Saludos, Señores de la Guerra.
El parroquiano Tuik nos ha pasado un artículo en Blood, dice and darkness en el que Rick Priestley se «suelta» y nos explica cosas sobre Games Workshop. Muchas se sabían, pero resulta bastante entretenido ir repasando la historia de la gran empresa de nuestro mundillo…
Para los que no dominéis bien el inglés, os cuento un poco de qué va.
En una primera parte del artículo hablan sobre todo con Ian Livingstone, que explica cómo empezó todo con tres colegas decididos a vender juegos de rol en Londres, editando el fanzine conocido como White Dwarf, y la creación de la compañía hermana Citadel dedicada a vender muchas miniaturas para usarse en juegos de rol.
Pero los jugadores de rol compraban pocas miniatuas (compran sus aventureros y poco más) y Citadel era para vender muchas. Además a Games Worskhop se le acababa el contrato para distribuir D&D en Europa, por lo que necesitaban algo para vender más. Fue entonces cuando Bryan Ansell habló con Richard Halliwell y Rick Priestley para que hicieran un juego con el que vender montones de miniaturas: Warhammer. (¿Algún sorprendido en la sala? Desde su creación Warhammer ha tenido como principal objetivo vender miniaturas).
Rick cuenta que ellos (los que eran veinteañeros a principios de los ’60) habían mamado mucha ciencia ficción de la buena, y habían sido modelistas desde siempre (si hoy en día es habitual ver una consola, entonces era habitual ver maquetas de aviones y Meccanos, unos juegos de construcción). Además sus padres se habían criado durante la Segunda Guerra Mundial (o habían luchado en ella) con lo que el tema bélico lo tenían bastante interiorizado y era muy habitual jugar con soldaditos de juguete. Priestley por ejemplo aprendió a diseñar reglas gracias a una revista de Meccano.
Priestley se unió al equipo de Games Workshop (donde todos hacían de todo, hasta el jefe Ansell cogía cajas si era necesario) en venta directa, pero estuvo encantado cuando tuvo que hacer Warhammer junto a Halliwell. Las pocas órdenes de Ansell para crear el juego eran hasta lógicas: tenía que haber reglas para usar todas las miniaturas Citadel, y tenía que usar dados de seis caras porque cualquier chaval tendría esos dados por casa. Rick comenta que Warhammer se vendió muy bien porque «podías meter un zurullo en una caja y se habría vendido si tenía las palabras juego de rol en ella«. (Literal).
Pero hubo un problema, los planes de Bryan Ansell incluían trasladar todo de Londres a Nottinghamshire (de Games Workshop a Citadel); aunque los trabajadores barajaron la opción de cambiar el nombre a las tiendas «era muy caro» y terminaron por mudarse o por irse de la compañía. Explica en la entrevista que por aquella época había cierto tumulto entre los mineros de la zona y la policía más de una vez les paraba pensándose que eran mineros.
Pero Warhammer siguió adelante. Llegados a la tercera edición decidieron sacar (por fin) el Rogue Trader, o sea Warhammer en el espacio. Una idea que (a todos esos fanáticos de la ciencia ficción) les encantaba (ya habían hecho reglas desde el primer año en el primer Citadel Compendium); sin embargo se alimentaron en parte del Laserburn de Bryan Ansell, y crearon un juego de rol con toques de fantasía y ambientado en el espacio. Y, sin embargo, cuando lo crearon fue un «vamos a meter todo lo que se nos ocurra». No sólo por las facciones fantásticas (enanos del espacio, elfos del espacio, etc.), sino que tomaron cosas de Dune, Heinlein, Moorcock, Lovecraft… aunque la base de todo fue el poema Paraíso perdido de John Milton (del año 1667) donde una facción de los ángeles decide derrocar a Dios… sí, según palabras del propio Priestley, «toda la Herejía de Horus es una parodia de la caída de Lucifer descrita por Milton»… en el siglo XVII. Aunque la intención de Priestley de ironizar sobre Dios (no se sabe si el ser más poderoso ni siquiera existe) parce que se fue diluyendo.
