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Hoy es Lunes, así que hago un nuevo post de esta serie de artículos sobre The Old World. Ya hemos visto el reglamento y los libros, cómo se creaba un ejército y un vistazo a la magia. Quizá este artículo debería haber ido antes del anterior, pero ahora que sabéis que la magia va dispersa por el turno como mantequilla sobre demasiado pan, vamos a ver dos temas muy importantes, y muy rápidamente.
Sigo con esta serie de artículos (más para «afianzar» mis lecturas y experiencias que para convencer a nadie) sobre The Old World. Ya hemos visto el reglamento y los libros, y luego cómo se creaba un ejército. Pensé en seguir un guión e ir de forma más o menos ordenada según el reglamento, pero creo importante hablar de uno de los temas que más ha cambiado respecto a anteriores iteraciones de Warhammer, que es la fase de magia.
Tras ver el reglamento y los libros, seguimos con esta serie de mis opiniones sobre Warhammer The Old World mientras analizo (tanto para mí mismo como para vosotros) cómo es este juego. Ya sabéis que es un claro ejemplo de de iure / de facto (es un juego nuevo de iure, es novena edición de Warhammer Fantasy de facto), y voy a presuponer que la mayoría de lectores de este post ya conocen alguna iteración de Warhammer. Es por ello que, además de ir explicando cómo se forman los ejércitos, veremos las principales diferencias con anteriores ediciones.
Empiezo hoy una serie de artículos de aparición irregular acerca de Warhammer The Old World (o Viejo Mundo para los amigos) para quien haya oído hablar pero no sepa nada de nada. Probablemente hay mil vídeos y blogs que han tratado el tema, pero voy a hacerlo igualmente y de paso dar mi punto de vista.
Como ya he comentado alguna vez, Warhammer The Old World es un juego nuevo, pero toda la comunidad la ha aceptado como la siguiente edición de Warhammer (Fantasy), con sus pros y sus contras. La gran, inmensa mayoría de jugadores de Viejo Mundo son jugadores veteranos que vuelven a jugar sus miniaturas con un reglamento oficial de Games Workshop (aunque muchos seguíamos jugando). Pero puede que haya alguien nuevo que se pregunte: ¿qué necesito para jugar?
Pues lo primero es obviamente miniaturas. Tus viejas miniaturas de Warhammer son perfectamente usables (aunque es recomendable usar adaptadores a los nuevos tamaños de peana). Si las cambiaste a peana redonda por lo de AoS, toca volver a cambiar de peana, no se permiten redondas excepto para los fanáticos.
El Sábado tuve mis primeras partidas a Warhammer The Old World. He dejado «enfriar» mi mente para ordenar las sensaciones e impresiones y no escribir «calentón» de lo que me pareció el juego. Por supuesto, tienes una percepción distinta del juego sólo leyendo el reglamento que jugando, y por supuesto la impresión que haya tenido tras sólo dos partidas (y contra gente no experimentada) no es la misma que cuando ya llevas varias partidas. Así que pido perdón si alguien ha jugado más y no está de acuerdo con algunas de mis afirmaciones, creo que se puede generar un debate interesante y espero que comentéis qué os ha parecido el juego tras las primeras partidas.
Los chicos de Saint Cugat organizaron un torneo PERFECTO que era para aprender cómo iba el juego (la clasificación es lo de menos), muchos éramos novatos con cero, una o dos partidas a nuestras espaldas, y pasamos un rato genial investigando cómo iban las cosas y molestando a los organizadores con mil preguntas XD Había once mesas decoradas con escenografía temática y la inmersión era total. Cabe decir también que la mayoría de gente venía de anteriores ediciones de Warhammer (y pocos de T9A) por lo que los ejércitos no eran especialmente afilados / optimizados (y además se exigía jugar con TODO pintado, mejorando la experiencia).