Saludos, Señores de la Guerra.
Esperamos que los escenarios que os trajeron los Reyes hayan sido suficiente para jugar todo el año… ¿cómo? ¿Que no? ¿Que queréis más? Hum…. esta sed de conocimiento os acerca a Tzeentch, tened cuidado.
Vamos a empezar pues este nuevo año de escenarios (no creo que publique uno cada semana, pero vamos a intentar publicar unos cuantos). Empezamos con un escenario histórico aunque no tengo el año exacto. Se trata de la batalla conocida como «El lugar de la sangre» que venía relatada en el libro de Bestias de 7ª edición y que relata el encuentro con los skaven. Como siempre, recordad que aunque el escenario esté diseñado para Manuscritos de Nuth, podéis adaptarlo muy fácilmente a cualquier otra edición de Warhammer, sea fan o pura.
El lugar de la sangre
Reino del Caos (Bestias) contra Skavens
Situación histórica
Los Chamanes de los rebaños del Drakwald cuentan grandes historias acerca de los tiempos remotos en que los Hombres Bestia se toparon por vez primera con otras criaturas que también habían sido progeniadas por los Dioses Oscuros: los Skavens, hombres rata que caminaban sobre dos piernas y que ansiaban por encima de todo la Piedra Bruja, la esencia solidificada del Caos. Ese primer enfrentamiento fue sólo el comienzo de una guerra que ha durado hasta nuestros días.
En una de esas historias, se explica cómo los rebaños del Drakwald se reunieron en un claro dividido por una enorme sima, conocida como el Lugar de la Sangre. Este claro, según se cuenta, estaba dominado por un imponente Pilar del rebaño, cuya forma dentada se elevaba por encima de la cúpula arbolado y llegaba a atravesar las nubes. Una noche, los Chamanes del Rebaño se estaban preparando para sacrificar a una chillona criatura de pelo fosco, a la que el Señor de las Bestias Magok Cuerno de Piedra había capturado tras dejarla fuera de combate con un certero lanzamiento de su hacha. Cuando el ritual se acercaba a su clímax y la ofrenda estaba a punto de ser realizada, un terrible gemido surgió del suelo. Súbitamente, el Pilar del rebaño empezó a tambalearse de lado a lado. ¡Sin duda, los Hijos del Caos debían de haber contrariado a sus oscuros dioses!
Cuerno de Piedra avanzó hacia el Pilar, mientras un profundo gruñido se formaba en su garganta. A medida que se acercaba, el monolito empezó a temblar y dar fuertes bandazos, y un instante después desapareció tragado bajo tierra. Magok Cuerno de Piedra se encontró en el mismo extremo de un ancho y profundo precipicio, sus severos rasgos iluminados desde abajo por la enfermiza luminiscencia verde que pulsaba desde las profundidades de la tierra.
El corazón de Magok se vio inundado por una negra ira al ver profanado de esa forma el Lugar de la Sangre, un sitio tan sagrado para los Poderes de la Corrupción. Al darse la vuelta, Magok vio asimismo que la criatura cuya sangre y entrañas iban a ser ofrecidas a los Dioses Oscuros había logrado roer sus ligaduras hasta liberarse, y había escapado hacia el interior de la enorme y oscura sima. El rebaño se unió al Caudillo en torno al precipicio, sus ceños fruncidos por el odio.
Una gran discordancia sonora se alzó desde las profundidades, como si todas y cada una de las criaturas que se arrastran bajo las raíces del mundo chillasen al unísono, desafiando a la horda de Hombres Bestia. En respuesta el rebaño lanzó su propio grito de guerra, tras lo cual Magok desenvainó su gran hacha serrada y saltó al interior del abismo, prefiriendo un terrible bramido que inflamó aún más el odio que ya ardía en los pechos de los Hombres Bestia. Como si fueran una sola criatura, todo el rebaño de Magok Cuerno de Piedra siguió a su Caudillo hacia el gran resplandor que surgía de las entrañas de la tierra.
Resumen
En esta batalla los Hombres Bestia están descendiendo sobre una cueva infestada de skavens.
El campo de batalla
Este escenario se juega en un tablero de 180x120m. Debes colocar un marcador en el centro del campo de batalla. Seguramente sea un pedazo del Monolito del Caos que ha caído (de unos 5cm de diámetro como mucho, pon un marcador).
Divide el campo de batalla en seis secciones de 60x60cm. En el centro de cada sección coloca un elemento de escenografía típico de las profundidades. Por ejemplo un Lago subterráneo (elemento acuático, terreno difícil), cuatro Afloramientos rocosos (terreno de piedra, terreno muy difícil, cobertura pesada, no impide línea de visión) y una Fosa de unos 20cm de lado. La fosa es un terreno abierto, pero hundido, por lo que lo que está dentro de la fosa no puede ver lo de fuera y viceversa, salvo aquello que esté tocando a los límites de la fosa (a punto de caerse). Subir o bajar de la fosa cuesta 5cm. Si hay un combate en el límite de la fosa, quien está arriba gana el +1 por terreno elevado.
Una vez colocados los elementos, usa el dado de artillería y dispersión para moverlos al azar.
Los ejércitos
La batalla se juega a 1500 puntos por bando.
El jugador del Caos debe formar un ejército de Reino del Caos: Bestias. No puede incluir ni Demonios ni Mortales.
El jugador Skaven debe formar un ejército estándar.
Despliegue
El jugador Skaven debe desplegar todo su ejército a como mucho 15cm de cualquier borde del campo de batalla (área roja).
Luego, el jugador Hombre Bestia despliega todo su ejército de forma que no haya ninguna miniatura a más de 30cm del Monolito caído..
