Saludos, Señores de la Guerra.
El pasado Domingo fue el I Torneo de Warhammer 6ª Edición (usando MDNR) dentro de las jornadas «Mostra Friks» de Flix (Tarragona) organizadas por el club «Tothom A Taula», al que Undo y yo tuvimos el placer de asistir. (El próximo torneo de Warhammer 6 en Barcelona es en Kekolandia el 19 de Mayo).
Cuando llegamos a Flix, el pueblo estaba cubierto por una espesa niebla («Welcome to Silent Hill») pero encontramos la sala fácilmente. Había seis mesas de juego, cinco para el torneo de Warhammer (10 jugadores) y una para demos de Warmachine (una pareja que terminó jugando al Terraforming Mars, por cierto, juego del que todo el mundo habla maravillas). En media hora llegaron todos los aspirantes a cuchara de palo; además de Undo (enanos) y yo (Reyes) vinieron un bretoniano, un conde vampiro, un lagarto, un pielverde (que se atrevió a jugar un ejército con casi únicamente Goblins Nocturnos y Garrapatos… ¡de todos los tamaños!), un caótico (mortal), dos ogros y un skaven. Mucha variedad, presencia de ejércitos poco habituales en torneo, ausencia de orejas picudas, sin imperiales, ¡con dos ogros!… una maravilla, vamos 🙂
La organización del torneo fue PERFECTA, de 10. Banda sonora, un excelente lugar de batallas (con muchas sillas y aire acondicionado)… a la hora de haber empezado vinieron «patrocinadores» a traernos pan con tomate, croquetas caseras y dos enormes tortillas buenísimas (que sí, que los croissants están muy bien, pero… así da gusto). Se hizo una partida y media; tras ello nos digirimos al MUY recomendable restaurante L’Ànima (El Alma) donde los participantes, organizadores, parejas y algún que otro infiltrado hablamos sobre el mundillo, anécdotas (quiero ver una Empaladora de orcos zalvajes con Ronald McDonald) y demás, para volver a hacer la partida y media que quedaba y terminar con la entrega de diplomas y el tradicional (al menos por aquí) sorteo de blísters de Sexta (en el que me tocó un Vidente Gris que pude cambiar por un Paladín de Nurgle a pie).
No puedo menos que agradecer a la organización el cariño que pusieron montando el evento, en el que me lo pasé genial.
La Lista
Para este torneo quise probar cosas distintas. Sí, jugué con Reyes Funerarios pero probé por primera vez el Sumo Sacerdote. Así, dejaba a Nama-Tuth y su Destructora de las Vidas Eternas en casa para probar qué tal el Sumo Sacerdote. Ya os avanzo que bien, pero se nota. El Sumo Sacerdote puede lanzar dos cánticos con nivel 3D6 (en vez de uno con 2D6 del Sacerdote), equipado con las Tablillas de los Poderosos Cánticos de Neferra (permite repetir todas las tiradas de cánticos del Sacerdote, creo que objeto imprescindible para un Sumo Sacerdote), el Pectoral de Shapesh (para «desviar» heridas a las tropas cercanas) y el Manto (para hacerlo volar). Acompañando al Sumo Sacerdote estaba el Príncipe en carro con la Heka y Nehaja del Sol, y un Sacerdote (a pelo) con el Arca.
Las básicas eran cinco Jinetes Ligeros que pensaba usar de redirectoras, un bloque de 19 esqueletos con lanza, ligera y escudo, y diez esqueletos con ligera y escudo. Como especiales elegí tres Carros con portaestandarte y el Estandarte de la Legión No muerta (tenía intención de hacerlos ruptura con el Príncipe, alejándolo de los cánticos de curación), tres Buitres que estrenaba en esta partida, un Escorpión y tres Acechadores Sepulcrales (unidad que sólo había probado en dos amistosas). Como singular (además del Arca) elegí un Hierotitán.
