Lo prometido es deuda. La Señora Inquisidora ha conseguido tres copias del número 1 de la nueva colección de Salvat, Warhammer 40.000 Conquest, y como dije hace meses voy a «abrirlo con fotos» (aquí no sería unboxing) dando mi opinión.
Hoy ha amanecido en toda España con cientos… qué digo, ¡miles! de frikis aporreando salvajemente las persianas de los quioscos mientras los inocentes quiosqueros se ocultaban tras una pila de diarios Marca y, temblorosos, llamaban a las fuerzas de seguridad.
O, dicho de otra forma, que el coleccionable Warhammer Conquest parece que ya ha llegado a la calle de forma masiva. Un buen porcentaje de mis contactos ya tiene sus copias (así en plural) y alguno como podéis ver ha hecho acopio de provisiones. (En mi caso sólo he comprado 3 fascículos… menos de 5€ por nueve botes de pintura y tres pinceles, más unos primarines para que mis peques los enguarren… gloria bendita, HOYGAN).
Así que si estábais esperando el pistoletazo de salida, podéis ir a vuestro quiosco más cercano LLYA.
(Para los que van de «políticamente correctos»… no, que un friki se compre 10 fascículos ni va a hundir a Salvat, ni mucho menos a Games Workshop, ni va a impedir que un inocente chaval se quede sin su copia… porque si se agota la primera tirada, harán una segunda)
Y, si realmente os gusta todo, suscribíos a la colección que mirad lo que lleva.
La noticia ha corrido como la pólvora por redes sociales y es que por fin tenemos aquí la colección que tanto revuelo causó hace unos meses: ya está disponible el esperado coleccionable Warhammer 40.000: Conquest a través de la web de Salvat.
Si alguien no sabe de lo que hablo se trata de la colección por fascículos que permitirá a nuevos jugadores (o a veteranos con ganas de nuevos ejércitos) reunir una fuerza de Marines Espaciales y de Guardia de la Muerte. Además en los fascículos también se incluye escenografía, dados, pinceles y pinturas para ayudar a los nuevos jugadores a iniciarse.
Hace ya algún tiempo que tengo una pequeña cajita de miniaturas de Infinity. Mi mujer me regaló un starter pack de Aleph, que trae un total de seis miniaturas, un buen punto de partida para iniciarse. Hasta ahora no había tenido ocasión de probar el juego, a veces por falta de tiempo, otras por culpa de la intromisión del Mundo Real… El caso es que el fin de semana pasado por fin llegó el día en el que me planté en casa de mi amigacho Dedi, con la firme intención de tener mi primer encuentro con ese sistema.
La experiencia estuvo muy bien: me pareció un juego interesante, con muchos atractivos, y me fui con ganas de volver a jugar. Al final de la partidilla, se me ocurrió que sería una buena idea escribir un artículo sobre el asunto de las partidas de iniciación. La idea parece que también entusiasmó a mi amigo, y enseguida cuajó en el artículo que podéis encontrar tras el salto.