Saludos, Señores de la Guerra.
Toca post abuelo cebolleta. Para muchos, Necromunda y Mordheim son dos de los mejores juegos que ha editado Games Workshop. Se trataba de dos juegos parecidos: ambos estaban ambientados en el mismo mundo que un juego principal (Necromunda en el mundo de Warhammer 40.000, Mordheim en el mundo de Warhammer), ambos eran juegos de escaramuzas, ambos venían con dos bandas (de plástico) en la caja, ambos venían con bastante escenografía en la propia caja, ambos fueron ampliados, ambos tenían un sistema de «evolución» de personajes y compra de equipo para jugar campañas, y ambos murieron junto al resto de juegos de especialista. En ambos casos, además, los fans estaban más que volcados en este juego que prometía horas y horas con poca inversión. Son dos juegos que tuvieron bastante éxito (mucho, diría yo) pero que acabaron relegados al olvido.