Saludos, señores de la guerra.
En los comentarios de ¡Cargad! hay trolls.
Vaya novedad, me diréis. Y precisamente ése es el problema.
Hemos recibido muchas quejas sobre los trolls. Entre los miembros de ¡Cargad! siempre lo hemos soportado como un mal necesario. El pequeño precio inherente a la libertad de expresión. Y sí, siempre hemos defendido la libertad de expresión.
En ¡Cargad! siempre hemos dejado los comentarios completametne abiertos. Pero desde el inicio de ¡Cargad! como blog, la situación ha ido degenerando. En un inicio nos negábamos a borrar los comentarios, creíamos que los comentarios que criticaban por criticar, los comentarios que buscaban crear discusiones para poder «gritar» a gusto, debían quedar para siempre como ejemplo y vergüenza de quien los hacía. Qué ingenuos, ¿verdad?
Pasamos a crear el decálogo, para dejar patentes nuestra política y que la gente no se aprovechara de la pluralidad del blog para atacar y criticar porque sí. También borramos los comentarios que insultaban y yo personalmente (ya que no me dediaba a escribir) tomé el rol de «guarda comentarial» y avisaba cuando alguien perdía los estribos. No sólo no funcionó, sino que además me metí en un montón de discusiones que no quería y tener un montón de disgustos y malos ratos.
Pasamos a que todos pudieran leer los comentarios y cada uno administraba los comentarios de sus artículos. Y se borrarían directamente y sin avisar los comentarios que a) insultaran o descalificaran de forma gratuíta, b) intentaran desviar intencionalmente el debate fuera del ámbito del artículo (no si el debate deriva de forma natural) y c) intentaran claramente generar una discusión.
Pero los comentarios seguían siendo en todo momento abiertos.
Bien. Todo esto no ha servido para nada. Ahí está el artículo del libro de Giraldez para demostrarlo. En ese artículo llegamos a borrar doce comentarios. Doce. Y las cosas llegaron a un punto en el que Namarie se vio obligado a cerrar los comentarios del artículo.
Por culpa de este tipo de cosas, en los propios comentarios se llama a ¡Cargad! el «Sálvame de los blogs de wargames». Creo sinceramente que nadie merece eso. Ni los usuarios que comentan de buena fe y generan debate y opinión con argumentos, ni los lectores que vienen a buscar nuevos contenidos, ni los miembros de ¡Cargad! que escriben los artículos y ven como sólo sirven para que unos cuantos se tiren los trastos a la cabeza.
¿Os podéis imaginar lo que duele que a tu blog de wargames lo llamen eso? Sobre todo porque es verdad.
Por todo ello, y tras mucho (MUCHO) debate al respecto, he decidido activar el bloqueo de comentarios a usuarios no identificados. No se podrá comentar a menos que el usuario se identifique bien como usuario registrado de ¡Cargad!, con una cuenta de Google, una cuenta de Facebook o una cuenta de Twitter. Pero debe estar identificado.
El anonimato nunca ha sido un problema. Los usuarios problemáticos rara vez han sido un «anónimo», sino que siempre han usado nombres floridos o sarcásticos. Con esta medida intentamos poner las cosas un poco más difíciles a los trolls recurrentes. Ya no será tan fácil volver con varios perfiles o hacerse pasar por otra persona (cosa que, para vergüenza general, ha ocurrido varias veces).
Así pues, durante el día de hoy, desactivaré los comentarios abiertos. Es posible que perdamos comentaristas y lectores por esta medida, al no querer usar otra cuenta o no querer dar sus datos. Sin embargo, personalmente creo que es preferible eso a seguir como hasta ahora.
Si alguien tiene algún problema para comentar o funciona la integración del blog con las redes sociales, por favor enviadnos un email a info@cargad.com.
Y disculpad las molestias.