Salud maníacos de la táctica:
Después de una larga pausa he vuelto al hobby del 40K y como siempre que lo hago me han nacido los deseos de escribir. En esta edición la victoria se obtiene consiguiendo una serie de objetivos primarios y secundarios. Los primarios se determinan aleatoriamente. Los secundarios se elijen de una lista determinada. Eso dota al juego de una enorme profundidad táctica. En fantasy hacíamos dibujos tácticos sobre la mesa, como el ataque por el flanco, y diseñábamos nuestro ejército para realizarlos de la mejor forma posible para hacerlo. En ello radicaba la dificultad de la creación de la lista.
En 40K lo que tenemos es una serie de objetivos primarios aleatorios y otra de objetivos secundarios elegibles. Eso determina que nuestro ejército debe ser creado de la mejor manera posible para la consecución de tales objetivos. Esa es la profundidad táctica de este juego y de eso va a tratar este articulo. Si te interesa sigue leyendo.
En primer lugar debo decir que estoy aprendiendo. Así que esta entrada no es más que una reflexión en voz alta de mis ideas, las cuales, no pretenden enseñar a nadie sino compartir la experiencia. Iré creando la lista, habiendo informes de batalla y modificándola en virtud del resultado. Ya veremos que resulta de esto.
Los objetivos primarios son aleatorios. No los he jugado todos pero, evidentemente, su existencia influye en la confección de nuestra lista. A medida que vaya publicando informes los iremos estudiando y veremos como van cambiando el diseño de nuestro ejército.
Centrémonos ahora en los objetivos secundarios que queramos. Como sabemos puedo elegir objetivos secundarios aptos para cualquier raza o propios de mi ejército. Además solo puedo elegir uno de cada categoría. Estas son para la zona de guerra Nephilim, que es la actual para el juego equilibrado: Purgar al Enemigo, Sin Piedad-Sin Descanso, Tejer la Disformidad, Supremacía en el Campo de Batalla y Operaciones Encubiertas. En mi caso al ser Ángel Oscuro voy a comenzar por elegir dentro de mis objetivos secundarios raciales. Podía elegir otro cualquiera y eso cambiaría totalmente mi lista pero por trasfondo, y al ser la característica esencial de mi ejército su tozudez para retirarse, voy a elegir Resistencia Terca que pertenece a la categoría de Supremacía en el Campo de Batalla.
Sabemos que el juego se divide cinco rodas de batalla en las que cada jugador juega un turno. El turno de cada jugador se divide en fase de mando, movimiento, poderes psíquicos, disparo, carga y combate. Y todas estas fases son secuenciales. Pues bien para este objetivo, y después de leerlo 20 veces porque de una primera lectura no te das cuenta de la profundidad de las reglas, en mi primera fase de mando debo elegir un objetivo fuera de mi área de despliegue y si coloco allí una unidad que tenga objetivo asegurado (que sirve para hacer tuyo un objetivo con independencia del numero de minis que tengas en él) obtendré puntos al final de cada una de mis fase de mando según el número de ellas que esta unidad haya estado allí. Así si estoy 1 obtendré 1 puntos, 2 si dos, 3 más si tres, 4 si cuatro y 5 más si cinco. Es decir si estoy las cinco fases de mando obtendré 15 punto, que es lo máximo para un objetivo secundario, pero si me interrumpen el conteo empiezo de nuevo con la perdida de puntos que eso significa.
Nosotros tenemos que elegir el objetivo en nuestra primera fase de mando, por lo que puede que el primer turno se haya producido ya. Además tenemos que tratar de puntuar desde nuestra primera fase de mando, es decir, justo tras el despliegue y antes de mover ninguna unidad. Eso ya nos lleva a un escenario único: Necesitamos desplegar tropas en tierra de nadie y esas tropas deben tener, al menos alguna de ellas, la regla objetivo asegurado. Esto solo nos deja la opción de irnos a unidades que tengan infiltración, lo que en marines se llaman posiciones ocultas. Mi primera elección fueron los infiltradores pero rápidamente me di cuenta de que me los mataban fácilmente a disparo o asalto y dejaban inmediatamente de puntuar. Necesitaba algo a lo que no se le pudiera disparar y tampoco asaltar si ponía una pantalla de infiltradores delante. Rápidamente pensé en un personaje pues con la regla cuidado señor no se le puede disparar si no es el más cercano. El problema es que esta unidad no tiene objetivo asegurado. Dándole vueltas, muchas vueltas, decidí meter un personaje phobos (que tiene infiltración), hacerle señor de la guerra (para poder darle un rasgo costándome un único punto de mando) y darle el rasgo de Ritos de Guerra que hace que todas las unidades básicas y personajes a 6′ de él, y por tanto el mismo, tengan objetivo asegurado. De esta forma conseguiría que todas las unidades que pusiera en el objetivo, salvo las básicas tuvieran esta regla.
