Saludos, Señores de la Guerra.
Ayer os hablé del ejército que presenté para Corredores de Sombras (para Warhammer Sexta Edición con Manuscritos de Nuth). Hoy veréis cómo lo intenté usar…
Plan de batalla
La estrategia global iba a depender de la escenografía y escenarios. Aún así, mi intención era una especie de yunque-martillo: un centro fuerte formado por el Templete, los Ogros y los Guerreros, apoyados por Cthul y los bárbaros; el engendro protegería un flanco, y en el otro irían los apoyos rápidos (caballeros y carro). Los mastines y furias, dependiendo.
Es decir, mi intención con este ejército es forzar el combate con la parte central, contando con apoyos, mientras las demás unidades intentan o bien apoyar, o bien hacer pinza, o bien controlar las unidades enemigas que me intentan hacer pinza a mí.
Primera batalla: Enanos del Caos (Marc Llinàs)
El primer emparejamiento me tocó contra Marc que llevaba un ejército de Enanos del Caos impresionante, todo conversionado y con un Destructor K’daii como miniatura central que acojonaba bastante. Había una casa en el centro del campo de batalla, e intenté centrar mis fuerzas para provocar el combate en esa zona central protegiéndome un flanco con la casa y aprovechando la poca movilidad de los enanos del Caos. En mi otro flanco puse a los Caballeros, capaces de realizar un flanqueo; Marc desplegó su K’daii para enfrentarse a ellos.
Cometí el error de subestimar al Señor montado en Gran Tauro, que en pocos turnos amenazó completamente mi retaguardia. De hecho fue una carga combinada de una unidad suya (creo que Centauros Mayores) por el frontal y el Gran Tauro por retaguardia lo que hizo que mi unidad principal (Festus y los Guerreros) desapareciera entre llamaradas (las llamas anulan regeneración). Sin embargo, dejando aparte este combate central, el K’daii no estaba muy contento con la vida y se suicidó en tres turnos (tiene una regla que le obliga a hacer chequeo de Resistencia en cada turno propio, con un 6 se come 1d3 heridas… sacó tres 6’s en cuatro turnos). Esto desmoralizó a Marc. Por otro lado, Cthul y las Furias, bien por magia, bien por terror, bien por combate, consiguieron aniquilar su «zona estática» (Cañón Estremecedor, Gujas y Ballesteros). En el momento en que pude cargar con el Templete al Gran Tauro, ya vi la partida inclinada a mi favor; en un par de turnos no le quedaba apenas guerreros y a mí, salvo los Bárbaros, una de perros, el carro y la unidad principal, me quedaba todo el ejército. El resultado fue de Victoria Decisiva para Cthul (y por 50 no fue Masacre).
Segunda partida: Reyes Funerarios (Beregorn)
Aquí se juntaron dos factores clave. El primero, que conozco bastante la forma de jugar con Reyes. El segundo, que el escenario, con un despliegue en diagonal, con «bonificación» a las unidades básicas por el tema objetivos, y sólo 40cm de separación entre enemigos, iba a mi favor. Ya en mi primer turno le planté las Furias delante de su Lanzacráneos (impidiendo su disparo); sus unidades principales eran 2 de 20 esqueletos y una de 20 Guardias del Sepulcro, con Arkhan el Negro en ella. A priori eran unidades que no eran rivales para las mías…
La batalla se dividió en tres puntos (coincidiendo con los tres objetivos. Para mi objetivo izquierdo tenía unos bárbaros, caballeros, los Ogros y una de perros, mientras que Beregorn atacó con una unidad de esqueletos y con el Gigante amenazando. Inicialmente, al cargar por el frontal con los caballeros y por el flanco con unos Ogros, el tema fue bastante bien para mí. El problema fue que no pude evitar que el Gigante cargase, haciendo un auténtico destrozo a mis ogros y haciendo huir a los dos Caballeros que quedaban… para luego trabarse con los bárbaros que tenía en segunda fila. El flanco derecho, para el que inicilamente puse unos bárbaros y el Engendro, se enfrentaron a tres carros más dos Enjambres. Pensaba que aguantaría bien, pero no, era poca cosa para todo lo que tenía él en la mesa.
