Sí, tal como leéis, ya está disponible en preventa la nueva caja de inicio de Warmachineque debería salir estas navidades. La caja de inicio enfrenta a Khador contra Cygnar, y es la primera caja que sale de las manos de Steamforged Games (los nuevos propietarios de Warmachine). No me queda claro si la caja de inicio trae reglamento (debería) y si el logo nuevo es por rediseño de Steamforged o porque se aproxima una nueva edición. El tema es que esta caja es ideal para aprender a jugar y tiene un poco de todo, incluyendo algunos viejos conocidos como Caine o los de la 13. La caja (89.99€) incluirá también escenografía.
Creo que es una buena oportunidad si quieres entrar en el juego, especialmente si tienes alguien que quiera la otra parte.
Por fin me he decidido a hacer este post. Llevaba un tiempo queriendo empezar a hablar de esto y ahora toca.
Hace un tiempo, Nama habló de porqué el Warmachine actual, MK4, no le mola como debería. Es comprensible, pero con eso me picó la curiosidad sobre el estado actual de Warma ya que jugué (poco) hace tiempo con la Retribución de Scyrah y…
Dejando el trasfondo aparte, me enteré que la Retribución había desaparecido (es más complicado) y en su lugar había una nueva facción conocida como Ocaso (Dusk) con el subtítulo de Casa Kallyss. Por suerte, una tienda de por aquí, Quinto Elemento, trae Warmachine. De modo que estos días pasados me fui acercando y compré unas miniaturas relacionadas con Ocaso para poner a prueba.
Noticia bastante extraña en nuestro mundo. Todos conoceréis a Privateer Press, aquella empresa americana que despuntó a principios de siglo con el famoso juego Warmachine (y su hermano Hordes) y que en USA llegó a codearse con el gigante Games Workshop.
Pues bien, cuan grande fue mi sorpresa al leer ayer que Privateer había vendido sus propiedades intelectuales de los Reinos de Hierro a otra empresa. Así es, la empresa de Marwilson se queda sin su buque insignia, puesto que ha vendido todo el contenido y la IP a otra empresa. Hablamos no sólo de Warmachine y Hordes (quizá lo más conocido) junto al juego de rol Iron Kingdoms; también Riot Quest, Grind, MiniCrate… e incluso la gama de pinturas Formula P3 (Privateer Press Paints, por si os lo preguntábais). Vamos, todo excepto Monsterpocalypse.
Ya hace tiempo que quería hacer este post, pero no sabía cómo abordarlo (de hecho seguramente reharé este texto varias veces y no termine contento con el resultado). El titular está claro: estoy desencantado con Warmachine / Hordes. Corrijo: estoy desencantado de Privateer Press.
Hay que retroceder el reloj en el tiempo 22 años atrás. Mi tienda de hobby principal era Estàtic en Barcelona. Allí compraba gran parte de mis miniaturas. Y claro, al ser tienda no-GW, allí había de todo, y allí pude descubrir y enamorarme de las maravillas de Rackham, descubrir las increíbles piezas de Gamezone (incluso entrevisté al Dioni y a Pedro Fernández), y era donde podía charlar un rato con el bueno de Alexis sobre miniaturas. Cuál fue mi sorpresa al ver unas cajas de inicio de un juego nuevo totalmente distinto: estética Steampunk, cajas de inicio de tres a cinco miniaturas, con un humano y varios robots (mechas) con aspecto de ser muy burros. El precio era bueno para aquél entonces, no recuerdo si 30€o 40€ valían las cajas de inicio, con las miniaturas totalmente de metal y una guía de introducción al juego.