Mi intención era hacer un flanco rehusado, buscar el punto donde desplegar el Arca, apoyarla con los arqueros y los lanceros, y el Hierotitán algo avanzado; en la ruptura tendría un Príncipe en carro en unidad de carros, y como apoyos globales lo que saliera de debajo, la caballería ligera y los Buitres.
Primera partida: Condes Vampiro de Víctor
Mira que había ejércitos que no me había enfrentado nunca a ellos con Reyes… pues naaah, para empezar otro No Muerto (ya van 3 Condes Vampiro). Mi oponente, Víctor, llevaba una lista curiosa pero bastante bien pensada: un bloque central de tumularios con Necrarca (general) y porta de batalla (tumulario), unidad de esqueletos con otro tumulario, y una de zombises grande, todo protegido por un flanco por escenografía y una de Necrófagos. En su flanco rápido puso cinco Dragones Sangrientos y cinco Espectros Condenadores. Tras sus líneas un Carro de Cadáveres. Había también un nigromante no se donde. Y… creo que ya está. Primer oponente, tres unidades MDNR, esto promete.
Gané el primer turno, en el que lo más memorable fue una flecha de un carro que se clavó en la ¿yugular? de un Dragón Sangriento. Posicioné los carros para amenazar su flanco de ruptura (¡choque!) en el que confiaba en poder cargar yo, mientras dejé que avanzase su centro y empecé a flanquear por mi otro lado con los Buitres. El Arca entró de milagro… consiguiendo quitar un par de esqueletos ahí, algún zombi allá… ¡y los cinco Espectros Condenadores! Ya contento con el resultado del Arca, pensé que la suerte me sonreía (Iluso…).
Los Acechadores salieron en mi segundo turno y pudieron cargar a la unidad de zombis, presa «fácil» a priori. Los carros cargaron a los Dragones Sangrientos (ganaron) y los Buitres contra el Carro de Cadáveres; iba cargando y dirigiendo la partida, me sentía cómodo.
Por cierto, un parroquiano en Facebook comentó que el Carro de Cadáveres le parecía malo, y a mí me pareció la bomba (obliga a gastar un dado de dispersión o, bien posicionado, le das Atacar primero y repetir para impactar a todo tu núcleo. Hice bien en dispersarlo.
A partir del tercer turno la cosa empezó a ser rana. El Escorpión salió… para volver a enterrarse (Problemas). Los buitres no podían con el carro, perdiendo el combate o empatando. El Arca era dispersada y los Acechadores estaban aún preguntándose por qué tenían que atacar a esos seres tan lentos. Mientras, mi centro se quedaba quieto, expectante, observando los otros no muertos (los malos) que se acercaban lenta pero inexorablemente. ¿Por qué? Porque no quería trabar de frente mis 19 esqueletos contra una unidad tocha enemiga (2 personajes, filas y potencia), por mucha superioridad que tuviera; sin embargo, veía que era algo inevitable, así que dispuse la unidad «inclinada» para forzar que la carga enemiga dejase la unidad orientada hacia donde yo quería. La unidad de arqueros que protegía el arca se vio trabada con diez zombis que aparecieron de la nada (no pude dispersar). Lo único que funcionó bien fue la unidad de carros, matando a dos Dragones Sangrientos (que quedaban) y arrasando en dirección a su centro, donde únicamente quedaba el Carro.
Finalmente, la unidad principal enemiga (que había aumentado hasta unos 40 esqueletos con alabarda) se trabó con mis lanceros esqueletos. Eché mucho de menos un personaje leñero a pie (ains, ese Rey), pero el Sumo Sacerdote pudo mantener un tiempo la unidad. Mis arqueros cargaron contra el flanco, anulando filas, pero entre buenas tiradas y la gran cantidad de ataques del Necrarca y el Tumulario, fui perdiendo el combate. Terminó la partida con su mega-unidad-autobús (que él mismo reconoció que nunca había tenido una unidad tan grande) rompiendo mi línea, pero sin llegar al arca. Mientras, los buitres seguían pegando al Carro de Cadáveres (al que le quedaba una única herida desde hacía turnos, será que mis buitres prefieren tropas vivas…) y los temibles Acechadores hacían huir a los necrófagos que habían cargado por su flanco, mientras ellos seguían pegando tajos a los zombis. Un centro disputado, él en mi área de despliegue y yo en la suya, con los personajes intactos. Un más que merecido empate (por ambos) en el que vi el gran defecto de mi lista, la carencia de potencia ofensiva («punch»).