(Rick habla también de la pasión de Ansell por la música, y sobre un juego de «monta tu propio robot para hacer peleas» que al final no hicieron).
Y Games Workshop siguió creciendo. En gran parte por cómo enfocaron su negocio; en vez de venderse en tiendas «externas» fueron creando tiendas Games Workshop (si una ciudad tenía un equipo de fútbol importante, podía tener una tienda GW) donde enfocaban las tiendas como «escaparates». Los dependientes eran fanáticos también de Warhammer, eran los «hermanos mayores» que los chavales querían; así conseguían reclutar nuevos jugadores. Esto fue lo que provocó su gran expansión, saber que en las tiendas es donde podían hacer que la gente más conociera sus juegos, no sólo vendiendo sino haciendo torneos y enseñando a pintar.
Se decidió ampliar sus mundos, lanzando juegos que podían explorar otros aspectos muy distintos. Así, de 40k nacieron Necromunda (escaramuzas más roleras en ciudades-colmena, aunque ya hablé de su prejuego Confrontation) y Gorkamorka. (Aquí hay algo del artículo que no me encaja. Rick parece que hable como «y entonces decidieron expandir», cuando Space Hulk, Man’o’War o BloodBowl, juegos con muchísimo más éxito que Necromunda y Gorkamorka, hacían lo mismo… desde hacía diez años).
Ansell había dejado el liderazgo de Games Workshop, cuando ésta entró en bolsa a principios de los ’90. (Aquí ni Rick ni el entrevistador hablan de su salto al otro lado del charco, teniendo el terreno estudiado gracias a experimentos como Heroquest, Cruzada Estelar o Battle Masters); Tom Kirby era el dueño después de una compra de acciones. Según explica Rick, Necromunda y Gorkamorka no tuvieron el éxito esperado. De hecho se imprimió demasiado material en otros idiomas (francés, español, italiano), tanto que la empresa se quedó al borde de la bancarrota. Y aquí permitidme que haga de nuevo un inciso; ¿cómo es posible que una empresa de tal tamaño tuviera un error tan grande con el material impreso (que, de verdad, es bastante barato) como para estar al borde de la bancarrota? Ahí hay algo que se me escapa y que Rick no quiere explicar (o no conoce), porque por experiencia propia, el error debería ser exageradamente grande (insisto, traducir y editar los libros de juegos de especialista a otros idiomas es «calderilla»). Es más, si tuvieron «varios semi-desastres», coñe, si al primero ves que te has pasado de muchísimo, el siguiente la producción la ajustas.
Pero me dejo de elucubraciones y vuelvo a las palabras de Rick. Según comenta, «el apetito por juegos nuevos desapareció». Aquí supongo que se referirá al «mercado global», porque al menos en los círculos entre los que me he movido siempre, un nuevo juego de Games Workshop era «compra obligada». Quizá esperaban que fuera tan potente como los dos grandes, no sé. Es remarcable la frase de Priestley: «No es que fuera mala idea [los juegos de especialista], creo que no supieron administrar el stock o las nuevas divisiones de ventas». Dicho de otra forma, la empresa creció y no supieron cómo crecer orgánicamente (=de forma controlada). Esto lo he visto en otras empresas, crecen más de lo que deberían y en vez de hacerlo a una velocidad controlada (y ya iremos adaptándonos) lo hacen intentando acaparar el máximo. «Quien mucho abarca, poco aprieta», que decía mi abuela.
