[Warhammer 40.000]Ulbar Prime. Primeros enfrentamientos.

Arranca la campaña y las primeras partidas! Martillo de Prometeo (los Salamandras de Luis )vs Nueva era (Imperio Tau de kepa) y los Baluartes de terra ( Adeptus custodes de Peña) vs Waaaagh Drazzok (Orkos de Tatte).

Aquí tenéis las Historias de las batallas, disfrutad!

Batalla 1 – Emboscada en Ulbar Prime

El Hermano Helan se agazapó momentáneamente al oír el ruido de reactores de salto tau. El hermano shu’kan que se apoyaba en su hombro soltó un bufido de dolor al perder momentáneamente el soporte de su compañero marine.

Los Tau estaban ya lejos pero los ruidos ameritaban cautela. Las fuerzas de Farsight habían caído sobre ellos sin piedad en una emboscada demoledora. Las bajas habían sido cuantiosas y solo el característico temple de los Salamandras había evitado un desastre peor.

Superándolos en potencia de fuego y con el factor sorpresa de su parte los Tau habían barrido el campo de batalla con precisión y eficiencia, ningún Astartes podría negarlo.

Una gran armadura Tau, más alta que los venerables dreadnought del capítulo y armada hasta los dientes había castigado las filas imperiales con dureza.

Helan posicionó la baliza de rescate en el centro de lo que antaño fuera un anfiteatro. Pronto vendría una cañonera a recogerlos y empezaría los planes para la venganza de Nocturne.

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Llovía con intensidad en aquel desolado y maldito planeta, la visibilidad era prácticamente nula, y eso no gustaba a Resistarius. Había recibido ordenes de los Altos Mandos para asegurarse de que hubieran supervivientes en lo que creían que había sido un ataque Xenos, y de inmediato puso rumbo junto a su hueste de los Baluartes de Terra. Odiaba toda forma de vida Xenomórfica, pero odiaba mucho más aquella pesada niebla. Los sensores de su yelmo podrían avisarle de cualquier peligro o amenaza cercana, pero aún así, había participado en demasiadas batallas para saber q las sorpresas siempre existían…solo había comunicación entre sus hombres si él solicitaba informes de actividad, quería los canales libres para cualquier imprevisto mientras se acercaban al punto de extracción donde en teoría deberían esperarlos los últimos refugiados y supervivientes. Fue entonces cuando apareció el primer resplandor, seguido de un crepitar agudo y un leve temblor en el aire…dos de sus hombres, los mayores y más perfectos soldados de la humanidad, se desintegraron en un fulgor de energía azul brillante…odiaba la niebla. Casi al unísono, sus hombres reaccionaron con una velocidad fruto de su entrenamiento y modificaciones genéticas  y ocuparon posiciones de cobertura. Ordenó a sus unidades móviles que flanquearan la zona con la esperanza de descubrir las posiciones enemigas, y así lo hicieron. Los sensores de las motocicletas gravitatorias se inundaron de actividad y marcadores luminosos…demasiado tarde, ya que uno de ellos recibió otro impacto de energía azul dejando fragmentos de metal, armadura y vísceras repartidas por las ruinas del edificio que intentaban usar de cobertura.

Los gritos guturales, sonidos metálicos y engranajes oxidados acallaron el sonido de la tormenta. Luces de todos los colores iluminaron la oscuridad y por un momento la niebla desapareció. Sus hombres volvieron a moverse, pero esta vez no para esconderse, si no para contra atacar, activaron sus escudos de energía para repeler la mayoría de disparos y esperó que la fe en el Emperador hiciera el resto..»el Emperador Protege».

El superviviente de la unidad gravitatoria del flanco izquierdo comenzó a disparar sus lanzas de energía y acabó con el avance de lo que parecía un bípode rudimentario. Orkoz! Resistarius odiaba la niebla, odiaba a los Xenos, pero odiaba por encima de todo aquella belicaria raza. El vehículo Custode se lanzó en picado contra el resto de la unidad de bípodes y los sensores descubrieron otra unidad de esos engendros mecánicos, pero que rápidamente fue rodeada por los puntos azules brillantes de sus compañeros. Resistarius llegó al punto de extracción pero no encontró supervivientes, lo que si vio fue como una unidad de sus hombres de infantería en perfecta combinación con su segunda unidad motorizada, destruían en combate a otra unidad de bípodes Orkos mientras estos intentaban defenderse sin éxito.

Cuando la oscuridad y la niebla parecía que volvía a su estado natural, cientos de haces de luces impactaron a su hombres. Unos cayeron al suelo prácticamente desintegrados, otros con sus armaduras humeantes y destrozadas por rayos carmesí y los más afortunados desaparecían en explosiones de algo parecido a energía disforme. Cuando quiso reaccionar, el suelo tembló y se distorsionó a su alrededor, trató de dar ordenes a las Hermanas del Silencio que tenía cubriendo la retaguardia, pero solo vio más muerte cuando unos toscos vehículos voladores de los Orkos pasaron por encima de ellas y las masacraron. La otra escuadra de Hermanas corrió a protegerse en unas ruinas, pero una grieta se abrió detrás de estas y de la disformidad apareció una unidad de pieles verdes equipados con enormes armas estrafalarias, liderados por un enorme Orko con brazos mecánicos acoplados a lo que parecía un exoesqueleto…este último bajó el arma que portaba apoyada en el hombro, apuntó a las sorprendidas Hermanas del Silencio y disparó…un enorme agujero apareció a sus espaldas, engullendo ruinas, restos metálicos, y los cuerpos de las sirvientes del Emperador…no tuvieron tiempo de defenderse. Los grandes cañones empujados y manejados por grotescas y diminutas criaturas verdes, continuaron disparando los haces de brillantes energías azules acabando con las diezmadas unidades de los Adeptus Custodes…

Resistarius estaba sólo…rodeado y sólo. No solo no había encontrado supervivientes, si no que además había perdido a toda su orgullosa y valerosa hueste. Los Orkos continuaron descargando destrucción contra él, el escudo de energía de su armadura estaba agotado, pensó que todo se había acabado…»Nuestro deber solo acaba con la muerte», recordó. Escuchó al líder Orko, el enorme Orko con brazos mecánicos articulados, gritar algo y después solo silencio.

Su cuerpo estaba exhausto, en tensión, no habían más disparos, ni gritos. El yelmo de su armadura no le avisaba de ninguna amenaza cercana…tenía la impresión de que ese maldito Orko le había perdonado la vida, y lo peor es que no sabía porqué…de nuevo solo se escuchaba la lluvia y seguía sin poder ver nada. Odiaba la niebla, pensó. Pero hoy más que nunca, odiaba por encima de todo, a los Orkos.

Victorias para los Baluartes de Terra y Nueva era!!

3 comentarios en «[Warhammer 40.000]Ulbar Prime. Primeros enfrentamientos.»

  1. ¡Magnífico informe!
    Me encanta la narración de la historia : te hace sentir como si la estuvieses viendo . Como apunte, me encantaría ver mas fotos en estos informes : no solo ayudan a seguir la batalla , sino que saca a relucir las preciosas miniaturas
    ¡Con ganas de leer futuros informes!

  2. gracias !tomo nota , intentaremos hacer mas fotos la siguiente ronda 🙂

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