¡Waaagh! de Gorfang vs. Horda de Queek
Escenario: ¡Mantened la posición!
Lugar: Alpha Ares, Barcelona
Fecha: domingo, 29 de septiembre de 2019
¡Saludos Estrategos!
Bienvenidos a un nuevo Informe de Batalla. En este caso, se trata de una batalla que jugué contra un veterano jugador de Orcos y Goblins llamado Emili, que se enmarca dentro de una campaña que estamos jugando inspirada en el conflicto enano-goblin-skaven de Karak-Ocho-Picos. En esta campaña participamos 9 jugadores (tres de cada bando), cada uno de los cuales se ha metido en la piel de un famoso personaje especial de su raza e intenta dominar la famosa fortaleza.
En el bando Enano, podemos encontrar a Belegar Martillo de Hierro, conocido Rey Enano que participó en el conflicto. También encontramos a Ungrim Puñohierro, el Rey Matador, que ha bajado desde su fortaleza a ayudar a sus congéneres. El último jugador enano lleva a Duregar, pariente de Belegar e implicado en las batallas. En el bando Goblin encontramos a Skarsnik, Kaudillo Goblin Nocturno e implacable antagonista de Belegar. Lo acompañan Gorfang Rotgut con su ¡Waaahhhggg! por un lado y Grumlok y Gazbag por el otro. La Horda Skaven viene liderada por Queek, el Coleccionista de Cabezas, líder de guerra del Clan Mors, que desde hace años intenta hacerse con el control de esas ruinas. El Consejo de los Trece le ha enviado «ayuda» en forma de Thanquol por un lado y Throt el Inmundo por otro.
La campaña se jugará en 6 turnos. Los primeros 5 van a consistir en una serie de escenarios, la victoria de los cuales va a proporcionar algún tipo de ventaja de cara al escenario final, en el que intentaremos jugar una épica batalla a 3 bandos con 9 generales implicados. Jugamos sobre un mapa de Karak-Ocho-Picos dividido en zonas, por cuyo control pelearemos como atacantes o defensores, y cada zona tiene asociados un par de Escenarios que se sortean a la hora de jugar en ella. En este caso, Gorfang ataca un territorio skaven que defiende Queek, y nos ha salido un escenario llamado ¡Mantened la Posición!.
Las reglas de la campaña también incluyen la posibilidad de combates en las salas de Karak-Ocho-Picos, aunque en este caso nos ha salido que lucharemos en las montañas de los alrededores. Así que hemos usado las tablas de generación de terreno del manual de sexta para Territorios Enanos.
El campo de batalla consta de 2 bosques, una atalaya enana, una cima rocosa y un río, del cual la sección con una pequeña isla representará un vado natural por donde se puede cruzar sin penalización.
¡Waaagh! de Gorfang
General: Emili
- R Gran Jefe Orco Negro , Gorfang Rotgut.General. Personaje especial.195 points
- C Gran Chaman Orco.Nivel de magia 4. Pergamino de Dispersión.240 points
- H Chaman Goblin.80 points
- Sno 6 Snotlings150 points
- GNR 20 Goblins Nocturnos con Redes.Grupo de mando completo. 2 Lanzaredes. Lanza. Escudo. 3 Fanáticos.156 points
- GN 20 Goblins Nocturnos.Grupo de mando completo. Lanzas. Escudos. 3 Fanáticos.152 points
- JLG 5 Jinetez de Lobo Goblins. Arcos cortos. Músico.76 points
- GO 15 Guerreroz Orcos.Armadura ligera. Rebanadora. Escudo. Músico. Estandarte.105 points
- PdG 20 Pastores de Garrapatoz.14 Garrapatoz y 6 Pastorez.208 points
- LP1 Lanzapinchoz (1).35 points
- LP2 Lanzapinchoz (2).35 points
- KL1 Karro de Lobos Goblin (1).Tripulante adicional.60 points
- KL2 Karro de Lobos Goblin (2).Tripulante adicional.60 points
- JJZ 10 Orcos Zalvajez Jinetez de Jabalí.Grupo de mando completo. Lanza. Escudo. Eztandarte del Beztia de Nogg.203 points
- ARA Aracnarok.350 points
- LG Lanzagarrapatoz.145 points
- F1 Fanático (1).
- F2 Fanático (2).
- F3 Fanático (3).
- F4 Fanático (4).
- F5 Fanático (5).
- F6 Fanático (6).
- G1 Garrapato Perdido (1).
- G2 Garrapato Perdido (2).
- G3 Garrapato Perdido (3).
- G4 Garrapato Perdido (4).
- G5 Garrapato Perdido (5).
- G6 Garrapato Perdido (6).
- G7 Garrapato Perdido (7).
- G8 Garrapato Perdido (8).
- G9 Garrapato Perdido (9).
- G10 Garrapato Perdido (10).
- G11 Garrapato Perdido (11).
- G12 Garrapato Perdido (12).
- Total: 2250 points
Horda de Queek
General: Mathy
- G Sacerdote de Plaga, Blackfeet «Perfección».General. Brazaletes del Poder. Espada Pútrida.120 points
- I Ingeniero Brujo, Pixie. Armas. Acumulador. Condensador. Espíritu de las Tormentas. Pergamino de Dispersión.135 points
- D Ingeniero Brujo, Dixie. Armas. Acumulador. Condensador. Esferas de Muerte. Capa Tenebrosa.135 points
- GC1 20 Guerreros de Clan (1).Estandarte. Músico.115 points
- A1 Amerratadora. 60 points
- GC2 20 Guerreros de Clan (2).Estandarte. Músico.115 points
- L Lanzallamas de Disformidad.75 points
- Es1 20 Esclavos (1).Escudos. Músico.64 points
- Es2 20 Esclavos (2).Escudos. Músico.64 points
- RG1 21 Ratas Gigantes (1).3 Packs.90 points
- RG2 21 Ratas Gigantes (2).3 Packs.90 points
- C1 10 Corredores de Sombras (1).50 points
- C2 5 Corredores de Sombras (2).25 points
- A2 5 Acechantes Nocturnos.Armas de mano envenenadas.70 points
- MdP 19 Monges de Plaga.Grupo de mando completo. Arma de mano adicional.177 points
- P 5 Portadores de Incensario.85 points
- RL 5 Ratas Lobo.30 points
- Total: 1500 points
Despliegue
Como he comentado antes, ¡Mantened la Posición! es un escenario en el que, a mi parecer, los roles de atacante y defensor se intercambian, puesto que tradicionalmente el atacante en los escenarios es «aquel jugador que debe conseguir un objetivo» mientras que en este caso, quien debe cumplir un objetivo para ganar es el defensor. De hecho, en este caso concreto el atacante empieza la partida «ganando», y es el defensor el que debe cumplir unos requisitos al final del sexto turno para ganar, o la victoria se la lleva el atacante sin empate posible.