Para mí una de las frases estrella. «El Studio, la parte creativa de Games Workshop, siempre se había mantenido aparte del departamento de ventas. Una cosa que dijo Bryan [Ansell] es que si los del departamento de ventas o márketing estuvieran a cargo del Studio, esto destruiría el Studio… y es exactamente lo que ha pasado». Y sí, se refiere a que ya no se sepa el escultor de las miniaturas, a Octava y al Fin de los Tiempos, a las «maxituras» y a tantas otras cagadas de los últimos tiempos.
Sobre el Señor de los Anillos, a pesar de los fracasos de Mordheim, BFG, Gorkamorka y Necromunda, se atrevieron con la licencia. (¿Fracasos? ¿En serio? Además, es curioso que no mencione fracaso a Warmaster, ¿quizá porque fue un juego que hizo él solito?). Y no es que quisieran hacer este juego. Bueno, sí, el Studio sí que quería, pero los «mandamases» estaban echando atrás lo que eran los Juegos de Especialista para centrarse en los dos grandes. ¿Entonces? Fue Rick Priestley quien le plantó a la compañía un «Es que si no lo hacemos nosotros, lo harán otros, y si lo hacen otros quizá nos ganen y pasen a ser una compañía más importante». Vamos, que el motivo fue puramente para evitar competencia. Aprovecharon el juego para volver a la escala correcta (28mm «reales», hasta cabeza en vez de hasta ojos) y a hacerlas monopieza (algo que abarataba su coste). Y los primeros años se vendió MUY bien, pero una vez pasado el hype de las películas, pasó a ser otro «juego muerto». «El subidón se acabó yendo, y es algo que siempre supimos que pasaría», dice Priestley.
Y ahí, según Rick, es cuando la empresa empezó su declive. El problema fue cuando «las divisiones de ventas, que siempre habían tenido una enorme libertad y autonomía, se encontraron de golpe con que tenían una organización exagerada, demasiado grande para lo que hacían [Lo que en mi pueblo se llama «pocos soldados y muchos generales»]. Tenían la plantilla, pero nadie era capaz de vender nada; estaban acostumbrados a clientes que iban a las tiendas a comprar las cosas [en vez de promocionarlas, entiendo]. El éxito de ESDLA acabó siendo un fracaso a ojos de la compañía porque perdieron el control, algo que me mosquea».
Vale, viene a decir que los beneficios fueron tan grandes que se crearon estructuras que cuando la demanda de ESDLA cayó, no supieron mantener. Sí, lo veo como uno de los motivos principales, pero hay otros motivos que llevaron a la caída que no sé si Rick tiene en cuenta: las subidas contínuas de precios, la gran oportunidad perdida de Tormenta del Caos para avanzar de una vez el trasfondo, la popularización de los juegos online, y la aparición de otros juegos que creó diáspora en ciertos mercados (Confrontation en Francia, Infinity en España, Warmachine en USA). Y, sobre todo, Internet, que pasó a ser el «centro neurálgico» de reunión en vez de las tiendas. De eso hablaré otro día.
Rick Priestley finaliza (aparte de haciendo auto-bombo de su Beyond the Gates of Antares, que eso sí es scifi de la buena y jôgo bonito y si lo compras te dejará el pelo más suave) con algo que, creo yo, es clave. «El rol que tenía en el studio era con gente trabajando en el desarrollo de juegos, y [Games Workshop] decidieron que eso de diseñar juegos no era de interés. La actitud actual de Games Workshop es que no son una compañía de juegos, son una compañía que hace modelos a escala que vende cosas coleccionables».
Games Workshop ya no hace juegos, hace miniaturas para coleccionistas. No es la primera vez que Rick lo suelta, y la verdad es que me encaja con sus últimas decisiones… ¿Veremos un cambio en este sentido?
Muy buen artículo y muy explicativo de la deriva de GW de estos últimos años. Aún así es duro pensar que siguen sin comprender que el trasfondo ( uno de los más ricos del mundillo wargames o rol) siempre ha sido un elemento fundamental para atraer a nuevos aficionados y hayan apostado todo a convertirse en una empresa juguetera más, de coleccionistas y lo que quieran, pero sin trasfondo y sin un modelo de juego acabarán por convertirse en una empresa residual a largo plazo.
