[Ejército del Lector] Warhammer: El Imperio de Tziliar

Estrenamos nuestra sección El Ejército del Lector con este ejército del Imperio, de Warhammer, es del lector Tziliar.

FOTOGRAFÍAS DEL EJERCITO

Las fotografías que tengo están en mi blog personal donde un día hice una entrada a lo armys of parade. Si tuviese que elegir entre ellas no se cuales me quedaría porque me gustan todas, así que las dejo a elección vuestra. [Nota de Namarie: La verdad es que las fotografías en exterior, con los árboles (reales) y la escenografía magistralmente pintada, hace que el conjunto gane muchísimo y que se me caiga la baba… ]

MI HISTORIA

Me tengo que poner en modo cebolleta como dice Namarie para explicar todo esto, ya que el ejercito imperial fue fruto de mi inicio a los wargames. Tendría yo 8 años cuando mi padrino me trajo una extraña revista llamada White Dwarf (la numero 17 española, que aún conservo con mucho cariño) esta venía con un muñequito dentro. La verdad recuerdo ojearla cientos de veces, montar y desmontar la figurita que venia en esa revista que no era nada menos que un exterminador para Space Hulk.

Pasaron los años pero lo de los “muñequitos” era algo inalcanzable por mucho que yo seguía mirando la revista y quería tenerlos, hasta que empezó la trilogía de El Señor de los Anillos y fue mi oportunidad de iniciarme. Empecé con miniaturas para El Señor de los Anillos como buen fan de la obra de Tolkien que soy, sin embargo mis amigos cogieron un camino paralelo que era Warhammer. Inevitablemente lo que yo quería era jugar y por 1000 de las antiguas pesetas me dieron 20 arcabuceros, 20 lanceros, un gran cañón y un héroe de la caja de inicio de la 6ª. La verdad es que en esos momentos el ejercito no me convencía nada y yo quería hacerme enanos, pero para empezar a echar partidas estaba genial la cosa, aunque en esos momentos aún jugábamos a 5ª edición.

Al final me enamoré del Imperio, de su trasfondo y sus miniaturas, dejé de lado hacer un ejercito de enanos y decidí seguir con Imperio. Fui coleccionando durante algunos años y jugando con mis amigos a 6ª cuando al final llegaron las chicas, los amores y desamores y mis inicios laborales. Tras cinco años sin tocar el hobby hace cosa de año y medio tras un cambio de domicilio y necesitando entretenerme urgentemente decidí empezar por fin mi ejercito imperial, a seguir coleccionando y retomar el hobby en todo su esplendor. Así sigue hasta día de hoy.

COLECCIONANDO WARHAMMER

Como he explicado antes empecé por eso que me vendieron cuatro cositas para empezar a jugar. Sin embargo al iniciar al completo al ejercito del imperio empecé a comprar figuras sin ningún motivo mas lejos que coleccionar miniaturas. Y a día de hoy sigo igual, creo en la estrategia y siempre que puedo miro de crear una con lo que tengo, sin embargo ante todo me considero coleccionista y no voy a comprar dos unidades de cualquier tipo si puedo elegir alguna que aún no poseo o algún héroe para completar mi colección, no dudaré en optar por ello. Siendo como es mi ejercito ideé un trasfondo que pudiese lugar a algo variopinto y a gran cantidad de miniaturas y tropas diferentes.

TRASFONDO DE MI EJERCITO

Cuando el conde elector Alberich de Stirland propuso ante el consejo crear de nuevo un contingente en las tierras oscuras Silvania y con los colores de la antigua heráldica para acabar con la sombra de los vampiros. El resto de condes se limitaron a abrir los ojos asombrados y en silencio a la espera de que el emperador Karl Franz rompiera el silencio. Finalmente no fue el emperador quien rompió el silencio, fue la profunda voz del gran teogonista que irrumpió en la estancia, se podía ver bajo su espeso bigote que sonreía ante la propuesta del conde.

– Una brava y gran propuesta para acabar con la sombra del no muerto.