La condición de victoria, en este caso, es la de tener 2 o más unidades con Potencia de Unidad 10 o más en la zona de despliegue enemiga. Otras particularidades del escenario son que el atacante juega con un 50% más de puntos que el defensor y que la zona de despliegue del atacante se amplía de los 30cm habituales hasta 45cm de su borde del tablero.
¿Como? ¿Que yo voy a tener que atacar?¡Pero si quien invade mi territorio son los Orcos! Bueno… al menos el empate me favorece… ¿Como? ¿Que no se puede empatar?…
Tras unos cuantos dias digiriendo las condiciones del escenario, finalmente me puse manos a la obra con la lista de ejército.
Yo iba a jugar con 1500 puntos de Skavens contra 2250 de Orcos y Goblins. Parecía injusto, pero para ganar yo solamente necesitaba que dos de mis unidades llegaran con más de 10 integrantes a la zona de despliegue enemiga. Si mi rival machacaba el resto de mi ejército era completamente irrelevante. Con eso en mente, me decidí por una lista con una gran cantidad de unidades básicas baratas, con muchísima infantería y toda la velocidad que pueden dar las peludas piernas de los hombres rata. Quería que mi oponente tuviera que lidiar con una auténtica avalancha de carne que lo superara por la pura fuerza de su número, aunque la mayor parte de ella muriera por el camino. Así que elegí hasta 9 unidades capaces de «puntuar», que iban a estar apoyadas por algunas más pequeñas con objetivos claros.
La unidades que podían puntuar de inicio eran los Guerreros de Clan, los Esclavos, los Monjes de Plaga, las Ratas Gigantes, una de las de Corredores de Sombras y las Ratas Lobo. De entre todas ellas, las que realmente podían presentar batalla en cuerpo a cuerpo eran las de Clan y, sobre todo, los Monjes de Plaga con mi Sacerdote de Plaga General.
Estas unidades iban a ir apoyadas por una unidad pequeña de Corredores de Sombras destinada a hacer salir los Fanáticos del enemigo, una de Portadores de Incensario para apoyar combates problemáticos, una Amerratadora y un Lanzallamas de Disformidad listos para abrir un hueco en las filas enemigas por dónde colarme y 5 Acechantes Nocturnos con la habilidad de explorar para impedir marchas al enemigo y liberar Fanáticos en caso de que hubiera más de una unidad.
Todo ello bajo la atenta mirada de Blackfeet, un Sacerdote de Plaga extremadamente presumido (para lo que suelen serlo los discípulos de la Plaga, al menos) y unos hermanos Ingenieros llamados Pixie y Dixie que se encargarían de la protección contra la magia rival y el contraataque.
Mi rival se presentó con una curiosa lista con poca infantería Orca, muchísimos Goblins y unidades a las que no me había enfrentado nunca como el Aracnarok o el Lanzagarrapatos. Este último me causaba especial pavor, puesto que atacaría cualquier unidad enemiga a menos de 20cm con su furia desatada y yo no tenía nada en mi arsenal para evitarlo. Él solito podía cubrir un flanco entero…
Por suerte gané la tirada para elegir lado y evité que mi rival se quedara la colina, lo que le hubiera supuesto una plataforma de disparo perfecta para sus temibles máquinas de guerra. Fuimos colocando alternativamente una unidad cada uno y me sorprendió ver la cantidad de unidades que trajo Emili. Parece ser que ya se esperaba mi táctica de superarlo numéricamente, y había decidido enrolar tropas suficientes para proteger su zona al máximo. Incluyó a Gorfang en la unidad de Orcos, en la que también puso el Gran Chaman, cosa que para mi fué un error, puesto que ese movimiento condenó al temible general Orco a un puesto de segunda fila. Cuando acabó el despliegue, dudé mucho sobre el lugar en el que colocar mis Acechantes Nocturnos. Disponía de 2 bosques adecuados para ello, uno en el flanco izquierdo (el que parecía más débil) y otro en el derecho (delante del Aracnarok). Finalmente me decanté por el derecho, para intentar averiguar si los Goblins Nocturnos de cerca del río disponían de Fanáticos desde la seguridad del frondoso vergel.
Viendo ahora el campo de batalla, creo que debería haber puesto más unidades en el flanco oeste, que claramente era el flanco más débil de mi rival. Pero no me atreví, puesto que eso hubiera dejado el resto del campo de batalla sin opción alguna para mí. Preferí «arriesgarme» y tener múltiples oportunidades de puntuar, que jugármela a un solo intento.
Turno 1 – ¡Waaagh! de Gorfang
Gané la tirada para decidir quien empezaba y dudé bastante. Si yo tenía el primer turno le podía hacer salir a los fanáticos en medio de sus filas. Pero por otro lado, podía no tener o tener pocos, y el último turno podía ser clave, por lo que aposté por jugar segundo. Con un poco de suerte, mi rival abriría sus líneas y me dejaría un resquicio por donde pasar.
Emili chequeó animosidad y sus Jinetes de Jabalí se enzarzaron en una pelea. Sin cargas que declarar, pasamos directamente a la fase de resto de movimientos.
De izquierda a derecha, Emili jugó sus Jinetes de Lobo con cautela, a la espera que finalizara la animosidad de sus congéneres. Los Pastorez de Garrapatos, por su parte, decidieron no esperar a nadie y salieron a toda velocidad hacia delante.
Los Goblins Nocturnos del Centro y los Snotlings también avanzaron mucho. Gorfang y sus Orcos les seguían de lejos, mientras que el Aracknarok se internó en el bosque atraído por el olor de los Acechantes Nocturnos. Los Goblins Nocturnos que estaban cerca del rio se adelantaron un poco pero no llegaron a tener que soltar a sus fanáticos debido a la presencia de mis exploradores. Los Karros se quedaron quietos esperando a mis veloces Ratas Lobo.
El Gran Chaman de Emili conocía los hechizos Pie de Gorko, Gorko Kamina con Noz, ¡Whaaagghh! y Mirada de Morko. El aprendiz conocía la Mirada de Morko e intentó lanzarla sobre las Ratas Lobo, pero no logró reunir la energía necesaria. Seguidamente el Chamán intentó lanzar Gorko Kamina con Noz sobre la Amerratadora y sacó un 13. pero Pixie pidió ayuda a su hermano Ingeniero Brujo Dixie, y entre ambos lograron dispersar la energía mágika del ¡Whaaagh! con un resultado de 14 en 4 dados. Con su último aliento, el Gran Chaman intentó lanzar un Pie de Gorko sobre la misma unidad pero las fuerzas se le acabaron antes de lograrlo.