Segunda partida: Hombres Lagarto (Gerard)
Gerard apareció con un ejército sin pintar (buuuuh) de Hombres Lagarto. Algunos ya sabréis que los lagartos son uno de mis ejércitos favoritos. No sólo eso, es el ejército con el que más he jugado a 6ª, por lo que conocía qué podía hacer el oponente. Sin embargo nunca me había enfrentado a Lagartos con Reyes…
Bueno. No me gusta avanzar el resultado, pero la partida la ganó el Arca. No yo. No la perdió el oponente. La ganó el Arca. En tres turnos.
El oponente llevaba una lista bien pensada, dos de saurios grandes, salamandras, kroxis, eslizones apantallando, un estegadón y tres enjambres. Despliegue: enjambres protegiendo el flanco del estegadón, centro fuerte con kroxis y saurios, y el otro flanco con saurios con General.
Pero… hay veces que los dados no están de tu lado. Hay otros que es casi imposible dar la vuelta al resultado. Ejemplo, tengo arca, Gerard se guarda tres dados de dispersión (lógico). Y voy y saco un 11. Y va y saca un 10. No, no, así no se puede. Entra el arca, y empieza el festival, ya que el efecto del arca NO es un chequeo de Liderazgo y por tanto se usa el atributo de L directamente (no tres dados). Dos saurios, un kroxi, cinco eslizones, media salamandra… venga a morir peña. Y el pobre Estegadón pasó de 5 heridas a 1. Cara de circunstancia. Muevo mis Buitres estratégicamente para que no pueda marchar su centro, protegiéndome de la temible carga que serían saurios y kroxis (o saurios y estegadón), porque no volvería a salir el Arca.
Siguiente turno me hace daño, lo intento resucitar (dispersa) y se guarda dos dados. Activo el Arca y… un doce. 12. Dos seises. Intenta dispersar, y no, no dispersa. Otra vez, más saurios con ojos quemados, su chamán que explota, el Nikesaurus muere, el Estegadón también, los pocos eslizones que quedaban de pie…
Y así fue la partida. No es que fuera aburrida, es que yo mismo estaba ojiplático viendo las tiradas del arca. Tercer turno un 10. Ala, festival.
Vale. Quizá exagero algo. También disparé alguna flecha y recuperé heridas de los carros con sumos sacerdotes. Y en un turno clave coloqué mi unidad de arqueros de forma oblícua para evitar que me cargase al arca con su unidad grande con General. Pero aparte de eso no hice nada más, el Arca tuvo tres turnos de gloria y me dio la partida. No puedo decir que me lo pasara bien (tampoco mal), ya que fue una partida un poco automática. Hay partidas que si quieres cargar y fallas los chequeos de miedo en el turno clave pierdes la partida, hay otras que si tienes unas buenas tiradas en cosas concretas ganas.
Ahora en frío veo que si llevaba dos pergaminos (que los llevaba) tenía que guardárselos para dispersar el arca al menos los dos primeros turnos; que un desove de Tepok habría dado un dado más; que los Terradones pueden cargar en turno 2 (si están cerca del General, que el Terror hace pupa). Pero claro, en el fervor de la batalla, lo que había en la mesa era eso y los dioses de los dados estaban de mi parte.