En el centro la cosa fue distinta. Beregorn tenía una gran unidad de esqueletos con arma de mano y escudo, más el Sacerdote cerca, más Arkhan y muchos Guardias del Sepulcro preparándose para rebanar cuellos. Ya en el primer turno vi lo MUY destructiva que es la magia de Arkhan (que ya lo sé que no hace cánticos más allá del Hágase mi Voluntad); tiene Hágase mi voluntad, luego Djedra, y luego sus hechizos. Eso lo hace más efectivo que un Sumo Sacerdote (aunque no pueda lanzar todos los cánticos). En el primer turno me lanzó un hechizo de Muerte que hizo mucho daño (Robar Vida). Me guardé los dados para dispersar el hechizo en siguientes turnos.
A diferencia de los flancos, en el centro la batalla fue mía. Cthul tuvo un papel importantísimo, dispersando, haciendo daño con los hechizos y metiéndose en un combate brutal entre su unidad (Arkhan y los Guardias del Sepulcro con alabarda) contra el Templete (que atacaba primero), los Guerreros (que también) y Cthul atacando por retaguardia. Arkhan terminó mordiendo el polvo, y al ser el Hierofante su ejército empezó a desmoronarse (lo que quedaba de él), incluyendo los dos objetivos que controlaba. Todo ello resultó de nuevo en una Victoria Decisiva, aunque había sudado para conseguirla: Beregorn fue un oponente más que digno, que usó de forma magistral lo que tenía (algunas unidades como el Gigante, que casi nunca he usado, fueron increíbles). Lo bonito de enfrentarte a un ejército que conoces es que en muchos casos el oponente te muestra una forma distinta de utilizarlo, con lo que, pese a «conocer cómo va», tienes que esforzarte para vencer.
Tercera partida: Nigromantes en mesa 1 (Vicenç)
Al haber ganado dos partidas por Decisiva, me tocó la mesa 1. Yo aún no me lo creía, estaba estrenando ejército, con una estrategia poco usual y con un ejército no precisamente afilado, y ¡estaba ganando! Cthul me había bendecido (¿sería por el Altar con la Piedra?). En realidad luego me enteré que los dos que estaban en la mesa 2 (Mathy y Tachán), iban a caer en la mesa 1 pero como ya habían jugado allí los intercambiaron.
La tercera partida era una batalla campal. Básicamente había un elemento impasable central (un torreón), dos bosques y juraría que dos colinas, colocados en quincunce. Al tener el elemento central podía hacer lo que tanto me gusta, aprovechar un elemento de escenografía para protegerme un flanco. (En Sexta el flanco es importantísimo). Así pues, intentaría llevar mis Guerreros al espacio entre el torreón y el Templete (inmune a desmoralización) para forzar a que el oponente se trabase en combate frontal. Para evitar que llegase a retaguardia colocaría cebos y unidades rápidas en mis flancos. Eso es lo que pensé al ver la mesa…
…y entonces vi a mi oponente. Un jugador nigromántico, con dos unidades enormes de zombis, una de esqueletos, caballería espectral, caballería pesada, un Sagrario Mortis y dos doncellas. Y tres nigromantes. Un ejército lento y que en combate frontal tenía las de ganar… Bueno, tendría que acelerar mi pinza. Reconozco que me temía lo peor, al ser mesa 1 suponía que habría un oponente duro, caraperro, con lista afiladísima… y todo lo contrario: Vicenç era un jugador excepcional, que sabía muy bien lo que hacía, pero iba con un ejército temático (Nigromantes), con muchos zombis y esqueletos y mucha magia; excelentemente pintado (debo añadir). Pero lo mejor fue que era un jugador majísimo. Buen jugador, pero hubo cero discusiones durante la partida (ambos estábamos «¿qué hacemos en la mesa 1? ¿se habrán equivocado? pero si mi lista es normalita…»).