En la fase de disparo, Emili decidió no alimentar al Lanzagarrapatos puesto que estaba muy lejos, y ambos Lanzapinchoz fallaron sus disparos por mucho.
Sin combates, mi rival dió por finalizado su turno.
Turno 1 – Horda de Queek
Mis objetivos para este primer turno estaban claros… Por un lado, hacer salir el máximo número de Fanáticos posibles. Por otro, intentar abrir una brecha hacia la zona de despliegue enemiga por la que colarme.
Para el primer objetivo, superar el chequeo de terror con los Acechantes Nocturnos era clave. Lancé los dados y saqué un 7, el resultado exacto de su liderazgo. Así que en la fase de resto de movimientos los hice avanzar para rodear el Aracnarok y muy pronto tuvieron que detenerse porque los Goblins Nocturnos del río expulsaron de entre sus filas a 3 locos con bolas gigantes.
Como que entrando en el bosque hubieran muerto, Emili envió a dos a cubrir el vado y otro recto hacia mis Guerreros de Clan.
Volví a repetir la jugada con la unidad de 5 Corredores de Sombras con éxito. El primer Fanático atravesó mi unidad matando a 3 y haciendo huir al resto, mientras que los otros dos salieron con gran ímpetu a molestar.
Mi flanco izquierdo avanzó al máximo de sus posibilidades aprovechando la animosidad de los Jinetez de Jabalí Zalvajez. Los Corredores de Sombras llegaron al bosque, mientras que las Ratas Gigantes presionaban a los Jinetez de Lobo. A su derecha, los guerreros de Clan y su Lanzallamas avanzaron un poco menos, cubriéndose con los prescindibles Esclavos. Era un movimiento peligroso debido al Fanático, que podría atravesar las tres unidades de golpe, pero pensé que valía la pena el riesgo. Si los Garrapatoz decidían cargar a mis Esclavos, me dejarían vía libre hacia su zona de despliegue. Lo que no tuve en cuenta era la presencia de un Ingeniero Brujo en la unidad de esclavos, que fácilmente hubiera podido sacar de la unidad y que se me olvidó por completo.
En el centro, tuve suerte de que los Snotlings no estaban a distancia de carga de mis unidades con Furia Asesina, o hubieran tenido que cargar atravesando el Fanático. Decidí avanzarlos un poco y poner a los Portadores de Incensario a flanquear. Los Esclavos, en cambio, se acercaron todo lo que pudieron al bosque, para cubrir la posibilidad de un arrasamiento del Aracnarok.
Finalmente las Ratas Lobo y las Ratas Gigantes del flanco derecho mantuvieron la posición ante la presencia de los Karros de Lobos.
En la fase de magia, uno de mis Ingenieros logró lanzar con éxito un Rayo de Disformidad sobre la unidad de Jinetez Zalvajez potenciando sus habilidades con un Fragmento de Piedra Bruja. El segundo Rayo de Disformidad fue dispersado con un Pergamino de Dispersión y el Espíritu de las Tormentas lanzó un último Rayo de Disformidad que acabó con 2 Jinetez de Jabalí más.
En la fase de disparo la Amerratadora acabó con el Fanático que tenía delante.
Estaba bastante satisfecho con mi primer turno, aunque no había nada decidido todavía.
Turno 2 – ¡Waaagh! de Gorfang
El segundo turno de Emili empezó con los Jinetez de Lobo y los Pastorez de Garrapatoz fallando sus respectivos chequeos de animosidad. Los primeros se quedaron quietos, pero los segundos, para mi desesperación, decidieron avanzar en línea recta.
En la fase de declaración de cargas, los Pastorez decidieron lanzar sus Garrapatoz sobre los ahora cercanos Esclavos, mientras que el Aracnarok declaró carga sobre los Acechantes, que fallaron su chequeo de miedo y huyeron para salvar sus vidas. Lamentablemente su huida no fue lo suficientemente rápida como para dejar atrás el monstruo, que los alcanzó cerca de los Guerreros de Clan.
Los Fanáticos errantes, por su parte, se movieron sin causar daños, mientras que del resto de unidades, Emili solamente movió los Jinetez de Jabalí Zalvajez restantes y los acercó al bosque para evitar futuros Rayos de Disformidad.
En la fase de magia verde, el aprendiz volvió a lanzar una Mirada de Gorko contra la unidad de Ratas Lobo pero mis Ingenieros lograron dispersarla. Luego el Gran Chaman lanzó un Gorko Kamina kon Noz y usé mi Pergamino de Dispersión para cancelarlo. Finalmente Emili no pudo lanzar el Pie de Gorko con los dos dados que quedaban.
Los Lanzapinchoz volvieron a fallar miserablemente sus disparos.
Finalmente, en el combate entre los Garrapatos y los Esclavos pasó lo inconcebible. Emili disponía de 10 Ataques de HA4 (impactaba a treses) y F5 (hería a doses, sin salvación alguna). Cogió 10 dados, los lanzó y… ¡sacó nada menos que 7 unos! ¡Menuda pifia! Creo que en toda mi vida de Warhammer no había visto una tirada tan lamentable.
Encima, con los 3 impactos solamente logró acabar con 2 Esclavos, porque sacó otro «1» para herir. La sorprendida carne de cañón skaven no falló y acabó con algunos monstruitos, lo que los llevó a ganar el combate gracias a la presencia de un músico entre sus filas. Derrotados, los Pastorez huyeron a toda velocidad, mientras que 12 Garrapatos se convirtieron en una pesadilla llamada «Garrapatos Perdidios» de la que os hablaré en el siguiente turno.
¡Menuda desgracia de turno! Emili no había conseguido matarme prácticamente nada con su superioridad y su flanco oeste parecía cercano al colapso. A ver si yo conseguía aprovechar la oportunidad…
Turno 2 – Horda de Queek
Mi segundo turno empezó con los Esclavos, los Guerreros de Clan y la Amerratadora superando sus chequeos de terror debidos a la proximidad del Aracnarok. Seguidamente, decreté cargas con los Portadores de Incensario (estaban obligados) y los Guerreros de Clan sobre la bestia, pero aunque las ratas no habían huido, no por eso eran estúpidas…. y fallaron su chequeo de miedo, dejando a mis pobre sicarios de plaga completamente vendidos.