Sin duda, es porque yo tenía todo el ejército pintado (salvo los buitres, que murieron en turno 2 por los razordones) y él tenía todo con imprimación. Me comentó que había pillado ideas «por internet» (eso explicaría cómo no había ninguna unidad MDNR ni arcos cortos en los eslizones), y que hacía años que no jugaba (¡como muchos!). También había alguna cosa que yo no habría usado en torneo (como un chamán de nivel 2… ¿para qué el segundo nivel de magia?), o los tres Enjambres (con 2 suele ser suficiente).
Gané, victoria decisiva, y sin embargo tuve la sensación de que los dados jugaron por mi… 🙁
(Postdata. El Escorpión volvió a dar problemas y esta vez le dio los puntos de victoria, y los Acechadores se quedaron cortando serpientes toda la partida… será que los veían como hijitos y no quisieron hacerles daño).
Tercera partida: Ogros (Migui)
Os seré sincero, tenía muchísimas ganas de jugar contra ogros. Nunca jugué contra ellos, ni en sexta, ni en séptima, ni en la docena que jugué a octava, ni en MDNR. No he visto muchos ogros. Cuando vi que en el torneo había dos ogros me vino un subidón con las probabilidades de que pudiera tocarme alguno eran de algo más del 60% (creo). Con la tercera partida estaba algo nervioso a ver qué me podía tocar (rezaba para que no fueran enanos) y, ¡bien! Migui iba a ser mi oponente.
Migui tenía un ejército PRECIOSO de Ogros, totalmente pintado y con un montón de conversiones chulísimas (la que «menos» me gustó fue de Lobos de Fenris como Dientes de Sable, y eran dignas de fotografiar). Que yo recuerde, tenía dos pequeñas de tres Toros (en una de ellas un ogro de fuego), una de tres Tripasduras (con porta de batalla y general), cinco Dientes de Sable, tres Yehtis, tres Dientemartirio, un Colmillos de Trueno y un Gigante sometido. Tres unidades MDNR, ¡fantástico!
Era la primera vez que veía un ejército de ogros «delante» del mío. Y la verdad es que acojonan bastante. En «imaginación» yo creía que los Ogros eran débiles contra Reyes, con su L7, poca armadura, y al no disfrutar de la ventaja del miedo.
Débiles, pensaba yo.
Débiles los cojones. Todo el ejército muy móvil, pero que MUY móvil. No hablo sólo de ogros con M15. Veo que originalmente en 6ª quizá Ogros eran un ejército «bajo», pero a 2000 puntos MDNR pueden plantar seis unidades con M18 o más, siendo realmente amenazantes mientras los ogros a pata «normales» se preparan para embestirte. Cuando vi todos aquellos ogros mirándome con hambre lo primero que pensé fue «joder qué bien pinta y transforma este tío», y lo siguiente «me va a hacer papilla». Y yo jugando con 350 puntos menos porque estaban «bajo el suelo».
Primer turno suyo avanza con todo. Con todo quiere decir que ya estaba a medio camino, y que los yehtis, lobos y dientemartirio a punto de cargarme. Intenté centrarme y establecer un plan de batalla. Pese a que tenía colina, puse el Arca en el centro protegida por carros y lanceros, y el Hierotitán en el centro. Puse la ligera a mi izquierda y los arqueros a mi derecha, no para proteger sino para intentar «redirigir», sacrificándose. En mi turno moví las unidades para hacer que tras cargar (y ganar) mi oponente no pudiera cargarme en turno 3, salvo los Buitres que los puse en mitad de su línea de batalla para frenarle al no poder marchar ni cargar en turno 2. Me dispersó el arca (cachis) y eché un pelín atrás los esqueletos y carros (nota mental: menos mal, marchan 30 cargan 30, si llego a desplegar a 60 justos me los como).