Fue una partida deliciosa, tremendamente equilibrada, con muchos movimientos tácticos, muchas decisiones, y el reloj apremiando, y encima con jugadores que habían terminado sus partidas, mirando cómo iba «el combate en la mesa 1″… Alguien comentó que para un próximo torneo podría ponerse una retransmisión de la mesa 1 XD
Me ceñí a mi plan de batalla pese a ser poco efectivo contra no muertos. Conseguí avanzar los Guerreros de Festus y el Templete de forma que el combate tuviera que ser frontal, enfrentándome a una interminable (y creciente) horda de zombis, y otra de esqueletos. En un flanco Vicenç desplegó los Caballeros Negros y los Murciélagos (ups); ahí coloqué los Ogros, unos perros y unos bárbaros (SPOILER: Todo lo mío murió…). En el otro flanco, mi «flanco fuerte», dispuse unos bárbaros capturadores de cuadrante, arqueros (para capturar otro cuadrante si podía), los Caballeros, las Furias y el Carro. Vicenç puso el Sagrario Mortis (ups) y los Espectros Condenadores (re-ups), por lo que terminé desplegando a Cthul en mi flanco derecho (necesitaba esos ataques mágicos). No lo veía claro, pero ¡habíamos ido a jugar!
Vicenç me hizo lo que yo quería hacerle; provocar la batalla en el centro, mientras en los flancos me hacía una pinza (yunque con doble martillo) con sus tropas más rápidas. Una estrategia muy buena (no había llegado a mesa 1 por su cara bonita) que empezó a ejecutar de forma precisa. Yo, muy valiente, avancé los Caballeros y el Engendro para provocar sus cargas; el Sagrario se movió hacia los Caballeros del Caos, mientras los Espectros Condenadores cargaron al Engendro. Cthul se colocó en la retaguardia de los Espectros lanzando hechizos con precisión (en varios turnos de esta partida lancé un único hechizo, no quise arriesgarme a tener una disfunción). El Sagrario acabó con dos Caballeros, pero empataron; los Espectros iban lanzando tajos al Engendro (a quien le daba igual todo). Las Furias cargaron a los Espectros, pero una racha de malas tiradas terminó con ellas (al menos los Espectros estaban frenados por el Engendro). Y, mientras, los zombis avanzaban hacia el centro.
El choque central era inevitable, yo ya había perdido un flanco y el otro estaba disputado…
Cthul fue quien desempató. Cargó primero a los Espectros Condenadores (esos ataques mágicos de los demonios…), destruyendo la unidad y «liberando» al Engendro. Una carga combinada con el carro destruyó finalmente el Sagrario, y mi flanco derecho pudo empezar a hacer la pinza contra el núcleo de Vicenç. En mi flanco izquierdo, ya perdido, sólo intentaba ganar tiempo, colocando las miniaturas en «diagonal» para hacer que las cargas del enemigo terminasen con sus unidades sin ver a mi centro. Lo único que cargó fueron los Murciélagos, que con 360º les daba un poco igual, pero no pudieron más que arañar el Templete y terminaron deshechos.
En mi cuarto turno Vicenç no había conseguido vencer a mi yunque (los Guerreros de Festus), y mientras se le acercaba todo por su flanco izquierdo. Hubo una unidad de zombis levantada de la nada que consiguió matar a los perros que había por allí, pero cuando Cthul y los Caballeros empezaron a cargar y atacar, la partida ya estaba encarrilada. Además, cada nigromante que moría eran menos dados de magia para Vicenç y menos zombis re-levantados, y eso iba afectando a mis tropas. En el quinto turno ya no tenía forma de levantar nuevos muertos, yo iba cercenando calaveras y encima se iban deshaciendo por la muerte del general. El resultado final fue de un Jezzailazo (algo más que masacre).
Resultado final
El primer trofeo que se repartió fue el de Mejor General, que ganó Tachán, un jugador con una lista de Hombres Lagarto difusa muy afilada (ojo, lista afilada, tengo constancia que como jugador era muy majo, sin discusiones y mucho menos trampas… que alguna hubo en otra mesa). Sorprendentemente quedé segundo en la clasificación general (¡Yo! ¡Segundo en un torneo! ¡Con una lista «mala» y con un ejército con el que no había jugado en veinte años!).
Sin embargo, para el podio general se tuvo también en cuenta la personalización del ejército, las conversiones, la tematización y tenerlo todo pintado (que no «golden demon pintado»), lo que hizo que arañase algún punto más a Tachán (que lo tenía con imprimación y capa base, sin detalles ni peanas ni nada). Por lo que… ¡gané el torneo!
