Saludos, Señores de la Guerra.
Como cada Miércoles (más o menos), os presento un «escenario histórico» para Warhammer. Estos escenarios, que podéis encontrar en esta página (menú Manuscritos de Nuth, Escenarios), están diseñados para Sexta Edición con Manuscritos de Nuth, pero es fácil adaptarlo a otras ediciones de Warhammer o a algunas ediciones fan (como WH8.5, Reforged, Kings of War, Age of Sigmar o The Ninth Age), incluso a Viejo Mundo cuando salga.
En esta ocasión os presento un escenario para enseñar a jugar, entre dos ejércitos bastante habituales (y ambos «buenos»).
Incursión en Pahuax
Altos Elfos vs Hombres Lagarto, Año I de Bel-Shanaar (-4419)
Situación histórica
El reinado de Bel-Shanaar el Explorador se recuerda por ser una época de expansión de fronteras. Multitud de navíos élficos surcaron los mares en búsqueda de nuevos asentamientos. Aquellos que navegaron hacia el Oeste se encontraron con unas espesas junglas y con todo un Nuevo Mundo para explorar. Y fue allí precisamente, en el primer año del reinado de Bel-Shanaar el Explorador (aproximadamente el -4.419 según el Calendario Imperial) cuando los Altos Elfos se encontraron por primera vez con los Hombres Lagarto, en la ciudad-templo de Pahuax.
Pahuax hacía ochenta años había sufrido una tremenda derrota y había sido invadida por una hueste demoníaca, en la llamada Gran Catástrofe; los Devoradores de Almas habían roto pilares energéticos, los nurgletes corrompieron todos los pozos de desove, y las llamas mágicas de los incineradores hicieron arder todo el bosque alrededor. El slann conocido como Pocaxalan, gracias a su magia, barrió todos los demonios, aunque el Slann y su santuario fueron absorbidos hacia el Reino del Caos, y Pahuax envejeció milenios en cuestión de segundos. Desde entonces, Pahuax se conoce como la Ciudad de la Ceniza.
Cualquier otro encuentro de las fuerzas de exploración asur (escasos, poco preparados y formados sobre todo por tropas ligeras) contra toda una ciudad-templo habría tenido consecuencias devastadoras para los elfos. Pero cuando llegaron a Pahuax se encontraron una ciudad completamente en ruinas, destrozada, con una fuerza expedicionaria de Hombres Lagarto en búsqueda de los huevos que pudieran recuperar de Eslizones Camaleón (ya que Pahuax era la única ciudad donde nacían eslizones camaleón).
Resumen
Lejos de ser una batalla mastodóntica, en Pahuax el enfrentamiento fue entre dos pequeñas fuerzas expedicionarias; unos, tristes y enfurecidos pensándose que alguien volvía a robar huevos de Eslizones Camaleón; otros, a la defensiva pero preparados para enfrentarse a aquellos animales. Este escenario es especialmente recomendable para enseñar a jugar.
El campo de batalla
Esta batalla se juega en un tablero de 120x120cm (en vez de los habituales 120x180cm). Coloca dos bosques, un pantano y dos ruinas en formato de quincunce (bosques y ruinas en extremos opuestos, pantano en el centro).
Los ejércitos
Ambos jugadores preparan una lista de 1000 puntos, con las siguientes salvedades.
El jugador Hombre Lagarto debe formar su lista eligiendo entre:
- Personajes: 1 héroe eslizón.
- Unidades básicas: 1+ Hostigadores eslizones (no pueden ser Exploradores), 0-2 Eslizones camaleón.
- Unidades especiales: 0-1 Guerreros Saurios, Cocodrilos, Kroxigores, Jinetes de Terradón.
- Unidades singulares: Rajadáctilos, Razordones.
El jugador Alto Elfo elige sus tropas siguiendo esta lista:
- Personajes: 1 Noble élfico.
- Unidades básicas: Arqueros, Espadachines. Las unidades pueden ganar la regla Hostigadores por +2/m.
- Unidades especiales: Sombríos, 0-1 Guardianes de Ellyrion, Lanceros.
- Unidades singulares: 0-1 Lanzavirotes Garra de Águila (sólo puedes incluir un Lanzavirotes en el ejército), 0-1 Leones Blancos de Cracia.
No se permiten regimientos de renombre, mercenarios, ni personajes especiales.