Segundo turno, los yehtis cargan a mis jinetes, los perros fueron a buscar huesos (lógico) y ya tenía sus tropas más rápidas, y más potentes, casi en mi retaguardia. Sabía que ambas unidades morirían, pero gracias a los movimientos los ogros se quedarían mirando donde no podían declarar cargas en su siguiente turno (en 6ª si ganas no puedes girarte) con las unidades más potentes, ganaba un turno más en el centro, pero en su cuarto turno sí que podrían cargar. Y sin embargo los ogros avanzaron, quedándose (ahora sí) muy cerca; me cargarían las unidades de ogros y los gigantes haciendo papilla de hueso… A no ser… que cargue yo. Así que iba a intentar algo inesperado, impensable (en mí con Reyes), lanzarme al combate contra un ejército previsto para combate. Con mi unidad de carros declaré carga a su unidad principal, con el Hierotitán al Gigante para hacer una batalla épica entre titanes, y avancé a los lanceros para trabarlos con su núcleo (con los carros o contra el Gigante); el Sumo Sacerdote volador resultó ser de mucha utilidad, ya que podía moverlo 50cm y ponerlo justo al lado de sus unidades reforzando las mías. (Nota mental: equipo para el Sumo Sacerdote decidido, Neferra, Shapesh y Manto). Además en mi segundo turno salió el Gólem Escorpión (primera partida en el que salía… ¡oh, sí!) y declaré carga combinada de escorpión y buitres a su unidad «débil» del flanco, con el mago de fuego y tres Toros. Aquí hemos venido a jugar y a lanzar dados. Van a llover hostias.
Y sí. Llovieron hostias. Pero para el otro lado. El escorpión y los buitres hicieron CERO heridas a los toros (que sí que hicieron su trabajo y petaron ambas unidades por resolución). La mega-unidad, con 4d3 impactos por carga, 14 ataques «normales» y cuatro del Príncipe, pegando en fase de magia y en fase de combate, hicieron tres heridas. Tres. Debilitaron (entre combates y resolución) la unidad de los carros, mi unidad de ruptura no había roto. ¿Y el resto? El arca no hace nada, el Hierotitán hace una herida al Gigante, y el Gigante una al Hierotitán.
En su tercer turno carga lógicamente al arca con yehtis y lobos. Esto fue divertido, el Arca causa Terror y los Yehtis y los Dientes de Sable tienen un liderazgo bajo (7 y 4), las probabilidades aún podía salvarme. Pero no, sacó un 7 y un 4 (clavados). No hace falta que os diga cuando todo eso carga a un sacerdote sin armadura y dos momias con espadita, ¿verdad? El Príncipe y lo que queda de los carros sigue con espadas de goma y no hacen ninguna herida mientras su porta de batalla, a mordiscos, gana el combate. Se queda el Príncipe sólo a pie y sólo le queda una herida. Por si fuera poco el Gigante de Migui hizo el ataque «estrangular con la cadena», venga, hago un chequeo de resistencia, tengo R5 así que sólo fallo con un 6… ¿adivináis? Sí, un bonito seis, por lo que me comí 2d6 heridas directas (7 u 8, no recuerdo). Otra unidad a la basura. La partida casi está decidida, los Ogros se han llevado de golpe la mitad de mi ejército. Sólo me podría salvar un milagro.
Y el milagro vino en mi tercer turno, con la aparición de los Acechadores. Aparecieron detrás de su unidad principal (donde había puesto el marcador), desviados sólo 10cm, y con una distancia de carga de 36cm, conseguí cargar a la unidad trabada con mi Príncipe. En fase de magia curé las dos heridas al Príncipe (con una excelente tirada que no pudo dispersar). Los Acechadores sí que hicieron su trabajo, entre heridas y el +2 por retaguardia, pese al porta de batalla, gano el combate y los Ogros huyen en dirección hacia la unidad que había masacrado al Gólem y los Buitres. El Príncipe y los Acechadores persiguen y se traban con la unidad.