Luego las Ratas Gigantes del oeste fallaron su carga contra los Jinetes de Lobo, que huyeron más allá de su alcance. Los Guerreros de Clan del centro cargaron a un Garrapato Perdido que les impedía el paso, mientras que los Esclavos intentarban cargar sobre los huidizos Pastorez, pero tampoco los alcanzaron.
Los dos Corredores de Sombras siguieron corriendo hacia el borde de la mesa. Luego los 10 Corredores de Sombras salieron del Bosque para amenazar a la dotación del Lanzapichoz. Los Esclavos del centro usaron el bosque para cubrir su flanco de los Snotlings mientras los Monjes de Plaga se encaraban hacia el Aracnarok. Finalmente, las Ratas Lobo y las Ratas Gigantes del este permanecieron inmóviles esperando su oportunidad.
Todas estas maniobras conseguí hacerlas evitando en general una multitud de Garrapatoz Perdidoz y Fanáticos que poblaban la mesa en esos primeros turnos. Los Fanáticos ya los conocéis, pero los Garrapatoz Perdidoz son incluso más tediosos de «gestionar». Todos saltan 5D6 en una dirección aleatoria y, en caso de «caer» sobre otra miniatura, amiga o enemiga, le zumban sus 2 Ataques y vuelven a saltar…Así hasta que caigan fuera del el tablero o saquen un resultado de triple en su movimiento, momento en el que mueren de agotamiento (si antes no habéis muerto tu rival y tu de puro aburrimiento, que es para lo que sirven en realidad). En resumen… si veis a alguien sacando de su maleta de miniaturas a estos bichos…¡Huid insensatos!
La fase de magia se presentaba muy poco interesante, puesto que tenía uno de los Ingenieros trabado en combate. Pero por fortuna Dixie, el brujo que había sobrevivido al ataque de los Garrapatoz, estaba libre y logró la proeza de lanzar con éxito un Rayo al Ezcupegarrapatoz, que cayó incinerado en el acto. Era una miniatura nueva, y el pobre Emili se tomó bastante a pecho la pérdida… lloró un poquito…
En la fase de proyectiles, la Amerratadora acabó con un Fanático y el Lanzallamas achicharró a 2 Garrapatoz Perdidoz. Para acabar la fase, Dixie usó sus esferas de Viento Envenenado contra los Goblins Nocturnos, y solo el fuerte viento y el dado de dispersión) cambió una masacre cantada por un solitario Goblin muerto.
En la fase de combate, murió uno de los Portadores de Incensario por sus propios vapores tóxicos y el resto no lograron herir a la bestia, que mató a dos más e hizo huir al resto. Esa huida pilló por sorpresa a mis Esclavos, que fallaron su chequeo de pánico y empezaron a correr hasta quedar justo delante de los Snotlings, desestabilizando todo mi frente de batalla. Finalmente Emili quiso que el monstruo no persiguiera, cosa que yo hubiera hecho seguro. Creo que aquí se equivocó, puesto que podía haberse acercado al flanco de mis Monjes de Plaga. Supongo que los Brazaletes del Poder, que habían aumentado la Fuerza de mi General, le daban mucha caquita… Ah, y los Guerreros de Clan eliminaron al Garrapato Perdido y arrasaron unos míseros 10 cm.
Mmm… No había sido un mal turno para mí. Mis opciones seguían intactas en el flanco izquierdo, aunque la presencia del Aracnarok casi a mi espalda me producía pesadillas. Vamos a ver qué se inventa mi rival en su turno…
Turno 3 – ¡Waaagh! de Gorfang
El turno clave de la partida llegó y finalmente los Pielesverdes se organizaron y no fallaron chequeo de animosidad alguno. En cambio, varias unidades declararon cargas contra mis pobres ratas. Por el Oeste, los Jinetez de Jabalí Zalvajez cargaron sobre la unidad de Ratas Gigantes. En el centro, los Snotlings intentaron lo mismo en dirección a los Esclavos que ya estaban huyendo, pero en su precipitación acabaron atravesando uno de sus propios Fanáticos. Los pequeños goblinoides se apartaron como pudieron de la enorme bola antes de seguir con su carga, lo que facilitó la huida de los hombres rata. Más al este, el Aracnarok cargó contra la unidad de guerreros de Clan que habían dudado el turno anterior.
La fase de movimientos obligatorios resultó bastante repetitiva, puesto que ni los Fanáticos ni los Garrapatoz Perdidoz sacaron resultados de triples en los dados de movimiento. Solamente hubo un Garrapato que, decidido a romper un poco la monotonía, saltó sobre la unidad de Goblins Nocturnos del centro, le arrancó la cabeza a dos pobres diablos y, al volver a saltar, se empaló él mismo contra una lanza y murió.
En la fase de resto de movimientos, los Jinetez de Lobo reagrupados se movieron hasta el lateral del Lanzapinchoz con sus arcos listos. La unidad de Goblins Nocturnos y la del General se encararon a la izquierda para protegerse de los Esclavos. Finalmente, las unidades del flanco este siguieron con su pulso agónico contra las mías y tampoco se movieron ni un ápice.
En la fase de magia, el Gran Chaman decidió coger las riendas en persona. Primero intentó lanzar un Pie de Gorko que conseguí dispersar. Luego lanzó la Mirada de Morko con un gran resultado y tuve que asumir las consecuencias, que fueron la muerte de 2 Corredores de Sombras de la unidad de 10, invalidándola como unidad puntuable. Finalmente Emili lanzó el hechizo ¡Whaaaghhh!, pero no logró reunir la energía necesaria. Con ese hechizo hubiera podido barrer el flanco de los Esclavos y los Guerreros de Clan…¡Glups!…
En la fase de proyectiles, ni los Lanzapichoz ni los Jinetez de Lobo lograron abatir a nadie.
Y finalmente llegamos a la fase de combate. Dos de las cargas de Emili habían resultado exitosas y su resultado sería absolutamente clave para la partida. Primero resolvimos la refriega entre los Jinetez de Jabalí Zalvajez y mis Ratas Gigantes. Los Orcos activaron los poderes del Eztandarte del Beztia de Nogg y lanzaron una barbaridad de ataques contra mis tropas, con el espectacular resultado de 7 Ratas Gigantes muertas. Los Señores de las Bestias contraatacaron desde la última fila con sus látigos y uno de ellos consiguió descabalgar a un Orco despistado. Calculamos el resultado del combate y mis pobres Ratas perdieron por 3, lo que las dejaba en un chequeo de desmoralización a treses. Por suerte, yo tengo más moral que el Alcoyano, y parece ser que mis pequeñas peludas también, porque conseguí sacar un 3 en la tirada y se quedaron para luchar otro dia…¡Yiiihaaaa!