Despliegue
El jugador Hombre Lagarto despliega a 30cm o menos de su borde del campo de batalla. Luego, el jugador Alto Elfo despliega todo su ejército a 30cm o menos de su borde (incluyendo los Sombríos). Por último, el jugador Hombre Lagarto despliega sus unidades de Eslizones Camaleón.
Quién va primero
El jugador Alto Elfo aparece de golpe en la antigua ciudad donde los Hombres Lagarto están buscando huevos, así que realiza el primer turno.
Duración
La batalla dura 6 turnos.
Condiciones de victoria
Cuenta los puntos de la forma habitual, sin contar puntos extra por cuadrantes (pero sí General y Estandartes). Si uno de los ejércitos ha hecho más de 300 puntos de victoria que el otro, gana la partida.
Reglas especiales
No hay reglas especiales en este escenario.
Desarrollo histórico
Los Altos Elfos eliminaron a flechazos a casi todos los eslizones, aunque pusieron una brava resistencia. Más tarde los Asur verían señales que les indicarían una batalla entre lagartos y demonios, y proseguirían su camino hacia el Norte…
Jugando con otros ejércitos
Es relativamente fácil adaptar el escenario a otros ejércitos. Elige cualquier ejército, pero intenta que las fuerzas tengan cosas con pocas reglas especiales y que no haya nada súper bueno; el escenario está pensado para enseñar a jugar, no a buscar el megacombo y a arrasar a tu padawan…
Lamento no tener nada que decir del escenario en sí, pero quiero manifestar que me encanta la foto que lo encabeza, porque esta foto, amigos, es 1996 encapsulado, desde la escenografía hasta las minis hasta el verde brillante de la jungla. Y solo podría haber sido tomada ese año, porque en 1995 aun no habían salido los Hombres Lagarto renovados, y en 1997 renovaron a los Altos Elfos y descatalogaron a los caballeros segadores de la foto. Y sí, estoy haciendo alarde de un conocimiento que es completamente inútil, como buen friki.
XDDDDDDDD
Tiene toda la pinta de ser de 1996, sí.
Buenas. Aquí otro que se ha quedado un buen rato con los ojos con corazoncitos mirando la foto. Qué época… Me encantaban las fotos del reglamento y manual de batalla de 5º edición (y los dibujos caricaturescos de la parte inferior, más aún). Se agradece un escenario más sencillo y de menos puntos para iniciar, aunque ahora quiáa esa tarea (era digital de inmediatez) sea más difícil.
Yo he visto la foto y me ha venido a la cabeza olor de la caja del set de pintura con hombres lagartos, que viejunos somos.
El escenario está chulo no solo para enseñar a jugar, está muy bien para partidas rápidas
Siempre he pensado que formamos parte de una generación privilegiada en lo que respecta al Warhammer, porque jugamos las ediciones en el «orden» correcto. Que nadie se enfade, me explicaré: GW como empresa experimentó un gran crecimiento a partir de los 90, y se dieron cuenta que el juego se estaba estancando porque los que empezaron en los 80 ya se habían hecho mayores y hacía falta sangre nueva (¿os suena?), así que en 1992 hicieron un «reset» y dirigieron sus esfuerzos mayormente a los que entonces eran niños (de ahí las ilustraciones «simpáticas» del reglamento de Quinta que mencionaba el amigo sr_caledor). Para el nuevo milenio esa generación de los 90 ya era adolescente y, como buenos adolescentes, querían (¡queríamos!) algo más oscuro y maduro, y sobretodo un reglamento más sólido: entran Mordheim (1999) y Sexta (2000). Diez años después esos adolescentes ya han terminado la carrera, tienen más poder adquisitivo y quieren poder usar sus enormes colecciones: entra Octava (2010) y para 2015 el ciclo se agota, ¡hay que volver a empezar!
Y, del mismo modo que cuando yo tenía doce años los viejales de los ochenta se burlaban de que estaba jugando un Warhammer «para niños», nada que ver con la molonidad de Realm of Chaos y compañía, que eso sí que era «el verdadero Warhammer» (repito, ¿os suena?), ahora los Barbaslargas nos desgañitamos defendiendo la edición de nuestros amores (Sea Quinta, Sexta o la que sea) contra esos niñatos que juegan a Age of Sigmar, que eso no es Warhammer ni es nada, si incluso tienen martillacos de energía y tecnología antigravítica, en mis tiempos con una lanza y un escudo había más que suficiente, grumble grumble, gruñido gruñido.