Nadie respondió. Nadie pensaba responder. Para muchos las tierras de los no muertos seguían siendo signo de mal fario y corría el rumor que pronunciar el nombre de estas o bien de alguno de las bestias viles que habían gobernado esas tierras provocaba mal de ojo. Sin embargo para asombro de todos el emperador accedió, no sabían si la propuesta de Alberich le habían convencido o si había sido Volkmar con su inapropiada interrupción en el consejo. Pero Karl Franz puso como condición una única cosa, todos los que formasen parte del contingente lo harían de forma voluntaria. Alberich sería entonces soberano de dos ejércitos, el propio de Stirland que seguiría igual que hasta entonces y el ejercito maldito de Silvania que serviría como primera línea de batalla antes los misteriosos horrores que se ocultaban al este de Stirland.

Alberich tenía bien claro una cosa, no quería a nadie que actuase en el nombre de Ulrik, así que antes de anunciar la creación de dicho contingente comentó con Volkmar la necesidad de un sacerdote que liderara con firmeza y bajo la palabra de Sigmar. Volkmar lo tuvo claro desde el principio, Herbert Bach. Herbert Bach era un conocido sacerdote que con la misma determinación que un cazador de brujas; Cazaba y eliminaba cualquier tipo de herejía en el nombre de Sigmar, atrayendo normalmente a enajenados mentales, fatalistas y apocalípticos que bajo la premisa de que el fin del imperio se acercaba se auto flagelaban en forma de penitencia. Nada mejor que un grupo de fanáticos para luchar contra la sombra que susurraba en las tierras de la vieja Silvania.

No tardó demasiado tiempo en solicitar el ingreso en dicho ejercito variopintos guerreros, a los cuales gran parte de la cordura les había abandonado, muchos otros venían con un sobrenombre y a dejar su pasado o esconderse de el. Todo eso poco importaba, eran guerreros que venían a luchar y lucharían aunque no quisieran por la gloria de Sigmar. Los primeros que aparecieron fue para sorpresa de todos, los hombres de Hans Hunk conocido maestro ingeniero de Nuln. Hans Hunk se definía a si mismo como un visionario, pero no así para el resto de ingenieros imperiales, que era de sobras conocido por su cantidad de inventos peligrosos y muchas veces no funcionales, y era mal visto dentro de los colegios de artillería que lo habían instado a probar y experimentar sus inventos en tierras silvanas, para Hans también significaba la oportunidad de probar cosas nuevas evitando todos los tramites burocráticos que tenia que hacer en Nuln y que mas de una vez le habían frenado.

A los pocos días flamantes caballeros de Reikland aparecieron en busca de gloría en batalla. Poco a poco aparecieron acomodados jóvenes nobles armados con pistolas y flamantes caballos, enviados por sus padres para convertirlos en hombres de una vez; cierto día apareció un jinete de marcado acento, declarando ser un conquistador de Estalia, contaba sus aventuras en el nuevo mundo y de las doncellas a las que había conquistado a pares, sin embargo jamás expresó el porque atendió la llamada pero se sabía que tras su llegada a las costas de Estalia no se sabe nada hasta que llegó a Silvania.

Alguna vez bajaba algún hechicero de la torre de magia de la tierra para ayudar con las pequeñas escaramuzas, bajo la mirada atenta de Herbert Bach que sin decir nada, no aprueba demasiado el uso de la magia, pero es bien conocido por todos que cuando no hay presencia de hechiceros, rechaza la magia aludiendo que esta es demasiada parecida a los oscuros poderes de los dioses del norte.

Poco a poco aparecen mas valientes y parece que los humildes aldeanos de esas tierras se alegran con su presencia, aunque es imposible quitarles el rostro de haber visto algo que es mas oscuro que la noche. Mientras el conde Alberich ha tenido que optar por empezar a teñir uniformes antiguos, de aliados fallecidos, en jironadas o que sobran ya que los antiguos uniformes se han repartido todos y Alberich no está dispuesto a pagar por nuevos. También está instando a los odiosos haflings de la asamblea que se unan a su causa y tal vez con suerte todos estos caigan en batalla, aunque estos simplemente se han limitado a no responder.

Mientras en el campamento que sirve de momento como hogar para los valientes de silvania hasta que el fortín de plata se acabe de reconstruir, esos pobres locos esperan ansiosos sin saber que una gran sombra les acecha y les vigila…

Continuará.