El segundo combate resultó incluso mejor. Y es que el Aracnarok solamente pudo matar a 4 Guerreros de Clan, lo que resultó insuficiente para ganar el combate. Ante la marea de ratas a la que se enfrentaba, el monstruo falló su chequeo de liderazgo (es tozudo a sietes) y se largó, perseguido de lejos por mis tropas.
En conclusión, el ataque Orco había fallado. A ver, no me entendáis mal… Yo no lo tenía fácil. Pero al menos la resistencia numantina de mis tropas me había dado una oportunidad. Ahora era mi turno para aprovecharla…
Turno 3 – Horda de Queek
Al inicio de mi turno me di cuenta de una terrible verdad… Tenía un embotellamiento en mi flanco izquierdo digno de la AP7. Mi intención de aprovechar el vacío dejado por los Paztorez de Garrapatos para puntuar con la unidad de Guerreros de Clan y la de Esclavos chocaba con la realidad. No me iba a dar tiempo a hacerlo con tanto Orco y Goblin pisándome los talones. Así que, citando a un famoso general Skaven, grité «¡Que los entretengan los Esclavos!, mientras, esta vez sí, sacaba a Dixie de la unidad…
Declaré un total de 3 cargas este turno. La primera era la de los Corredores de Sombras sobre la dotación del Lanzapinchoz. Este combate era absolutamente crucial, puesto que esa maldita máquina de guerra impedía el paso a los Guerreros que venían detrás. También cargué con los Monjes de Plaga sobre los Snotlings. Su gran cantidad de ataques de poca fuerza era perfectos para acabar con esa unidad, aunque por temas de distancias mi General quedara fuera del combate inicial. Finalmente, los Guerreros de Clan que perseguían al Aracnarok lo volvieron a cargar, más que nada para «empujarlo» lo más lejos posible. Si tenía suerte y la bestia no se reagrupaba, mi rival perdería una baza importantísima.
Logré reagrupar los Esclavos, los Portadores de Incensario supervivientes y los dos Corredores de Sombras, aunque solamente la primera unidad me iba a valer para puntuar.
Finalmente volví a dejar mis unidades del flanco oriental inmóviles. Mi rival era reticente a romper el statu quo allí, y mis tropas se enfrentaban a demasiadas unidades. Yo tenía un plan para lidiar con los Karros, pero la unidad de Goblins Nocturnos me molestaba. Debía esperar.
En mi fase de magia, Dixie sufrió una disfunción mágica, pero saqué un bonito 12 en la tabla y eso nos indicó que había logrado lanzar el hechizo, un enorme Rayo de Disformidad que mató a 9 Goblins Nocturnos, con fuerza irresistible. Los Goblins superaron el chequeo de pánico correspondiente y luego el esfuerzo le causó una herida a mi brujo y la pérdida completa de habilidad hechicera. ¡Maldición!. Eso me dejaba solamente con 3 dados de dispersión…
En la fase de disparo, Dixie apuntó con sus Esferas de Muerte a los guerreros Orcos, pero su disparo se dispersó mucho. Luego el Lanzallamas de Disformidad alcanzó a varios Garrapatos, pero, para mi desesperación, no logró abatir a ninguno .
En la fase de combate, mis Corredores de Sombras solamente lograron abatir a un miembro de la dotación del Lanzapinchoz y el otro se negó tozudamente a abandonar el artilugio con un bonito 4 en el chequeo de desmoralización… ¡dónde las dan las toman! Los Monjes de Plaga se hartaron de matar Snotlings sin piedad y enviaron a más participantes al combate, entre ellos al Sacerdote.
Finalmente, los Jinetez de Jabalí Zalvajez lograron doblegar la voluntad de mis Ratas Gigantes y las desmoralizaron, las persiguieron y las aniquilaron.
Mmmm… ¡Esos malditos Corredores de Sombras! ¡Esos inútiles me impedían el paso y amenazaban mi victoria! Iba a tener que tomar medidas… de bolsas para cadáveres….
Turno 4 – ¡Waaagh! de Gorfang
Emili inició su cuarto turno con muchos frentes abiertos. La animosidad fue clemente de nuevo y, antes de intentar reagrupar el Aracnarok, pasó algún tiempo decidiendo sus cargas. Los Jinetes de Lobo cayeron sobre el flanco de los Corredores de Sombras, que superaron su chequeo de pánico correspondiente por estar en combate. Luego declaró una carga doble: Gorfang en persona se unió a los Goblins Nocturnos abandonando su unidad de Orcos y cargó a los Esclavos cercanos.
El Aracnarok se reagrupó sin problemas y volvimos a repetir la espantosa fase de movimientos obligatorios, en la que, esta vez sí, varios Garrapatoz Perdidoz agotaron sus energías y fueron retirados del tablero. Destacaremos especialmente el enfrentamiento entre 2 Garrapatoz cuando uno cayó con sorprendente precisión sobre otro y le arrancó la yugular a mordiscos, probablemente en una lucha a muerte por alguna Garrapata en celo cercana. Para completar la dantesca fase, uno de los Fanáticos abandonó el tablero mientras que otro chocó a toda velocidad contra el Lanzapinchoz y lo hizo astillas.
Gracias a una superioridad mágica creciente, el Gran Chaman de Emili convocó un Pie de Gorko nada menos que dos veces (la segunda con un Gorko Kamina con Noz que solamente aplastó esa unidad) sobre los pobres Guerreros de Clan, que perdieron a 9 integrantes. Por suerte, superaron el chequeo de pánico correspondiente.
En la fase de disparo, las tripulaciones de ambos Karros dispararon sus arcos cortos a los Guerreros de Clan en la linde del bosque, y abatieron a uno de ellos.
Ya en la fase de combate, los Jinetes de Lobo demostraron una inoperancia demencial y solamente lograron acabar con un Corredor de Sombras. El resto contraatacó matando al último goblin de la dotación del Lanzapinchoz. Incluso así mi unidad perdió el combate por dos puntos (potencia y flanco), pero milagrosamente mis aprendices del clan Eshin lograron aguantar firmes la embestida.
En el centro, Gorfang hizo una auténtica carnicería y los Esclavos, lejos de la mirada de mi General, rompieron filas y huyeron en desbandada. Tanto el General Orco como los Goblins Nocturnos intentaron atraparlos pero la velocidad que les confería el miedo fue sobrehumana.
Cerca de allí, mis Monjes de Plaga seguían masacrando Snotlings. Yo disponía de un montón de ataques pero increíblemente logré hacer unas tiradas para impactar casi tan malas como las de los Garrapatoz de Emili y al final consiguió sobrevivir la última peana con una sola herida. ¡Maldición! En mi siguiente turno me iba a ver inmovilizado por esos malditos microbios verdes. ¡Aaarrggghh!!