Quién va primero
El jugador Hombre Bestia ha caído literalmente encima de los skaven, tomándolos por sorpresa, así que juegan primero..
Duración
La partida termina a los seis turnos.
Condiciones de victoria
Cuenta los puntos según la forma habitual.
Reglas especiales
Hordas interminables. Al inicio de cada turno Skaven, el jugador skaven puede colocar una nueva unidad de Guerreros del Clan en su zona de despliegue, siempre a más de 5cm del enemigo. Esta unidad es de 20 Guerreros del Clan con lanza, escudo y armadura ligera, y grupo de mando completo (sin grupo de apoyo). Esta unidad es gratuita, pero si es aniquilada contará para los puntos de victoria.
El influjo del Monolito. Cualquier unidad de Hombres Bestia con alguna miniatura a 30cm o menos del Monolito es inmune a pánico. Además, toda unidad de Hombres Bestia huyendo, que se encuentre a 30cm o menos del Monolito en la subfase de reagrupar tropas que huyen, se reagrupa automáticamente (incluso si está por debajo del 25% de sus miniaturas iniciales).
Desarrollo histórico
Los Chamanes explican muchas historias distintas sobre lo que pasó después, pero todas coinciden en decir que, de la horda de Hombres Bestia que se precipitó al interior de aquel abismo infernal, sólo un puñado lograron volver con vida; y Magok Cuerno de Piedra no estaba entre ellos. Una de dichas historias relata la batalla que Magok libró contra una criatura jorobada, de astroso pelaje blanco y ojos rojos como ascuas. Viendo que este oponente era plenamente merecedor de su ira, Magok se abrió un sangriento camino a través de un centenar de Guerreros de Clan, hasta poder cargar sobre el hechicero de ojos rojizos. El combate que siguió, según se dice, fue un choque titánico entre el salvajismo de Cuerno de Piedra y las retorcidas artes mágicas del líder de los Hombres Rata, ambos demostrando un nivel de poder muy parejo, hasta que finalmente el hacha de Magok logró partir en dos el báculo de su oponente. Con ese golpe, los poderes de la criatura-rata abandonaron su cuerpo, y la siguiente descarga del hacha de Magok partió en dos a su enemigo desde la cabeza hasta el sacro.
Otras historias cuentan que había todo tipo de espantosas criaturas-rata infestando un oscuro y húmedo laberinto de túneles recién excavados. Cuentan que los Hombres Bestia descubrieron masas de esclavos Skavens trabajando duramente para extraer grandes trozos de Piedra Bruja de la base del Pilar del rebaño (por supuesto, los Hombres Bestia pasaron inmediatamente a cuchillo a todos y cada uno de dichos esclavos). Cuentan que mientras las cosas-rata luchaban, mordisqueaban trozos de aquella brillante Piedra Bruja, y que sus cuerpos se veían invadidos por aberrantes mutaciones que podían convertir incluso a la más débil de ellas en una peligrosa bestia de afiladas garras y colmillos. Los propios Hombres Bestia, a medida que se alimentaban de los enemigos caídos, empezaron a experimentar deformaciones y cambios físicos, y así supieron a ciencia cierta que el favor de los dioses estaba realmente con ellos; y la carnicería empezó de nuevo.
Los Hombres Bestia también descubrieron algunas monstruosidades-rata enormemente obesas, pálidas, ciegas y sin pelo, pero dotadas de múltiple garras tan aceradas que eran capaces de cortar la roca. Los Minotauros del rebaño enseguida empezaron a buscar con gran ansia a estas criaturas debido a su carne, llegando a doblarse y estirarse hasta lo imposible para caber por los estrechos corredores, o enzarzándose en brutales combates cuerpo a cuerpo en la oscuridad más absoluta; lo que fuese necesario con tal de llegar hasta ellas. Los Chamanes del Rebaño cuentan que, pese a tragarse enteros a muchísimos Hombres Bestia con sus enormes bocas, estas pálidas aberraciones-rata fueron finalmente obligadas a retirarse chillando hacia cualesquiera que fuesen los infernales pozos que las habían visto nacer; y aquellas que no lo hicieron, fueron trinchadas y ávidamente devoradas por los enloquecidos Minotauros.
Más y más Caudillos Hombres Bestia empezaron a llegar con sus rebaños, cruzando millas y millas de bosque para descender a la oscuridad de los túneles y seguir así la lucha, que se extendió durante un año entero. Tras eso y hasta el día de hoy, ni una sola de las cosas-rata ha vuelto a emerger desde la sima que abrieron bajo el pilar del rebaño del Lugar de la Sangre.
Estas y otras muchas son las historias de la guerra contra los Skavens que se explican bajo la Luna del Caos, en aquellas noches en las que los rebaños se reúnen para recordar al intrépido Señor de las Bestias Magok Cuerno de Piedra. En el punto álgido de dichas reuniones, los Hombres Bestia alzan sus hachas y sus trincha-humanos y descienden a la sima una vez más, para volver a matar y quemar igual que hiciera en su día, hace muchas eras, la horda de Magok. Así, los Hombres Bestia se aseguran de que el conflicto con los Skavens no llegue a resolverse nunca.
Jugando con otros ejércitos
Es sencillo sustituir los Hombres Bestia por cualquier otro ejército. En cuanto a los Skavens, sería muy trasfondístico cambiarlos por tozudos Enanos (las unidades nuevas serían de 12 Guerreros Enanos con pesada y escudo) o Goblins Nocturnos (generando unidades de 20 Goblins Nocturnos con escudo y lanza, ¡sin fanáticos por supuesto!).
Genial!
Me gusta, muy chulo.
Todo el trasfondo de las Piedras de Manada y sus minotauros asesinoglotones irradia mucho primitivismo muy cool.