Increíble pero cierto, ¡gané el torneo! Creo sinceramente que fue una combinación de suerte y de los oponentes que me tocaron. Si me hubieran tocado un ejército difuso, o con alto movimiento y/o mucho disparo, habría sufrido. O una masa rollo Skaven. O un jugador de esos «duros» (yo para no discutir concedo, y soy de los que dicen «te has olvidado de tu fase de magia»). En la partida contra enanos tuve la suerte de que le explotase el K’daii; en las otras dos se dio que me conocía los ejércitos y que el escenario me favoreció. Y si me hubieran tocado oponentes «culoduros» de esos que te discuten todo o directamente hacen trampas (alguno había) muy probablemente no habría sido igual; me tocaron tres jugadores que además de majos, me pusieron en un aprieto táctico. Supieron mover (no eran novatos que estrenan ejército), sabían sus puntos fuertes y débiles, sabían qué hacían sus cosas y la verdad es que hasta media partida podría haber ganado cualquiera de los dos, pero por suerte, por el Altar a Nurgle o un poco de todo, conseguí mi primer «podio» de torneo. (Pensándolo bien, si en la mesa 2 Mathy se hubiera «dejado ganar» por Masacre, habría quedado segundo… Hummm… Conociendo a Mathy, que es skaven, ¡dejarme ganar el torneo forma parte de su malvado plan!)
Aunque reconozco que mola esto de ganar un torneo (es la primera vez que me pasa, y seguramente la última), me lo pasé teta en las tres partidas, jugué contra tres ejércitos poco típicos (Enanos del Caos, Reyes Funerarios y Nigromantes), contra tres jugadores muy majos y que no eran precisamente «sparring».
Uno x uno
Bueno, tras el torneo puedo evaluar las unidades que usé.
- Cthul, Príncipe Demonio. No soy muy fan. Perdón, no era muy fan. Contra una gunline habría muerto (y perdido la partida). Pero tengo que reconocer que Cthul hizo un papel superior a lo esperado, y su actuación fue decisiva. Bien por el terror, por los hechizos (lo que menos) bien en combate, bien por volar y posicionarlo donde tocaba… Es una maravilla. Si el Demonio Mayor (héroe) es «parecido», creo que es una unidad muy, muy útil. Creo que le doy el título de MVP del torneo.
- Festus, Doctor Anélido. Bien, bastante bien. Su habilidad de dar Regeneración, aunque te obligue a jugar de una forma específica, es tremendamente útil. Creo que es una buena adaptación, y aunque es algo caro me parece un excelente añadido a cualquier ejército mortal de Nurgle.
- Caballeros del Caos. Creo que no los supe usar. Los preparé como unidad de apoyo, pero finalmente los lancé (apoyados por otras) a combates principals. La marca de Nurgle evitó que huyeran automáticamente en algunas ocasiones, pero se echó en falta un quinto Caballero.
- Bárbaros del Caos. Todo sacrificio en honor a Cthul es bienevenido. Como unidades sacrificables cumplieron perfectamente su objetivo. No entiendo los jugadores que están cegados porque «son muy débiles». Por supuesto que lo son. «Es que van a morir». ¡Cuento con ello! Gracias a los bárbaros capturé cuadrantes, provoqué cargas que me dieron el control del «tempo», amenacé, incluso hice alguna baja. Por supuesto, una combinación más barata (10 con músico, ligera y escudo) sería más efectiva, pero ¡los mayales molan!
- Guerreros. La unidad de Guerreros me ha respondido bastante bien. R4 y pesada evita los golpes de la mayoría de infantería. La verdad es que mi experiencia está sesgada, ya que me he enfrentado a enanos y no muertos con bajísima iniciativa. Los Guerreros atacaban primero, y con campeón eran 4 ataques envenenados a 3+, repitiendo para impactar, y con F5. Hacerlos Elegidos habría aumentado su capacidad tanto ofensiva (doble de ataques) como defensiva (+1 a la armadura), pero se me iban de puntos. Aún así, para una unidad principal y combinada con Festus y el Templete, no me parecen nada malos.
- Arqueros. Han hecho más de lo que me esperaba. No a disparos, que son 5 disparos de F3. Tampoco una función principal en exploradores, evitar marchas (los No Muertos no marchan, y los enanos marchan siempre). Sin embargo en dos partidas me han servido para ocupar un cuadrante, así que ya los tengo más que «amortizados». Creo que son un buen añadido (y las miniaturas de arqueros punkis molan mucho).
