Saludos, Señores de la Guerra.
Esta semana os presentamos un escenario histórico de Warhammer que refleja un enfrentamiento típico, entre los Altos Elfos y los Elfos Oscuros. Sin embargo se trata de una de las batallas más famosas (si no la más famosa) entre ambos, la Llanura de Finuval. Este escenario es distinto a los que hemos visto hasta ahora por el hecho de que es una batalla enorme, con muchos personajes especiales, y con un ejército bastante preestablecido (a diferencia de los escenarios habituales con una confección más libre del ejército). Está inspirado en el escenario que salió para Warmaster (Warmaster Magazine #15)., obviamente pensado para Manuscritos de Nuth, pero con pocos cambios se pueden usar en otros sistemas de juego (como WH8.5, Reforged, Kings of War, Age of Sigmar o The Ninth Age).
Aunque es un escenario de dos facciones, es perfectamente jugable por seis jugadores (cada uno encargado de un destacamento).
Os recuerdo que podréis encontrar todos los escenarios en esta página (menú Manuscritos de Nuth, Escenarios).
Batalla de la Llanura de Finuval
Altos Elfos vs Elfos Oscuros, Año 139 de Finubar (2.301 C.I.)
Situación histórica
La Gran Guerra contra el Caos. Las fuerzas del Caos atacan todo el planeta, desde Ulthuan hasta el Viejo Mundo. Procedentes del Norte, los Elfos Oscuros avanzaron por Ulthuan en el año 2301 del Calendario Imperial saqueando, arrasando y devastando. Su alianza con los seguidores de los cuatro poderes del Caos les hacía parecer imparables; las gigantescas arcas de Naggaroth vomitaron una ola de corrupción en las costas de las tierras de los Elfos. Navíos de rojo hierro con runas grabadas llevaron a miles de Guerreros del Caos a Ulthuan y el Rey Brujo de Naggaroth puso su pie una vez más en la tierra de la que había sido expulsado hacía mucho tiempo.
Aquella noche, ambos ejércitos acamparon casi a tiro de flecha uno del otro. Las hogueras de una fuerza podían verse desde los puestos de vigilancia del adversario. En el campamento alto elfo, Tyrion y Teclis fueron saludados por su padre, Arathion. El viejo señor alto elfo regaló a Tyrion la Armadura del Dragón de Aenarion. Esta armadura la había llevado el primer Rey Fénix durante las antiguas guerras contra el Caos. Había sido forjada en el Yunque de Vaul y podía resistir el fiero aliento de los dragones. Lleno de gratitud por el rescate de la Reina Eterna, los Elfos de Ellyrion le regalaron el mejor de sus corceles, Malhandir, el último ejemplar de la familia de Korhandir, padre de los caballos. La propia Reina Eterna le regaló un broche en forma de corazón que había imbuido de hechizos para que regresara sano y salvo del combate. En su poderosa mano, Tyrion empuñaba la espada rúnica Colmillo Solar, forjada en épocas antiguas para acabar con los demonios. Así pues, Tyrion estaba listo para la batalla.
Alarielle entregó a Teclis el Báculo Sagrado de Lileath. Este le proporcionaría fuerza y tanto poder que ya no tendría que depender de las pociones revitalizantes. Teclis rehusó el ofrecimiento de cualquier espada, ya que prefería emplear la que había forjado con sus propias manos. Ahora estaba listo para situarse junto a su hermano en el fragor de la batalla.
Al día siguiente, se reveló toda la magnitud de las fuerzas del Caos. Filas inacabables de ballesteros elfos oscuros entonaban alabanzas a los Dioses Oscuros. Una horda de gélidos graznaba y rugía en la fría luz de la mañana. Guerreros protegidos con cotas de malla blandían sus lanzas. Las Elfas Brujas cacareaban y chillaban de forma frenética. Los Señores de las Bestias colocaban a sus manadas de monstruos en posición. Un flanco entero del ejército del Rey Brujo lo componían Caballeros del Caos y sus seguidores bestiales. Los Elfos Oscuros superaban ampliamente en número a los Altos Elfos. La situación parecía desesperada.