Mil gracias Namarie por resumirlo todo en cristiano. Sé que es para dejarlo bien diferenciado aun que me choca lo de Studio en lugar de Estudio XD. Parece mentira que tengamos que hablar con palabras inglesas por que habrá gente que no concuerda todo con su lengua madre… en fin.
Lo dicho, el articulo muy bueno y como siempre un grande Priestley.
Interesantísimo. Y una vez más se confirma, por boca de uno de los jefes de la época, que mi adorado Gorkamorka fue un fracaso estrepitoso, cosa que a mí siempre me ha dolido, porque es mi juego GW favorito y por lo menos en la tienda donde lo compré (GW Glòries, hoy extinta) se vendió como churros, todos en mi cole lo teníamos y hacíamos muchas partidas. El dependiente encargado, Jordi, que era colega, dijo que en las Navidades de 1997 vendieron más Gorkamorkas que cajas de Warhammer 40,000!! Y sin embargo, tuvo muy poca vida (para el año 2000 ya había desaparecido), así que supongo que viví una situación extraña, única en el mundo diría (porque mirando en internet, casi nadie parece tener un buen recuerdo de ese juego).
Seguramente todos estemos de acuerdo con Priestley en lo mala que fue la manera en que se llevo todo el tema de ESDLA, pero sí que podía haber mencionado más cosas, como el quemazo con el acabaron los escultores como por ejemplo gemelos Perry, que echasen a Stillman y a Chambers, o que dejasen a los de diseño de juegos encargarse del trasfondo (no olvidemos que la forma en la que acabo la Tormenta del Caos fue fruto de Gav Thorpe) en un momento que GW debería haber especializado a sus trabajadores los hizo cambiar de sitio sin tener en cuenta las necesidades de producto, no fue solo marketing el que se metió donde no debía
Lo que no están teniendo en cuenta es de porqué se compran esos miniaturones de coleccionista. ( Y sé que es redescubrir la rueda ). Se compran no porque son chulúsimos, sino porque son X, señor de no se qué y no se cuantos, que luchó en no se donde y tal, es decir, el trasfondo.
Si no lo cambian, será como ESDLA, que una vez acabadas las películas…ya no vende.
El Hype de warhammer era su trasfondo, su evolución, y te comprabas las miniaturas que ya estaban muertas según el trasfondo, porque rememorabas épocas en las que «estaban vivos», como Gorthor, Arbaal, y mil etcéteras.Ya veremos como evoluciona, pero si no se deciden en menos de 6 meses, la cosa no va a tener solución, porque los nuevos juegos están pegando muy fuerte.
¿Os imagináis a KnightModels sacando miniaturas de superhéroes sin tener la historia del superhéroe detrás? ¿Compraríais un hulk o un lobezno sin saber quienes son? Yo también creo que la historia es importante.
Warhammer vivía de la identificación royo equipo de fútbol. Tu eras elfo silvano y vivías todo lo que atañía a los elfos silvanos a muerte. De ahí lo traumatico de descontinuar ciertos ejercitos y dejar tirada a la gente. Si matas esto vivirás un tiempo de la inercia pero esta claro que esto va a durar poco.
Cuanta gente se debe haber comprado el Celestant-prime?
Warhemmer nació parra vender miniaturas, usar dados de seis caras no se hizo a favor del juego sino xq todo el mundo tiene dados de seis caras en casa. GW no ha cambiado lo q han cambiado son los tiempos: las consolas, los juegos de mesa son más asequibles y más inmediatos.
@JUAN LUIS GOMEZ:
Nació para vender miniaturas que no se vendían, luego lo que ayudó a despegar a GW fue un juego, no solo las miniaturas, y lo que lo hundió fue probablemente descuidar ese juego y dejarlo en manos de los vendedores.