Tras la primera partida me di cuenta que estos objetivos en tierra de nadie eran prontamente asaltados por el rival y mi personaje y la unidad de infiltradores no eran capaces de resistir. Tras otro porrón de vueltas me di cuenta que el Invictor es una unidad que aunque no sea básica es infiltradora y muy potente en combate. No quiero que dispare, lo quiero simplemente oculto en el objetivo así que le doté de un incinerador pesado para cuando le cargaran. Ahora tenía más capacidad de combate pero en mi segunda partida lo que el rival hizo fue pisar el objetivo con otra unidad suya con objetivo asegurado y con las mismas minis que la mía. Sin atacarme me anulaba el objetivo y ya las fases de mando anteriores que llevara allí no servían de nada. Esto no podía ocurrir.
De nuevo más vueltas. Tras ellas me doy cuenta que los Saqueadores tienen una estratagema que a tres pulgadas de ellos niega a cualquier unidad el objetivo asegurado. Con eso se solucionarían mis problemas si fueran infiltradores para atraerlos aquí desde el primer turno pero no lo son. Son una unidad phobos así que lo mejor es moverlos y con el poder psiquico Corredor Temporal moverlos al objetivo en el primer turno si no llegaban con su movimiento normal. Eso además me motivo a que mi señor de la guerra fuera un psiquico Phobos para así poder usar el poder.
Estas unidades: Infiltradores, invictor, psiquico y saqueadores debían aguantarme el primer turno, ya para el segundo caerían mis exterminadores por despliegue rápido y asaltarían la posición reforzándola a todo evento. Eso hacía que tuviera que diseñar mi Ala de Muerte como apoyo de la primera posición ganada por los Phobos. La primera elección obvian fue un Capellán Interrogador con armadura de exterminador para que con la letanía del Cántico del Odio diera +2′ de distancia de carga a las unidades de exterminadores que bajara para reforzar mi objetivo si fueran necesarios. En unión de él iría mi unidad de elite de combate: Los Caballeros de Ala de Muerte y un apotecario del Ala de Muerte pues la misión de este grupo era resistir tercamente en el objetivo. En apoyo de los mismos una escuadra de exterminadores normales y otra de asalto. Su inclusión es sencilla: Con sus balizas podían desplegarse tanto en apoyo de mi objetivo principal como de cualquier otro punto del campo de batalla.
Hasta aquí había diseñado el ejército para defender un objetivo. Pero las reglas de objetivo principal hace que obtenga 4 puntos de victoria si tengo un objetivo, 4 más si tengo dos y 4+ si tengo más que el rival. Eso me llevaba a la ineludible necesidad de tomar y conservar otro objetivo. Para ello siempre el más fácil es el situado en mi área de despliegue, si lo hay. Aquí no necesitaría ser infiltrador pero si debo desplegar unidades con largo poder de disparo para cubrir el campo de batalla desde una posición alejada. Los mejores son los devastadores con cañón de plasma por su alcance de 36 pulgadas y su capacidad de daño con la estratagema Arma de la Edad Oscura que los pone en daño 3 si disparan sobrecargado.
Claro disparar sobrecargado implica que por cada 1 para impactar se te muere un cañón de plasma por lo que es necesario repetir esos unos. Se impone la presencia de un capitán y en este caso creo que la opción más acertada es un capitán Phobos por su poder de que el rival no puede hacer despliegue rápido a menos de 12′ de él con lo que protege nuestro objetivo. Es un franco tirador así que no esta de más acompañarlo de una unidad de eliminadores con el mismo rifle. A él, al ser personaje no le pueden disparar, y a los eliminadores tampoco ya que mueven, disparan y vuelven a mover lo que significa que salen de la cobertura disparan y vuelven a ella.
En mi tercera partida me toco la misión 21 Santuarios Abandonados. En ella no se puede infiltrar, Necesitaba llegar en turno 1 al objetivo elegido. Eso me hizo darme cuenta de la necesidad de una unidad móvil que pudiera llegar la objetivo. La mejor para mí en mi ejército son las motos del Ala de Cuervo pues en el primer turno tienen movimiento +3′, lo que los lleva a 17, y si avanzan siempre suman 6′ a ese movimiento. Con esto llegan a cualquier objetivo de tierra de nadie. El problema es que no tienen objetivo asegurado. De nuevo tengo que llevar allí a mi señor de la guerra pero eso es algo que con el poder Corredor Temporal puedo hacer sin problemas al ser él mismo unidad Phobos.
Y hasta aqui el estudio de mi ejército solo para el primero de los objetivos secundarios. El 40K tiene una enorme profundidad táctica. Seguiré informando en breve.
Que los dados os sean propicios.
Daradriell.
Buena iniciativa, soy nuevo en warhammer 40k, estaré atento y aprendiendo un poco
Buenas. Me ha gustado mucho el artículo, tanto en contenido como en forma. Muchas gracias por compartir Daradriell
Muchas gracias a vosotros por leerme
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