Desde una colina devastada en el centro del diabólico ejército, la figura del Rey Brujo ataviado con una armadura negra supervisaba el campo de batalla, proporcionando apoyo a sus huestes con su magia, seguro de que tenía la victoria a su alcance.
Resumen
Se trata de una batalla épica entre dos enormes ejércitos, un enfrentamiento clásico que además incorpora ciertos personajes famosos, motivo suficiente para rememorarla. Es una partida concreta con dos ejércitos concretos, pero aunque esté pensada para ser jugada 1 contra 1, es perfectamente jugable 3 contra 3, cada uno encargándose de su parte.
El campo de batalla
La batalla se juega en un tablero de 240x120cm (Algo más grande de lo habitual) y debería disponerse de forma parecida a como se indica (es la topografía de la Llanura de Finuval).
Sólo hay colinas y bosques. Dado que es Ulthuan puedes incluir un par de Monolitos élficos de base cuadrada de, como mucho, 10cm de ancho (terreno impasable, no impide línea de visión).
Los ejércitos
El jugador Alto Elfo debe armar un ejército de 5.000 puntos. Además de las restricciones habituales, debe tener lo siguiente y estar formado en tres bloques:
- Su flanco izquierdo estará bajo el mando de Teclis, que será el General, y Belannaer. Puede contar con Malendis, Noble élfico montado en Águila Gigante. Puede estar formado por 2+ Arqueros, 0-2 Lanzavirotes, 1 unidad de Maestros de la Espada de Hoeth (unidad que contendrá a Belannaer), 0-2 Águilas y 0-3 Jinetes de Ellyrion (los Lanzavirotes y Águilas siguen cumpliendo el 2×1). No puede incluir otras unidades.
- El centro estará formado por Tyrion y el Príncipe Imrik. Puede contar adicionalmente con un hechicero (Finreir, mago, a pie o montado) y/o Korhadris (Noble élfico en carro de Ellyrion). Sólo puede incluir unidades de Infantería. Debe contar al menos con 4 unidades de Lanceros
- Su flanco derecho deberá tener a Unthwe (Noble, a pie o montado; es el único que puede ser Portaestandarte de Batalla) y/o Yrtle (Mago, a pie o montado). Puede incluir 0-2 unidades de Lanceros, 0-1 de Arqueros, 0-2 Lanzavirotes, y además Yelmos Plateados, 0-1 Príncipes Dragón y/o Carros de Ellyrion.
No se pueden incluir más personajes y el ejército debe cumplir además las reglas habituales de creación del ejército.
El jugador Elfo Oscuro llevará un ejército mixto de Elfos Oscuros y Mortales. Ten en cuenta que, excepto para composición del ejército (básicas, especiales, héroes, etc), es un mismo ejército: sólo hay un General (Malekith), las tropas pueden causarse pánico aunque sean dos ejércitos distintos, sólo puede haber un Portaestandarte de Batalla (y todas las tropas a 30cm pueden usar su habilidad, sean del Caos o druchiis). En total se trata de un ejército de 4.000 puntos de Elfos Oscuros más uno de 3.000 de Reino del Caos: Mortales.
- Su flanco izquierdo debe contar con un Señor de las Bestias en mantícora y debe incluir al menos 2 unidades de Guerreros Gélidos. No puede incluir ninguna unidad de infantería, salvo Arpías.
- El centro del ejército incluirá a Malekith y Morathi. Puede incluir adicionalmente a Tallar, héroe en carro de gélidos, o Helgrist, hechicera a pie. Debe incluir 2+ unidades de Lanceros y 2+ de Ballesteros. Sólo puede incluir infantería, Hidras de Guerra y/o Lanzavirotes.
- En cuanto al flanco derecho, es un ejército de Reino del Caos: Mortales de 3.000 puntos. Debe ser de Caos Absoluto (ningún personaje ni unidad puede tener otra marca, pero puedes incluir bestias y demonios de la forma habitual). Debe incluir a Krelle, el Señor del Caos, y puede incluir tres personajes más: Kastragar y Gathor, Paladines Legendarios del Caos, y Chakai, un hechicero. Kastragar o Gathor pueden ir en Dragón del Caos (pese a ser héroes). puede incluir bárbaros (a pie o montados), mastines, guerreros (a pie o montados) y hasta 3 unidades de Ogros Dragón. Los Caballeros del Caos son unidades especiales en vez de básicas. Debes incluir al menos una unidad de Guerreros a pie y una de Bárbaros a pie.