Sin reglas para poder usar esas miniaturas, y sin su trasfondo, por mucho que digan que son una compañía que vende miniaturas, no tienen nada. No creo que nadie se comprase al antiguo Nagash, por poner un ejemplo, por lo «preciosa» que era la miniatura si no por su trasfondo y sus reglas.
Andrea vende «miniaturas», Airfix vende maquetas, GW vendía un juego de miniaturas, y la base de su crecimiento era ese juego. Antes de vender juegos vendían 4 miniaturas en un garaje, porque como ellos dicen, sus clientes compraban 4 miniaturas para representar a sus heroes en partidas de rol y gracias, eso antes, cuando eran 4 empresas, hoy con la competencia que tienen, ni les da ni para eso. Los que conozco que juegan al rol y compran alguna miniatura se decantan por bones o por las de d&d de goma pintada, ni se plantean el comprar una miniatura para tenerla que montar y menos a esos precios.
Creo que es algo que todos los «abueletes» compartimos: el amor al trasfondo. Yo por lo menos fue lo que me enamoró del hobby, las historias que había detrás de esas figuras. Por mucho que otras empresas (en la época) pudieran tener minis de orcos más chulas, yo prefería a Morglum Quiebracuellos, porque no era un «jefe orco» como tantos, era Morglum Quiebracuellos!!
También dicen que AoS está yendo bien en ventas.
Yo pienso que los enanos bola de plástico de quinta edición, entre otras miniaturas y por poner otro ejemplo, no se venderían si fuese por calidad de miniatura, ¡menos aun teniendo los de metal!. Se vendían porque hacían falta para el juego y eran mucho mas económicos; no hablemos ya de los lanceros elfos y otras tantas miniaturas en circunstancias similares.
Yo lo de «vendemos miniaturas» no lo compro, Andrea tenía y tiene «miniaturas» que le dan/daban mil vueltas a las de GW, yo no les he comprado nunca nada y tampoco veo que tuviesen nunca gente agolpándose en las tiendas ni haciendo colas cuando sacan una. Y Andrea si vende miniaturas.
Pero bueno, es mi opinión personal.
@Milu el Barbaro: No. Dicen exactamente que en el último informe a inversores hay un ligero incremento en ventas. No dicen que ese incremento sea por Age of Sigmar. Quizá es por el juego de Asesinorum (risas).
Lo único que sabemos es que, al menos en España, la caja de inicio de AoS vendió muy bien (pero sólo la caja de inicio); como se indica en el artículo, «aún queda por ver si el reboot consigue captar más jugadores de los que se han ido».
El trasfondo actual de KOW es escaso pero el juego en general gusta y la calidad/precio tambien. Creo que la nota de una marca debe ser minimo suficiente tras la division de estos tres pilares mencionados. Y GW actualmente no da la taya.
@Namarie: En los foros guiris se dice más o menos lo mismo: la caja de inicio vendió como churros, sobretodo en Inglaterra y partes de USA (los mercados más importantes), pero el resto anda criando polvo en las estanterías. Como siempre, hay que coger estas cosas con pinzas. Tengo un colega que vive en Alemania y me asegura que en varias tiendas que ha visto allí (Berlín) apenas se han vendido cajas de AoS.
Lo del ligero aumento en ventas creo que se debe a la política de sacar chorrocientos codex para 40,000. Y no creo que puedan sostener este ritmo mucho tiempo, el juego ya está tan inflado que empieza a recordarme a la segunda edición…
Yo todavía no conozco/he visto a nadie que se haya comprado nada de Age of Sigmar. El «juego» en general despierta poco interés. La gente está enfadada y los que no lo están y sienten interés por el juego tienen la dificultad de pagar esos precios. Yo desde luego con mi sueldo no puedo.
Yo la verdad me enamoré del trasfondo del Warhammer Fantasy.
