[Frostgrave] Primeras impresiones

Saludos, Señores de la Guerra.

Ayer Undomain y yo quedamos por la mañana para probar dos juegos. Del segundo os hablaremos en otro post, el primero fue Frostgrave…

Por si hay algún despistado, Frostgrave es el éxito del año de Osprey. Se trata de un juego de escaramuzas que enfrenta dos magos, cada uno con un aprendiz y un puñado de guerreros. Bueno, la «banda» es personalizable en cuanto a objetos y secuaces, pero para este primer enfrentamiento Undomain trajo la mejor combinación cuando estás enseñando un juego: dos ejércitos (o bandas) completamente iguales. En nuestro caso era un hechicero, un aprendiz, tres arqueros y cuatro guerreros normales a pata.

Algo que me quedó muy claro es que el juego, como escaramuza casual, no vale tanto como por ejemplo In Her Majesty’s Name; es en el modo campaña donde Frostgrave brilla, con personajes evolucionados, heridas y gestión de la capital (al más puro estilo Heroes of Might & Magic, donde sí, la herrería te da más armadura, etc). Como juego casual es un juego más de escaramuzas.

En cuanto al mecanismo del juego, es fácil (más o menos). El juego usa d20, pero (y aquí está mi principal y ¿única? queja del juego) si hay pocas miniaturas (es el caso) uno tiene la sensación de que hay más azar que estrategia. Y así es; el peso del azar es demasiado determinante. Si el componente aleatorio va de 1 a 20 y el componente «atributo» va de 1 a 5 (habitualmente), tenemos que el azar pesa mucho más que los perfiles, con lo que se dan situaciones como que en turno 1 yo pueda matar de un solo disparo al hechicero principal enemigo (le hice 10 heridas de 14), debilitando la balanza por completo. En este caso Infinity , Warhammer o Warmachine (por ejemplo) es un juego que ha tratado muy bien la ponderación del azar y los perfiles. Sí, es cierto que en una campaña avanzada y si disparas a través de 8 setos la tirada está complicada, pero se pueden dar estas situaciones.

Salvo ese detalle, el juego en general me ha dejado un buen sabor de boca tras una primera partida. La activación es alterna por «grupos»; primero se activa el hechicero y hasta 3 miniaturas amigas a 3″ o menos (tú eliges cuáles en cada activación), luego tu oponente el hechicero y hasta 3 miniaturas; luego tú activas el aprendiz y hasta 3 miniaturas amigas cercanas, luego el oponente lo mismo, y por último tú activas todos los secuaces y el oponente lo mismo. Esto quiere decir que si te matan al mago o al aprendiz y tu oponente los tiene con vida, tendrá ventaja de movimiento; que para maximizar tu opción de mover antes (y sí, es importante) tienes que pensar dónde dejas el aprendiz y el hechicero; que cada turno quien «va primero» es aleatorio… Vamos, que no es el yo hago cosas media hora y tú miras, sino que va variando.

Cada miniatura puede hacer una acción más moverse. Las acciones pueden ser disparar, mover otra vez (mitad de movimiento) o combatir. El lanzamiento de hechizos es muy sencillo (1d20, dificultad a superar en el propio hechizo; si hay hechicero enemigo a 18″ puede lanzar 1d20 y si supera la tirada del lanzador, hechizo dispersado). El combat está bien pensado, ambos combatientes lanzan 1d20 y suman su combate, quien saque más golpea al otro. No hace falta hacer una segunda herida; el resultado de su primer dado es también el daño, se resta la armadura y la diferencia son las heridas que hace. Simple, efectivo, rápido. Y, dado que muchas miniaturas tienen más de 10 heridas, no tan letal como podría parecer. El disparo es parecido: 1d20 + disparo vs 1d20 más combate de la miniatura objetivo, si es superior impacta. A estas tiradas hay que sumar bonificadores (combate múltiple) o penalizadores (obstáculos cuando disparas), pero en ningún momento se hace complicado o farragoso.

Si le sumamos que es un juego donde se exige saturación de escenografía, unos 80 hechizos a elegir, distinto equipo, partidas con objetivos, aparición de Monstruos-PNJ y demás, ampliaciones ya anunciadas… tenemos que es un juego más que recomendable. Tras la primera partida me dio la sensación de ser una agradable mezcla de Mordheim, Infinity y Círculo de Sangre.

¿Perfecto? Ni mucho menos. Al alto peso del azar (para mi gusto) se le suma la carencia de razas (yo llevaba no muertos y se comportaban exactamente igual que los enanos de Undo… algo que no me gusta nada), el hecho de que sólo esté en inglés, y la necesidad de disponer de mucha escenografía, hace que no sea un juego «para todos los públicos». Sí es, sin embargo, un juego para un grupo más o menos fijo de jugadores que gusten de hacer una campaña larga.