[In Her Majesty’s Name] Primeras impresiones

Saludos, Señores de la Guerra.

Ya me ha llegado de e-minis, ya tengo en mis manos In Her Majesty’s Name, el juego steampunk de escaramuzas de Osprey del que ya os hablamos, y me gustaría compartir las primeras impresiones con vosotros…

El libro es sorprendentemente (o no) pequeño. Vale, son aproximadamente 15€, no me esperaba un Monstrous Arcanum 😛 Es algo más grande que un A5 pero más pequeño que un A4. Tapas blandas, 66 páginas a color. Maquetación más que agradable.

La primera mitad del libro lo forman las reglas: introducción, tropas, jugando, preparación del juego, armas y armaduras, talentos y poderes místicos. Luego vienen las distintas facciones que puedes usar: soldados británicos (con los cascos y las casacas), el Club de los Exploradores (nativos, exploradores, científicos y cualquier cosa salida de Lovecraft), Scotland Yard (incluyendo El Detective y El Buen Doctor), la sociedad de Thule (alemanes llevando ¡zombis!), El Dragón Negro (orientales, incluyendo un yeti), los Sirvientes de Ra (sí, egipcios con momias y demás), el Show del Salvaje Oeste (indios y vaqueros), Légion Étrangère (franceses), los comunistas, los marines… Vamos, absolutamente de todo para hacer las partidas más absurdas que queráis. Sólo han faltado directamente monstruos del más allá 😛 La última parte la forman escenarios y campañas. Viendo el índice uno no puede dejar de sorprenderse de ver todo eso en 66 páginas. Realmente, para lo poco que vale, da para muchísimas horas de juego.

El principal fallo que le veo al libro es que las fotografías son demasiado repetitivas. No paras de ver las mismas miniaturas una y otra vez. Que si el yeti del Dragón Negro, que si los zombis… Hubiera preferido, sinceramente, más dibujos y menos fotos. A esto contribuye que las miniaturas que se muestran (las venden North Star) no son excepcionalmente buenas que digamos. Sí, son baratas (por 27£ tienes una banda para jugar para siempre), pero son cabezonas. Esto hará las delicias de los fans del «old school», pero a mi no me han gustado. Sigo prefiriendo las miniaturas steampunk de Reaper (muy baratas) o Privateer Press.

¿Cómo es el juego? No puedo desgranarlo con un primer vistazo. Se trata de escaramuzas entre 4 y 12 miniaturas, de varios rangos (pero es fácil tener varios «personajes especiales», como buena escaramuza). Se juega en un tablero de 90x90cm (de hecho 3×3 pies, porque obviamente está en pulgadas… ¡es un juego ambientado en la Inglaterra victoriana!), dados de 10 caras (lo que le da un toque rolero)… Los personajes tienen pocos atributos (4: velocidad, disparo, combate y algo que podría ser armadura + liderazgo + coraje, todo junto), con perfiles fijos (no es como .45 Adventure por ejemplo), y cada miniatura tiene talentos (reglas especiales) y equipo. Desde este punto de vista, el juego parece bastante sencillo… pero tengo que probarlo aún para afirmarlo. Se juega con turnos únicos, alternando por fases (primero mueve A, luego mueve B, luego dispara A, luego dispara B, luego el cuerpo a cuerpo A, y el cuerpo a cuerpo B). Las tiradas básicas son 1d10 + atributo + bono del arma, contra una dificultad. Reglas muy fáciles y resultonas.

Cuando se complica es con las armas, armaduras y demás. Hay siete tipos de armadura, 18 de combate cuerpo a cuerpo, y una veintena de armas de disparo. Aparte, puedes comprar «aparatos extraños» (como el generador de arco o una linterna tormenta), puedes comprar vehículos (desde bicicletas a una especie de tanque a vapor), pasando por exoarmaduras (a vapor, ¡claro!), tener distintos talentos, poderes místicos… La sensación es que puedes personalizar tus miniaturas (a nivel de reglas) todo lo que quieras, por lo que, de nuevo, el juego se acerca al rol. Podría ser mucho más simple sin estas reglas pero diría que le dan bastante salsa. Lo que uno piensa es que habiendo tantas opciones de equipo, es probable que haya algunas mucho mejores que otras (=desequilibrio). No parece un juego equilibrado, sino para representar ciertos escenarios concretos…

Que, por cierto. El juego es steampunk. Sin embargo, tira tanto hacia Lovecraft. Aunque haya reglas para trastos de vapor y generadores tesla portátiles (y muchos pueden llevar estas armas), puedes obviar todos esos trastos y hacer una partida de Scotland Yard contra un montón de momias que se han levantado… o de soldados franceses descubriendo un terrible secreto en Indonesia, o un grupo de vaqueros contra unos zombis. Eso me supone dos sentimientos encontrados. Por una parte me alegro, pues sin dejar de ser la ambientación steampunk (Inglaterra a finales del XIX), se añade muchísima variedad. Por otra, quizá me esperaba todo o casi todo fantástico con toques de vapor y electricidad y con menos momias, soldados, zombis y yetis (diría que es 50%-50%). La balanza se inclina descaradamente hacia lo positivo: es un juego para ver y representar partidas con una buena ambientación, no para jugar torneos.

¿Recomiendo esta compra? Si os gusta jugar escaramuzas en un ambiente steampunk / lovecraftiano, con mucho toque rolero, sin duda. Si te gustan las minis más que el rol y te emocionan las cosas a vapor o de «weird science», no lo dudes. Si buscas un wargame serio, táctico y equilibrado, mira hacia otro lado.