No me habría comprado el ejercito de Orcos y Goblins de no ser por el trasfondo, no me habría puesto a coleccionar los libros de ejércitos de Warhammer de no ser por el trasfondo, y no me habría enganchado al Warhammer Fantasy de no ser por la Tormenta del Caos que pensaba que sería una continuidad del trasfondo.
De no ser por eso, para mí solo serían miniaturas, y por tanto no me las habría comprado y menos aun en las cantidades mencionadas.
Ahora estoy aficionado al Bolt Action, de la Segunda Guerra Mundial, y es por el trasfondo que tienen, ya sea real o ficticio, por su trasfondo y por el mundo que te metes cuando juega con ellos.
A mí Infinity, aunque las veo chulas, e incluso mejor que las minis de 40k, no me atrae, porque no tienen mucho trasfondo o al menos que yo sepa, y no me da gancho, y tres cuartas de los mismo con el King of War, que aunque me gusten, aun tiene poco historia como para que te llame la atención. Pero no estoy tampoco muy al tanto de Infinity y ni de King of War.
Solo por poner un ejemplo. Estáis viendo Juego de Tronos, está teniendo una historia, un rol, que cada personaje, cada reino, y raza está llevando sus roles dentro del mundo de Juego de Tronos, estáis con la emoción de que va a pasar, muere un personaje muy querido, pero lejos de morir la serie por la muerte del personaje, aparecen otros y siguen adelante o ganan más protagonismo otros personajes hasta entonces segundones.
Pero va y de golpe, en un momento clave, deja de seguir la serie, y lo que es peor, empieza de nuevo a la última temporada olvidando la anterior dando patadas a la historia y personajes, y para colmo, en poco capítulos muerte todo el mundo y revienta el planeta y san se acabó, pero luego aparece otra temporada que aunque con guiños a la anterior saga, es literalmente diferente y encima mal.
Como dice mi bien amado Mauricio Colmenero, ¡¿Esto qué eees?!.
Pues la gente se cabrea, y aunque esté «bien» esos cambios, por indignación la deja de ver y prefieren ver otras series.
Pues eso ha pasado con Warhammer Fantasy, la patada al trasfondo ha sido tal, que por coraje ya no compro nada de GW, así que de comprar algo sería cualquier cosa menos de GW, y por eso estoy con el Bolt Action y otros juegos.
He oído rumores de de que una empresa ha comprado la licencia de Warhammer y la dejará tal como estaba antes del Fin de los Tiempos.
Espero que sea cierto, quiero, como en Juego de Tronos, estando con la emoción y intriga de preguntándome de que va a pasar y llevarme sorpresas ya sean para bien o para mal tal y como ocurre en nuestras vidas.
Tal y como me preguntaba tras la batalla de Middenheim.
¿Archaon morirá por la heridas?
¿Tendrá rebeliones internas al ver fracasar al elegido?
¿Los dioses o parte de estos lo abandonarán?
¿El Imperio contraatacará?
¿Bretonia sacará provecho de la debilidad imperial para atacar Mariemburgo?
¿Silvania se revelará aprovechando la situación para la independencia del Imperio?
¿Grimgor hará un nuevo Waaagh hacía el Imperio Hashut?
¿O a otro sitio?
¿Aparecerá una nueva facción como Kislev, Tilea o Amazonas?
En fin… había que corregir fallos, como la demasía rapidez de que un par de meses, de lo que es clima, inclemencias, resistencias, asedios, logística sea movilidad un basto ejercito del Caos de los Desiertos del Caos hasta Middenheim, y otros detalles pero corregibles, pero no lo que nos hicieron.
Un avance de trasfondo, y que los resultados del trasfondo sea con las estadísticas de las partidas tal y como se decía aunque fue un fiasco, fue buena idea.
En fin, que vuelva desde la Tormenta del Caos, corrigiendo errores y tirar para delante.
Perdonar por el tocho.