Saludos, Señores de la Guerra.
Hoy voy a hacer un post algo distinto, mostrando cómo suelo hacer mis «listas de ejército». Se trata de una lista de Reino del Caos: Mortales de Manuscritos de Nuth, y puede ayudaros a algunos a saber cómo se «piensan» las listas. En contra de lo que piensan algunos, Warhammer no es un «pongo lo mejor y a ver qué hace». O, al menos, no con MdN.
Antes de nada, hay tres aclaraciones que necesito hacer. La primera es que se trata de una partida de campaña. Eso quiere decir que hay unas reglas específicas de campaña que afectan a los escenarios y a habilidades especiales que van ganando los personajes. Al ser una partida de campaña, hay que tener en cuenta que conozco mi adversario; esto es importantísimo, ya que no es lo mismo hacerte un ejército «de torneo» (preparado para distintos escenarios y distintos rivales) que un ejército «de campaña» (pensado para un escenario concreto y contra un rival).
La segunda aclaración es que soy un jugador, digamos, «rolero», no competitivo. Esto implica que necesito establecer un trasfondo para mi ejército, y pensar especialmente en el desarrollo de la campaña. ¿Y qué quiere decir? Pues que no voy a «optimizarme» el ejército contra mi oponente, ya que estoy atado por el trasfondo. Ejemplo: mi general es un Señor del Caos, pues debe seguir siendo un Señor del Caos. Aún no ha sido bendecido por ningún dios, así que no puedo meter marcas (no puedo empezar a meter cosas de Khorne para tener dados de dispersión y ahorrarme los magos portapergaminos, por ejemplo). De hecho, los personajes llevan normalmente los mismos objetos mágicos en todas las partidas. ¿Eso es lo óptimo? Sin duda, no, pero es una partida de campaña y para mí es más importante ver que son los mismos personajes que no buscar una mejor combinación.
Tercera, como habréis deducido del espíritu de los MdN, soy una persona que prima «realismo» por «optimización». Si tengo bárbaros con mayal, son bárbaros con mayal. Si mis elegidos llevan Alabarda, llevan Alabarda aunque lo óptimo sea arma de mano y escudo. Lo que ves es lo que es. Considero en contra del espíritu del juego el «estos lanceros imperiales son en realidad zombis», a no ser que estén conversionados como tales o alguien quiera probar algo nuevo. Sé que hay quien juega incluso con sólo piernas, pero para mí que las miniaturas representen lo que son y lo que llevan es vital. De ahí que muchas veces ponga las miniaturas que tengo, y no lo que iría mejor contra ese rival.
Y, con todas estas «restricciones» autoimpuestas, intento imaginarme qué tropas elegiría mi General y qué plan de batalla urdiría para alzarse con la victoria…
Por último, y no menos importante; este mes he pintado Bestigors, Centigors y una Cocatriz, y quería estrenarlos…
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