Mientras yo sacaba espuma por la boca, Emili me pasó el turno, con la sonrisa de aquel que todavía no ha dicho su última palabra.
Turno 4 – Horda de Queek
Al inicio de mi cuarto turno no tenía ninguna unidad en la zona de despliegue rival, por lo que estaba lejos de poder ganar esta partida. Mi mejor baza eran sin duda los Guerreros del clan del oeste, pero su avance se veía impedido por los Corredores de Sombras en liza con los Jinetes de Lobo. Así que ordené una carga por el flanco, con la esperanza de que una persecución larga llevara a mi unidad más allá del alcance de los Jinetes de Jabalí Zalvajez, que volvían a estar al acecho. Mi segunda y última carga fue con la segunda unidad de Guerreros de Clan, que aprovecharon la destrucción de un Garrapato Perdido para avanzar por dentro del bosque. La fortuna les hizo detenerse justo antes de ser visibles para el Aracnarok que acechaba al otro lado (se quedaron tan cerca de los 4cm del borde que nos jugamos a suertes si eran visibles o no, y salió que no…bufff…).
No conseguí reagrupar a la unidad de Esclavos que huía, aunque su actitud no inspiró miedo alguno en el Lanzallamas dado que eran escoria esclavizada. Seguidamente, moví el resto de mis tropas hacia delante, en un último intento de abrumar a mi enemigo con objetivo de colarme entre sus líneas.
Mención aparte requiere el avance de mis tropas orientales, que habían estado en la reserva a lo largo de toda la partida. No sé cuantos virotes había fallado el Lanzapinchoz contra mis Ratas Lobo, pero eran muchos, lo que significaba que esa unidad todavía tenía potencia 10 y por tanto podía «puntuar». Tras ella avanzaron las Ratas Gigantes, con un plan en mente. Mi rival no podía dejar que ninguna de las dos unidades se le «colara», pero solamente tenía ya 2 Karros para intentar impedirlo, puesto que la unidad de Goblins Nocturnos tendría que intentar frenar a los Guerreros del Clan del Bosque o arriesgarse a dejar pasar alguna unidad del centro. Si yo sacrificaba completamente a las Ratas Lobo mi rival iba a tener que reaccionar con uno o dos Karros. La gracia de este plan es que estábamos en mi turno 4, por lo que si sus tropas de ataque salían del tablero (por persecución o arrasamiento), aunque volvieran a entrar en el último turno, lo harían sin poder declarar cargas. Quizá esta treta vil fuera suficiente para permitir puntuar a una de las unidades.
Me salté la fase de magia (puesto que mi único Ingeniero estaba en combate) y me preparé para la de disparo. Dixie lanzó una Esfera de Muerte hacia los Guerreros Orcos pero lo hizo tan mal que el proyectil se desvió una barbaridad, cayendo sobre la unidad que formaban los Paztores sin Garrapatoz y matándolos en el acto. ¿Bien hecho? Luego el Lanzallamas de Disformidad bombeó un chorro de fuego a toda potencia en dirección a los lejanos Jinetez de Jabalí Zalvajez (tenía que puntuar con los Guerreros de Clan como fuera) y logró alcanzarlos, achicharrando a 2 de ellos.
En la fase de combate, los Monjes de Plaga acabaron finalmente con el último Snotling y los Guerreros de Clan lograron abrumar los suficiente a los Jinetez de Lobo como para derrotarlos en combate, perseguirlos y…¡Alcanzarlos! Con una tirada de persecución que rozaba la perfección, los Guerreros de Clan lograron atrapar a pie a una unidad de caballería y alejarse lo suficiente de los Jinetez de Jabalí Zalvajez en una loca carrera hacia la supervivencia. ¡Brutal!
Turno 5 – ¡Waaagh! de Gorfang
El quinto turno de Emili volvió a empezar benévolo con la animosidad, aunque había ya pocas unidades susceptibles a sufrirla sobre el tablero. La verdad era que la lucha estaba siendo intensa, y del combate inicial entre grandes bloques habíamos pasado a una serie de escaramuzas y tomaydacas por todo el tablero. El desgaste pasaba factura, y se notaba.
Emili decidió coger el toro por los cuernos en el flanco este y cargó con ambos Karros a mis Ratas Lobo, que se prepararon para la embestida. Luego Gorfang en persona cargó sobre el pobre Dixie, arguyendo que había estado a punto de asfixiarle el turno anterior…rencorosete…
En la fase de resto de movimientos, los Jinetez de Jabalí se acercaron a toda velocidad a mis Guerreros de Clan. Luego el Gran Chaman, que tenía un plan muy feo en mente para los Monjes de Plaga, abandonó la seguridad de su unidad, que estaba retrocediendo. Junto con los Goblins Nocturnos y el Aracnarok, intentaban desesperadamente formar una línea compacta con la que detener al resto de unidades skaven.
En la fase de magia, el Gran Chaman invocó los poderes del ¡Whaaaghhh! y, al igual que en veces anteriores, un gigantesco pie verde bajó de los cielos aplastando a la unidad de Monjes de Plaga. Eufórico, el mago orco no vio venir un segundo pie mastodóntico, esta vez en su dirección, mientras una voz atronadora decía:
-DEJAME EN PAZ DE UNA VEZ, PESADO… QUE ES LA HORA DE LA SIESTAAAAAAAAaaaaaaa….
El pobre Chaman no tuvo la menor oportunidad. Cuando el enorme pinrel se evaporó en el aire, su cuerpo aplastado y roto yacía en el barro del campo de batalla. Lo que pasó en realidad es que Emili consiguió invocar un Gorko Kamina con Noz matando a 3 Monjes, pero luego perdió el control del hechizo y se me permitió a mi elegir el siguiente objetivo, que evidentemente fue el propio Mago.
El aprendiz invocó una Mirada de Morko, que mató a una Rata Gigante.
En la fase de combate, la carga combinada de los Karros aniquiló por completo a mis Ratas Lobo sin despeinarse, y ambos decidieron no arrasar por lo que he comentado al principio. La carga de Gorfang, en cambio, resultó un completo desastre, puesto que no logró hacerle ni una sola herida a mi Ingeniero, dando como resultado un extraño empate.
La tensión llegaba a su punto culminante cuando Emili me cedió el turno.
Turno 5 – Horda de Queek
Para proteger a la unidad que puntuaba, mis 4 Corredores de Sombras supervivientes cargaron a los Jinetez de jabalí por el flanco. El resultado del combate era indiferente. Si yo ganaba, ellos se quedarían inmovilizados. Si yo perdía, ellos iban a tener que perseguir o arrasar por culpa de su furia asesina, quedándose encarados a Cuenca. Lo que yo llamo un win-win de libro.