La partida hizo un giro de 180º. Sólo me quedaban en pie los Acechadores, el Príncipe y el Sumo Sacerdote. El hierofante (gracias al vuelo y a Neferra) curaba con 13’s las heridas que sufrían los otros dos. Los Acechadores arrasaron a la unidad de Ogros para trabarse con los Rhinox (que estaban a punto de declarar carga), gano el combate de 1, fallan, huyen fuera del campo de batalla… Siguiente turno me giro y (el oponente ya sin apenas magia) me giro y pillo primero los perros y luego los yehtis.
De su ejército sólo quedaron en pie un Ogro solitario, el Colmillos de Trueno y el Gigante sometido. En el mío los Acechadores, el Príncipe y el Sumo Sacerdote, lo que significó una victoria marginal para mí.
Independientemente del resultado; es una de las partidas más emocionantes y épicas que he jugado en mi vida. El hecho de ir claramente perdiendo y gracias a una unidad y buenos movimientos ir cargando y arrasando y dar la vuelta, es brutal. Vale, el hecho de poder ir lanzando cánticos con nivel 13 y que el oponente no pudiera dispersar también ayuda 🙂
Supongo que se habrá notado que fue la partida más chula de las tres. Oponente nuevo, mesa con todas lsa minis pintadas, momentos de tensión, tiradas desastrosas, tiradas fantásticas, y un giro argumental digno de Shyamalan. Sólo faltó un Desafío para ser la partida perfecta XD
Y, por cierto, quien diga que los Ogros están mal, estoy en desacuerdo. Lo pasé muy mal, tuve que tomar la ofensiva (y me fue mal hasta que pude tener la ventaja de retaguardia).
Conclusiones con Reyes Funerarios
El Sumo Sacerdote me gustó. Con Neferra son dos cánticos por turno con nivel 3D6, repitiendo. Por lo que he investigado, el objetivo debe ser 11+/12+/13+ con tres dados, algo que se consigue en un buen porcentaje de tiradas (si estáis interesados hago un post). En la práctica significa que entran ambos cánticos (si el oponente no tiene mucha magia), lo que combinado con Arca da una superioridad mágica importante. Sí que noté la falta de «punch», unidades que pudieran golpear bien gracias al Rey (esa Destructora habría cambiado las partidas de ogros y vampiros), pero no hay puntos para todo.
Así como en el torneo de parejas el Escorpión hizo un papel incomensurable, en este torneo fue para olvidar; en dos partidas se quedó bajo tierra, y en la tercera no hizo nada salvo morir. El Arca me dió una partida y los Acechadores otra.
Sobre los Acechadores, tuve suerte y salieron en las tres partidas, aunque en dos de ellas se trabaron contra verdaderos «yunques» (enjambres y zombis). Si se hubieran quedado bajo tierra, hubiese significado jugar con 250 puntos menos… tengo que probar a desplegarlos no enterrados alguna partida. La mirada petrificadora no la hice ninguna partida, para ser sinceros lo veo algo poco útil y caro. Pero me dieron una partida, así que no voy a quejarme 🙂
En cuanto a Hierotitán, sobre el papel bien, los dos proyectiles mágicos son dos hechizos que entran por turno y el +1 a lanzar hechizos está muy bien. Sin embargo no lo veo la unidad «super élite» del ejército que debería ser al costar casi 250 puntos, por lo que no sé si estará en más partidas o no (una Esfinge habría hecho más, creo).
La verdad es que empiezo a sentirme cómodo con los Reyes Funerarios, aunque me queden unas cuantas cosas por probar (y otras para aprender bien a usarlos). Creo que el de Flix va a ser el último torneo en que los use, pero me han proporcionado batallas increíbles y momentos épicos.
Os añado algunas fotos más del torneo para que veáis lo bien que lo pasamos 😀
Un artículo muy entretenido, partidas emocionantes, minis preciosas…y por lo que veo allí los ogros también repartieron amor jajaja. A ver que nos cuentas del próximo.
