Falta ya muy poco para que salga el número 26 de ¡Cargad! Así que vamos a empezar a hacer un poco de hype. En la revista hay un artículo sobre… bueno. Digamos que este número hay un par más de nigromantes a parte del Sr Nehek.
Cómo alguno que otro sabrá, la nigromancia es una de mis «debilidades de juventud». Desde hace mucho tiempo (cuando empecé a jugar a rol con la Llamada de Cthulhu y estaban de moda las chaquetas tejanas) que me atrae la idea del mago de estilo gótico alzando una multitud de muertos vivientes.
Sin embargo toda la mitología fantástica que procede de, precisamente, los juegos de rol ha llevado mucha confusión sobre el término «nigromancia». La figura de un nigromante cómo un mago que alza y domina a los muertos es una perversión del original y que nos viene influenciado en alta medida por su aparición en los juegos de rol y más concretamente en Dungeons & Dragons.
Sin embargo desde la antigüedad se ha descrito a la nigromancia (del griego «nekrós», muerte, y «manteia», adivinación) en realidad se la trata cómo la capacidad de adivinación o videncia a través de la comunicación con los espíritus de los muertos. El ejemplo más típico es la bruja de Endor, en el antiguo testamento (nada que ver con Star Wars, ojo ^_^), aunque también tenemos ejemplos en la mitología escandinava (Odín sin ir más lejos invoca el espíritu de una vidente para que le prediga el futuro). Por tanto todo espiritismo podría tacharse de nigromancia (en una muy generosa generalización), puesto que siempre se trata de adivinación o videncia (no tiene por que tratarse de hechos futuros, el ejemplo del chiste «¿donde guardaste las llaves de la caja fuerte?» es más que ilustrativo ¿no? ^_^).
Durante la edad media el concepto de nigromante mutó drasticamente. Durante esta época se inició la creencia de que se podía llegar a la vida eterna sin la mediación del dios cristiano. A la práctica de la nigromancia se le sumó la demonología, la dominación de la voluntad y el ilusionismo. También obtiene de la cultura árabe una gran ritualización de los hechizos, donde se imponen los circulos de protección, los ciclos lunares y conjuraciones. Además en toda esta amalgama se le suman parte de los rituales de exorcismo de la cultura cristiana, haciendo de todo ello una amalgama enorme a cuyos practicantes se les llamó nigromantes.
Esta nigromancia mezcla de varios tipos de magia distintos evolucionó hasta los nigromantes del renacimiento. En esta época loa magia era extremadamente ritual, llena de misticismo y secretismo, donde abundaban las referencias y citas textuales a la biblia, el uso de nombres de poder (los nombres de los angeles y los demonios) así cómo formulas magicas.
No es hasta la llegada de los ochenta (al menos aqui en España y por lo que yo puedo recordar) que no se impone la visión del nigromante cómo aquel que ha estudiado magia negra y a través de esta busca vencer la muerte o volver de ella. A través de esta magia negra es capaz de invocar a los muertos y dominarlos. En este punto podemos ver una clara influencia del Voodoo y la creación de esclavos zombis. Este tipo de nigromante no tiene su origen en los ochenta, pero desde luego es muy común. Puede encontrarse desde en los comics de «La Espada Salvaje de Conan», los libros de rol de «La Llamada de Cthulhu» pasando por libros de fantasía épica de la época (por hache o por be el héroe siempre acaba enfrentandose a su mejor amigo muerto en batalla que por cierto murió por culpa suya y blablablabla). La mayor presencia de estos practicantes de la magia negra se puede encontrar sobretodo en los juegos de rol, donde las criaturas no muertas son una constante, y sus creadores también. Hasta el punto en que hoy en día es difícil imaginar a un nigromante sin un ejercito de muertos vivientes esclavizados tras de sí.
Es una evolución muy interesante la del concepto de nigromancia hasta nuestros días: de comunicación a convocación, de convocación a conocimiento íntimo y ritualización, y de conocimiento íntimo y ritualización a dominio y control.
Independientemente de la veracidad de una consciéncia tras la muerte (no lo llamare «vida despues de la muerte» por que precisamente la muerte es el fin de la vida, vamoshombrepordios, lo que haya más allá es… otra cosa) espero de verdad que la nigromancia nunca haya funcionado, puesto que visto lo visto la tendencia del ser humano sería dominar y controlar a nuestros ancestros.