- Carro. Decepción. Sí, ha hecho alguna baja, pero ha terminado destruido o huyendo en todas las partidas. No sé si tener caballos de F4 y dotación mejor habría sido muy distinto, o quizá es que no sé usar los carros, pero… me ha dejado frío.
- Mastines. Ya dije que eran indispensables, y lo mantengo. Unidad rápida, redirectora, que aleja las unidades fuertes del enemigo fuera del núcleo de la batalla.
- Ogros. No esperaba mucho de ellos, y no han hecho mucho. Alguna herida, algunas filas aquí, pero han terminado muertos en las tres partidas y tengo la sensación que no los he usado bien. Tengo que probarlos de formas distintas…
- Furias. Indispensables. Cazadoras de máquinas, inmunes a psicología, miedo, ataques de F4, salvación especial contra la mayoría de dotaciones… Muy, muy buenas, me han gustado mucho.
- Templete. Otro MVP. Ya he hablado con el Inner Circle que hay que «rebajar» esta unidad en la revisión, porque me parece demasiado buena. Vale, es muy buena en la combinación que llevaba, en un ejército de caballería habría sido algo más inútil. Pero una unidad inmune a desmoralización, con R6 y especial de 4+ por menos de 150 puntos es bastante buena (un buen «tapón» para flancos). Si le sumamos el repetir a impactar a 15cm, se puede crear un yunque muy muy interesante. Y es que, si lo usas en solitario de forma defensiva, es bueno; si lo estampas para frenar algo y contracargar más tarde, es bueno; si lo lanzas al combate con tus guerreros, es bueno. En las tres partidas ha sido vital para la victoria (aunque por sí sola no haya hecho nada).
- Engendro del Caos. Usando una estrategia defensiva, funciona muy bien como tapón y protector de flancos. Meter 2 no me parece mala idea. De hecho creo que podría haber sustituido una de Bárbaros por un Engendro y me habría hecho mejor función…
En definitiva, por lo que he visto no es mala idea hacer un ejército del Caos que se aleje del típico «sólo-caballería». Tengo que probarlo mucho más, pero este torneo me ha permitido jugar de una forma más ofensiva, usando unidades para buscar el combate y otras para manipular el movimiento y controlar algo el tempo.
Iréis sabiendo más de las hordas de Cthul durante todo 2019…
Enhorabuena! que bien tiene que sentar ganar un torneo, y disfrutar de las tres partidas tanto en el aspecto táctico, como con que el oponente sea majo.
Este superinforme te ha quedado muy «Cthulo» (Badabum-dish). Me odio a mi mismo ….
¡Enhorabuena por la victoria! Algo dentro de mi siente una especial ilusión de ver una lista temática, msu, hecha con cariño, llevarse la victoria 🙂
Tema bárbaros, creo que la gente no los acaba de entender, y en parte es por la visión del trasfondo: tíos salvajes, fuertes, brutos, saqueadores, que se lanzan contra los débiles del sur apoyados por los dioses del caos … pero que en el juego te imaginas eso, y no, el perfil de combate es bajo, tienen poca resistencia, y si los usas según su trasfondo te dan una decepción.
A mi parecer, las tribus fuertes y bendecidas por el caos son los guerreros del caos. Los bárbaros, para mi, son aquellas tribus que se han enfrentado a las otras y han sido sometidas, que ven a su líder descabezado en combate, su aldea arrasada, y se ven obligadas a unirse a la horda en su viaje al sur o ser destruidas. En combate, la poderosa horda del caos los usa como punta de lanza o como cebo. Para probar su valor o desgastarlas antes de enviar a los auténticos guerreros. A mi me gusta verlos así almenos, jeje (y más con la lista de culto de Slaanesh), ¡Y realmente, esa función la hacen muy bien!
¡Felicidades por el primer puesto!
¿Habéis pensado poner el templete inmune a psicología y sin modificadores negativos a desmoralización? Se queda casi igual pero con la opción de huir, por lo que mínimo, no es tan seguro para hacer un tapón… Sólo casi seguro
Enhorabuena, solo con decirte que después de leer estos posts sobre corredores de sombras me están entrando ganas de hacer un ejército para este 2019 jojojojo y eso que empecé y terminé con Bretonia en 6a y lo vendí todo, iluso de mí pensé que escaparía de las fauces de los manuscritos de nuth y 6a, ya veremos.