Las Ratas Gigantes cargaron al Karro de Lobos Goblin y no hubo manera de impedir que mi unidad se pusiera en contacto también con el segundo Karro, por lo que lo consideramos una carga doble. Con potencia y filas de mi lado, era un combate que esperaba ganar.
El resto de mis unidades corrieron como locas hacia la zona de despliegue enemiga. Solamente destacar la acción de los 2 Corredores de Sombras reagrupados, que se pusieron delante de la unidad de Goblins a evitar una carga de éstos por el flanco de mis Esclavos.
No hubo magia ni disparo destacable este turno.
En la fase de combate, los Corredores de Sombras consiguieron matar al portaestandarte, ganar el combate y hacer huir al campeón de la unidad de Jinetes de jabalí Zalvajez. Luego Gorfang apalizó sin piedad al pobre Dixie y finalmente pasó la mayor desgracia del turno. Mis Ratas Gigantes solamente pudieron herir una vez a un Karro mientras que hasta 6 integrantes de la unidad morían a manos de las tripulaciones de Goblins y los Lobos que tiraban de ellos. De hecho, perdí el combate de 1 punto y mi unidad consiguió mantenerse firme de milagro.
¿Pero qué era esa mierda? Toda la partida esperando que esas Ratas Gigantes entren en acción y cuando lo hacen, parecen ositos de goma… Aun voy a perder esta partida…
Turno 6 – ¡Waaagh! de Gorfang
Llegamos al último turno y Emili tenía muchísimo trabajo acumulado. Concretamente, yo estaba puntuando con una unidad (los Guerreros de Clan de la esquina oeste) y disponía de 4 más para conseguir el último punto en mi último turno (los Esclavos, los Monjes de Plaga, los otros Guerreros de Clan y las Ratas Gigantes). Emili disponía de 4 unidades para intentar detenerlas, pero no estaban colocadas de forma perfecta, y eso me daba ventaja. Emili estuvo contemplando la opción de colocar el Aracnarok de lado, para así impedir físicamente el paso a mis unidades (es tozudo, por lo que tiene posibilidades de perder un combate y seguir al pie del cañón), pero al final se dio por vencido e hizo los movimientos que he representado en el mapa. Yo creo que tenía posibilidades de bloquearme, pero se le olvidó completamente que los Monjes de Plaga tienen furia asesina, por lo que estarían obligados a cargar si colocaba las unidades de forma adecuada. Pero la verdad es que ambos pensábamos que los Karroz no resistirían y que por allí llegaría mi victoria.
Al final, los Guerreros Orcos cargaron a los Esclavos junto con Gorfang, el Aracnarok cargó a los Guerreros de Clan y los Goblins Nocturnos se acercaron al bosque. Adicionalmente, los Goblins Nocturnos cargaron a los dos Corredores de Sombras que se habían sacrificado por la causa…
Gorfang y sus chicoz lograron imponerse sobre los Esclavos y los persiguieron, igual que los Goblins Nocturnos con los Corredores de Sombras. El Aracnarok, en cambio, no pudo causar suficientes daños para ganar el combate, pero se quedó a pelear tozudamente.
Pero lo más increíble vino en el flanco oriental, donde los Karros, a pesar de seguir matando Ratas Gigantes, perdieron el combate por 1 punto, cosa que hizo huir… ¡Solamente a uno de ellos! El otro, herido como estaba, se negó a dar la vuelta y siguió presentando batalla hasta el final.
Reconozco que eso no me lo esperaba.
Emili me pasó el turno y mi cabeza daba vueltas calculando probabilidades.
Turno 6 – Horda de Queek
En mi último turno solamente me quedaba una cosa por hacer.
Los Monjes de Plaga cargaron al Aracnarok por el flanco, consiguiendo entrar en la zona de despliegue de Emili y por lo tanto, puntuando.
Hicimos el combate por si el Aracnarok ganaba, pero no fue el caso, aunque lo cierto es que volvió a superar su chequeo de desmoralización y no huyó.
Fué una suerte que Emili me «dejara» esa posibilidad, porque ahora os voy a contar lo que pasó con el Karro invencible y las Ratas Gigantes. Resulta que, en un estúpido alarde de capacidad militar, mis ratas no solo lograron ganar el combate (cosa muy fácil con potencia superior y una fila), si no que le causaron 2 heridas a la máquina Goblin y la destruyeron completamente. Al no haber huida ni persecución, no pudieron llegar a la zona de despliegue enemiga, y si no llega a ser por los Monjes de Plaga, pierdo la partida.
RESULTADO: Tras los 6 turnos de rigor, yo tenía 2 unidades con potencia de unidad superior a 10 en la zona de despliegue de Emili, con lo que el resultado fue una VICTORIA SKAVEN. ¡Yuhu!…. Pero por un pelo de bigote.
CONCLUSIONES: Me gustó jugar con Emili. Es un jugador metódico que sigue las reglas paso a paso, pero a la vez se puede hablar de todo con él y encontrar una solución sencilla en jugadas dudosas, que pueden amargarte la partida con otro rival menos flexible. El ejemplo lo tenéis cuando lanzamos un dado para decidir si el Aracnarok veía o no a los Guerreros de Clan en su turno 5, pero hubo muchas otras situaciones a lo largo de la partida en las que tuvimos que repasar algo el reglamento y no se hizo pesado para nada.
Este escenario es muy divertido de jugar… si te gusta la tensión desbordante y tienes nervios de acero. Desde el punto de vista del defensor (los skavens, aunque parezca increíble), tienes una presión constante por «puntuar» que se va acentuando a medida que pasan los turnos. Un buen ejemplo de ello es la falta de fotos a partir del turno 3, pero es que… ¡No podía estar a todo, no me juzguéis!. Mientras, el atacante, con superioridad militar, debe impedir el avance de las tropas enemigas a toda costa, cosa nada fácil en este juego, como demuestra el hecho de que llegamos al último turno y Emili tenía mucho trabajo por hacer para intentar frenar a los restos de mi ejército.
¿Qué hubiera hecho yo distinto si hubiera jugado en lugar de mi rival? Bueno… ya le comenté a Emili que los Fanáticos, por ejemplo, son poco útiles contra un ejército de chusma como el skaven. Pueden frenar movimientos al revelarse, pero para eso con uno vas que te sobras. No comentaré mucho su lista, puesto que es algo muy personal y soy consciente que mi rival quería probar unidades como el Lanzagarrapatos. Creo que jugó muy bien sus bazas, se arriesgó presentando un flanco débil que logré aprovechar tras mucho sudor y, de no haber sido por ese Gorko Kamina con Noz que se le giró en contra, seguramente hubiera ganado la partida.