Despliegue
Ambos jugadores despliegan su flanco izquierdo, luego el centro, y luego cada uno su flanco derecho. En todos los casos, ambos jugadores lanzan 1D6, quien saque más alto decide si despliega primero su sección o segundo (en caso de empate, repite).
Cada jugador dispone de tres áreas de despliegue de 20x80cm.
Tyrion se despliega a 50cm, en solitario, dado que ha acaba de matar a Urian Poisonblade.
Quién va primero
Determina aleatoriamente qué jugador empieza.
Duración
La partida termina a los seis turnos.
Condiciones de victoria
Se usan las condiciones de victoria estándar, pensando en una batalla de 5000 puntos.
Si Malekith muere, los Altos Elfos consiguen 500 puntos de victoria adicionales. Si Morathi muere, consiguen 250 puntos de victoria adicionales.
Si Tyrion muere, los Elfos Oscuros consiguen 500 puntos de victoria adicionales. Si Teclis muere, consiguen 250 puntos de victoria adicionales.
Muerte súbita (Victoria Elfos Oscuros). Al inicio de la batalla, cuenta cuántas unidades de 5 o más miniaturas tienen los Altos Elfos (los lanzavirotes y miniaturas individuales no contarán, por ejemplo). Si en algún momento están muertas o huyendo un 75% o más de esas unidades, los Elfos Oscuros obtienen la victoria automática. Por ejemplo, si hay 17 unidades (de 5 o más miniaturas), si hay 13 huyendo o muertas el jugador druchii se alza con la victoria.
Muerte súbita (Victoria Altos Elfos). Al inicio de la batalla, cuenta cuántas unidades de 5 o más miniaturas tienen los Elfos Oscuros (los lanzavirotes y miniaturas individuales no contarán, por ejemplo), SIN CONTAR el contingente aliado del Caos. Si en algún momento están muertas o huyendo un 75% o más de esas unidades, los Altos Elfos obtienen la victoria automática. Por ejemplo, si hay 17 unidades (de 5 o más miniaturas), si hay 13 huyendo o muertas el jugador asur se alza con la victoria.
Reglas especiales
Defensa encarnizada de Ulthuan. Los Altos Elfos son inmunes a pánico, no sólo a los elfos oscuros sino también de sus oscuros aliados.
Desarrollo histórico
En el fragor de la batalla, Teclis luchó contra la hechicería oscura del Rey Brujo. El Señor Oscuro había perfeccionado sus artes malignas durante un largo milenio y, por primera vez, Teclis se enfrentó a un enemigo que le igualaba o incluso superaba. Se concentraron y lanzaron poderosas energías mágicas. Los rayos cruzaban el oscuro cielo. Grandes nubes negras de magia oscura, capaces de desgarrar a los hombres hasta los huesos, fueron alejadas por vientos mágicos. Los demonios aullaban y farfullaban mientras entraban en el mundo mortal para participar en la carnicería. Hubiera sido el fin de los Elfos de no ser porque la Reina Eterna lanzó una oleada de luz ardiente contra los Demonios y expulsó a miles de ellos del plano mortal. Tal hazaña agotó por completo sus poderes ya menguados, y las Doncellas supervivientes se llevaron del campo de batalla su cuerpo inconsciente.
Teclis se elevó por los aires para observar mejor la batalla. Desde lo alto de una colina devastada, el Rey Brujo lo desafiaba con un hechizo tras otro. Teclis vio que la balanza de la batalla se decantaba por las fuerzas de la oscuridad. El tamaño de la hueste de guerra de los Elfos Oscuros era demasiado grande y él no podía desbaratar cada hechizo lanzado contra los suyos. Parecía como si los Elfos fueran a ser masacrados si no intentaba algo drástico. En ese momento comprendió que el fin estaba próximo e invocó el poder de Lileath. Su báculo brilló y latió mientras la diosa le suministraba energía. Teclis redirigió la energía en una descarga titánica que lanzó sobre el Rey Brujo.
