“Yo estaba allí – acostumbraba a decir después, hasta que después se convirtió en un tiempo que no producía ninguna risa-. Yo estaba allí, el día que Horus mató al Emperador”.
«Horus, Señor de la Guerra», de Dan Abnett.
Que tal compañeros de Cargad, yo estuve allí ese mismo día, el día en que Horus se cargó al Emperador de 63-19, y hoy me gustaría contar lo que pasó ese día y los que le precedieron. Y por cierto, lo haré sin spoilers.
Saludos, gritones de batalla. Ayer estuve husmeando en la caja de Warcry que hay en mi amigable tienda local, Minas de Moria (gracias Óscar). Así que os traigo una reseña no muy hater (que la reseña hater ya la hice). Y ya de paso os hablo un poco del contenido de la caja. Iremos un poco por partes, para seguir algún orden. No he hecho fotos porque para qué, si las publica a mayor calidad GW…
LA CAJA – Para empezar, la caja es una señora caja, no como la de guerras del alma que era básicamente una funda para una tapa. La de Warcry es una caja de cartón gordote y de factura sólida, que te irá bien para meter la escenografía y las bandas para llevarla de un lado a otro si precisas.
En las profundidades del espacio, las razas alienígenas del Cosmos compiten entre sí por el control del universo. Las alianzas se forman y cambian de momento a momento, mientras que las batallas cataclísmicas envían naves estelares gritando en la deformación. Los jugadores eligen entre docenas de razas alienígenas, cada una con su propio poder único para promover sus esfuerzos por construir un imperio que se extiende por la galaxia.
Cosmic Encounter es un clasico atemporal. Lo conocí hace algunos años en casa de unos amigos, y me pareció brutal. A priori puede parecer un juego nimio, insulso por sus componentes pero no te engañes, juegazo en toda regla.
Ya veis, hice unas pocas reseñas de juegos de mesa con la esperanza que el resto del Staff hablase de los suyos, pero no hay manera… 😛 Bueno, aunque esto no es un blog de juegos de mesa (y seguro que los juegos de los que hable habrá cientos de reseñas y vídeo reseñas), seguiré hablando de los que vaya probando (que no son muchos).
Hace poco me regalaron Taluva, un juego con una valoración relativamente alta en la BGG y que, sinceramente, me atrajo por su estética (y eso que el juego tiene más de 10 años). No había leído ninguna reseña, no había mirado nada del juego, pero dado que la pequeña está ahora en fase Vaiana*, pues de tanto verlo me ha llamado la atención la estética polinesia.
*: Para los que no tengáis descendencia. Cuando un pequeño (2-6 años) ve una película, la ve una, y otra, y otra, y otra vez. La ve hasta que se la sabe de memoria, está aprendiendo a aprender. Cogen una película y la ven hasta que se la saben por completo, luego pasan a otra.
Total, que con ese aire polinesio tan cuco, me lo pedí y me cayó para mi cumple…
Cuando los frikis empezamos a reproducirnos, a la mayoría nos gustaría que nuestro retoño o retoña siguiera nuestros pasos frikis. Ya sabéis lo que dicen: «meted a vuestros hijos en el frikismo, que entre miniaturas, cómics y videojuegos seguro que ya no tendrán dinero para drogas». Y claro, ya que hay que frikear, pues cuanto antes después.
Claro. En casa tengo el Heroquest, Catan (más que juego de mesa, creador de enemistades), Aventureros al Tren, un montón de juegos de cartas, y hasta clásicos como el 1000 Kilómetros. Pero, ¿cuántos para un niño de 4 años? Pues ninguno.
Así que se le regaló (no recuerdo quién ni para qué fiesta) un Carcassonne Junior, juego a partir de 4 años.
Hoy nos vamos a alejar de los juegos de miniaturas para hablar de un juego de mesa relativamente reciente que puede que os haya llamado la atención: la penúltima entrega / ampliación de Aventureros al Tren.
Lo confieso. Mi juego de mesa favorito es Aventureros al Tren (Ticket to Ride). Vale que siempre me ha gustado el mundo ferroviario, he viajado mucho en tren (incluyendo dos Inter-rail por ahora), y he jugado muchas partidas al Railroad Tycoon. Así que partimos de un juego que, en cuanto ambientación, me gusta. Empecé con el Europa, luego han ido cayendo (Reyes, cumpleaños, etc) casi todas las ampliaciones (creo que sólo me faltan las calabazas), incluyendo la edición 10 Aniversario (chulísima por cierto). Así que cuando vi uno que era ¡la vuelta al mundo! no pude sino emocionarme. En Navidades ya estaba por casa y desde entonces he podido jugar media docena de partidas.
Aviso que, como siempre, esto es una «reseña personal», si no coincidís están los comentarios ahí abajo.
Saludos, fanáticos del DreadBall. Tenía unas ganas enormes de escribir este artículo ^_^¡ Ha sido mucho demasiado tiempo de espera para tener la segunda edición del juego, y ayer por fin nos pasaron el enlace a los clientes de preventa en Kickstarter para poder tener el libro, al menos digital. Aunque yo fui corriendito a la copistería para poder leerlo con tranquilidad. Y es que no hay nada como el formato físico para lectura cómoda. Os cuento los principales cambios que he visto en la primera lectura rápida a DreadBall segunda edición (DB2), respecto de la edición anterior, DreaBall Original (DBO).