Esto son sólo unas pequeñas reseñas personales, unas reflexiones hechas casi a puerta cerrada, pero que finalmente decidí compartir no sólo con el equipo de Cargad, sino con todos los lectores.
Últimamente, con todo lo que está cayendo con la crisis y demás, sobre todo por estas latitudes mediterráneas, andamos todos faltos de “cash” (unos más que otros, claro, pero en definitiva, absolutamente todos estamos tocados); no solamente “escurados” de dinero, lo cual nos fastidia, ya que desearíamos emplearlo en nuestros hobbies favoritos, como los wargames de cualquier tipo (no sólo de Games Workshop vive el aficionado), sino que también andamos cabreados y de mala leche por la que está cayendo, lo cual no es para menos.
Al final, este cabreo explota y vomitamos esa mala leche de muchas maneras, y entre ellas, despotricando, por ejemplo, contra Games Workshop y de su abusiva política de precios. Lo cual los aficionados tienen toda la razón del mundo en quejarse e indignarse (y yo el primero).
Sin embargo, olvidamos con facilidad (y más en un hobby tan bonito y social como el de los wargames, los juegos de tablero, los de cartas y todo este mundillo friki relacionado) que lo más importante es disfrutar, y pasarlo bien con los amigos y compañeros; hablar, jugar al juego que sea, tomarse unas fantas o unas cañas, reír, discutir tal o cual movimiento o jugada (o la película que uno vio el otro día) y, en definitiva, disfrutar de una tarde (o una mañana) con unos buenos amigos, ya sea en la casa de alguno o en cualquier club con mesas de juego.
De hecho, esa es la esencia de todo juego.
Seguir leyendo ¡Buen verano!→