Frenéticamente, el hechicero maligno trató de desviarla, pero fue incapaz de hacerlo. La descarga de energía cayó sobre él consumiéndole hasta el alma. En el último momento, se vio obligado a retirarse del universo material a la disformidad para evitar su muerte total y definitiva. Libre entonces de la carga que representa enfrentarse al Rey Brujo, Teclis dirigió entonces sus energías sobre la horda del mal. Brotaron llamas entre los Elfos Oscuros, y un hechizo tras otro cayó sobre los Druchii; cientos de ellos morían cada vez que un rayo de energía mágica pura los alcanzaba.
Malhandir condujo a Tyrion entre el torbellino de magia, y aunque su brazo estaba dolorido su furia no había decrecido. Acabó de un solo tajo con el portaestandarte del Rey Brujo y el héroe alto elfo se deshizo de su adversario con facilidad. Malhandir pisoteó el estandarte del rey Brujo por el fango. Viendo que su señor había sido derrotado y su estandarte destruido, los Elfos Oscuros quedaron desmoralizados. Sobre ellos, un hechicero aparentemente invencible descargaba toda su energía mágica mientras un guerrero imparable atravesaba sus filas como un barco que surca a través de las olas. Casi todo el ejército intentó dar la vuelta y huir, siendo casi todos aniquilados en el intento. Los Altos Elfos habían conseguido su primera gran victoria de aquel año. La suerte había cambiado.
Jugando con otros ejércitos
Este escenario está muy focalizado en estas dos facciones y no es posible jugar con otros ejércitos.
Una pregunta a los expertos: como nunca he sido muy aficionado a los elfos en general, tengo una duda respecto a la religión de los druchii: ¿los elfos oscuros son «elfos del Caos»? Porque en teoría adoran a dioses élficos como Khaine y Vaul, ¿no? Y el Culto de Slaanesh de Morathi es secreto y minoritario. Claro que en algunas ediciones, Khaine es una encarnación de Khorne. Pero luego, en algunos relatos como el que encabeza este escenario, se dice que los elfos oscuros «lanzaban sus alabanzas a los dioses oscuros». También veo que se alían con el Caos, aunque a menudo lo combaten. En fin, que me hago un lío.
Hasta donde yo sé, a lo mejor me equivoco, los elfos oscuros no son elfos del caos, no adoran al caos ni a ninguno de sus dioses, por norma general. Adoran a sus propios dioses, entre ellos especialemtne a Khaine, que no es Khorne para ellos (que luego lo sea o no, es otra cosa).
El culto del placer es secreto y está prohibido. Morathi lo sigue y lidera porque cuando la rescató (o mejor dicho «rescató») Aenarion de las zarpas del caos ya estaba corrupta por el bueno de Slaanesh.
Generalmente, Malekith ha combatido al caos desde que era hijo de Aenarion y un buen elfo, y lo siguió haciendo, defendiendo su reino de las incursiones del caos. Que se haya aliado con ellos en algunas ocasiones es porque le vendría bien carne de cañón, aprecio por ellos poquito.
@P.cantor La relación de los EO con el caos siempre me ha parecido un poco inconsistente, y que de libro a libro, tanto codex como de la BL, varía. Podemos crear un «canon» general de como funciona, pero ya te digo, que te puedes encontrar cualquier cosa dependiendo de la fuente. En general, los EO son el tropo de «quiero conseguir poder a cualquier precio y para eso pacto con quien sea» que vemos en Fausto, ESDLA, D&D y en casi cualquier mundo de alta fantasía. Hacen magia oscura, sin importar que eso pueda corromperlos, o las consecuencias en el mundo a largo plazo, hacen pactos con demonios y señores del caos, practican la demonología y no le hacen ascos a artefactos caóticos. Al mismo tiempo, rechazan la adoración al caos, no permiten que haya adoradores en su sociedad ni que entren guerreros del caos. Siguen recordando la Gran Guerra contra el Caos y tienen en alta estima a Aenarion, que dirigió la lucha contra el enemigo, que es lo que da legitimidad a Malekith como rey. El tema de que es adoración del caos y que es «aprovecharse» del caos varía en un sitio o en otro.
