[Juego] Warmachine+Hordes: primeras impresiones tras la primera partida

Saludos, Señores de la Guerra.

El título no es del todo correcto por varios aspectos pero creo que era el más adecuado. Me explico, no ha sido mi primera partida de Warmachine/Hordes. Ni la segunda. Sí que ha sido la primera de MK2 y la primera en mucho tiempo, por lo que sería casi una «segunda primera vez». Y tampoco es que fuera partida «jugada» porque tanto Undomain como yo contábamos con la asistencia de Marc de Infernal Forge («asistencia» es decir poco XDDD ). Sin embargo sí que fue nuestra primera experiencia más o menos «real» tomando decisiones y tirando dados… y, como suele ocurrir, tanto Undomain (que jugó con Warmachine/Mercenarios) como yo (Hordes/Orboros) haremos nuestras reflexiones tras esta primera aproximación.

Decidimos hacer una lista no a puntos sino a lo que queríamos probar: Jefe (Warcaster/Warlock), un pesado y dos ligeros. Por su parte me puso un tío con un martillo (¿Madhammer?), un warjack pesado que disparaba un pepinazo del 15 cuando cargaba, y dos «patatas lanzallamas» (warjacks pesados con arma de «aliento»). Por mi parte llevaba:

• Como «general» (Warlock) a Baldur Stonecleaver. Ya sabéis que si se lleva Orboros con piedras, hay ciertos warlock que van mucho mejor que otros, y Baldur es la primera opción. Para empezar permite a las piedras cargar y hacer ataques potenciados sin forzarse. Es decir, puedes guardar la «furia» para otras cosas, como por ejemplo… ataques adicionales 🙂 Puede curar piedras, y puede «generar bosques» (que no afecta a mis piedras a efecto de movimiento).
• Wold Guardian. En mi caso tengo dos warjacks pesados, un Woldwarden y un Wold Guardian. Para esta partida me apetecía probar el Guardian, eso de pegar dos pepinazos de fuerza 17 y que cuando pega deja en el suelo, me gusta.
• El Woldwatcher es la típica piedra ligera. Más débil que las pesadas (¡obviamente!) pero es barato, puede disparar y tiene bonus contra armas de fuego (se puede «transformar» en piedra ganando armadura). También genera bosques cuando mata.
• Woldwyrd (la «lámpara»). La segunda bestia ligera (y fin de la lista) es una miniatura que me encanta. No puede pegar en combate cuerpo a cuerpo, pero puede disparar hasta 3 veces y tiene bastantes bonus contra «magia» (contra el general, contra unidades con hechizo, etc).

Como esta era una partida de aproximación no tenía ni idea de qué hacer con cada cosa 😛 Bueno, mi intención era usar el Wold Guardian para atacar a su General (si le impactaba lo dejaba en el suelo, algo muy mal).

No voy a hacer «informe de batalla». Baste decir que un crítico del warjack pesado de Undomain me dejó tocado el Wold Guardian (mi «peso pesado»), pero un bosque generado en el centro de batalla impidió que hubiera más carnicería. Más adelante las dos «patatas» de Undomain me frieron por completo al Woldwyrd (la lámpara) que casi no había hecho nada, y dejaron tocado al Woldwatcher. En un combate combinado su warcaster se acercó para darle el golpe de gracia al Wold Guardian, y mientras Undomain tenía aún sus cuatro miniaturas encima de la mesa, mi única bestia (el Wolwatcher) estaba con una espiral tocada (eso es malo XD ) y sólo tenía a Baldur. Undomain tenía un par de warjacks muy tocados, pero con TODOS los sistemas (que quería) operativos. Ya daba por perdida la partida, cuando me di cuenta… que al tener Alcance podía intentar matar su hechicero con el mío (Baldur). Con seis dados de Furia almacenados (=hasta 6 ataques adicionales, o daño adicional), en tres golpes terminó la partida.

A ambos nos gustó el juego. Nos confirmó lo que creíamos inicialmente: es un juego con una curva de aprendizaje muy bestia. El principio (las reglas básicas) es muy sencillo, creando un sistema de juego sólido y sin agujeros (sin «dudas» en las reglas). El problema es que todas las miniaturas (o casi) tienen sus reglas especiales… y únicas, que modifican el juego (y las tácticas). Por lo que aprender a jugar es muuuuy sencillo, pero enfrentarte a un ejército que no conoces es doloroso porque no sabes qué hace nada.

También vimos que hay ejércitos más sencillos de llevar que otros. Sus Rhul (mercenarios enanos) son, cómo no, de disparo y duros como una roca. Son muy buenos disparando y son durillos, sabes cómo usarlos y las reglas especiales simplemente potencian sus habilidades. Las piedras de Baldur es un ejército más complicado de llevar, más «de control», porque todo es más débil que lo del contrincante y debe usarse bien la capacidad de generar bosques para ir tapando líneas de visión y demás. Digamos que las capacidades son algo distintas y por sí solas no harán nada, hay que aprender la sinergia entre ellas.

Una de las cosas buenas de Warmachine/Hordes es que para jugar de forma muy distinta no es necesario cambiar de ejército, basta con cambiar al Warlock (el hechicero) para que todo adquiera nuevas dimensiones (por ejemplo pasar a ser todo de «ataco y huyo», o basado en magia y hechizos de rayos).

Otra cosa curiosa es que por mucho que vayas perdiendo, un error del enemigo (acercar demasiado su Warcaster) puede hacer que ganes la partida. De hecho es lo que me ocurrió, yo ya veía la partida perdida (desde que perdí a la lámpara) y un descuido hizo que pudiera atacar a su general y matarlo (sin complicaciones, todo sea dicho…).

La próxima partida espero que Undomain también lleve sus propias miniaturas (yo llevaba las mías) y hacemos una batalla de verdad a 25 puntos…