[Escalada a 2] Infinity, EPR: Ejército de Choque de Acontecimento

¡Saludos, mayanautas!

Aunque todos sabemos que hice trampa (el Akalis y el Bagh-Mari ya estaban pintados), ya he completado el objetivo de este mes y el que viene que era el starter. Me quedarían por pintar un par de figuras de otra cosa. Pero ya, con paciencia, escogeré y aprovechando que por suerte voy bien de tiempo e intentaré echar por fin la partida de rigor si me es posible (lo ideal sería convencer para jugar a un coleguita ariadno).

Comentar que mis panocos suelen ir en rojo y gris oscuro y el Akal está pintado para encajar en genérico que es donde uso al resto de sus compañeros y guardar cohesión con la unidad. Todas las demás tropas típicas del sectorial de Acontecimento están pintadas en tonos verdes por el rollo selvático, en ocasiones los verdes son cantosos porque un pintado mas realista a veces desmerece este tipo de minis.

Y sin más aquí os los dejo.

El padre Romero fue el primero en llegar a la sala donde se les había convocado, el habitáculo era austero, con una iluminación más bien pobre y unas cuantas sillas de plástico dispuestas en el centro de la sala. El padre era un hombre tranquilo, acostumbrado a todo por su largo historial al servicio de PanOceanía, había visitado casi todos los confines de la galaxia, incluido Paradiso, ahora infestado de alienígenas. El planeta parecía distinto cuando el combatió contra Yu Jing en la legendaria batalla de Rilaspur, parecía lleno de esperanza y posibilidades para la humanidad, sin embargo había resultado el lugar que bien podría ser el comienzo del fin para la humanidad. A veces Romero se preguntaba en que parte del plan de Dios encajaban esos monstruos alienígenas, pero a fin de cuentas el era un simple sacerdote, un Caballero de Montesa, alguien insignificante como para cuestionar la sabiduría del Señor.

Un hombre joven con turbante entró en la sala y le sacó de sus pensamientos, por las enseñas de su uniforme debía de ser un comando akal. Romero detestaba a los Akalis, empeñados en ceñirse con fanatismo a su religión pagana. No es que el sijismo estuviese mal en sus conceptos, de hecho en muchos puntos coincidia con el cristianismo y estaba convencido de que ese único Dios al que los Sij veneraban era el mismo que el suyo, pero se equivocaban en la forma de hacerlo, y eso lo sacaba de sus casillas. Los sij no confiaban en el Papa de Neoterra ni acataban sus mandatos ellos seguían a falsos profetas denominados gurús, una blasfemia que se veían obligados a tolerar por todas esas chorradas de la diversidad cultural.

–Hola , mi nombre es Tarak Singh –el indio sonrió –. Supongo que esta usted también aquí por esto –el Akal saco una carta del bolsillo de su uniforme.

–Así es –respondió secamente el padre.

La sala se quedó en silencio un rato, dado que el Montesa no parecía tener muchas ganas de conversación, hasta la llegada de tres Regulares luciendo armadura de combate, llenos de barro y con el fusil al hombro.

–Hola –dijo un hombre moreno que pasaba de la treintena–. Acabábamos de regresar a la base y nos han mandado directos aquí. ¿Alguien sabe de qué va esto?

El Montesa no contestó y se limito a volver a sus pensamientos mientras el indio se presentaba de nuevo y se disculpaba por no saber más que ellos.

–Genial, nadie tiene ni idea –exclamó el regular de melena rubia y barba de tres días–. Yo me llamo James Ford, aunque todos me llaman “Sawyer”, la historia es larga y algo absurda, así que paso de contarla. Ellos son Catalina y Jacobo, aunque a este último solemos llamarle por su apellido, Pastor.

Mientras se presentaban hizo su aparición otro hombre vestido de uniforme y con las insignias que le delataban como un Bagh-Mari.

–Os he oído por el pasillo, y yo tampoco sé qué hacemos aquí.

–Quizá yo pueda serles de ayuda, Señor Blake –una mujer rubia, vestida con el uniforme típico de los “mandos de oficina” ,como solían denominarles habitualmente las tropas mas habituadas a ensuciarse las manos, interrumpió y con un gesto les indicó que se sentaran.

–Bienvenidos, señores y señora, están aquí porque han sido seleccionados para asentar las bases de lo que será una fuerza de choque destinada a el cumplimiento de operaciones comprometidas, rápidas y de vital importancia estratégica. Este proyecto recibe el nombre en clave de Proyecto Escalada, todos ustedes han destacado en el cumplimiento del deber y por ello recibirán entrenamiento especial destinado a reforzar sus puntos flacos y afilar aún más sus habilidades –la mujer hizo una pausa–. Con el tiempo se unirán a ustedes mas miembros que hayan demostrado tener las aptitudes necesarias para este trabajo. La participación en este proyecto les dará opciones extra para el acceso a la resurrección y reportará un incremento salarial del quince por ciento. Espero verles aquí mañana a las siete y media de la mañana para la sesión informativa y comenzar el entrenamiento a las ocho.

La oficial echó un vistazo a los allí presentes que en general parecían sorprendidos.

–Si no tienen preguntas pueden retirarse a descansar, van a necesitarlo.

La mujer se fue sin mediar mas palabra y poco a poco la fueron siguiendo su ejemplo el resto. Ahora ya sabían por qué les habían reunido allí, la única duda era lo que les depararía la mañana siguiente.