En cuanto a lo de los dioses oscuros, creo que se debe a que dentro del panteón élfico hay dioses «buenos» como Asuryan, Isha o Lileath y dioses «malos», los Cytharai. Pero claro, hay veces que estos dioses te los presentan básicamente como caóticos, en otros como una copia élfica de los dioses del caos, y en otros simplemente caóticos en el sentido de los alineamientos de D&D, pero no malvados. Depende de como le de al autor.
Partiendo del punto que la historia (nuestra, y la de WH) puede cambiar según los vencedores…
…los dioses élficos crearon a los elfos (¿Ancestrales?), mientras que los dioses del Caos son reflejo de la psique/almas de la gente.
Hay que tener cuidado, porque hay dioses no caóticos que siguen el mismo precepto: la Gran Rata Cornuda o Morko y Gorko son manifestaciones sólidas de la mente skaven y pielverde, respectivamente. Es como si la Disformidad pudiera crear dioses según las creencias de los mortales.
Bajo este punto de vista, no está claro si realmente los dioses élficos existían antes (Ancestrales), o han sido siempre una manifestación de la psique élfica. Si fuera lo segundo, Khorne y Khaine podrían considerarse el mismo aspecto de un mismo sentimiento.
Para esos temas hay que meterse ya en el trasfondo de 40.000, ya que en su día estaban ambos unidos.
Los eldar de todo tipo viven con la angustia aterradora de saber que sus almas serán consumidas por Slaanesh si quedan a su alcance (es decir, si mueren y sus almas viajan a la disformidad, de la forma habitual), y cada grupo de eldar tiene sus mecanismos para protegerse.
Entiendo que para altos elfos y elfos oscuros esto no es muy distinto, y salvo el culto al placer, ven al caos como al Enemigo. Tienen formas distintas de lidiar con él, eso sí.
Gracias por las explicaciones, esto es lo bueno del trasfondo de Warhammer, al ser tan antiguo y haber pasado por tantas manos, ha crecido de forma «orgánica» y está lleno de inconsistencias e interpretaciones, igual que las mitologías y la historia del Mundo Real(tm).
No es un trasfondo creado por el departamento de márketing de una empresa como ciertos videojuegos o pelis de hollywood, que se limitan a seguir las tendencias del momento. Por eso adoro las partes más ridículas del Fantasy y me niego a que las quiten, como otro usuario que hace unos días se quejaba de las motivaciones de los skaven le parecían ridículas. A ver, que es una raza de hombres rata nazis, ¿como no van a ser ridículos? ¡Si eso es lo que mola, que todo es una locura!
Siempre he entendido que los dioses élficos son también manifestaciones de su psique en la disformidad, y por ende Khaine no es que sea Khorne, pero sí es es como un aspecto o reflejo de él, al igual que lo puede ser Ulric, que no deja de ser un dios de la guerra. Creo que en Liber Chaotica se explica así.
Los elfos oscuros están en contra de que el Caos destruya el mundo, pero no tienen problema en aliarse con él para conseguir sus propios objetivos, y Morathi incluso fantasea con poder dominar a los poderes del Caos.
Respecto al escenario, ¿no están claramente en inferioridad los Altos Elfos? No parecen tener muchas posibilidades de ganar
Ups! Tienes razón, me faltó una condición de victoria «muerte súbita»… la añado, ¡gracias!
El tema es que los altos elfos tienen más fácil la victoria (han de matar menos unidades druchii que su oponente), pero el oponente tiene más medios para conseguirlo…
Pequeño error sin trascendencia, supongo. En la muerte súbita, hablas del inicio de la batalla. Supongo que es al final de la batalla.
No, no, es al inicio de batalla.
Por ejemplo, altos elfos, si al inicio de batalla etienes 20 unidades, si el enemigo consigue eliminar o hacer huir 15, gana.