Saludos, Señores de la Guerra.
Muchos habéis oído hablar del cambio de público («target» en el mundo del márketing) de Games Workshop. Que si «ahora venden juguetes en vez de juegos», que si «ahora se focalizan en los críos», etc.
¿Es una mala decisión de la compañía de Nottingham? Sí y no. Tratándose de un juego, SIEMPRE es bueno dirigirte hacia público joven (que no «niño»): están más cerca de hablar de naves espaciales y dragones que un adulto (por regla general), y si consigues público jóven, cuando crezcan se acordarán del juego. Yo mismo empecé en ésto con 13 años. Lo que no está bien es CAMBIAR de target. Si te centras únicamente en los chavales y olvidas a los que ya están en el ajo, éstos acabarán por abandonar el juego por otras alternativas. Hay que mantener un equilibrio entre mantener a tu público y conseguir captar público nuevo para crecer como empresa.
En mi opinión yo dividiría Warhammer (y supongo que lo mismo puede decirse de Warhammer 40.000 y el Señor de los Anillos) en dos «mercados»: juegos y miniaturas. Quien diga que «el juego se orienta más hacia niños» creo que lo dice sin reflexionar: bajo mi punto de vista no es fácil que un grupo de niños se lean un manual de ciento y pico páginas, más los libros de ejército, y luego puedan hacer el desembolso que toca en acabar el ejército, montarlo y pintarlo (en dinero y tiempo). Los adolescentes son otro cantar; leer el manual es factible, pintar está bien, y las pagas y (sobre todo) festividades pueden ayudar a seguir en ésto. Pero un niño…
En cuanto a miniaturas, a corto plazo puede ir bien vender muchas miniaturas grandes, aunque si hay que elegir entre un dinosaurio de plástico que ruge y un Estegadón, si no se juega a Warhammer la balanza se inclina hacia el de plástico (no hay que montarlo). Pero las «compras puntuales» de miniaturas grandes (tanques, robots gigantes, dragones) no pueden sostener el hobby. Y por eso creo que focalizarse en «vender muchos dragones» no es una decisión inteligente porque algo que no crea «necesidad» de comprar más (más minitauras, más libros) no puede aplicarse a Warhammer y demás.
De ahí que crea que la ampliación de público objetivo al público más jóven sea una buena idea, pero substituirlo puede llevar a una situación bastante desagradable.