Aunque me molaban mucho las miniaturas de Khador, me tiró más Cygnar. Y allí empecé a comprar, coleccionar, pintar y jugar a Warmachine. El juego tiró para adelante, incluso Edge se atrevió a traducirlo a nuestro idioma (sacando si no me equivoco 7 libros). Era la «época dorada» del juego en nuestro país; todas las tiendas independientes lo traían, el trasfondo era chulo, las reglas eran algo completamente nuevo, y los precios eran algo menores a Games Workshop. Y eso que sus miniaturas eran de metal, algo de lo que se enorgullecían. En la famosa página 5, entre otros comentarios, lanzaban unas cuantas pullas a la competencia, tanto a nivel de juego como a nivel de compañía. Las cosas iban bastante bien para el juego de Privateer.
¡Bienvenido, 2024! Deseo de corazón que os hayan sentado bien las uvas y que no hayáis tenido percances al ir hacia casa.
Es 1 de Enero, y, para mí, eso significa hacerme la lista de «propósitos de año nuevo» en lo referente a la pintura de miniaturas.
He aprendido de los errores de años pasados. Voy a dejar que fluya un tercio de las miniaturas (lo que vaya saliendo) pero voy a intentar marcar lo que quiero pintar este 2024. Para ello, este año reduzco de seis a cuatro objetivos.
Como ya comentaron los de La Vieja Guardia, el señor Marwilson, jefazo de Privateer Press (los de Warmachine), ha seguido la política de «si los clientes de GW tragan, los míos más», y ahora ha demostrado que quiere poner sus productos de forma que veamos que Games Workshop no es tan cara.
Y es que en la newsletter del Viernes, donde anunciaron un gran cambio en la app, también metieron el anuncio del nuevo y flamante ejército de Khador…
Que sí, que la caja es chula y viene con imanes para personalizar a tus jacks. Viene con un lanzador (Ilari Borisyuk), dos Siervos de Guerra pesados, dos unidades de Winter Korps (de 6 cada una), dos portaestandartes, tres Tropas de Asalto Acorazadas, tres Arcanistas y un Oficial. 21 miniaturas de infantería y dos jacks. Un ejército completo, que venden a… 200 dólares. Sí, doscientos dólares (que supongo que serán 200€) por 21+2 miniaturas. Ojo, que encima son miniaturas impresas en 3D.
Serán de la calidad que quieras, pero 200$ por 23 miniaturas «como caja de inicio» me parece exageradísimo. Que sí, que las cajas «all-in-one» ya valían 150€, pero no eran caja de inicio (starter). De hecho las cajas de inicio solían costar menos de 50$ (en su web) y ya venían con dos jacks y un caster, no me creo que cueste 160$ las demás 20 miniaturas…
Esto a 35-40$ sí que era una caja de INICIO, además con sus reglas, escenografía, dados… Para empezar, así sí.
Y es que para empezar a jugar necesitas algo que tenga una inversión baja. No puedes pedirle a alguien que desembolse 200€ para jugar (¡cada jugador!). Y si encima le añadimos que es algo «impreso en 3D», sabiendo lo que vale eso… pues da la sensación que tratan a sus clientes como tontos.
No sé, quizá es que los precios son los que son, pero si las «cajas navideñas» de GW valen menos, y son el líder en el mercado, me parece una mala estrategia hacer lo mismo, con costes menores, y más caro…
Noticia breve y que quizá todo aquél interesado ya la sabe, pero… por si acaso. Muchos sabréis que Warmachine y Hordes antaño se jugaba con cartas, pero que para la segunda edición (y luego la tercera) hubo una app, llamada War Room, que era ampliamente usada por los jugadores.
Como ya sabréis (supongo), en pocos días se lanzan las cajas de inicio de la cuarta edición de Warmachine (ahora ya no Warmahordes), en concreto empiezan con los Incursores Marinos Orgoth y la Legión Tormenta de Cygnar (y próximamente el Cuerpo Invernal de Khador). Por supuesto, podéis descargaros las reglas de la Cuarta Edición aquí. ¿Y qué pasa con War Room? Pues… que ya no se va a usar. En su lugar, los chicos de Privateer han puesto la app de Warmachine gratis en la App Store y en Google Play (buscad «warmachine»). Así que… adiós War Room, hola Warmachine App.