Y, para dentro de veinte años, no lo dudéis, habrá alguien en el internet del futuro mirando las fotos de los primeros Stormcast y escribiendo «¡esos eran los buenas tiempos! ¡Fue el mejor juego que ha habido! ¡No como ahora que han sacado Warhammer Ultimate Edition Overkill Plus Ultra (mil dólares chinos la caja básica) y están los jovenzuelos jugando con miniaturas holográficas y generadores de resultados aleatorios alimentados por motores de hidrógeno!» Eso sí, para entonces el estándar de tamaño ya serán 10 cm de altura…
P. Cantor y te dejas algo!
Esos de los 80 que se quejaban del Warhammer simpático de 6ª fueron objeto de las burlas de los que en los 70 jugaban a wargames históricos.
¡El ciclo eterno!
No se si en el futuro habra «Pollas viejas quejicas» como nosotros, tambien nosotros vivimos una epoca donde Work Shop era una empresa llevada por aficionados y eso se notaba en todos los aspectos, ahora es una empresa llevada por ejecutivos con traje que se preocupan mas por vender que por el hobby en si mismo, veremos que impacto deja eso en las generaciones actuales.
Que va a haber «oldsigmeros» que digan que la primera edición era lo mejor va a ocurrir. Por lo demás, una autofelación en muchas palabras.
Totalmente de acuerdo, yo empecé a mediados de séptimas, pero se puede decir que, entre aprender a jugar, coger valor para ir “con los mayores”, y reunir a mi ejército, mi edición fue octava (si, empecé con 12 o 13 años, y en el club mas cercano todos pasaban de los 25, o más, unos viejales para un chavalín como yo).
He de admitir que cuando empecé a meterme en blogs y foros me costó mucho entender el odio que a cierta gente le despertó la edición “que si no es warhammer” que “si todo está mal” “pegar dos filas, pero que locura histórica es esa”, y un largo, etc.
Me costó mucho porque yo me lo pasé teta en octava, disfrute de cada minuto de cada maldita partida que jugué, ya fuera con amigos o en torneos. Las mejores partidas que he jugador fueron de Tormenta de Magia (y eso que todo el mundo suelta pestes sobre ese suplemento), ahí los 6 de la pandilla con casi todas sus minis para celebrar algo lo más épico posible, hasta me compre un puñetero dragón, ahora que lo veo esta fatalmente pintado, pero cuando era chavalín lo pinte de rojo y me quede super orgulloso.
La verdad, no se si estaba rota o no la edición, no sé si los ejércitos estaban equilibrados o no, si la magia era un despropósito comparado con las anteriores, o si las hordas o si no sé qué, no lo sabía entonces y aún a día de hoy no lo sé, porque yo iba con mis enanos a pasármelo bien y lo conseguía, y eso era lo importante.
Como dije me costó mucho entender porque “octava era tan mierda” si yo la disfrutaba tanto, hasta que descubrí precisamente lo que has comentado. Siempre lo diré, GW mató warhammer antes de que pudiera hacerme mayor y pudiera refunfuñar por ahí de lo mierda que es novena y décima, y lo alucinante que fue siempre octava. Nunca les perdonare a GW por no haberme dejado el gustito de convertirme en un viejo gruñón.
@Jaume30, da gusto leer tus historias sobre Octava porque me proporcionan un punto de visto inédito, ya que nunca he conocido a nadie que empezase tan tarde (lógico, soy un viejales y en mi grupo somos todos de la misma -venerable- edad). Solo quiero dejar claro que cuando me quejo de Octava lo hago con un tono jocoso (que no siempre se transmite bien por ser texto), no existe la edición perfecta ni definitiva, y al final todo se reduce a los buenos recuerdos de nuestra perdida juventud. Yo admito perfectamente que mi edición favorita (Quinta) estaba desequilibradísima, si hasta se la conoce como Herohammer por el peso desproporcionado que tenían los héroes en ella.
@Egrimm van Horstmann, ¿hacía falta ser tan maleducado y desagradable? No hace falta que contestes, ya lo hago yo por ti: no, no hacía ninguna falta ser tan maleducado y desagradable.
@jaume30
Pues una história muy bonita! La mia es parecida, pero justo en la siguiente etapa de Warhammer, y es algo que no me alegra mucho de contar. De hecho, me pillo ya con 31 años, con lo que tube una perspectiva bastante diferente. Aún así, estoy disfrutando de la época actual, así que no me puedo quejar.
Pero me alegro que la comunidad se quede con esos momentos, son los más especiales y bonitos!