Como os comenté en el resumen de torneos del primer trimestre de 2018, el pasado 27 de Enero se celebró la décima edición de la RevaBowl. Una cifra redonda y una buena excusa para hacer un reporte de un torneo que, en diez años, ha pasado de ser una pachanga local al torneo más grande del país (y si no de Europa, uno de los más grandes de Europa y del mundo). Cuál es el secreto de su éxito? Qué te puedes encontrar al llegar? Se ha apuntado tanta gente porque pensaban que era un torneo de Bloodbowl porno? Todas las respuestas tras el salto.
Este 2018, más de 200 entrenadores se dieron cita en Chiva (Valencia) para disputar durante dos (tres más bien) días seis rondas de torneo Suizo tipo Resurrection (en el roster, incluyendo las lesiones y puntos de estrellato se resetean entre rondas). A nivel de reglas, pese a que siempre se incluyen algunas reglas pintorescas, no suelen afectar al desarrollo de los partidos de forma sensible.
Así pues, qué convierte a la RevaBowl en parada obligada para los jugadores nacionales (e internacionales) de Bloodbowl?
En primer lugar, su ubicación privilegiada. Chiva se encuentra muy cerca de Valencia, lo cual permite a la mayor parte de jugadores españoles acudir en su propio vehículo sin demasiados problemas. Solamente Madrid tiene mejor conexión. Además, el torneo se celebra en un Motel, en el cual los jugadores comparten no solamente el espacio de juego, si no todos los días de torneo, comidas, cenas y actividades variadas. Éste es un punto clave, pues genera un ambiente espectacular, además de la comodidad de poder estar hasta altas horas de la madrugada socializando, y poder irte a dormir y acudir al torneo a pie en 1 minuto.
En segundo lugar, muy relacionado con la primera, su estructura permite jugar la primera ronda del torneo el viernes por la noche (pues se ofrece un emparejamiento en función de retos entre jugadores) con l oque el sábado no hay por qué madrugar. Lo mismo ocurre con la ronda 5 (la primera del domingo) que puede jugarse el sábado noche.
En tercer lugar, la inscripción incluye barra libre de cerveza durante el desarrollo del torneo. Esta bebida, muy del gusto del jugador medio de Bloodbowl es un auténtico plus.
Pero son solamente los criterios objetivos los que convierten a este torneo en un referente? Por supuesto que no. Son justamente los imponderables los que hacen tan popular a la RevaBowl.
Cuando llegas a La Carreta (el hotel donde se celebra el torneo) lo primero que notas es el ambiente (y no me refiero a la falta de desodorante), si no que es posible que te tires más de una hora saludando a conocidos, conociendo a gente que previamente no habías visto, o tomándote cervezas con desconocidos con tus mismas aficiones freak. Una vez en el meollo, puedes comprobar cómo los organizadores de la RevaBowl se desviven por el buen devenir del torneo, y por ofrecer a los jugadores más y mejores motivos para repetir año tras año. Es cierto que quizá la popularidad de la RevaBowl se forjó en la cerveza, en el núcleo duro de los jugadores valencianos, en el trabajo bien hecho y la perseverancia que, poco a poco ha dado sus frutos. Pero actualmente la RevaBowl es una auténtica convención de Bloodbowl, ya que a parte de encontrarte con gran parte del panorama patrio (y parte del extranjero) del juego, tienes muchas marcas españolas ofreciendo miniaturas y extras a precios especiales.
La propia inercia del torneo lo mantiene en lo más alto, ya que hoy en día nadie duda que si quieres ir a ver a todos tus colegas debes acudir a la RevaBowl en peregrinaje y que no te va a decepcionar. Con el trabajo duro han sabido posicionarse y ahora con mucho más trabajo se aseguran que el nivel no decaiga. Quizá es difícil llegar a lo más alto, pero mantenerse es incluso más complicado.
El viernes, como decía, te puedes encontrar a mucha gente jugando ya la Ronda 1, otros tomándose unas cañas, y otros simplemente jugando a algún juego de mesa. Todos están en un salón de bodas, en donde (hasta ahora) se ha conseguido que jueguen el 100% de jugadores (lo cual es brutal a nivel de ambiente de juego). El salón cierra a las 4:00 AM, pero siempre habrá algún compañero que se preste a partirse un taxi hasta Valencia y alargar la noche.
El sábado no hay prisa, se puede desayunar con calma si ya jugaste el viernes tu primer partido, e incorporarte a las 12:00 a jugar y seguir dándole al grifo de cerveza. A media tarde los más valientes ya pueden proporcionar alguna anécdota al haber acumulado más horas de levantamiento de vaso, pero de nuevo todo es por el bien del ambiente, que termina el día como si fuera una boda en la apertura del bar. Hasta altas horas de la madrugada la gente sigue jugando, pero esta vez se sacan a la palestra juegos varios de mesa, X-Wing, etc. (incluso muchos de los más motivados aprovechan para adelantar partidos de su liga local!) hasta que el cuerpo aguante.
El domingo es la hora del adiós. Gran parte del torneo está ya pensando en marcharse (o soportando la resaca) con su último partido mientras que unos pocos elegidos están en el pico de tensión buscando llevarse los premios al Campeón, Mejor Defensa, etc. Una vez finalizado, se recomienda a los participantes disfrutar del buffet que ofrece el hotel para encarar el regreso con fuerzas.
Durante los días posteriores al torneo, se reparten los parabienes a los organizadores en Facebook, el foro nacional de Bloodbowl… Pero, es todo positivo? Desde mi punto de vista hay algunos peros. El primero, como jugador veterano no me termina de gustar que haya un alto % de jugadores que acuden a la Reva, pero solamente a la Reva. Es decir, no puedes incluirlos en la comunidad, pues vienen y desaparecen durante otros 364 días. Es posible que no tengan más opción que ésa, pero ciertamente la popularidad de la RevaBowl atrae a mucha, mucha gente. El siguiente pero es justamente ése, veo un cierto riesgo a que la Reva muera de éxito. gestionar 200 personas (100 Actas, 100 mesas, muchos problemas) puede llegar a saturar a los responsables, a entorpecer la gestión del torneo… Hay muchas más incógnitas que despejar. Yo soy un firme defensor de que más no es siempre mejor. Aún no se ha dado el caso, pero es algo que no puedo dejar de temer.
Y hasta aquí el reporte, podríamos escribir mucho sobre éste y otros torneos, pero creo que no podréis entender qué son hasta que los disfrutéis en persona.
ESPECTACULAR.