¡Hola!
Como primer artículo que escribo aquí de Warmachine, bien está que empiece por el principio.
Warmachine es un juego de miniaturas lanzado en los albores del año 2000 que estrenó el año pasado su tercera edición, comúnmente conocida como «mk3».
El juego básicamente es el mismo desde entonces. Han incorporado mecánicas, facciones, miniaturas para cada facción,… pero conserva el sistema de «2D6 más atributo con atributo», el sistema de magia, el sistema de daños, las órdenes, etc.
Namarie ya hizo una comparación a primera vista entre Warhammer y Warmachine. Aunque no coincido en algunas cosas, tiene su buena parte de razón como para tomarlo como punto de partida. En Warmachine tienes muchas menos miniaturas (una lista muy numerosa pueden ser 30 o 40 tíos de coste irrisorio, y no es raro ver listas con 5 miniaturas ), pero cada miniatura tiene mucha más libertad, lo que se traduce en más decisiones posibles.
El ejército gira en torno a una gran personalidad, que vendría a ser el general. Son los protagonistas del trasfondo, a través de los cuales se cuenta la historia de conquista, venganza y supervivencia. No existen generales «genéricos» a los que poder combar hasta la arcada, sino que cada uno de estos Warcasters tienen su propio paquete de armas, reglas, hechizos,…
Ellos son los que controlan a los warjacks, versión bélica de ingenios a vapor utilizados en la industria de los Reinos de Hierro. El warcaster puede utilizar sus «puntos de magia» (puntos de concentración, «focus» en inglés) cada turno para que los warjacks hagan cosas más o menos espectaculares, incluyendo movimientos al más puro estilo «lucha libre».
Acompañando al warcaster y su escolta de warjacks suele haber unidades de guerreros e individuos que aportan variedad, y sobre todo que no dependen tan directamente del warcaster y de sus limitados puntos de concentración.
Vendrán otros artículos más detallados, pero es un buen principio. Como último apunte, es un juego en el que la mortandad es muy alta, y a la vez donde no necesitas matar todo (ni siquiera mucho) para ganar. En general, las partidas se acaban de tres maneras: alguien pierde por tiempo, alguien gana por escenario, o uno de los Warcasters es brutalmente asesinado. Básicamente, todos los ejércitos son «Condes Vampiro» =). Y es relativamente habitual perder uno o dos warjacks pesados (o una unidad entera) en un mismo turno a la que te descuidas.
En el próximo artículo de introducción veremos con más detalle las reglas generales.
Un saludo
Genial! Me quedo con ganas de mas!!
Me voy a poner a pintar como loco mi starter de uroboros:)
Creo que el balance del juego viene en que todos los ejercitos tienen listad que pueden hacer putadas. Osea no existe l lista casual diria el juego se exprime al hacer putadas. La otra cuestion es maniobrar y posicionarse para reducir las bajas propias y maximizar las del enemigo. Y dados los rangos de las armad y objetivos en el centro de la mesa nadie se puede quedar en la otra punta de la mesa tirando tiros.
Es un buen articulo. Pero creo que también debiste hablar sobre Hordes, si bien tienen diferencias son casi el mismo juego.