[Hobby] Reto del Héroe (4): Goblin Hoork

Saludos, Señores de la Guerra.

Seguimos mostrando el resultado del Reto del Héroe que hicieron algunos meses atrás…

Old Chaos Dwarf & Young Beautiful Goblin se presentaron de forma conjunta al reto, siendo el relato y reglas del primero y la conversión y pintura de la miniatura del segundo, con Goblin Hoork y sus mazmorreros. Esperemos ver algún día en las mesas de juego la temida gunline pielverde.

Goblin Hoork y sus mazmorreros

Recomendamos encarecidamente leer el siguiente trasfondo con “Before you did what they told ya” de la Banda de Rorck Rage Against the Dwarf.

Goblin Hoork, el nombre.

Goblin Hoork, es un orco, no os quepa la menor duda. Lo demuestra su apellido. Su primer recuerdo fue el oír su apellido de la boca de un dios. Este claramente gritó “Hoork”, (La verdadera frase fue “Joo, un orco…”, pero ya sabemos que la forma de pronunciar humana es siempre extraña a los oídos de un orco. Pero algunos sin duda protestareis diciendo – ¡¡¡Si se llama Goblin!!! Bueno, es un misterio del que daremos cuenta explicando su historia.

La historia de Goblin Hoork.

Goblin Hoork no recuerda cómo llegó a la primera mazmorra. Simplemente apareció allí una vez y notó que su misión era proteger unos tesoros ocultos de una panda de pillastres: un mago barbudo, un enano barbudo y un bárbaro poco barbado. Cree que este último le dio un golpe terrible con su enorme espada y le dejó inconsciente. Lo siguiente que le viene a la cabeza es otra vez ese sentimiento interior de proteger algo, cree que era una puerta y en esa ocasión fueron los mismos tipos de la primera vez, acompañados por elfo con nombre de Trol (-que extraño es el mundo- se dice para sí mismo a veces Goblin Hoork) Y así fue su mundo, eternamente protegiendo algo, de los cuatro pesados habituales a los que pocas veces derrotaba. Bajo el hacha, achicharrado por el fuego o saeteado por flechas, la misma historia, aunque con significativas variaciones. Él era todas las veces un orco condenado a vagar por unos subterráneos llenos de trampas para proteger unos supuestos tesoros. Siempre acompañado de tres o cuatro colegas orcos intentando cumplir su misión. Bueno, decir siempre es un poco falso. Muchas veces oyó atronar a uno de los Dioses. – ¡Éste hoy es un goblin! Y no sabía cómo, de repente se sentía más débil y cobarde. Y además rodeado de miserables goblins. En esos momentos, si que no tenía nada que hacer contra aquellos saqueadores. Esas varias veces que ocurrió los compañeros le llamaban goblin. -¡Eh tú, goblin, ponte al lado de ese armario! Solían decirle…Y al final tantas veces vivió esta situación que no quedó más remedio que aceptarlo y así pasó a su nombre completo: Goblin Hoork.

También recuerda haber luchado junto a asquerosos zombis y decrépitos esqueletos. La misma maldita mazmorra, aunque era cierto, que cambiaban continuamente puertas, muebles y guardianes.

Y así pasó mucho tiempo, hasta que un día oyó hablar a otros compañeros orcos sobre el mundo exterior donde había también combates en los que ellos habían participado, pero al aire libre, es decir, sin nada encima, salvo una cosa lejana que se llamaba cielo. Al principio le pareció una cosa horrible, pero posteriormente con más calma, empezó a barajar la posibilidad, hasta que finalmente se hartó y rogó a los Dioses, que escucharon sus plegarias y le permitieron escapar de la mazmorra.

Pero ya se sabe que raramente los Dioses conceden deseos sin contrapartidas. Goblin Hoork pudo salir a combatir al exterior, pero tardó poco en ver que era un sitio inhóspito y que su condición era bastante precaria. Luchaba junto a muchos compañeros orcos, pero lo hacían bajo la triste circunstancia de la esclavitud, sometidos por unos extraños enanos vestidos de rojo y con enormes colmillos. Él y su unidad tenían la misión un poco absurda de ocupar una zona junto a un volcán y no dejar que los enemigos, unas peludas ratas humanoides se acercaran por allí. No lo consiguieron, las ratas eran innumerables…

Y así llegó a participar en varias batallas con desiguales resultados. Pero Goblin Hoork, aunque batallar le gustaba, como buen orco que era, sintió que aquello seguía sin dejarlo satisfecho completamente. Quería buscar su propio camino y decidió combatir los designios que le venían de los Dioses, que lo llevaban de un campo de batalla a otro sin mucho sentido. Y dirigir su propia vida.

