generales pielesverdes por su muy abultada victoria, ziempre confié en vozotroz chicoz, Karak-Ocho-Picos es nuestro. 😛
    Cordo

  3. Quina feinada d’informe. Moltíssimes gràcies Mathy he disfrutat molt llegint-lo

  4. Una de las partidas de warhammer en la que mas he disfrutado! Fueron muchas horas (12!) pero repetiria sin duda.
    Recuerdo especialmente el ataque magico en el turno 3 sakaven, donde Gonzalo dijo:”Dejalos entrar (los hechizos), que puede passar?”…
    Y un poco de lloro enanil, que sino no seriamos enanos autenticos. En el ultimo turno, en la batalla de Belegar contra el mundo, no nos acordamos que era tozudo asi que el chequeo de L se podria passar mas facilmente y aguantar hasta el final de la partida…pero eso ya sera en la proxima batalla!

  5. Muchísimas gracias por el informe. Es brutal, el esfuerzo de escribirlo y mostrar la capacidad de warhammer de crear escenarios espectaculares con un trasfondo inmersivo impresionante. Que viva Warhammer!

  6. Me ha encantado el informe de batalla. Más que por la batalla en sí, me he visto espiando el trono, con traiciones, heroicidades, momentos épicos… Una batalla así tiene que ser impresionante, pero además narrada Mathy-style, es que es para disfrutar.

    Enhorabuena por la partida (y envidia sana por no haber estado allí, lo reconozco).

  7. Que pasada de informe de batalla!!! Gracias por compartirlo y por el currazo

  8. Pingback: La batalla per Karak-8-pics – El gran Waagh Goblin

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