Saludos, Señores de la Guerra.
Con esta quinta entrega finalizamos esta mini introducción a Warmaster. Por último: el combate cuerpo a cuerpo. El combate es gran parte de (casi) cualquier wargame, y Warmaster no es la excepción. Ya vimos que en la fase de Mando es cuando movíamos las unidades (bien por Iniciativa, bien por una tirada de Mando), llegando a estar en contacto con el enemigo (una carga). Cuando una unidad choca contra otra, el proceso es parecido al disparo: se toman tantos dados como Ataques, se lanzan, 4+ es un impacto (5+ si está tras un muro y 6+ si está fortificado), se tiran armaduras, se colocan marcadores de heridas y se retiran peanas.
La diferencia es que en el combate la otra unidad también pega. Después de que ambos hayan atacado, el que tenga más marcadores de heridas gana (las peanas detrás de las que han combatido suman +1 al resultado del combate, de igual forma que las filas en Warhammer). Si hay empate ambas retroceden (mínimo 1cm, máximo 3d6cm). En caso contrario, la unidad perdedora huye tantos cm como puntos de diferencia. El vencedor puede perseguir, en cuyo caso se vuelve a poner en contacto y se libra al momento otra ronda de combate. Al final del combate se retiran peanas, de forma parecida al disparo.
Por supuesto hay más «chicha». Por ejemplo, una unidad que vence el combate y persigue tiene más ataques. O algo importante, la infantería no puede generalmente perseguir a la caballería.
En cuanto al sistema, parece que puedas estar media hora en un combate. Nosotros usamos una «regla de la casa» (de nuevo, tomada prestada de Warmaster Ancients) que es que dos unidades no jueguen más de dos combates por turno. La primera partida ya vimos que si se va repitiendo (que es lo que indica el manual) tienes unidades que en un turno que pillan por el flanco son capaces de acabar con tres o cuatro unidades enemigas… épico, pero no mola.
Como podéis ver, las diferencias con Warhammer son claras. No hay tanta distinción entre tropas (unos alabarderos imperiales y unos lanceros élficos son idénticos a nivel de ejército), y ofrece más sensación de jugar una batalla y menos la mezcla entre escaramuza y batalla que siempre ha sido Warhammer. Donde no importa el arma que se utiliza sino el tipo de tropa y su función, donde
En definitiva, a mí es un juego que me encanta. Y con que estos artículos hayan interesado al menos a una persona a entrar en el juego, ya me doy por satisfecho. No os doy más la vara…
Muy buenos esta serie de artículos introductorios. Gracias
que lastima no poder jugar a esto por falta de minis.
Aunque estoy por poner una base y encima una mini representativa de lo que sea que quiera representar jajaja
Esa Hidra… durante años quise comprármela solo por el placer de pintarla, y nunca lo hice… siempre me arrepentí, snif.
Namaire, danos más la vara. A ver si logramos sembrar el germen de Warmaster.
Estuve repasando tu propuesta de utilizar 28 mm en peanas de 25 x 50 mm.
Y sinceramente, creo que de todo lo que hemos propuesto, es lo mejor.
Eso si, aumentando las distancias en un 1,25. Es decir, los hechiceros dan órdenes hasta 25 cms, los héroes a 75, etc.
Si solo aumentamos el tamaño de las peanas pueden producirse desajustes extraños a la hora de dar órdenes, mover, disparar y lanzar hechizos. Mientras que si lo aumentamos todo es literalmente, jugar a lo mismo pero más grande. Y al ser por 1,25 no es tanto. Considero que sigue siendo manejable.
Por otro lado, los carros siguen dando que hablar pero propongo solucionarlo con una regla de la casa dada por Rick.
Una unidad de carros siguen siendo 3 carros, solo que a nivel de juego en lugar de utilizar la medida estrecha «25 mm» utilizan la medida ancha «50 mm». Es decir, igual que la infantería. Así seguimos manteniendo la consistencia de los frontales de las peanas de Warmaster. Aumentamos la profunidad, pero creo que es un mal menor. También conservamos el efecto de utilizar 3 unidades e irlas retirando conforme el desgaste. Así el juego se adapta sin desajustes en su sensación de juego.
Rick propone que si se adaptan unidades que él propone a ser utilizadas por el lado estrecho (en nuestro caso 25 mm), para ser jugadas por el lado ancho (en nuestro caso 50 mm) se les de un +1 al cargar y +1 al perseguir.
Si aceptamos esto, el juego se queda adaptado para ser jugado con 28 mm con un impacto mínimo en su gameplay.
Mil gracias por estos artículos!
Siempre me llamó la atención, desde que salió (que ya andaba yo por ahí). Por algún motivo (era caro y era joven) no llegué nunca a probarlo, ahora con estos post ya me siento preparado para imprimir un par de hojas y ver qué me perdí.
Un saludo.
Grandes estos artículos. Esto va en contra de la obsolescencia y el compra compra que parece que hasta demandemos.
Por aquí hay gente que le llama la atención aprovecharé los dos ejércitos a ver si engancho a alguien juas juas
Gracias por el curro
Un juego que siempre me ha gustado y que solo llegue a jugar un par de partidas.
El tema de las órdenes es lo que más me gustaba.
Tambien el echo de que sacaron un ejército enterito made in Kislev 🙂