Goblin Hoork y sus mazmorreros.

Lo primero seria reclutar un grupo de orcos y formar una unidad propia. Y para reforzarse, objetos mágicos, cuanto más variados mejor. Para ello, creó una banda de saqueadores. Pocos más expertos que Goblin Hoork en esta labor, pues se sabía de memoria decenas de tumbas olvidadas, guaridas secretas, fortalezas pérdidas, y túneles abandonados del Viejo Mundo y por otra parte sabía detectar las trampas y como engañar a los guardianes. Además estos eran orcos en muchos casos, a los que acababa convenciendo para que se unieran a él. Un par de años después “Goblin Hoork y sus mazmorreros” ya eran reconocidos como una famosa unidad de renombre. Además se fue granjeando una gran fama porque mucho de lo robado a los ricos dueños de mazmorras lo repartía entre los más pobres, es decir, sus nuevos reclutas, con lo que se ganaba su fidelidad desde el primer momento.

Autores: Old Chaos Dwarf & Young Beautiful Goblin

Patrones: Puedes incluir a los Mazmorreros de Goblin Hoork como una opción especial en ejércitos de Orcos y Goblins, Mercenarios, Ogros y Enanos del Caos. Como singular en Skavens.

Capitán Goblin Hoork

Lema: Luchamos por ti, porque nos venía de paso hasta la siguiente mazmorra.

Grito de guerra: ¡Odiamos a los Dioses! ¡Nosotros hacemos nuestro destino!

Aspecto: Orcos equipados con equipos mágicos variados.

El Regimiento

Tipo de Unidad: Infantería, Orco, Pielverde.

Tamaño de la unidad 10+

Coste: Goblin Hoork y nueve mazmorreros cuestan 220 puntos. Cada mazmorrero extra cuesta 10 puntos.

Armas: Arma de mano.

Armadura: Armadura ligera, Escudo.

Reglas Especiales

Sabiduría revelada: Los mazmorreros saben que el general de su ejército es un pelele de los Dioses, por lo que no le harán caso y no podrán beneficiarse en nada de la presencia del general.

Tesoros encontrados. Todos los mazmorreros han saqueado los tesoros de muchos lugares y han encontrado mucho equipo mágico. Para representar esto todos los miembros de la unidad disponen de una salvación inmodificable de 6+ y sus ataques se consideran mágicos. Goblin Hoork dispone de 50 puntos de equipo mágico de cualquier ejército. Máximo tres objetos, ninguno de los cuales puede superar los 20 puntos. Todas las restricciones habituales se aplican.

Animosidad especial. Los mazmorreros, incluido Hoork, sufren de animosidad no entre ellos, sino con los Dioses. Cada vez que el jugador que los lleva diga algún tipo de acción, ha de tirar un dado. Con un uno, los mazmorreros se niegan a seguir las órdenes divinas. Tira 2D6 y consulta la siguiente tabla:

Pique. Como el dios de los enemigos, sin querer o por mala fe, se le ocurra confundir a los mazmorreros con la banda rival de los mamporreros, de manera inmediata obtendrán la regla de Odio contra todo el ejército enemigo el resto de la partida.

Mazmorreros. Los chicos de Goblin Hoork son expertos luchadores en el combate dentro de edificios. Cuando combatan en estas condiciones tendrán un más 1 al impactar y un más uno al herir.

Saqueadores El jugador enemigo, salvo que juegue con skavens, al inicio de la partida, antes de desplegar, podrá seleccionar uno de sus personajes no especiales y tirar 1d6. Con 4+ ese personaje se siente ultrajado porque la unidad dirigida por Goblin Hoork habría saqueado la tumba de algún antepasado del personaje. Este tendrá odio a la unidad de los mazmorreros.