Muy buen informe de partidas, jejeje los que jugamos con ogros solemos sorprender, yo tengo veces de cargar en el 2° turno contra jugadores desprevenidos jejeje
Me gusta la idea de Undomain de usar como dragón de esquirlas el bicho ese de Reaper, la voy a copiar
Gracias por el post.
No sé si fui valiente al llevar un ejército de goblins nocturnos o solo un loco que hacía un montón de años que no jugaba y se montó un ejército de reírse un buen rato pero me dió resultado y quedé segundo 🙂
Bueno bueno!
Muchas gracias por este elaborado post y tal explicación, que la verdad, nos hemos sorprendido mucho por ver lo acertada que es.
Nos encantó teneros por Flix y esperamos que volvais si toca, así como que nos aviseis si hace falta alguna cosita.
Por nuestra parte un placer y un abrazo enorme. Ahora toca seguir con esta maravillosa página y el trabajo que hay detrás, que gente como nosotros valoramos y mucho.
¡CARGAD!
La Junta de Tothom a Taula.
Yo me alegro de que por fin metieras príncipe en carro en la unidad de carros y mira se cargaron a unos sangrientos. Siuuuuuuu
@Guillem Muedra Criado: una pregunta por pura curiosidad, que lista llevabas?
@Eduardo Cariñena Menéndez: No me quedan «family points» y no podré asistir a ningún torneo hasta Corredores (el «grande») 🙁 pero sé que en un mes hay uno en Keko…
@Vito F.B.: Viendo la mini en catálogo no,p ero pintada, gana.
@Guillem Muedra Criado: Y lo que es más, ¡segundo empezando por arriba!
@Associació de jocs Tothom a Taula: Gracias a vosotros por el mega torneo 🙂
@kanon82: Sí, y… psá. Sigue faltando «punch» al ejército…
@EMiN: Creo que vi orcos negros y todo el resto eran garrapatos de varios tamaños y unas cuantas unidades de nocturnos. Y fanáticos. Muchos, muchos fanáticos (¿15?).
Ejército de Goblins (aunque con orcos…:(…). Qué buenos recuerdos.
Cuando jugaba a Warhammer en 6a un amigo al que le gustaba pintar más que jugar se hizo un ejército de Goblins, sin un solo orco o gigante. Sólo goblins.
Fue a dos campeonatos, de unas 20 personas cada uno. En el primero se estrellò, lógicamente. Es un ejercito sin pegada de tropas regulares, animoso, cobarde…
En el segundo se hizo una lista con nocturnos, bolas, aracnaroks y un mago dopadisimo. Y muuuuchos goblins (imaginaos 2.000 puntos en goblins)… yo le dije «estás loco, un par de tiradas reguleras en cada partida , y te vas a casa como en el anterior torneo»… y el me respondió «no tienes mentalidad goblin, no lo entiendes. Yo juego goblins porque la estadística dice que perderán, pero si los goblins tienen suerte con los dados NADIE puede ganarlos».
Y así fue. Las bolas masacraban enemigos como palillos, y el mago parecía un dios. Y ganó.
Hoy 20 años después sólo te acuerdas de 10 partidas epicas tuyas, y 2 o 3 de los amigos.
TODOS los que estuvieron se acuerdan de ese campeonato.
Hola Nama y equipo de Cargad!
Me molan un montón cómo redactas los informes, enhorabuena! he aprendido un montón con ellos, ya que también piloto Reyes Funerarios 🙂
En Madrid la comunidad está creciendo muy rápido, y me alegra que por Cataluña suceda lo mismo!
saludos!
@CarlosF: Jajajaja!!! Si señor, ese es el espíritu. Los Goblins molan y si los llevas es para echarte unas risas y, si Morko acompaña tus dedos cuando lanzas los dados, son imparables…
@Manuel López Carretero: Por supuesto 🙂 es más, en Octubre esperamos tener un torneo de cerca de 80 personas, ¡a ver si conseguimos que una expedición madrileña se acerque!