Enhorabuena otra vez lo mejor es que lo pasaste de lujo
Enhorabuena!!! Jugar con un ejercito todo pintado y tematizado (por lo que en teoría subóptimo, já!) ya es una gozada, disfrutar de las partidas y no sufrir ningún culoduro hace que sea mejor aún pero encima ganar el torneo, eso no tiene precio!!
Esperamos leer más sobre la pandemia Cthul 😛
Buah, enhorabuena, increíble. La sonrisa de la cara seguro que todavía no se te ha ido. Gran torneo por lo que veo.
Comentando un poco el post puede ser que el templete esté un poco petado sip. Pero claro, se ha usado de forma óptima.
Además, he entendido un spoiler sobre el resultado de la mesa 2 de la tercera partida. Mathy no lo consiguió me ha parecido entender. Aunque tampoco concedió la masacre por lo que cuentas.
No sé por qué los ogros te salieron ranas. No creo que solos hagan mucho, pero si los estampas contra un flanco con su movimiento superior deben ir muy bien. Pero si los mantienes alejados de la infantería para hacer ese rol, entonces ellos van de frente. Siendo enanos del caos (resistentes, resistentes) y no muertos (no desmoralizables) pierden un poco su fuerza. Pruébalos como apoyo a infantería o como mini yunque en flanco rápido apoyados por cabalería pesada de minimartillo, o algo así.
Festus y enanos del caos no son buena combinación, fue mala suerte.
Los engendros, perros, furias siempre hacen su buen papel…si es su papel claro. Muy buenos.
Los arqueros son graciosos. Nadie quiere perder el tiempo con ellos y te dan un cuadrante, jajajaja. A las malas redirigen. Los demás dentro de lo que cabría esperar. Los caballeros me parecía que le faltaban punch como martillo igual con uno más o siendo elegidos te dan más alegrías.
@elenri, con ese comentario deberías decir «me molo a mí mismo» y no lo otro, jajajaja.
@Reik, ¿quieres decir inmune a psicología y tozudo? con liderazgo 8 puede ser una opción, la verdad, porque lo que es matarlo…R6, armadura 4+ y especial 4+. Good luck.
Gran articulo. Gran torneo y un placer perder contigo en la ultima partida! (Si, soy Vicenç)
Sí, me refería a tozudez XD no recordaba si ya existía en sexta… Lo que no estaba era lo de impasible claro. Pues eso, tozudo creo que lo equilibraria bastante.
Buenísimo torneo y mejor gente!!
Fue un placer perder contra Nama, me reí mucho durante la batalla (el suicidio de mi kdaai fue la repera ajajjaj).
En las siguientes batallas compensó toda su mala suerte (contra un ejército de locos con crestas naranjas lo hizo fenomenal y no me lo mataron!!!) aunque en la siguiente partida también se autoconsumió solito contra unos elfos…(la última herida que le quedaba).
En la revancha conseguiré obtener la piedra de riñ…digo la ofrenda a Chtulu!!!
Como «padre adoptivo» del juego (y lo importante que eres en la comunidad warhammera española) seguramente los asistentes se sentirían más que honrados de aplaudirte como ganador del torneo.
Has dado mucho a esta comunidad, Namarie, disfruta del momento de gloria
Buenas. Comparto la opinión de MIlu el Bárbaro, tu camino recorrido Namarie, de colección, pintado, te apoyo e impulso con los manuscritos, nos ha ilusionado a muchos y lo hemos sentido como propio y encima la «guinda del pastel», el destino te hace vencedor.
Sigmar ha bendecido e intercedido jajaj.
Sigmar no quiera una nueva era y Namarie es su «sexto» (guiño, guiño) profeta 🙂
Gracias por tu esfuerzo, tiempo y dedicación.
Me ha pasado como a algun compañero de mas arriba. Me estan entrando unas ganas tremendas de preparar un ejercito (terminar de pintar y hacer peanas) para algun evento como este, jajaja
¿Hay algun sitio donde se anuncien con bastante tiempo de antelacion jornadas/torneos como este (pensando en Fanasy, algo entre 6ª y 8ª)?