En cambio, respecto a mi, si que tengo algunas quejas más. Especialmente de despliegue. Colocar los Esclavos lejos de mi general no fue una buena idea, la verdad. igual que colocar las Ratas lobo y las Ratas Gigantes al otro lado del río. Tuve mucha suerte de que las cosas me acabaran saliendo bien, pero hubiera sido más efectivo otro despliegue. Por cierto… Tendría que haber hecho una unidad de 10 excavadores. no me atreví, y ahora creo que fue un error.
Y hasta aquí un nuevo informe de batalla de Mathy. Espero que os haya gustado. Que sepáis, que ya tengo empaquetado mi ejército del Clan Pestilens para el VI Torneo Internacional Old School Corredores de Sombras 2019 del próximo domingo, con Nurglitch a la cabeza…Prometo teneros al tanto de todo.
¡Hasta pronto!
Como siempre, superinteresante, aunque tu capacidad para superar chequeos de liderazgo es insultante Mathy (especialmente esos terrores de los primeros turnos…). Es que solo le he visto esa potra a cierto general goblin…igual va de serie con jugar directamente con liderazgos lamentables, jajaja
Nos vemos el domingo en las mesas, a ver quien es la rata más sucia 😛
Cordo
@Leyendasenminiatura Blog: Jajaja… El truco, Edu, está en la épica, como siempre digo. ¡Qué tiene de épico que un enano supere un chequeo de liderazgo a dieces? Nada. Pero que unos Goblins Nocturnos consigan mantenerse firmes ante la carga de un Dragón…. ¡Eso sí que tiene miga! ¡Eso gusta a los Dioses de los Dados!
Sin duda, el más sucio va a ser el clan Pestilens, por supuesto… ¡Hasta el domingo!
Mathy
Oh. Qué sorpresa. Otro informe de batalla en el que Mathy parece que vaya a perder y al final gana… 😛
Aquí hay algo que huele mal… ¡Dados trucados! ¡Ingestión masiva de piedra bruja! (o de caramelos de menta) ¡Sacrificios de gallinas vírgenes a los Dioses del Caos!
(Épico, como siempre.)
Me gusta mucho ver listas skavens como la rata cornuda manda: hordas! (Y no cebarse a disparo y magia).
Bien jugado, claro está! Me llama la atención (aunque tiene sentido) ver a tantos hechiceros desplegados dentro de unidades en una partida de sexta.
Quería preguntarte de las ratas gigantes si sueles meterlas en unidades tan grandes. En el escenario es necesario puesto que necesitas potencia 10, pero en batalla campal, ¿también haces unidades asi? Yo nunca le encontré la utilidad.
Las esferas de viento me parecen muy buenas sobre el papel, pero al final se dispersan proporcionalmente tanto… me resulta un fallo de diseño, pero bueno, eso es opinión.
Y ya una cuestión de reglas: cuando los tres portadores del incensario huyen del combate, ¿por qué chequean de pánico los esclavos? ¿La unidad que huye no tiene que tener potencia 5 o más o me lo estoy inventando?
Enhorabuena y ojalá leer más informes con skavens
Enhorabuena por el artículo. Gracias de veras por ese momento de lectura que he tenido, lo he disfrutado mucho. Me recuerda a los mejores momentos del hobby con las ganas que tenía de leer los informes de batalla de la White dwarf.
Un saludo.
@Andrés Peredo Arce: Hola Andrés.
Respecto a las Ratas Gigantes, a mi me encanta usarlas en unidades de 18 ratas y 3 Señores de las Bestias. Si lees más informes míos, verás que muchas veces resultan grandes unidades, gracias a sus bonos estáticos y su movimiento de 15 cm. En cambio, como redirectoras con pocos integrantes me resultan molestas, puesto que pueden provocar demasiados chequeos de pánico al morir, a mi entender.
Las únicas unidades que no provocan pánico al ser desmoralizadas o destruidas en combate cuerpo a cuerpo, son aquellas formadas POR UNA ÚNICA MINIATURA de Potencia de Unidad 4 o menos. Por lo tanto, los Portadores de Incensario supervivientes, a pesar de tener Potencia 3, causaron el pánico de los Esclavos (dado que eran 3 miniaturas).
@Ragnar: Muchas gracias por el comentario, puesto que siempre explico que yo era un fan absoluto de los Informes de Batalla de la WD, y me emociona que comparen mi trabajo con el de aquellos tiempos.
Mathy
Y haréis más informes de la campaña de Karla ocho picos?
*Karak 😉
@Ragnar: Hola Ragnar.
De hecho, estuve haciendo uno anterior, en el que resunté completamente masacrado al intentar emboscar al ejército de Ungrim Puño de Hierro, pero al final no pude acabarlo.
Mi intención es seguir haciendo informes de la Campaña, por supuesto. Ya os iré informando…
@Xavier Macias: Thanks!
Espero seguir leyendo tus informes, sobre todo si vas con skavens!
@Milu el Barbaro: (Andrés y Milú somos la misma persona)
Un informe glorioso de leer, como todos los de la casa. Gracias chicos 😀
Sobre tiradas pésimas me acuerdo de una partida a 10000p con mis amigos. Para dispersar un Cometa de Casandora el bando de la oscuridad usó los dados que les quedaban, 13, y el chico sacó 9 unos. Por ver su muñeca se puso a tirar dados y saco uno tras uno hasta llegar a 13. No recuerdo el efecto del hechizo pero las risas de todos sí jajaja
@Xavier Macias:
Si me permites la corrección Mathy (que ya debatimos y me hicistéis Nama, Elendor y tú a mí) las unidades de una sola miniatura y menos de 5 heridas destruidas en combate no causan pánico, pero las desmoralizadas sí. A repasártelo 😛
Cordo
Graaande el informe 🙂 he disfrutado leyendo-leyendo compañero ratuno! Solo he visto un error: cuando dices que el ejército skaven está liderado por Queek, faltaría añadir… De momento 😉 jojojo. Throt está al acecho!
Nah, ahora en serio. Genial el informe 🙂
Muy tensa la batalla Mathy! Y escrito de forma muy entretenida 🙂 Mola además ver escenarios distintos a la batalla campal.
@Leyendasenminiatura Blog tiene razón, las miniaturas individuales de menos de 5H en su perfil no causan Pánico al ser destruidas en Combate pero sí al desmoralizarse (uno de esos pequeños detalles de Sexta).
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